Había llegado el día, el día en el que podrían interrumpir con la pacífica salida de aquella familia...

Epic-. Sueñitos, ¿Me pasas otra rebanada? El pollo quiere hacer sonidos chistosos mientras come

Dream-. Claro, Claro - dijo con algo de entretenimiento, para pasarle un plato con una rebanada de pastel.-

Los niños disfrutaban de la compañía de estos mismos, jugaban y reían de manera alegre, pero no sabían, que entre las sombras de los árboles se escondían un grupo de seres que iban a hacer hasta lo imposible para arruinarles la vida.

Nightmare-. 1 ... 2 ... 3 ... Ataque!- - susurró para ver cómo el de hilos atrapaba a las familias con sus hilos, mientras que los otros iban a atacar para matar a quién se suponía que debían matar.-

Y no fué nada difícil, después de pocos minutos habían matado a la familia de Cross, Epic, y a su pequeña, su tan amada pequeña hija ahora solo era una montaña de polvo.

Se sentía horriblemente mal, no podía hacer nada al respecto, estaba en shock.

Siguieron con el ataque, killer ya estaba justo enfrente de Dream, listo para matarlo de una acuchillada brutal, a no ser por un golpe bastante fuerte en sus costillas, justo de lado, había Sido Cross, ¿Cómo se había liberado?

"¡Ayuden a los que puedan!" Escuchó cerca, era una voz que conocía bastante bien ... ¿Por qué su pequeño hijo había hecho eso?

¿Por qué lo había traicionado de esa manera? Sin duda estaba impactado.

Volteó a ver lo que pasaba, dándose cuenta de que un grupo bastante grande de Sans que venían de otros universos, estaba ahí, ayudando con la pelea, ayudando a rescatar a dream y a los pequeños.

Juntos, lograron vencer a nightmare y a su grupo, dejando que estos pudieran escapar, no sin antes hacerles daño para que pudieran aprender siquiera una lección.

Todos regresaron con varios rasguños y golpes en sus huesos, pero killer, Killer tenía algunas costillas rotas, se notaba como el líquido negro que se suponía, era sangre, brotaba de sus rotas costillas.

Nightmare-. ¡Killer! - gritó desesperado al ver cómo su amado apenas y podía sostenerse del sillón por tales daños, ya cargándolo con cuidado y llevándolo a su cuarto para hacer lo posible para cuidarlo, no sabía que hacer, no sabía cómo ayudarlo, estaba empezando a tener un fuerte nerviosismo.-

Los demás se unieron a este para intentar ayudar con vendas, parecía resultar un poco, al menos el líquido ya no salía tanto como antes, pero todavía le hacía falta sanar esos huesos ...