ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ⁸ ᴘᴀʀǫᴜᴇ ᴅᴇ ᴅɪᴠᴇʀsɪᴏɴᴇs

ʜᴀɴ ᴍɪ ᴊᴏᴏ

El plan de hoy era solo divertirnos, y hacer que fuera un día maravilloso, ni más ni menos, aunque con Kookie siempre era un día divertido. Solo hacía falta su presencia y listo.

Me recuesto completamente en el asiento de su auto solamente viendo la carretera, el silencio había inundado el auto, pero no era para nada un silencio incómodo, hace mucho tiempo no estoy en uno con Jungkookie.

Desvíe mi mirada hacía el, tenía la intención de preguntarle cuánto más faltaba, ya me estaba quedando dormida, pero me detuve nada más abrí mi boca. Solo me quedé mirando su perfil.

Él era hermoso, tenía la ventanilla un poco abierta haciendo que entrara el aire y despeinara un poco su cabello.

Una vez me contó que su ex novia le decía que no le gustaba que lo tuviera largo, que no se le veía bien, entonces lo quería cortar, pero es genial que no lo haya hecho, esa cucaracha solo quería poner triste a Jungkook, o tal vez tiene problemas en la vista, porque el pelo así tal y como lo tiene ahora le queda muy bien.

Sus manos se aferraban al volante, se veían fuertes, y entonces todo volvió, aquella conversación con Taehyung había vuelto como si estuviera ahí en esos momentos hablando con él.

Y volvió aquello que senti cuando lo vi sin camisa.

Tengo miedo de estos sentimientos, de lo que siento.

—¿Qué pasa?

Negué—. Nada. ¿Demora mucho el viaje? Ya me está entrando sueño.

El solo rió.

—Falta un poco, aunque si quieres puedes dormir, no tengo problema con eso, bruja.

—Bah, claro que no. Además, ya me viste dormir hoy —mire hacia afuera avergonzada—, ¿quieres verme otra vez?

—Te vez bonita durmiendo —dijo, simple, aún mirando al frente.

Hice una mueca, lo dijo así, como si no importara, y aún así, no debía de haberse sentido decepcionante.

—Vete a la mierda —mascullé por lo bajo.

—¿Eh?

—Que sigas conduciendo.

Jime 🤸🏻‍♀️💕

¿Qué haces? 👀
13:17 ✔✔

Con TaeTae 😍
13:20

Y tú?
13:20

En qué andas? 🤨
13:21

Pueeeeees, ando con Jungkook
13:22 ✔✔

😱 que haces con Jungkook?
13:22

🤨 y a tí que te dió?
13:23 ✔✔

Vamos a un parque de diversiones, wii 😂😼
13:23 ✔✔

Es que... Cada vez sospecho más y más 😞
13:24

Y Jungkook tiene novia 🤨 ¿o tenía? 🤔
13:24

La estúpida esa 🙄
13:24

Ay Jimena, que desactualizada andas 🤡
13:25 ✔✔

Culpemos al perfecto de mi esposo 😍❤️
13:25

Ya no están juntos, se dejaron por un problema, así que solo salgo con el y esas cosas, nos hemos hecho muy buenos amigos, nada del otro mundo 😐 no se porque te pones así, digamos que... Solo lo ayudo a qué no piense tanto 🪄
13:26 ✔✔

Terreno peligroso, Han Mijoo 🙊
13:28

Bueno, me voy, no me siento muy bien y requiero de los mimos de TaeTae 😚😉❤️
13:29

Con un suspiro pesado guardo mi teléfono otra vez, ahora sí no tenía con quién hablar, Jimena me acaba de dejar por Taehyung, lo que hace el amor.

—Por fin —dije cuando ví que habíamos llegado.

—Voy a aparcar el auto. ¿Te quedas aquí?

—Si —dije abriendo la puerta del auto—. Voy haciendo la fila.

—Está bien.

ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢ ᴋᴏᴏᴋ

Cuando volví, la fila se extendía tres cuadras, busque a Mijoo entre las últimas personas en la fila, pero no la había encontrado, eso era raro, habíamos llegado ahora mismo, por ende ella debía de haber estado de última, o entre los últimos puestos.

El lugar estaba repleto de niños, jóvenes, adultos, creo que todo Incheon está aquí.

Saqué mi teléfono para llamar a Mijoo. No pude evitar el jadeo que salió cuando me dijo que estaba cerca de la entrada. Dios, si hubiera pasado una hora le hubiera creído.

Aún así fuí hacia los primeros lugares en la fila.

Me apresuré hacia la entrada encontrando a Mijoo que estaba conversando animadamente con dos chicos. Fruncí mi ceño. ¿Acaso estaba coqueteando con ellos?

Me enderece antes de caminar hacia ella y pasar mi mano por encima de su hombro posesivamente, los dos chicos me miraron confusos, solo pude dar una sonrisa orgullosa antes de ver la cara asesina de Mijoo.

—Bruja, ¿por qué tan adelante?

—Mira, Kookie, ellos son Jungwon y Jake. Y bueno, el es mi hermano.

—¡¿Tu hermano?! —grité, decepcionado.

Me había presentado como su hermano...

—Cállate, idiota —me susurró—. ¿En qué mundo andas, Jungkookie? Perdonenlo, siempre es así.

Rodé los ojos antes de quitar mi mano de su hombro y alejarme un poco de los tres. Hubiera preferido haber hecho la fila desde lo último aunque hubiéramos estado dos horas esperando.

No lo entiendo, no me entiendo.

Ella seguía conversando con esos dos, y se notaba desde millas que estaban coqueteando. Inflé mis mejillas, ¿su hermano? Si, claro.

Patee una piedra, cuando siento que me llama.

Por fin vamos a entrar en el dichoso parque.

Me acerque, dándole una mirada asesina a los otros dos chicos.

Cuando entramos di un suspiro de alivio.

—¿Por qué le estabas coqueteando?

Ella se encogió de hombros—. Gracias a eso ahora estamos adentro, imbécil. No sé porque te pones así, de todas maneras, ¿a donde subimos primero?

ʜᴀɴ ᴍɪ ᴊᴏᴏ

El tarareo algo mientras miraba hacia todas partes. Pase mi lengua por mis labios mientras una sonrisa se posaba en mis labios.

—En todo parque de diversiones es obligación subir a la montaña rusa primero.

Su cara fue todo un dilema que estuve dispuesta a admirar. Luego negó frenéticamente.

—¡Ni loco! ¡Yo no me pienso subir a ese aparato del diablo! ¡Moriré allá arriba!

—Pero, Kookie —hice un puchero mientras me enganchaba de su brazo.

Anteriormente Jimena había mencionado hace ya algo sobre el miedo de Jungkook a las alturas, pero estoy segura de poder convencerlo.

Quién sabe, quizás y haya otro fallo técnico en algún aparato y nos quedemos en la cima de algún lugar y escucharé sus gritos de ayuda como me había contado Jimena y Taehyung que había ocurrido.

—Que no —chilló—. No pienso montarme a esa cosa. Vayamos a otro aparato.

—¡No! O vas conmigo, o... —miré en todas las direcciones buscando algo, ajá, ya lo tengo—, sino vas conmigo le diré a los chicos con los que coquetee hace poco. Están ahí, y no parecen tener el miedo de montar una patética montaña rusa.

El se cruzó de brazos dispuesto a no moverse de su lugar. Solté su mano y comencé a ponerme en marcha hacia Jungwon y Jake, los que había conocido mientras hacia la fila. Ni siquiera quiero montar con ellos, pero de otra manera estoy segura de que no lo hará. Ni siquiera estoy segura de que me detenga.

Suspiro cuando estoy llegando a ellos, incluso camino despacio, no quiero.

Un par de niños pasa corriendo delante de mí, frunzo el ceño mientras niego y vuelvo a retomar el paso.

—¡Ya está bien, bruja! ¡Montaré la estúpida atracción!

Me voltee con una sonrisa. Él tenía el rostro tenso y las manos apretadas en puños a cada lado, aunque todo aquello desapareció cuando camine hacia él.

—Vamos, vamos —dije, enganchandome de su brazo mientras lo jalaba para hacer la fila.

La fila de la montaña rusa era inmensa, pero como contaba con varios carros avanzaba rápido, solo tuvimos que esperar tres circuitos y ya estábamos a punto de subir.

—Me estoy arrepintiendo —dijo Jungkook, comiéndose las uñas.

—Ya, no hagas eso —le quite la mano de la boca—. No estás solo, yo voy a estar contigo.

Solo volteó su mirada al frente y sentí ganas de golpearlo.

—Por favor, ingresen a los carros con precaución.

Se escuchó la voz del encargado.

Jungkook y yo, por supuesto, nos sentamos juntos.

—Kookie no seas cobarde. Abre los ojos.

—No, no quiero ver cuándo se rompa algo y salgamos volando por los aires. O a cuántos metros estamos de él suelo.

Dios, que negatividad.

—¡Yah, Jungkook! No ha pasado nada malo, ya el juego ha dado varias vueltas y no ha habido ningún accidente. No seas cobarde.

—Vamos a morir, vamos a morir, vamos a morir... —repite una y otra vez.

—Jungkook —tomé su mano—, está bien, solo es un juego, además, estoy conmigo, imbécil.

Abrió primero un ojo y luego el otro—. Lo acabas de arruinar con el imbécil.

Sonreí.

—Yo-yo, no debería de montar esta cosa.

—Shh —le calle—. Nunca te hubiera pedido que te subieras si iba a pasar algo.

Primero muerta.

Por fin llegamos a la cima de la montaña rusa, nos habíamos demorado más en subir que en bajar porque después de bajar la cima el carro bajo a toda velocidad completando el recorrido.

Gritaba emocionada al sentir el aire en mi cada y la adrenalina del momento, en cambio mi pareja aquí era todo lo contrario, mientras pedía que pararan esto y lo sacarán de aquí.

Cuando acabo bajamos, Jungkook me pidió unos momentos antes de tirarse en un banco y fingir que estaba muerto.

—No puedo más, voy a vomitar, es el fin de él mundo, no veo nada.

—Eso es porque tienes los ojos cerrados.

Entonces los abrió—. Tenías razón.

—Vamos a seguir montando —chillé.

Volvió a tirarse en el banco haciéndose el muerto.

—No disponible —fueron sus palabras y solté una carcajada.

—Kookieeeeeeeee.

—Ash, ya voy, bruja.

Lo guíe hacia nuestra próxima parada, lo dejaría descansar está vez, aunque sea por unos minutos.

—Quiero el ¡panda! —hice un puchero.

Me voltee hacia el encargado.

—Disculpe —llame su atención—. ¿Cuántos puntos necesito para ganar ese panda?

—Ese, preciosa —mi semblante cambio, odio que me llamen así—. Cada barco que se mueve por esas líneas tiene puntos que son los números en las velas. Tendrás diez balas y un minuto para recargar. Si consigues 60 puntos el panda es tuyo —me guiñó el ojo.

Me dió unos lentes de seguridad.

—Es un idiota —balbuceo Jungkook, detrás de mí—, lo conseguiré para tí —me dijo.

—No. Quiero hacerlo yo. Tu solo ayúdame a recargar.

—¿Segura?

—Jungkooooook.

—Ya, está bien.

—¿Puedo empezar ya? —le pregunté al encargado.

—Claro.

Jungkook colocó una pelotita en el huequito, apunté y disparé en cuestión de segundos, un barco fue decapitado.

Jungkook colocó otra pelotita. Disparé y otro barquito caído. Este se las vera por burlarse de mí. Repetíamos nuestros movimientos, estábamos perfectamente sincronizados.

Cuando acabe me quite los lentes.

—¿Y bien? Mi puntuación...

—Nunca nadie había conseguido la puntuación perfecta —dijo sin creerlo, a lo que sonreí con orgullo—. ¿El panda?

—Mhm, sip.

Cuando lo saco del estante y me lo entregó sonreí. Agradecí y junto a Jungkook me fui de allí.

—No pensé que tenías tan buena puenteria.

—Anja —miré el peluche en mi mano—. Ten, un regalo.

—¿Que? Pero tú querías ganarlo.

—Tengo muchos, además, es un regalo de amiga. ¿Me lo vas a negar?

Decir la palabra amiga dolió, y quizás estaba comenzando a entender las palabras de Jimena.

Terreno peligroso.

Era verdad, lo más probable era que mi corazón saliera lastimado y pisoteado.

Porque ya está empezando a doler.

Ya duele.

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