El segundo cumpleaños lejos de su familia había llegado.

El año pasado cuando llegó aquí, solo faltaba un mes para que cumpliera los 14 años y fue una celebración triste para el.

Su madre había hecho amistades muy rápido, pero para el fue un tanto difícil.

Recuerda que ese día llegaron solo adultos a celebrar, bueno, celebraron todo menos a el, era más bien una fiesta para Nora.

Este año no sería la excepción, volvería a mentirle a Yoongi, le diría lo bien que lo paso y que recibió muchos regalos, no estaba dispuesto a que su hermano se sintiera mal por el,estando tan lejos el uno del otro.

— Taehyung, debes alistarte mis amigos están por llegar.

— No quiero mamá.

— Eso no lo decides tu, soy tu madre, debes hacer lo que te pido.
Además es muy grosero de tu parte, está celebración es para ti, todos quieren venir a saludarte.

— No nos engañemos madre, ellos solo vienen a beber contigo...estaré unos momentos para no ser un mal agradecido ni un grosero, pero luego saldré a caminar, quiero pasar mi día en una librería, espero no te opongas a eso.

— Haz lo que quieras, solo no seas descortés con los chicos, ellos te quieren.

No había caso, el sabía que discutir con Nora sobre eso, solo era tiempo perdido.

Solo asintio a sus palabras y se dispuso a cumplir lo pedido por su madre.

Estaba en aquello cuando su celular aviso de la llamada entrante, supo de inmediato de quién se trataba.

— Yoongi!

—Hola enano, ¿cómo estás?
Feliz feliz cumpleaños para ti hermano.
Espero que este día sea muy especial, me hubiese gustado tenerte aquí habríamos comido pizza y veríamos algunas películas.

El menor no pudo evitar sentir tristeza al escuchar las palabras de su hermano, el también desearía estar ahí, junto a el y su padre.

— Ya tendremos tiempo para eso Yoongi, verás como el tiempo pasa rápido, ya pasó un año y ni siquiera lo notamos.

—Tienes razón...¿Papa ya te llamo?

— Fue el primero en saludarme, me hizo muy feliz escucharlo.

—Me alegro mucho pequeño, papá y yo te extrañamos mucho, al igual que Jisso y Jk.

La sola mension de ese nombre hizo que su joven corazón saltara como loco en su pecho, no había sabido nada del pelinegro hace mucho.

En un principio siempre lo llamaba, pero de un día a otro dejo de hacerlo, tiempo después supo que tenía una novia.

Eso destrozó su corazón pero se mantuvo fuerte y se convenció que lo correcto era no pensar en ello, aunque quisiera no podía hacer nada por cambiar los sentimientos de jungkook.

— ¿Como está Jungkookie?, Jisoo no me cuenta— dijo triste —

—Esta bien, un tanto desaparecido, creo que  a su novia no le gusta mucho que  se realacione conmigo, lo cual es una mierda.

—Habla con el Yoon, es tu amigo y ella su novia.
Jungkook debe ser capaz de separar las cosas y no dejarse alejar por ella.

—Se lo dije, pero  discutimos.
Está algo así como obsesionado con ella, la chica es muy popular, sin contar que es bella.
Pero su personalidad es un asco y eso es lo que pasa por alto mi amigo.

—Quisiera estar ahí para ti...Espero que las cosas entre ustedes se arreglen.

—Yo también lo espero,ahora debo dejarte Tae.
Tengo una clase que tomar y no puedo permitirme llegar tarde, hablamos después,. Te quiero.

— También te quiero hermano , nos vemos.

Luego de las despedidas cortaron la llamada y Taehyung continuó con lo que le había mandado su madre.

Media hora después se encontraba listo, en la sala de la casa recibiendo gente que no le agradaba en lo más mínimo.

Unos lo miraban con desprecio, mientras otros solo lo hacían poner incómodo.
Sabía claramente que su cuerpo estaba cambiando, ya no era el pequeño niño de hace un año atrás y eso mismo estaba atrayendo las miradas que recibía ahora, las cuales solo provocaban asco.

Su madre parecía ignorar cualquier tipo de actitud de sus amigos, estaba seguro que los pondría por sobre el ante cualquier situación.

— ¿Está bien si me voy ahora mamá?

— Hazlo, pero luego no quiero que te quejes por no estar conmigo en tu cumpleaños.

— Está bien...

No quiso esperar más, salió con rapidez de su casa y comenzó a caminar por las calles que ya conocía de memoria.

En un Principio pensó que el idioma sería un obstáculo pero le fue bastante fácil aprenderlo, ahora lo dominaba a la perfección, podría hablar con quién quisiera sin dificultad.

Llegó hasta una pequeña cafetería a la cual entró, pediría un chocolate caliente y leería un rato mientras el tiempo pasaba.

Nunca salía sin uno de sus libros, había descubierto unos cuantos lugares que eran perfectos para sentarse y disfrutar de su lectura, está cafetería era uno de ellos.

Aquí trabajaba una de las pocas personas con las cuales hablaba, un chico que también era coreano y se había vuelto un conocido muy agradable dentro de tantas personas.

—¿ Disfrutas tu lectura?

— Mucho la verdad— dijo levantando su cabeza para ver al chico frente a el—

— ¿Como estás Minjae?

— Cansado, está semana ha sido muy pesada.

— ¿Cuando tienes tu descanso?— pregunto inocente—

— Porque Tae...¿quieres invitarme a salir? , ¿No estás muy pequeño aún?

El menor solo río por las palabras de su amigo, era cierto que Minjae siempre coqueteaba, pero era por naturaleza, tenia ese rasgo en el, era coqueto de nacimiento, como el mismo decía.

— Solo soy dos años menor que tú... Que estés trabajando aquí no te hace un adulto por arte de magia— dijo riendo— y no, no tengo interés en salir contigo— dicho esto le saco la lengua—

Este acto le pareció tremendamente tierno al contrario, quien desde hace ya un tiempo tenía sentimiento por tae.

Adoraba a este chico, pero tampoco sería un acosador o un insistente, siempre se decía que si algo estaba por pasar entre ellos, solo pasaría, no forzaría las cosas en ningún momento, porque Tae era de esas personas que valian por completo la pena y que si no lograbas ganarse su corazón de forma romántica, podía hacerlo con amistad.
Y cualquiera de las dos estaba bien para el, si con eso el pequeño no se alejaba.

—Sigues siendo chico....bonito pero enano.

— Te gusto— dijo riendo—

— Lo haces....mucho,pero se respetar a los demás Tae.

Eso había sido muy dulce de su parte, y le daba motivos al menor para seguir conociendolo, tenía claro que su corazón estaba ocupado, pero tampoco podría saber si por siempre sería así, si no se daba la oportunidad de conocer a alguien más y este chico valía la pena.

— Gracias por ser tan amable Jae...

— De nada hermoso...vuelvo al trabajo, nos vemos.

¿Estaría tan mal tener algo con Minjae?

Jungkook ya estaba haciendo su vida, era una persona adulta que no se limitaría a nada, menos por el, que solo era el pequeño niño que veía como un hermano y que hace mucho dejo de importarle, ni siquiera había escuchado su voz en un largo tiempo.

Era momento de avanzar, tenía 15 años, quería toda esa idea del amor y de los detalles hermosos.

Estaba claro que su bello azabache no sería quien le daría esos momentos, no ahora. Tal vez nunca.

Era injusto para el mismo perderse cosas por seguir guardando la esperanza de que jungkook algún día quisiera tener algo con el, eso solo pasaba en sus sueños.

Los cuales por alguna razón ya no eran tan recurrentes, es como si su corazón se hubiese propuesto guardarlo en algún lugar como el recuerdo de su primer gran amor, el que nunca fue correspondido,el cual estaba lejos de hacerse realidad y que no podía seguir engañandose al pensar que sería lo contrario.

Había tomado una decisión, en ese presciso momento, decidió que dejaría que su vida siguiera su curso destinado, no sé frenaría ni se quedaría estancado con ese sentimiento.

Si cuando volviese aún estaba ahí y había alguna posibilidad tal vez lo intentaría, de no ser así solo sería un bonito recuerdo.

No estaba en sus planes interferir con la vida de nadie.

¿Está Tae en lo correcto al haber tomado su decisión?

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