La vida de Elías no era como la imaginaba siendo un ángel caído. Matías le había dicho que para su protección tenía que quedarse en casa.

Era el primer día de Elías solo en casa de Matías hasta que diera la hora en la que llegaba de trabajar que para mala suerte de Elías. Eso era tarde por la noche.

Él quería algo especial para Matías por haberlo ayudado y dejarlo quedarse en su casa. Quería hacer algo que valiera la pena por su ayuda. Y que mejor manera que desmostrarlo con comida.

Pero había un problema. Elías no sabía cocinar nada humano.

Revisó recetas a pesar de que no entendía ni como hacerlas, revisó revistas a pesar de que no entendía inglés por ser un idioma diabólico, el lenguaje humano que solo sabía era español, el lenguaje para hablar con Dios en la tierra.

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Después de dos horas de lectura imparable....

¡¡¡COMPRENDIÓ EL ARTE DE HACER HUEVOS ESTRELLADOS!!!

Al final también acabo aprendiendo a cocinar una que otra carne.

Sabía que no era mucho pero era en muestra de agradecimiento al humano que lo salvó de convertirse en algo que no quería. Un despiadado demonio.
Elías sabía que la comida se enfriara antes de que llegara Matías, así que decidió meterlo al refrigerador en donde dejó una pequeña nota con recordatorio "para Matías un intento de cocina" , no pudo evitar ver cosas que habían dentro del refrigerador.
Ahora que lo recordaba, no había comido ni desayunado y ahora menos quería comer.

Se fue a dormir a eso de las nueve de la noche, no aguantaba un día más despierto y nunca había dormido... Pero quería sentir la pereza de nuevo apoderándose de él.

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Matías

Volví a las once y media ᵖᵐ , mi pequeño ángel debería ya estar dormido. Nisiquiera sé en qué momento comencé a llamarlo mi pequeño ángel o que me haya acostumbrado al seudónimo.

Llegué a mi pequeño e insignificante departamento con la esperanza de que el ángel siguiera vivo, solo un humano que se cree muerto viviría ahí a gusto. Yo.
Abrí la puerta y me dirigí a la habitación. La única habitación. En donde encontré al ángel dormido, llevaba puesto una toalla mojada en su cuerpo que lo cubría como bata pegada. Reconozco que hace calor en este lugar. Me alegré con que siguiera vivo y me gruñó un poco el estómago, fui al refrigerador en donde me tope.. con un regalo especial.

Habían unos huevos fritos con tocino de forma circular bien cocinados a mi pareces, con una nota.

"para Matías un intento de cocina"

Y digo que "habían unos huevos fritos" porque me los devoré todos. Estaban deliciosos saben como si alguien querido te hubiera cocinado y guardado para cuándo llegarás a casa cansado y fatigado del trabajo. Definitivamente hoy es mi día. Tal vez he conseguido un trabajo más agotador que el otro pero es mi día y nadie me lo va a arruinar, nisiquiera la noche. Ese pequeño ángel es un ser precioso que me ha cocinado. Para mí y solo para mí fue su primer platillo.

Nos leemos en la siguiente parte.