𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓾𝓷𝓲𝓬𝓸

HISTORIA CORTA

ShisuiHina

Drama| Romance| Sacrificio

Esta Fic no está ligado a un tiempo específico dentro del anime o manga. Sin embargo es una secuencia de mi Historia llamada Hinata y su Harem.

Disclaime­r: Ningún personaje usado en esta Historia me pertenece, todos son propiedad de Masashi Kishimoto, sin embargo la historia aquí plasmada es de mi propiedad.


[..............]

De existir una sola palabra que pudiera describir en su totalidad a Shisui Uchiha seria, Mujeriego.

No era para menos el joven Uchiha se lo había ganado a pulso, pues desde que Hinata era solo una niña, solía verlo pasearse con una Aldeana diferente cada semana, claramente dejando de lado a todas aquellas Ninjas con las cuales había tenido más que una simple amistad.

Por eso es que ahora, no podía simplemente corresponder o creer a sus supuestos sentimientos puros.

Debido a eso no dudo en rechazar el enorme ramo de tulipanes que el castaño le entregaba.

— ¿Algo esta mal? — Shisui, parecía confundido — ¿No le agradan? —

— No puedo aceptarlas. Lo lamento — se disculpó.

— Pero Hinata-san, Usted prometió darme la oportunidad de demostrarle mi completo interés hacia Usted y es exactamente lo que intento hacer al darle este pequeño detalle —

— Se lo que dije, pero me he apresurado. Lamento que mis palabras lo hayan equivocado—

— Hinata-san, solicito una explicación — Shisui suspiro profundamente. 

En su pasado jamás se preocupó tanto de lo que una chica pensara o hiciera por él, pero ahora cuando por fin había puesto sus ojos en una chica y sus sentimientos hacia ella eran puros y honestos, ella simplemente lo rechazaba.

— Simplemente no puedo creer en sus palabras o en sus sentimientos — Hinata comenzó a abrir su corazón.

— Aun siendo de ese modo, no me ha dado el tiempo suficiente para demostrarle que mis sentimientos por Usted, son sinceros — 

Sabía que se estaba rebajando cualquier chica estaría dispuesta a seguirlo hasta el fin del mundo con un simple chasquido de sus dedos. Pero Hinata no y eso la hacía incluso más interesante.

— Hace tan solo un mes lo vieron saliendo de un motel en compañía de Anko-san — Hinata bajo la mirada, su cortejo había iniciado hace más de tres meses y el que sus propios compañeros le dijeran aquello logro lastimarla aunque claramente no tenía cara para reclamarle, aún no habían formalizado nada.

— Anko-san es mi compañera de equipo, es natural el que durmamos  juntos  ¿O es que acaso, Usted no lo hace con sus compañeros? — esa pregunta la descoloco pues su cuartada sonaba bastante convincente.

— ¿Y qué me dice sobre las marcas en su cuello? También es producto de una larga misión en conjunto — 

Shisui cubrió de inmediato su cuello, estúpidamente creyó que usar maquillaje lograría ocultar su falta nocturna.

— Yo, puedo explicarlo — siendo razonable lo único que se le ocurría en ese momento, era admitir que había tenido sexo con una prostituta, aunque el imaginarla a ella en todo momento debía restarle puntos a su falta.

— Lo escucho — se cruzó de brazos, en verdad deseaba saber de lo que sería capaz de inventar.

— Bien — coloco el enorme ramo sobre la mesa. Hinata permaneció atenta a cada uno de sus movimientos, mientras bebía un poco de Té —  Yo no, sabría cómo comenzar sin incomodarla, Usted es una señorita y bueno mi sinceridad podría molestarla—

— Entiendo — no lo forzó, aunque deseaba tener herramientas para negarse a formalizar su supuesta relación, no deseaba saber con exactitud con quien se había acostado.

— Pero aun así Hinata-san, créame cuando le digo que esto jamás se volverá a repetir. Al momento en que usted acepte ser mi mujer yo no tendré necesidad de refugiarme o buscar consuelo en otra Dama — 

Hinata abrió enormemente sus ojos de manera directa la estaba culpando de su incapacidad por mantener sus pantalones ajustados, sintiéndose molesta por la insinuación decidió enfrentarlo.

— ¿Acaso, Usted está intentando culparme? — 

Shisui la miro directamente.

— Solo digo que soy un hombre — acomodo su cabello — Un simple hombre, que responde a sus instintos y necesidades —

— Y que hay de mis necesidades Uchiha-san — 

Shisui reconoció que estaba comenzando a molestarse, era tan obvio, cuando comenzaba a llamarlo de aquella manera tan formal.

— Usted a dejado en claro que sus necesidades, son ajenas a lo sexual — soltó de golpe.

— Le suplico que cuide sus palabras — Hinata mostro un rostro de verdadero horror. 

Shisui no la culpo a diferencia de un hombre, una mujer proveniente de un clan tan prestigioso como el suyo o el Hyuga eran ajenas a ese tema, para mantenerlas lo más puras posibles, hasta el día de su Boda.

— Lamento mi imprudencia —  es que a veces se le olvidaba, que sus encuentros se llevaban a cabo en la residencia Hyuga donde probablemente alguien estaría vigilándolos.

— Shisui-san — Hinata volvió a capturar su atención —Creo conveniente dar por terminado este cortejo, nada bueno a resultado entre nosotros nuestras conversaciones apenas son normales y yo — se detuvo, estaba a punto de admitir que lo había aceptado solo por tener una experiencia romántica una de las que tanto hablaba Ino.

— La que parece no estar terminando de entender mis intenciones es Usted, Hinata-san— Shisui reacomodo su Yukata odiaba que su Tía Mikoto lo obligara a usar aquella ropa tan incómoda, pues de un descuido terminaría mostrando sus partes íntimas a todo mundo.

— Las entiendo pero no son suficiente razón, para mí — estaba siendo demasiado directa, pero era mejor dejárselo en claro.

— Usted, no puede simplemente rechazarme y menos de tal manera — ya comenzaba a molestarse.

— Estoy intentando ser lo más educada, posible — Hinata se lleno de valor —Shisui-san, Usted no puede simplemente presentarse ante mí con aquellas evidentes faltas de respeto hacia nuestra relación— señalo, Shisui intento ocultarlas — Aun después de conocer su tan envidiada fama, jamás lo creí tan descarado, como para presentarse a nuestro encuentro, en su estado —

— Pero de que respeto me habla Usted — Shisui sonaba un tanto burlón.

— Esta más que claro, que me refiero a esto que ambos tenemos —

— Nosotros no tenemos nada más, que unos cuantos encuentros — Shisui, finalmente termino por perder su paciencia — No tiene el derecho de enjuiciarme tan directamente —

— Ahora que es consiente que entre ambos no puede haber más nada, le suplico que revoqué, su petición de desearme como su Esposa —  aunque no sería sencillo, pues incluso ambos líderes habían sido involucrados. Pero al hablar claramente con su Padre estaba segura que este la apoyaría — Descuide yo me encargare de hablar con mi padre, tiene mi palabra no ventilare su patética situación — coloco una rodilla en el suelo — Agradezco su tiempo y la perdida de este, debo irme, puede imitarme o degustar de los pastelillos, la decisión es suya — con una última reverencia se puso de pie.

Shisui no terminaba de digerir lo que estaba sucediendo, aunque algo era claro, esa Hyuga lo estaba despreciando.

— No, tú no te vas de aquí — antes de que la peliazul deslizara siquiera la puerta, le sostuvo la muñeca.

— ¿Shisui-san, que le sucede? — su agarre era demasiado fuerte como para soltarse sin causar una marca, la que claramente no deseaba, pues tendrían que dar explicaciones.

— Acaso soy tan poca cosa, como para pretender o siquiera desearla como mi mujer — Hinata pudo notar que dejaba de lado ese tono juguetón al hablar.

— Shisui-san, creí que ambos éramos conscientes de que este arreglo de citas, solo tendría la finalidad de conocernos — intento alejarse pero el Uchiha, la sostuvo aún más fuerte — Ninguno de los dos, está obligado a corresponderle al otro, no hay necesidad de que tome esa actitud — estaba intentando tocar su lado amable. El que siempre le había demostrado.

— Está claro que para ti, no fui más que una diversión, una simple distracción mientras encontrabas algo mejor ¿No es así? —  de un momento a otro las formalidades se acabaron. 

Se acercó hasta ella, colocando su mano en su delicada cintura.

— Shisui-san, yo realmente — se calló, su tacto se estaba volviendo un tanto peligroso.

— ¿Realmente, que? — cuestiono directamente

— Le suplico, tome su distancia — Pidió amablemente, sin embargo Shisui coloco su mano en su espalda baja — Su comportamiento, es incorrecto. Shisui-san, Basta — asustada, Hinata intento escapar y no era para menos, jamás había tenido un acercamiento de este tipo mucho menos con un hombre.

— Sabes, muchas veces te he soñado de esta manera completamente desnuda, gimiendo mi nombre, unida a mí en completa desesperación — Hinata palideció, Shisui sonrió —Sin embargo justo ahora tu rostro dista demasiado de como luces en mi mente — le susurro en el oído — Hinata realmente has actuado como una autentica perra—

— Solo porque me he dado mi lugar, Usted se siente con el derecho de insultarme — y lo que en su mente sonaba como una autentica defensa, a Shisui le pareció divertido —Yo no soy como aquellas con las que suele revolcarse, así que no intente compararme —

— Es verdad — acaricio su trasero, Hinata se estremeció — Tu, eres una perra de calidad —

— Usted es solo, el patético intento de un hombre — Hinata respondió a su agresión verbal,  aunque sus caricias le incomodaran intento no hacérselo notar.

— Quizás y tengas razón. Pero tu, no eres más que una mujer reprimida, que no es capaz de mirar más allá de su burbuja, una mujer hueca que cree que el amor son solo palabras bonitas — soltó una carcajada.

— Usted no tiene el derecho de burlarse de mis ideales a diferencia de Usted, a mí se me educo para brindar honor a mi futuro Esposo, a mi familia —

— Y no lo dudo. Pero entonces dime que pasa con Naruto — fue directo a la yugular.

— ¿Con Naruto-kun? —

— El mismo — respiro profundamente — Se por Sasuke que le has permitido el acceso a tu habitación, en más de una ocasión — ella pareció no querer negarlo — ¡ Vaya ! — su mirada reflejo desilusión — Entonces es cierto — volvió a darle la oportunidad de explicarse, pero nuevamente guardo silencio — Debí haberte parecido patético ¿Verdad? Te imagino, burlándote de mí mientras el imbécil de Naruto degustaba de tu cuerpo —

— Se equivoca, Naruto no sería capaz de... nosotros en ningún momento — hablo atropelladamente, si bien era cierto que Naruto se había presentado en su balcón, unas noches atrás al enterarse de la supuesta relación jamás se atrevió a tocarla, solo tuvieron una dulce conversación donde el rubio sugirió iniciar una relación, la cual Hinata rechazo, hasta aclarar la situación con el Uchiha.

— Entonces que sucedió, me dirás que mágicamente noto lo fantástica que eres, que Naruto por fin pudo ver a través de tus sentimientos, finalmente después de tanto tiempo, después de ser tan obvia — sonrió — Vaya que conveniente — 

Hinata arrugo el entre cejo.

— ¿A qué se refiere? — exploto.

— Puede que aun no lo sepas, así que te lo diré — Hinata presto la debida atención — Naruto salió de la Aldea con la intensión de buscar a la sacerdotisa y está más que claro que ella termino por rechazarlo — aunque no lo quisiera aceptar, tenía razón Naruto mismo se lo había dicho, claramente omitiendo ciertas partes.

— Lo sé, el mismo me lo conto — mintió.

— Me parece perfecto, creo conveniente que entre amantes no deberían de existir secretos—

— ¿Amantes? — la confusión fue evidente.

— Acaso eres tonta — olio su fragancia — Para mí es bastante claro, pero de igual manera intentare explicártelo. Te dejare tener a Naruto siempre y cuando seas lo bastante complaciente con tu Esposo — coloco sus labios en los de ella, aguantando el deseo de besarla desesperadamente.

— ¿Tener a Naruto? ¿Complacer a mi esposo? — se dedicó a repetir sus palabras.

— Y te daré otra gran noticia, esta misma noche tendremos nuestra cena de compromiso, te colocaras un hermoso Kimono preferiblemente no tan pegado al cuerpo, sabes no me gusta la manera en que Sasuke suele mirarte — le dio un ligero mordisco a sus labios, Hinata se apartó como pudo.

— Eso no será posible — levanto la voz, empujándolo — Yo ya he sido bastante clara con mis intenciones, así que le suplico no intente manipular la situación a su antojo —

— ¿A mi antojo? — parecía divertido con aquella situación.

— Está claro que intentara manipularme con lo que sucedió con Naruto —

— Entonces estas aceptando que sucedió algo con él, estas aceptando que dejaste entrar a un varón a tu habitación aun cuando tienes un pretendiente, uno al cual tu padre le dio su consentimiento, sabes que podría sucederte si esto se sabe ¿Verdad? — 

Hinata asintió lo sabía, de hacerse del conocimiento publico el sello maldito seria colocado en su frente, su clan no permitiría tal humillación 

— Y aun así, prefieres vivir tu vida siendo una esclava, prefieres vivir miserablemente solo por un hombre que no tiene los suficientes pantalones como para enfrentarse a tu Padre o a mí — 

La sonrisa de Shisui era amarga, hasta ese momento Hinata fue consciente de que sus sentimientos hacia ella, eran sinceros, hasta cierto punto.

— Naru, Naruto estará apoyándome no tengo duda alguna — volvió a mentir, pero ahora que por fin el rubio la miraba de vuelta no deseaba perder su oportunidad, aunque Shisui la tuviera en sus manos — No me casare con Usted, bajo ninguna circunstancia. Puede ir con mi Padre, podemos enfrentarlo juntos — una lagrima surco su mejilla, inmediatamente Shisui la bebió.

— Niña tonta — hablo entrecortadamente. En un acto completamente desesperado Shisui la tomo fuertemente del rostro y finalmente la beso — Ya te lo he dicho, podrás tenerlo, te dejare tenerlo cuantas veces lo desees, pero finalmente al llegar la noche, serás mi mujer de nombre y hecho — hizo énfasis en lo último, Hinata intento escapar, pero su agarre fue mucho más rápido y fuerte.

— Shisui-san, Usted no sabe lo que dice, hoy solo está un poco afectado, reconozco que mis palabras fueron las equivocadas — todo su cuerpo comenzó a temblar — Pero por favor deténgase —

Suplico pero Shisui fingió no escucharla. Finalmente cuando su voz pareció perderse entre esas cuatro paredes, Shisui comenzó a deslizar su mano derecha hasta llegar a su muslo arrastrando de a poco la fina tela del Kimono que dulcemente la cubría. 

Se detuvo hasta que pudo sentir la calidez y suavidad de su piel descubierta. Un tanto extasiado volvió a besarla y aunque ella se negó, tuvo la fuerza suficiente para retenerla aun en contra de su voluntad.

[....]

Estaba actuando como un completo imbécil, como un animal deseoso por poseer a la más linda flor del prado.

Pero Hinata no le había dejado otra opción. Desde que habían iniciado aquel tonto cortejo, la chica siempre parecía desinteresada a todo lo que tenía por contarle, a menos de que su Padre estuviera presente, en más de una ocasión se valió de su pequeña hermana para no quedarse completamente solos y como era de esperarse en una relación, el intentara besarla. En otras cuantas pudo ver su rostro repleto de desilusión cuando en sus visitas semanales al verlo, toda la emoción desaparecían al instante, al comprobar que se trataba de él y no del tonto rubio por el cual aún suspiraba.

Porque a diferencia de lo que creía Hinata, Shisui era consciente de que para ella solo era una distracción, algo que le hiciera experimentar. Pero aun cuando era consiente de todo, él se había esmerado para ganarse su corazón, pues en cada largo viaje, solía enviarle una carta con su cuervo, las cuales en su mayoría lastimosamente jamás eran respondidas o cuando lo hacía estas solían ser bastante carentes de sentimiento. También al estar en misión, se detenía a comprarle un pequeño detalle que al final del día al entregárselo, esta no se dignaba ni a mirarlo.

Incluso había parado de tener encuentros sexuales con sus antiguas amantes, pues deseaba formar una relación a base de sentimientos puros y sobre todo confianza. Quería demostrarle con toda el alma que podía cambiar, siempre y cuando ella también lo hiciera. 

Aunque al ser un hombre bastante sexual, claramente se encontraba deseoso por tomarla, simplemente se detenía, recordando que su querida Hinata provenía de una familia respetada y como tal su hija debía ser tratada de la misma manera.

Pero todo se fue al carajo cuando en una noche de borrachera, quiso llevarle serenata a su chica junto a su mayor cómplice Tachi.

Aun recordaba el sabor amargo proveniente de su boca al reconocer al rubio, saliendo justamente del ventanal que pertenecía a Hinata. 

Completamente herido volvió a su casa y el dolor por ser burlado logro quebrarlo, lloro toda la noche. No obstante decidió darle una oportunidad, para que se confesara, deseo fielmente que aunque no se concretara nada entre ellos, fuera honesta.

Pero no lo hizo, continuo con su farsa unas semanas más. En ese tiempo Shisui solía espiarla y siendo el reconocido Shisui el del cuerpo parpadeante no le fue tan difícil. 

Dolorosamente descubrió que aquellos encuentros no desaparecieron.

Si bien no tenía nada que reclamarle, pues él era consciente de que sus faltas eran más grandes al tener sexo con una prostituta. Solo pedía un poco de sinceridad, porque era claro que solo lo usaba de cuartada o distracción ante su Padre. Y así habían llegado hasta el día de hoy a base de mentiras.

En un patético intento por hacerla recapacitar sobre sus acciones, decidió llevarle un enorme ramo repleto de tulipanes con la esperanza de que por primera ves fuera honesta con sus propios sentimientos. Por qué el Shisui Uchiha podía aceptar que Hinata lo señalaran tan directamente sus errores, pero odiaba que se mostrara tan perfecta.

— Deténgase, me está lastimando — no fue consciente en que momento había logrado tumbarla al suelo, pero ahora la tenía completamente sometida, pataleando intentando zafarse de su fuerte agarre — Gritare tan fuerte, tan desesperadamente que vendrán de inmediato — lo amenazo directamente.

— Hazlo — la provoco, sin soltarla — Vamos, anda hazlo, grita y yo le contare a tu Padre sobre tus encuentros nocturnos con el imbécil de Naruto — 

Hinata palideció.

— Usted, no sería capaz —

 Shisui sonrió amargamente. 

— Tanto es tu amor por ese idiota que prefieres protegerlo, antes que protegerte a ti — la expresión de Hinata le dijo todo lo que necesitaba saber, estaba claro no sería capaz, pues entendía que en cierto punto el que tendría problemas serios, seria Naruto y no él — ¡Responde! — aunque sabía la verdad, quería escucharla.

— Así es y ahora que lo sabe entenderá que aunque me convierta en su mujer, en su esposa y madre de sus hijos, mi alma siempre le pertenecerán a él, hasta el día que muera —

Sus palabras fueron como afilados cuchillos que sin piedad alguna perforaban su cuerpo, causándole un dolor insoportable. 

Quiso soltarla, decirle que fuera feliz con el rubio, que viviera de su mísero amor. Pero no pudo, en su mente todos los malos ratos que aquella chica le hizo pasar se presentaron incrementando su ira. 

Era irónica la manera en que el mundo, le gritaba que no era merecedor de un buen amor, que jamás estaría al nivel de una buena mujer. 

Su error finalmente había sido el enamorarse, el aspirar a tener una familia.

— Me basta mientras tenga tu cuerpo — se engaño, de haber sido ese su objetivo desde que la chica se negó a besarlo por primera vez, se hubiera esfumado, como acostumbraba.

— Se lo suplico, Shisui-san, no cometa una locura, ninguno de los dos desea esto, le pido recapacite su actuar — su suplica fue acompañada por lágrimas, gotas cargadas de dolor que finalmente terminaban en el suelo.

— ¿Por qué lloras? Tan despreciable es mi tacto para ti — le cuestiono bajando su obscura mirada.

Pero Hinata no respondió, en más de una ocasión al no poder desviar su mirada, cerró fuertemente los ojos, como pretendiendo que en cuanto los abriera ese mal momento por fin terminaría.

—¡ Ábrelos !— exigió, mientras ejercía un poco de presión. Su piel era tan pálida que de no ser cuidadoso terminaría por dejarle horribles marcas en el rostro —¡ Te lo estoy ordenando !— pero Hinata no parecía querer cooperar —¡ Quiero que me miras a mí, quiero que observes al hombre que te convertirá en mujer, quiero asegurarme que en ningún momento fantasees con ese imbécil !— 

Deslizo su mano entre sus piernas y casi de inmediato Hinata los abrió.

—¡ Es Usted un maldito... Un.... !— dijo entre lágrimas. 

Después de escuchar pacientemente lo que tenía que decir. Shisui no sintió nada, hasta ese momento fue consciente de que todo el amor que le hubiera tenido había desaparecido en ese justo momento, donde las humillaciones y malos tratos por fin lo habían sobrepasado.

— Voy a tocarte partes que jamás hubieses imaginado, gritaras mi nombre — susurro acercándose a su oído y una vez ahí lo succiono. Al separarse delicadamente pudo sentir el cuerpo de Hinata temblar.

— Lo desprecio tanto — Hinata jugo su última carta — Le aseguro, que haré de nuestra unión un infierno, lo odiare con cada fibra de mi piel —

— Bien, me parece un trato justo —

La beso con desespero, sumergiendo su lengua hasta el fondo de su garganta, tocándola aun sobre su ropa, deleitándose de ese cuerpo rígido que estaba debajo.

— Solo, solo termine rápido — sonó como la antigua Hinata la que se preocupaba por los demás antes que de ella misma, la que era incapaz de lastimar a alguien por voluntad. La niña que era un manojo de nervios, la chica inocente de la cual se había enamorado.

— Eres incapaz de defenderte y aun así pretendes darme órdenes — comenzó a besarle el cuello, aun cuando sonara dulce e inocente, debería recordarse que no era más que una sucia treta para escapar a los brazos del rubio, cuando él se doblegara — Voy a consumar nuestra relación, te proclamare como mía —

Arrastro una mano hasta llevar a su masculinidad, una vez ahí levanto la tela de su Yukata para finalmente bajar su ropa interior. La facilidad con la que pudo liberar su sexo, le impresiono. Totalmente a fuera, no hubo necesidad de prepararse usualmente su pene reaccionaba muy fácilmente a una hermosa mujer y Hinata no era la excepción aunque parecía mas muerta que viva. 

Frustrado decidió abrirle el Kimono, sus senos aun cubiertos por un fino corpiño era su último obstáculo, deseoso lo rompió de un solo jalón. Y aunque no era un niño, ninguna mujer en el pasado lo había preparado para manejar aquella generosa dotación.

Sus pechos no dejaban de moverse al sentirse expuestos o quizás era producto de la respiración agitada de Hinata. De cualquier manera, no era su intención averiguarlo. Shisui se llenó la boca con uno, Hinata chillo completamente horrorizada, comprendiendo que aquello no se trataba de una broma o una manera sádica de intimidarla, entendio que todo iba enserio y que finalmente no se detendría hasta realizar su cometido, podía verlo en sus ojos.

— Jamás lo imagine, jamás me imagine que supieras tan bien — 

Hinata apenas pudo entender.

Shisui continuo, con cada lengüetazo que daba, Hinata sentía una horrible sensación recorrerle por todo su cuerpo. En un intento por escapar de su realidad cerro nuevamente sus ojos y en ese momento de paz pudo percibir que Shisui estaba intentando ser delicado, aunque aquello le pareciera extraño lo agradeció. 

El Uchiha procedió a acomodar su masculinidad entre sus piernas y ante el extraño roce Hinata no pudo aguantarlo más e intento imponerse, pero le fue imposible tomando en cuenta que Shisui pesaba el doble y sus habilidades ninjas eran especializadas en someter, siendo el miembro mas prestigioso de la Policía de Konoha.

— Ni estando en mis zapatos, entenderías lo que un día significaste para mí — hizo a un lado sus bragas — Ni compartiendo toda tu vida con Naruto, lograras que él te amé, como yo algún día lo hice —  

Hablaba del pasado porque ya no podía ser, aquel sentimiento que un día lo había vuelto un completo idiota y generado las ganas de ir a buscarla, humillarse ante su tío para que le permitiera cortejarla, había llegado a su fin.

— Yo nunca quise hacerle daño — y estaba siendo completamente sincera, se había dejado guiar por los consejos de Ino. 

Había aceptado a Shisui al considerarlo un ser carente de sentimientos incapaz de amar, creyendo que cuando llegara el momento podría simplemente hacerlo a un lado, para seguir al rubio.

Asqueado por su patética disculpa, volvió a besarla con intensidad. Esta vez Hinata no se interpuso, dejo caer sus brazos a su costado, en una completa muestra de resignación. Pero él, no quería eso. Él quería escucharla suplicar, quería escucharla pedir ayuda hasta que sus pulmones terminaran por estallar, quería verla herida, tanto como él.

Decidido a generarle el mismo dolor del cual ahora era preso, abrió repentinamente sus piernas y se colocó en su entrada, recordándose que una vez que entrara no habría vuelta atrás y su relación estaría marcada por odio, desamor y las inmensas ganas de hacerle la vida imposible al otro.

— Después de hoy, no volveré a tocarte — sonó irreal, pero lo cumpliría. Después de todo era un Uchiha — De ese modo, el imbécil de Naruto estará seguro que los bastardos que des a luz, serán suyos — 

Hinata quiso debatir, pero no se lo permitió, no deseaba escuchar sus falsos argumentos.

La penetro con la suficiente fuerza para entrar por completo en un solo tiro. Como era de esperar la peliazul soltó un grito repleto de dolor que de inmediato calló y con ayuda de una de sus manos, pues su boca estaba ocupada, expresando esa satisfacción al sentirla tan apretada, tan estrecha.

Después de un rato cuando su pene por fin dejo de arder, salió de ella, miro detenidamente su masculinidad y comprobó que al menos en algo había sido honesta, el color carmín que lo envolvía lo comprobaba.

Hinata era virgen.

Sintiéndose ganador, comenzó a embestirla esta vez omitiendo la delicadeza de la cual era famoso con sus amantes, entro con fuerza, hasta llegar a lo más profundo de ella, quedándose ahí por bastante tiempo, mirándola de vez en cuando para que no olvidara quien la estaba volviendo mujer, acompañado de un dolor satisfactorio.

Pero aun cuando debía de verla como a una más de sus mujeres, no pudo evitar perderse en el plata de sus ojos, lo tan hermosos y brillantes que lucían al ser víctimas de un dolor tan insoportable como lo era, el perder la virginidad. 

Shisui conocía a la perfección ese adorable rasgo, siendo tan deseado había tenido la oportunidad de desflorar a más de una, pero aquellos días no se comparaban con este, Hinata realmente lucía como una muñeca, sus mejillas sonrojadas, su rostro abrumado, sus ojos que parecían trasmitirle todo lo que sentía y finalmente sus rosados labios, enrojecidos por la presión ejercida hacia un momento.

En ese momento Shisui se dejó llevar, cerro fuertemente los ojos. Coloco sus labios sobre los de Hinata y aumento sus embestidas, sintiendo como su cuerpo respondía a ese éxtasis que le provocaba fornicar con la mujer que en su momento había amado con locura.

— Ahhhhh.... — gimió, llenándola con su semilla. 

Usualmente le gustaba durar un poco más, pero era consciente de que quizás algún Hyuga entrometido pudiera descubrirlos y al no notar resistencia por parte de Hinata terminarían por castigarla de igual manera.

— Shis..... — musito por lo bajo, dejando escapar un par de lágrimas más. Shisui sonrió ladinamente — Shisui....Shisui-san, me duele mucho —

— No es mi problema — estaba actuando como un completo imbécil, pero debía dejárselo en claro, no tenía intensión de disculparse o siquiera consolarla.

Luego de descansar por un buen rato sobre su pecho, donde fue consiente de la respiración irregular de Hinata. Se levantó bruscamente, dejándola ahí tirada. Subió su ropa interior que ahora era decorada por un delicado manchón de sangre, si bien era patético su actuar, no pudo evitar sentirse triunfal. La había tenido, incluso si Naruto disfrutaba de ella, jamás podría considerarla completamente suya, ese título le correspondía por legitimo derecho.

Con movimientos torpes, Hinata se ayudó de la pequeña mesa para levantarse y reacomodar su ropa y al verla tan temblorosa e inútil, Shisui decidió ayudarla.

— Deberás cambiarte enseguida — le ordeno, mientras colocaba el kimono en su lugar — Has sangrado mucho y supongo que volverás a hacerlo, así que intenta ponerte algo debajo — Hinata asintió — Me iré ahora — Shisui, la hizo a un lado.

— Se ira — Shisui no se dignó a verla.

— Es lo que he dicho — respondió, en un tono arrogante.

— Acaso, no me teme — su tono era suave, demasiado para el gusto de Shisui.

— ¿Temer que? — Shisui giro sobre su hombro, acaso intentaba amenazarlo — Le contaras todo a tu padre, te suplico que de hacerlo no omitas los detalles — se burló.

— ¿Cómo, como se atreve? Usted es tan sínico — Hinata acaricio su vientre, realmente estar de pie era doloroso.

— Al igual que tu — Hinata volvió a llorar — Pero anda, ve y dile. Yo me encargare de todo, puedo decir que fue tanta tu emoción por aceptar ser mi Esposa que como agradecimiento te entregaste a mi cual ramera o quizás podemos omitir todo este drama y comenzar a sincerarnos, tal como dijiste Naruto tendrá que dar la cara y bueno yo me ahorrare la vergüenza de casarme contigo — suspiro profundamente.

Hinata bajo la mirada, dándole a entender que no diría nada. 

— Bien me iré a preparar todo, tal como te lo prometí pediré tu mano esta noche a diferencia de ti, yo me hago cargo de mis culpas, no te dejare desprotegida. — 

Hinata guardo silencio a partir de ese momento le pertenecía a Shisui Uchiha. Y realmente lo sentía por Naruto pero ya jamás podrían estar juntos, al haber sido deshonrada estaba casi segura que incluso el mismo rubio se alejaría por si solo, pues ningún hombre deseaba tener las sobras de otro.

— Me deje llevar, termine dentro de ti lo cual crea una enorme posibilidad de que me des un heredero —

— Pero... yo no — sollozo, su corazón intentaba hablar.

— Ve a tu habitación, hablare con tu Padre, acordaremos la hora tendré que mentir diré que te sentiste emocionalmente indispuesta, así que limpia tu cuerpo, cambia tu ropa e intenta mostrarte feliz, aunque sea una completa mentira — 

Ese no era el Shisui tierno y amable que conocía, el muchacho de ojos cálidos que solía regalarle claveles cuando niña, él que solía instruirla cuando la creía perdida en su entrenamiento, él que la cuidaba como nadie en una misión. 

— Ve, ahora — la empujo sin la mínima delicadeza. 

Hinata fue consiente de estar recibiendo el trato de una ramera, tal como lo había dicho Shisui.

— Si — apenas y pudo hablar.

Tomando con delicadeza el marco de la puerta finalmente la abrió, la luz brillante del sol le lastimo los ojos,  sus manos temblorosas y su rostro eran un completo desastre.

— Ko-san — Shisui lo saludo al verlo pasar, este giro a su dirección. Hinata intento ocultar su rostro — No lo arruines — le advirtió. Hinata pudo verlo caminar hacia su niñero — Ko-san, concédeme una reunión con tu líder, tengo una buen noticia que darle —

— ¿Justo ahora? — el castaño pareció pensárselo — Hiashi-sama está entrenando —

— Una completa lastima, ahora que tenemos tanto que celebrar — sonrió, finalmente lo había hecho con aquella energía que lo caracterizaba.

— ¿Algo que celebrar? — 

— Te lo diré solo a ti — Shisui lo atrajo para darle un cálido abrazo — Tu querida Hinata-sama me a aceptado finalmente como su esposo, no es eso increíble — Hinata no pudo retenerlo mas, comenzó a llorar.

— Es completamente maravilloso, por favor Hinata-sama no llore, eso atrae la mala suerte, debe de estar feliz, su vida por fin comenzará, su Padre estará muy complacido por su elección, me iré de inmediato, felicidades a la pareja — bastante aturdido, Kō salió directo hacia el Dojo principal.

— Esta todo hecho — volvió la arrogancia.

— Shisui-san, yo no, yo no quiero estar a su lado — hablo débilmente.

— ¿Y crees que yo lo deseo?  escúchame bien Hinata, nadie se burla tan descaradamente de un Uchiha y vive para contarlo. A partir de hoy estúpida, te hare vivir un infierno, uno donde preferirás morir y una cosa mas — le sujeto el rostro — Quiero, que le mandé un mensaje a Naruto, quiero que lo cites a media noche —

— ¿A Naruto-kun? Usted pretende lastimarlo — su rostro repleto de pánico, irrito al Uchiha.

— Pretendo que nos vea, quiero que ese imbécil entienda de una maldita vez que serás mi mujer, quiero que se de cuenta de lo imbécil que fue al creer en tus palabras, quiero que te encuentre gimiendo mi nombre — Hinata no pudo evitar llorar, en que clase de monstruo vengativo se había convertido aquel hombre — Y se que te dije que no volvería a tocarte, pero estás de suerte haré una excepción—

—Shisui-san, Hinata-sama por favor síganme— kō volvió con una enorme sonrisa.

—Descuida querida yo me encargaré, por favor vuelve a tu habitación y descansa a sido demasiado para ti—  su falsedad la asqueaba pero no pudo evitar asentir.

—Shisui-san, es usted un buen hombre—

— Basta de halagos, no hagamos esperar a mi futuro suegro—

Hinata vio con dolor como su destino era marcado, sin siquiera permitírsele opinar al respecto.

Después de todo el mundo era de los hombres, eso se le había inculcado desde niña, resignada tomo camino para cumplir las peticiones de su futuro verdugo.

[............ ]

Nota del autor.

Bien no diré que me encantó, pero es algo completamente diferente a lo que suelo escribir.

Les pido no lo tomen tan a pecho, esto es solo ficción y debe quedarse así.

 Agradezco por adelantado sus votos y comentarios.

Los quiere ItzelBadban ❤️

Miércoles, 03 de Marzo del 2021.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top