— ¡Taehyung! —Gritó Yerin desde encima de la roca. Agitó sus manos alegre.

Seguía sin poder creer que era su primera vez en una playa fuera de Corea. Mamá había insistido en salir a alguna de las playas al día siguiente, cosa que me preocupó por el hecho de que Yerin no traía traje de baño. Imaginaba que querría traer consigo un traje de baño de una pieza de la tienda, pero decidió llevar uno de dos piezas en color negro. Tuve que darle mi camisa, odiaba el hecho de que la gente la observara tanto por su piel bonita.

—Joven Kim. —El mayordomo me sacó de mi mente.
—Lo escucho. —Respondí sin voltearlo a ver.
—La señorita Bae está aquí...
—Debiste invitarme a tus vacaciones. —La voz irritante de Soo Hyun.
—Lindo traje de baño, parece que vas a una reunión de jefes en vez de una playa. —Ni siquiera la había visto, pero supuse que vestía algo provocativo. A ella le encantaba vestir atuendos reveladores. Le encanta ser el centro de atención, sonreí ante mi pensamiento.
—Gracias. —Suspiró— Veo que trajiste a la niña al parque de diversiones.
—De hecho viniste sola, por eso. Diviértete. —Voltee a verla— Para eso viniste, ¿no?

La dejé atrás. No planeaba escuchar nada que saliera de sus sucios labios. Solo dejaban escapar veneno como una serpiente, podría matar a cualquiera, pero no a mí. Yerin me siguió, sabía que era hora de irse, el atardecer comenzaba.

— ¿Es Soo Hyun? —Preguntó con su adorable inocencia.
—Yo no veo nada, —voltee a verla— solo veo al mayordomo junto a una mesera de bar.
—Oh, perdona, supongo que es personal. —Bajó la mirada.
—No tienes por qué disculparte, no es nada de lo cual tenga que hablar.

Demasiado frío, Taehyung. Odiaba tratar a Yerin de esa manera, pero Soo Hyun hacía que mi humor cayera hasta los suelos terminaba arruinando mi día de una u otra forma. "Son cosas de las Bae" recordé sus palabras repentinamente. Yerin entró al auto, seguí después de ella. El mayordomo se había entretenido con Soo Hyun. Lo llamé haciendo que la dejara atrás, así es como debía hacer siempre. No importaba que o quien fuera.

—Mayordomo Seok~ —Habló Yerin emocionada.
—La escucho, señorita Jung. —Respondió mientras manejaba.
— ¿Cómo está su bebé? —Sonrió al ver como se formaba una sonrisa en el mayordomo.
—Está bien. La llamé Yerin, creí que le gustaría el hecho de llamarla como la chica que ayudó mucho a mi esposa en el parto. —Recordé haber visto a Yerin salir de la habitación silenciosamente luego de dejar las almohadas debajo de las cobijas tratando de engañarme de que estaba durmiendo.

Sonreí. Ambos siguieron hablando. Yerin es diferente, mi mente me hizo pensar en ello. A decir verdad, Yerin si era diferente desde que había vuelto a Corea. Antes era muy terca y se molestaba por todo lo que hacía, más divertida. Ahora parecía que todo lo que decidía estaba bien. Ahora era más... Loli. Odiaba el hecho de que ella hubiera cambiado por mí. Ella era genial siendo como ella era. No había notado que ahora no hacía sus rabietas cuando algo no salía bien. Ha cambiado, y no creo que sea por ella misma, pensé.

—Yerin. —La tomé de la muñeca antes de entrar.
— ¿Pasa algo? —Preguntó tratando de sonreír.
—Sí. Algo te pasa. —La solté— ¿Qué te hizo cambiar? Dime, ¿en dónde quedó la Yerin que decía "ash" cada que hacía algo malo?
—No sé de qué hablas. —Nuevamente su sonrisa falsa.
—Habla. —Ordené.
—Ash, ¿por qué debería hablar? —Regresó la antigua Yerin— ¿Eh? —Dio pequeñas palmadas en su boca arrepintiéndose de lo que dijo.
—Alguien te dijo que lo hicieras.
—Sinceramente quería ser más tierna contigo, pero no funcionó.
— ¿Por qué querrías ser más tierna conmigo? Eso es algo natural en ti.
—Iré adentro. —Cerró la puerta luego de entrar. Sin duda alguien le había dicho que lo hiciera.

Dos capítulos en un día (: 

*c acaba el mundo :v*