I (Parte III)

Lo difícil era, ¿cómo se lo dirán a los demás?

El JinKook se encontraba en la habitación del mayor, abrazados y acariciándose, pensaban cómo se lo dirían a sus compañeros sin causar algún malestar, pues no sabían si se sentirían cómodos con ellos dándose amor alrededor.

Yo hablaré. –Susurró el mayor.

Pero esto es de los dos amor, no solo tú cargarás con el peso del rechazo en todo caso así sean las cosas. –Hizo un puchero y se recargó un poco más en el pecho del azabache.

Yo lo sé bebé, con tal que estés ahí sosteniendo mi mano, me sentiré seguro. –Besó la sien del castaño.

Yo sé que los chicos lo aceptarán. –Mencionó el menor con positivismo.

Bueno... Tae ya lo sabe. –Comentó un poco inseguro.

— ¿V-hyung lo sabe? –Preguntó sorprendido.

El viaje que tuvimos juntos me ayudó a tomar el valor de decirte lo que siento, aunque fuiste tú el de la iniciativa. –Rió bajito y le dio un pico.

¿Así que Tae es nuestro cupido? –Le devolvió el beso.

Así es.

Iban a besarse de nuevo hasta que la puerta fue abierta con violencia y un chico bajito con el cabello color menta entró con toda su majestuosidad, asustando a la pareja que se separó por inercia.

¿Qué demonios están haciendo? –Preguntó con seriedad, parándose frente a la cama del mayor, los veía con sus pequeños y lindos ojos entre cerrados.

Suga-hyung... —El menor se levantó bastante nervioso. —Solo platicaba con Jin-hyung, pero ya me iba.

Y sin más, se fue.

Dejando solo a su novio.

Pero claro, él había dicho que estaría a su lado sosteniendo su mano...

Traidor.

¿Me dirás qué fue eso? –El segundo mayor tomó asiento en la cama de su hyung.

Suspiró con pesadez, él sabía que el castaño aún no estaba listo para enfrentar a los chicos, así que asumiría su papel como el alfa de la relación.

Estoy enamorado de JungKook, él lo está de mí y ahora somos pareja. –Dijo sereno y con la mirada clavada en los ojos gatunos de su donsaeng.

Este no se sorprendió ante la noticia, ya lo sospechaba pues el castaño era bastante posesivo con el hyung mayor, recordó las ocasiones en las que removía a los miembros sin ningún decoro para él estar al lado de Jin, la manera en cómo se tocaban en público sin pudor alguno, por más amigos que dijeran ser, no era tan normal que se tocaran el trasero o el muslo interno con tanta naturalidad, siempre buscaban la forma de estar juntos, y él no era el único que lo había notado.

Comprendo. –Respondió simplemente.

¿Estás molesto? –Consultó el azabache con temor.

Por supuesto que no hyung, el amor es amor por donde lo veas, así que no te preocupes, tienen mi apoyo.

Sonrió y el mayor lo abrazó con fuerza, sentía un gran alivio de que su eterno rommie lo apoyara en una etapa tan importante de su vida, no solo como idol, si no como persona.

Deben decirle a los demás. –Concluyó al separarse del abrazo.

Lo sé, pero ya viste que Kookie aún no está listo para enfrentarlos.

El peli menta lo pensó por unos segundos, ciertamente se había dado cuenta de ello al ver como huía, aún era un niño.

Bien, tómenlo con calma, pero antes de dar cualquier indicio de su relación, háblenlo con los demás, tienen todo el derecho a saberlo.

Asintió con felicidad.

Volvió a abrazarlo, siendo correspondido de inmediato.

Se sentía bien, ahora sólo faltaban los demás y esperaba que su reacción fuera positiva, si no, no sabría qué hacer.

***

YoonGi y TaeHyung observaban como Jin y JungKook se daban sutiles caricias mientras estaban recostados juntos en la sala de prácticas.

Eran tan obvios que hasta hostigaban con tanta miel.

Los demás, por otro lado, intuían la razón de ese comportamiento pero no dirían nada por el momento.

Bien muchachos a sus posiciones. –Habló el coreógrafo. Pero la parejita aún seguía en su mundo y eso irritó al mayor. — ¡Jin! ¡Ya suelta a JungKook y vengan aquí! –Reprendió y los mencionados obedecieron al instante, los demás se sintieron mal ya que siempre regañaban al mayor cuando éste tenía que ver en algo con Kook.

Después de aquello, siguieron con su ensayo, DNA, era una coreografía bastante complicada, y Jin se esforzaba el doble siempre para hacerlo perfecto, así que al terminar el ensayo, le pidió a uno de sus compañeros que lo ayudara.

Hobi, ¿podrías ayudarme con la coreografía, por favor? –Pidió al estar frente al muchacho.

Claro que sí, hyung. –Contestó con una sonrisa y dejó su mochila en el piso.

JungKook se sintió dolido, ¿por qué no le pidió ayuda a él?, no por gusto formaba parte de la dance line, además ahora que son pareja pueden tener mejor comunicación para ese tipo de cosas.

Solo se quedó observando con el ceño fruncido al JinHope que practicaban la última parte de la coreo, muy ensimismados en su mundo.

Si sigues arrugándote así, pronto tendrás marcas de expresión. –Le dijo en tono burlesco el chico rubio.

Cállate JiMin, no estoy de humor. –Dijo con un suspiro.

El mencionado lo observó con detenimiento, Kook estaba tan sumergido en ver cómo aquellos dos se sonreían mientras bailaban que no notó cuando su lengua empujó el interior de su mejilla y se cruzaba de brazos.

Estás celoso. –Concluyó el más bajo con una sonrisa.

¿Qué? –Reaccionó y descruzó sus brazos como si nada. —Por supuesto que no.

De no ser así, no estarías tan molesto de ver a Jin-hyung practicando con Hobi-hyung. –Su sonrisa crecía al ver las mejillas sonrojadas del menor.

Y-ya te dije que no. Es... Solo... —No supo que decir así que tomó su mochila y sin decir más, salió de la sala de prácticas.

💍💍💍

Al estar todos en casa, cenando, una tensión abrumadora se sentía en el ambiente.

Todos notaban la molestia en el maknae.

Las cosas habían empeorado cuando supo que Jin se había ido a jugar bolos con la rap line y ni siquiera le mandó un mensaje para avisarle.

Eso terminó de enfurecer al menor; pues es cierto que Jin no le debía explicaciones de lo que hacía pero avisarle personalmente nada le costaba, en lugar de ello había mandado a JiMin para que le informara a él y TaeHyung.

El mayor era un pésimo novio, y ni siquiera se había disculpado.

¿Qué pasa, JungKook? –Le preguntó el líder.

Nada, hyung... —Contestó y miró brevemente en dirección al mayor del grupo y éste ni siquiera lo miraba. —Es solo que me sorprende como hay gente tan sin vergüenza en el mundo. –Dijo con malestar.

El hyung mayor dejó de comer al escucharle, suspiró y cerró los ojos por unos segundos, después los abrió y siguió con su comida como si nada, indignando al maknae.

Los demás miraban la escena con gracia, no era la primera vez que aquellos dos discutían y se lanzaban indirectas, de hecho era bastante normal, ya que al final del día, por lo general, Kook iba a la habitación de los dos mayores y pedía disculpas por su comportamiento, siendo Suga el único testigo de las constantes reconciliaciones de los chicos.

Al término de la cena, la mayoría se fueron a sus habitaciones, Jin se quedó lavando los platos, así que Tae decidió ayudarlo.

¿Problemas en el paraíso? –Preguntó con una sonrisa mientras secaba los platos y los acomodaba.

Así parece. –Respondió el mayor. —Ciertamente no sé porque está tan molesto ahora. –Se secó las manos y recostó su cadera en el respaldo del lavaplatos.

Quizás porque le pediste ayuda a Hobi-hyung con la coreografía. –Concluyó el de cabello plateado. —Noté su cambio de humor cuando se lo hiciste.

Pero eso es absurdo. Siempre le pido ayuda a Hobi porque es muy paciente conmigo, ustedes saben que me cuesta un poco más aprender las coreografías. –Dijo con un puchero de decepción.

Sí hyung, pero quizás a Kookie le hubiera gustado apoyarte, ahora son pareja y esperaba a que tuvieras la confianza de pedirle que te ayudara. –El peli plata pasó su brazo por el hombro del mayor y recostó su cabeza en la de él.

¿Tú crees? –Preguntó después de unos minutos de meditar las palabras de su donsaeng.

Estoy seguro. –Besó su cabeza y caminó a la salida de la cocina. —Buenas noches, hyung.

Salió dejando al mayor con las dudas en su cabecita de algodón, ¿por qué le resultaba tan complicado entender a Kook en ocasiones?

Después de cerciorarse que todo estuviera asegurado, entró en su habitación, estaba tan cansado que no notó que su rommie no estaba y que en su lugar, un bonito castaño aguardaba por él.

Se lanzó en la cama y cerró los ojos, suspiró fuerte, listo para dormir.

¿Hyung? –Lo llamó una vocecita cerca de su oído.

El peli negro abrió sus ojos y observó a su acompañante muy cerca de su rostro, tenía el contorno de sus ojos de color rojo y su naricita igual. El menor había estado llorando.

Así que sin decir palabra, lo tomó de la mano y lo atrajo a él cayendo sobre la cama, lo abrazó fuerte, y pudo escuchar el suspiró de satisfacción del menor al sentirse seguro entre los brazos de su hyung.

Perdón. –Susurró sobre su pecho. —Soy tan inmaduro. –Se reprochó abrazándose más al contrario.

El peli negro sonrió y besó la sien de su amor. —Hablaremos de eso después, ahora descansa.

Y así, bajo el calor que ambos compartían, se entregaron a los brazos de Morfeo, llegando al mundo de los sueños juntos, como debería ser.


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