Capítulo 54

           

Y como si nada hubiera pasado, allí estábamos los dos, en un silencio más denso que el de un velorio ingresando al maldito veterinario. El lugar parecía abandonado, no obstante alguna que otra enfermera revoloteaba con una taza de café entre sus manos.

Les miré sin saber qué hacer exactamente. No me dignaba aún a mirar a Jimin a los ojos, ni siquiera a largar un solo sonido por la boca.

Observé mis alrededores con curiosidad en su estado más puro, ¿Estaba ese lugar acaso autorizado por las autoridades?

Las paredes a medio pintar, sillas con tapizados  parcialmente descocidos, chillidos de animales pareciendo estar en una inmensa agonía. Mandy....

Acudí a aquellas dos mujeres con desesperación repentina, se vieron sorprendidas al verme abalanzar sobre ellas. —Hola, discúlpenme, llevo algo de prisa...-Titubeé, me exalté al sentir una gran mano sobre mi hombro.

—Vinimos a ver a una perra Golden, su nombre es Mandy.- Su voz erizó cada vello de mi cuerpo, tragué audiblemente intentando no tensar mis músculos notablemente. —No sabemos si ya ha terminado... pero estaba en labor hasta al menos tres horas atrás...

No terminó la frase antes de ser interrumpido por una de ellas que le habló en tono coqueto, meneando sus mal depiladas cejas de arriba abajo.

—La última habitación, guapo.- Le guiñó con su ojo rodeado de arrugas que delataban más de dos décadas de diferencia con cualquiera de nosotros.

Aguántate, ___, luego podrás golpearla.

Me empujó por el pasillo, no me quejé, añoraba ver a mi bebita-

Aceleré yo mi paso llegando a la puerta indicada por la asalta-cunas momentos atrás. Golpeé la puerta salvajemente, pero no me esperé respuesta antes de adentrarme al interior.

—Papá...-Suspiré con cansancio dejándome atrapar por sus flacuchos pero protectores brazos una vez caminé hacia él. —Mandy....

—Sh....-Solicitó besando mi frente. Trazó unos pequeños círculos sobre mi espalda como pequeño gesto paternal que rara vez tenía. —Está perfecta, ___, ella y los cachorros.

Sin preámbulo alguno, deje escapar un audible sollozo de mis labios asintiendo en concordancia. Él volvió a hablar. —¿Por qué están tan mojados?

Escuché una risa incómoda de Jimin a mis espaldas. —La lluvia duró mucho allá afuera. El auto se averió, salimos a buscar ayuda....-Dejó en el aire las palabras, posiblemente rememorando cada detalle vergonzoso de hace unas horas. —Encontramos a un marinero luego de que la lluvia se apaciguara un poco y saliéramos de una casa de guardavidas que nos dio acilo por unos momentos. El hombre amablemente nos trajo hasta aquí... pero mi auto sigue en ruta.-Refunfuñó, lleno de cólera de que su vehículo recientemente averiado y arreglado, haya fallado tan repentinamente. —Ese mecánico definitivamente me ha estafado...- Murmuró a sus adentros, casi inaudible.

Abracé a mi padre, palmeé su espalda con afecto dando por terminado aquel abrazo. —¿Dónde está ella ahora?

—Está en sala de recuperación...

Le interrumpí. —¿Está este lugar autorizado? ¿Por qué has traído a Mandy aquí?

Me miró con un deje de pura vergüenza, dedicándole una breve mirada. —Es lo mejor que pude costear, ___.

Oh, por supuesto... demonios, de nuevo con ese tema. Maldita mierda.

—Ah, ya, ya... ni me expliques.-Hice ademanes con mis manos buscando restarle importancia. Tomé una bocanada de aire antes de proseguir. — ¿Cuándo le darán el alta?- Busqué cambiar de tema, tragando mi vergüenza de que Jimin, nuevamente, se viera obligado a escuchar de mis problemas financieros.

—Mañana por la mañana en el mejor de los casos.- Dijo en un asentimiento, miró a Jimin de soslayo. Se cruzó de brazos con un deje de diversión. —La Sra. Park me habló en la fila del supermercado...-Rememoró ampliando su sonrisa. Aclaró su garganta mirando fijamente a Park. — Me tuvo al tanto de todo.... Ya saben, ustedes dos saliendo.

Casi me da un infarto. Casi me cago parada.

—¿Qué...?-Mis ojos casi se salen de sus órbitas. Sacudí mis pensamientos mirándole fijamente, miré a Park alarmada, este solo se dedicaba a sonreír incrédulo; se apoyó de brazos cruzados contra una cartelera de corcho dispuesta contra la pared. —Verás papá... en verdad...

Mi padre me interrumpió sin siquiera dedicarme una mirada. — ¿Tú la quieres? ¿No?- Le miró desconfiado, tragando saliva audiblemente.

Jimin me miró unos momentos, para luego mantenerse cabizbajo, su cabello tapaba sus ojos. —Sí, señor...-Murmuró tímidamente, el corazón casi se sale de mi pecho.

—Entonces te daré mis bendiciones, muchacho.—Habló dramáticamente, sacándose unas lágrimas falsas de sus ojos. Jimin le miró sorprendido, posiblemente esperándose una reprimenda de su parte. Sonrió, me miró de soslayo. —Solo quiero que la cuides, ¿Sí?, es lo más valioso que tengo.

El chico asintió con decisión, esta vez mirándome a los ojos, atravesándome con su oscura mirada. Sonrió tímidamente, como si algo le avergonzara realmente de aquella conversación. —Delo por hecho, señor.

————————————————————————-

Dfglkhgfdcfghjkljhgffghjklkjhgfcdfvgbhjkl  IK, IK, I know..... no pude actualizar el viernes... por ende les debo nuevamente, dos capítulos.... Perdónenme.

Cómo estuvo su navidad?? Espero que hayan pasado muy lindo, la mía no estuvo muy alegre que digamos, pero eso es lo de menos. Las adorowww, comenten qué es lo que más les ha gustado :3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top