Era viernes, el sol estaba en su punto más alto y el Dragón caminaba gustosamente junto a su hermoso Omega.

Kook sabía que Jin era un imán de alfas, betas y uno que otro Omega, Gamma o Delta. De cierta forma, aquello lo hacía sentir inseguro. Él sabía que son pareja destinada pero Jin aún no lo sentía, eso lo dejaba en desventaja y hasta tenía miedo de que él no fuera la verdadera pareja de Jin.

Ya se habían dado esos casos, eran sumamente contados pero reales. Cuando en una pareja, sólo uno de ellos podía sentir la conexión. En muchos de esos casos se debía a la diferencia de especies.

Aunque esa situación no había sido problema, pues el amor siempre estuvo ahí, pero Kook ansiaba que Jin también pudiera sentir esa fuerte conexión que él sentía cuando estaban juntos, y el hecho de saber que cuando se acoplaran esa conexión sería irrompible y eterna, llenaba su alma de satisfacción.

— ¿Cuándo llegaremos? -Preguntó el rubio con un puchero.

—Calma, bebé. -Kook abrazó a su Omega. —Mis abuelos enviaron a alguien por nosotros, no tarda en venir.

—Umm bien. -Jin se quedó observando los alrededores.

Estaban a las afueras de la estación de trenes. Mucha gente iba y venía. Busán era una ciudad muy ajetreada.

Mientras miraba a las personas, un fuerte aroma a Limón mezclado con canela se sintió en el aire.

Jin abrió sus ojos sorprendido. Su Omega se removía a la expectativa, olfateó más discreto buscando la fuente y sus ojos se clavaron en una figura a sólo unos metros de ellos.

Era un alfa. Un hermoso, caliente y varonil alfa de Tigre.

Jin se preguntó si era el único que se sentía mareado por tan intenso aroma y al girar su vista a Kook, vio que este estaba entretenido en su celular.

Oh no...

Su Omega chilló emocionado cuando fue el receptor de una potente mirada azulada.

El alfa Tigre lo estaba mirando. Y en su mirada se reflejaba el asombro y deseo.

¡¿Qué demonios?!

Con JungKook nunca había sentido esa atracción tan irremediable. Aunque sí, admitía que desde niño sintió una especie de conexión con el Dragón, nunca fue tan fuerte e instantánea como la que sentía en esos precisos momentos con un alfa que jamás había visto.

Y su pulso se aceleró demasiado cuando aquel seductor y grande alfa se acercaba a ellos con semblante serio.

—Amor, ¿qué suce-?

Pero su pregunta quedó en el aire cuando el alfa se plantó frente a ellos, interrumpiéndolo.

— ¿Jeon JungKook? -Cuestionó con voz grave.

Jin tembló.

Kook lo miró extrañado por su reacción y luego observó al tipo que miraba a su Omega.

—Sí, ¿quién eres y qué quieres? -Preguntó con un deje de enojo. Se posicionó frente al Omega, ocultándolo tras su espalda.

El extraño pareció reaccionar al ya no ver al Omega y aclaró su garganta. —Soy Kim TaeHyung. Me enviaron tus abuelos por ustedes.

Kook lo miró seriamente, su Omega nunca había sido tímido, pero la reciente reacción que tuvo al ver a ese alfa le dejó un mal sabor de boca.

—De acuerdo. Te seguimos. -Dijo sin moverse.

Los ojos azules se movieron al Omega oculto por unos dos segundos para después darles la espalda y empezar a caminar.

Kook escuchó como Jin soltaba el aire. 

—Jin, ¿conoces a ese tipo?

—N-no... -Respondió con dificultad. La presencia de ese chico lo hizo sentir sumiso. —Es sólo que... Me sorprendió...

— ¿Lo dices por su especie? -Kook abrazó al Omega protectoramente.

—Sí... -Jin se refugió en los fuertes brazos de su novio, ahí se sentía seguro.

—Tranquilo. Estamos juntos, si trabaja para mis abuelos, es seguro que lo veremos estos dos días. -Dijo tranquilo, dejando escapar sutilmente sus feromonas para calmar al Omega.

—Sé que no es malo, además... Quizás podría hacerle algunas preguntas. -Sonrió levemente al sentir el agradable aroma de su pareja.

—Sí. Y no te dejaré solo. -El Dragón lo besó suavemente para después entrelazar sus dedos y seguir al hombre.

Pero Jin aún tenía su corazón acelerado.

¿Era normal que se haya sentido tan emocionado y atraído por alguien que no era su alfa?

Ese fin de semana sería extraño.