Lemon! AU escolar/moderno! Giyu Tomioka
Abrió el sobre y sacó la carta de ahí, sus ojos color zafiro miraron el pedazo de papel doblado, lo desdobló y empezó a leer lo que estaba escrito. Una sonrisa se hizo presente en su rostro al leer, al principio era una pequeña pero cuando vio las iniciales al final de la carta, ya no sólo era un sonrisa; era felicidad.
Guardó de nuevo la carta en el sobre, abrió un cajón de su escritorio y ahí la guardó junto otros documentos importantes.
Demonios, eres su alumna pero la única que había conseguido acercarse tanto a él, ganarse su confianza y hacer que se sienta feliz de tan solo verte. Todo esto llevaba a un muy mal problema y es que; eres su alumna. Una estudiante que pese a estar a semanas de graduarse sigue siendo imposible, sin embargo ni a ti ni a él les importó eso. Preferías darle cartas, eso era más fácil, causaba menos sospechas y estaba más a tu alcance.
Con cada carta que Giyu recibia de parte tuya; su corazón se aceleraba como motor, sus ojos con un brillo inmenso como el de las estrellas, con el mismo color de un reluciente zafiro, todo por leer una carta de tu parte.
Sin embargo sucedía algo, Giyu podrá sentir lo mismo por ti, estar enamorado pero no sabe como expresarse correctamente. ¿Qué hacer? No puede simplemente llegar y darte un abrazo o besar tus labios, mucho menos puede cargarte de la cintura y dar vueltas contigo (como lo harían las parejas de novios normales), o ir a tu casa para una tarde de películas... Aunque sean cosas que él no puede hacer, su corazón se siente mal al ver como tú haces sin problema todo eso.
Un par de leves golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.
—Pasa —dijo recobrando su compostura.
—Buenas tardes, profesor ~ —saludaste entrando para después cerrar la puerta y recargarte en ella. —¿Puedo ir hoy a tu casa?
—Claro pero espera a que sea la hora de salida.
Sus ojos serios se posaron sobre ti, no pudo usar el tono serio que suele emplear con los demás, su voz salió calmada, tranquila por tu presencia. Te acercaste a su escritorio, tu rostro se acercó al suyo, no dejaste de mirarlo a los ojos. Él frunció el ceño mientras te veía también.
—Dios, no, no puedo... Tus ojos son ¡wow! —te alejaste de él. —Giyu, ya es hora de salir, desde hace media hora estaba esperándote ya se fueron casi la mayoría de maestros y hasta Rengoku se ofreció a llevarme a mi casa porque está lloviendo.
El azabache se paró de su asiento para mirar la ventana detrás de él, dio un suspiro tenías razón.
—Lo siento _______, no sé en que estaba pensando —respondió mientras guardaba sus cosas y después tomaba su mochila. —Vámonos.
Abriste la puerta para salir primero, él se siguió.
Una vez afuera los dos abrieron sus paraguas, caminar con Giyu de vuelta a casa significaba hacer ejercicio así que todo muy bien. Cuando estaban lo suficiente lejos de la escuela como para que nadie los viera, te acercaste a él rápido; tomando su mano. Sólo volteó a verte con una pequeña sonrisa, imitaste su acción.
Al llegar al hogar de Tomioka, cerraron sus paraguas y los dejaron en la entrada, Giyu quien estaba cargando tu mochila la dejó encima del sofá mientras iba a su cuarto.
Lo seguiste.
—¿Puedo bañarme? ~ —preguntaste entrando a su lado. —¡Después de todo tengo ropa aquí! ¿Si puedo? ~
—En unos momentos preparo tu agua, también quiero bañarme.
Se quitó la sudadera, aventandola a la cama después. Buscó una playera en su armario junto a más ropa limpia. Te pidió que la sujetaras para después buscar la tuya.
—¿Qué quieres usar? Uh...
—Cualquier cosa está bien pero si es algo cálido mejor —respondiste.
Pasó un tiempo después de que buscaron su ropa, el departamento de Giyu tenía dos baños así que fácilmente los dos se metieron a bañar. Dejaste tu ropa colgada afuera mientras que tu uniforme lo echaste a la canasta de ropa y una vez estuviste desnuda por completo, giraste la llave de agua caliente de la regadera.
• • •
Te ibas secando el cabello con la toalla camino a la habitación de Giyu, te enredaste la toalla en el cabello, tu mano se dirigió a el pomo de la puerta para abrir.
Buena... Mala decisión.
Tomioka estaba con la toalla enredada al rededor de su cintura mientras que se secaba con otra el cabello. No tenía camisa, su abdomen estaba desnudo y el hecho de que estuviera bien trabajo te hizo sonrojar un montón. Toda tu cara estaba roja hasta las orejas y aunque querías seguir viendo más, te hiciste para atrás con una disculpa saliendo de tu boca cerraste la puerta.
Al cabo de unos minutos Tomioka fue quien abrió la puerta, ya cambiado con su cabello amarrado nuevamente.
—No te preocupes por eso —te dijo mientras salía pasando a tu lado, lo seguiste.
—¿Cómo supiste qué...? —preguntaste sorprendida.
—Te conozco bien —dijo mientras reías. —Nadie sería tan despistada como tú, ¿lo hiciste a propósito?
Querías protestar pero la felicidad que emanaban sus ojos te conquistó. Negaste desviando la mirada con un puchero en la cara y el ceño fruncido.
—Sí quiero puedo pedirlo simplemente, ¿no?
Tus palabras hicieron sonrojar a Giyu.
—Claro.
• • •
H
abían comido, se lavaron los dientes y se encontraban acostados normalmente.
¿Cómo terminaste encima de Giyu besándolo como si fuera necesario para vivir? Él no se negó a tu beso sin embargo la pasión que los dos le pusieron, el entusiasmo. Las manos de Tomioka se encontraban en tu cadera mientras que tú estabas encima suyo sentada sobre su pelvis, moviéndote tanto que comenzaba a exitarse.
La razón por la que los dos terminaron así... Inexplicable pese a que fue un simple abrazo por parte de tu novio.
Al separarse la respiración de los dos era agitada, tu pecho subía y bajaba cada que respirabas intentando recuperar el aire que perdiste en el beso. Mientras que él no quitaba la mirada de encima tuyo.
—Dijiste que podía pedirlo —le dijiste por fin. —Lo quiero, Giyu.
—¿Qué es lo que-? —no terminó porque se dio cuenta a lo que te referías. —¿Estás segura? Yo...
—Tú también quieres y puedo sentirlo —le dijiste con el rostro ruborizado mientras tartamudeabas.
—Bien pero como tú lo quieres, tú tendrás que empezar —fue lo que dijo para excusarse de que no sabía que hacer.
No quería que pareciera que sólo harían lo que él querrá, quería saber que cosas estabas segura de hacer y cuales no, observarte para analizar tus movimientos y después ocupar eso a su favor para complacerte.
Asentiste. Tus manos se dirigieron a camisa, metiéndolas por debajo de esta, levantándola con rápido para poder quitársela. Tan sólo recordar que hace un par de horas lo habías visto así te resultaba placentero.
—Que celos, Tomioka sensei —hablaste mientras lo veías. —De sólo pensar que las demás chicas te ven de la forma que yo lo hago ahora... Me siento honrada de estar aquí, así, con usted. ~
Tu tono juguetón hizo que sonriera. Plan B, olviden lo que dije que Tomioka quería hacer.
El sólo ver tu entusiasmo le dio la valentía suficiente, aunque es un adulto no ha tenido una relación estable y duradera como la que tiene ahora mismo contigo por lo cual, tampoco es que fuera un casanova en el tema de las relaciones pero tiene una idea sobre como es todo.
Te quitó de él en un rápido movimiento, poniéndote a su lado, luego subiéndose el sobre ti.
—¿Sabes? Verte así de frente, tu abdomen... —Tragaste saliva. —¿Estás provocándome?
Tomioka no respondió, te calló con un beso mientras una de sus manos se colaba dentro de tu camisa, terminó desabrochado tu sujetador para después sacarlo y tirarlo por ahí. Sus besos bajaron a tu cuello, su mano seguía dentro de tu camisa; masajeando lento y con calma tus senos, apretó uno de tus pezones haciendo que un gemido involuntario saliera de tu boca. Te levantaste un poco para que quitara tu camisa, tragaste saliva te dio un poco de pena, sólo un poco que te viera de esa forma.
Tomioka nuevamente bajó, sus besos pasaron de tu cuello a la clavícula, hasta tu pecho izquierdo donde se entretuvo. Giyu no se contuvo, a pesar de eso sus movimientos seguían siendo tiernos. Cuando apretaba lo hacía suave, asegurándose de no ser tan fuerte para que no te lastimara. Casi explotas en color rojo cuando con su boca empezó a chupar.
Tu celular que se encontraba a un lado empezó a sonar, estabas tan concentrada que no podías pensar mucho gracias al placer. Aún así pudiste tomarlo, abriste los ojos para ver quien era, tus ojos se abrieron en par al ver el nombre de tu madre en la llamada entrante. No querías parar así que, respondiste sin importarte que Giyu en ese momento te hiciera sentir el cielo.
—H... Hola —hablaste tú primero. —Al parecer llegaré un poco más tarde...
Te tapaste tu boca mientras escuchabas que decía, Tomioka había metido un dedo dentro de ti de repente que te hizo sobresaltar. Salió en su lugar un pequeño chillido el cual sí escuchó tu madre.
"¿Qué estás haciendo ______?"
—No, no nada... Estoy ah —desviaste la mirada intentando pensar una buena excusa, las acciones de Giyu no te dejaban para nada —comiendo un helado, ¡tengo que colgar!
Dejaste de nuevo tu celular a un lado, tu respiración estaba agitada por aguantar tanto.
—Pudiste simplemente haberme dicho que me detuviera —la sonrisa de Giyu era coqueta.
Obvio que era una burla.
¿De cuándo acá él se burla?
—No lo habrías hecho cariño —respondiste. —¿Cómo hiciste tantas cosas así?
—¿Cómo qué? ~
Acercó sus labios a los tuyos besándote.
Cuando te separaste, giraste un poco tu cuerpo mientras buscabas en los cajones de los muebles de al lado.
—¿Dónde los tienes? —preguntaste ansiosa.
Tomioka iba a responder pero se vio interrumpido por ti, cuando tenías el condón en la mano lo abriste sacándolo para poder ponérselo.
—Honestamente sólo necesitaba una excusa —le dijiste mientras tomabas con cuidado su miembro entre tus manos.
Giyu se sobresaltó por tu repentino toque, pareció gustarle. Pero cuando quitaste tus manos no te dejó ni hablar, ya te había agarrado de la cintura. Esperó un momento para tu aprobación y cuando la tuvo entró con cuidado. Te aferraste fuerte a él.
—Te amo —esas palabras te sorprendieron por lo repentinas que fueron, sonreiste. —Te amo mucho.
Al decirte eso hizo que tu mente se fuera a otro lado, ya no importaba mucho el leve dolor que se sentía. Te concentraste en sus movimientos, en sentirlo en ti. Giyu por supuesto te tenía abrazada a él,
• • •
La lluvia había parado pero ya era algo tarde, Tomioka se ofreció a llevarte a tu casa, aceptaste. Si tu madre preguntaba que sucedió habían inventado una buena excusa.
—¡Hola mamá! —saludaste con una gran sonrisa —no me regañes por favor, mami ~
Tomioka se había ido antes, sólo había ido a dejarte después de todo. Tu madre te miró de reojo, tanta felicidad en ti le era sospechoso. Entraste a la casa mientras ella seguía viéndote.
—En un par se semanas más podré explicarte, mamá —la viste aún con una sonrisa.
—Estás loca hija... —ella dejó de verte mientras suspiraba.
Era obvio que lo de un par de semanas se refería a después de tu graduación. Cuando ella dijo esas últimas palabras tu dijiste en voz baja; "de amor por Giyu..." Y después te fuiste corriendo por si te llegó a escuchar.
No me acuerdo si al principio mencioné en cuanto tiempo se graduaba xD
Se nota lo aburrida que estuve hoy? Cuántas actualizaciones fueron? 2 o 3? Bueno ahora voy a escribir uno de Zenitsu UwU
MARATÓN DE LEMONS? ͡° ͜ʖ ͡°
No, bueno no u.u pero si quieren uno dejen el personaje y una mini situacion de como podría empezar UwU
Les juro que me pongo a investigar un montón cuando escribo lemons, pero nop al parecer sólo me quedo ese conocimiento para mí xD
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top