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Unos minutos, solo eso tenía antes de que su padre apareciera en la entrada de la escuela. Después de sacar todas sus pertenencias del casillero y de haber sido despedido en la sala de profesores entre abrazos y palabras de aliento, el dulce chico de largo cabello se hallaba escondido detrás de una columna, esperando el momento indicado para hacer su tan planeada aparición.

Con sumo cuidado para no ser notado, Jungkook miró hacia el patio trasero de la escuela donde ella acostumbraba a fumar en compañía de sus compañeros de clase. El adolescente contempló embelesado a la castaña expulsar el humo de sus labios rosados, tomándose incluso el tiempo para estudiar cada movimiento que esta hacía.

Un detalle que absolutamente nadie conocía sobre Jeon, era la enferma obsesión que había adquirido por Kim Chanmi; una que lo había llevado a reunir durante unos cuantos meses, toda clase de información posible sobre la chica. Jungkook era bastante consciente de que su conducta había sido moralmente inaceptable, pero ese comportamiento suyo, no había sido otro más que un intento por sentir que era cercano a la chica de la que estaba enamorado.

El chico de quince años pronto estaría tomando un tren para marcharse de Busan, y no podía estar actuando como un cobarde cuando la oportunidad se le estaba escapando de las manos. Como pudo, Jungkook tomó el valor necesario para abandonar su escondite y poder caminar hacia donde se encontraba el grupo reunido, hablando sobre temas que él desconocía; y que ciertamente, tampoco le interesaban. Las escandalosas risas cesaron y las miradas se posicionaron sobre el chico asustadizo que extendió una bolsita hacia Chanmi.

Inmediatamente, los dolorosos comentarios sobre su persona se encendieron en su cabeza en el instante en que conectó su mirada con cada uno de los individuos frente a él. Comentarios como: “Eres tan obeso, me causas repulsión.” Le fue imposible no recordar las terribles noches en las que era víctima de sus atracones de comida, y el cómo tan solo unos cuantos minutos después, terminaba llorando desconsoladamente en la oscuridad de la noche después de haber vaciado todo el contenido de su estómago. Todo esto debido a su problema de ansiedad causada por sus abusadores. Queriendo no pensar más en ello, el adorable chico sacudió la cabeza y pronunció con bastante timidez:

—Estos chocolates son hechos a mano, siendo sincero, estuve muchas semanas viendo todos los tutoriales que me encontré. Y pasé casi toda la noche haciéndolos para ti. Probablemente no sean tan bien como los que compras en una tienda, pero me encantaría que le dieras una oportunidad y pudieras probarlos —Las manos temblorosas del chico sostuvieron la bolsita con chocolates, mientras que al mismo tiempo, intentaba esconder su colorado rostro de la helada mirada de la chica frente a él.— He estado enamorado de noona desde la primera vez que nos vimos y sería un honor poder estar a tu lado, si me lo permites.

Se confesó el adolecente sumamente nervioso.

El chico se recriminó a sí mismo cuando sus palabras salieron con bastante torpeza. Kook había estado practicado frente al espejo para que todo saliera perfecto, el chico incluso había practicado con diferentes poses que lo hicieran ver más masculino; aunque al final, terminó descartando éstas por simplemente una inclinación que demostraba todo el respeto que tenía hacia ella, y ahora dicho esfuerzo parecía haberse arruinado por su nerviosismo.

Chanmi debía darle un punto por hacer esto frente a otras personas cuando era bien sabido que declararse públicamente, era el peor error que uno pudiera cometer en la vida. También podía darle un punto extra por confesarle sus sentimientos pese a toda la mierda de comentarios que circulaban sobre ella en la escuela. Mientras los presentes no hacían otra cosa más que mirar estupefactos al chico frente a ellos, Chanmi se cruzó de brazos buscando la forma de rechazarlo. Ella más que nadie sabía que la clase de chicos que se veían como Jeon Jungkook, eran de los que nunca se detenían incluso si se los pedía amablemente. Y ciertamente, no se encontraba de humor para ser amable después de lo sucedido en la sala de profesores.

—¿Has perdido la cabeza? —Ante sus palabras, Kook levantó la mirada para encontrarse con la de Chanmi, quien lo miró de pies a cabeza con una mueca llena de repulsión.— No me interesa salir con un chico que luce como tú.

—¿Disculpa, que quieres decir con eso?

—Lamento decepcionarte, cariño. Pero incluso una perra como yo, nunca caería tan bajo como para enredarse con un chico obeso como tú.

Antes de que Jungkook pudiera decir una sola palabra, Chanmi le arrebató los chocolates que sostenía en sus manos; importándole muy poco lo que Kook pudiera estar sintiendo en ese momento, Chanmi dejó caer los chocolates al suelo para pisotearlos hasta que estuvieron hechos pedazos. Como era de esperarse, todos los presentes comenzaron a burlarse de la humillación por la que acababa de pasar el adolescente

Pensando que todo había terminado, Kook se dejó caer sobre sus rodillas para tomar los pequeños trozos de galleta que aún permanecían intactos, Chanmi lo observó en silencio y pudo apreciar como este se mordía el labio inferior, probablemente en un intento de no soltarse a llorar. Tratando de hacer las cosas más dolorosas, Chanmi se acercó hacia él hasta que estuvieron frente a frente; tomándolo con fuerza del cabello, la chica le susurró al oído palabras que definitivamente, lo harían olvidarse de cualquier sentimiento que pudiera tener por ella.

Con voz clara, Chanmi pronunció: "Me gustan los chicos con una buena apariencia, personas como tú, lo único que despiertan en mi es una increíble aversión. Debe ser complicado para Kookie el ser un obeso tan patético, uno que no vale absolutamente nada. ¿Qué esperabas, cielo? ¿De verdad consideraste que tendrías una mínima oportunidad conmigo? Es hora de que termines con esa fantasía, recuerda bien mis palabras, personas como tú y personas como yo, nunca podrían terminar juntos. Ahora sal de mí vista."

Cuando Chanie se apartó, pudo observar como sus ojos se ponían cada vez más cristalinos, dando indicios de que estaba a punto de llorar. Jungkook sonrió pese a las palabras crueles que le había dedicado la chica de la que estaba enamorado, tras ponerse de pie, Kook susurró con un asentimiento de cabeza.

—Lamento mucho que mis sentimientos sean una molestia. Te deseo buena suerte con tu audición, noona.

Cuando Jungkook despertó esa mañana, fue debido al manotazo que había recibido en el rostro. Después enfocar correctamente su visión, el apuesto hombre se dio cuenta de que se encontraba siendo rodeado por dos hermosas rubias que descansaban sobre su pecho desnudo. Jungkook permaneció en la misma posición durante unos minutos, habían pasado unos cuantos meses desde que no tenía ese maldito sueño. Lo odiaba, odiaba recordar con sumo detalle la manera en que esa chica había destrozado su corazón con su lengua venenosa.

Siendo cuidadoso de no hacer ruido alguno que pudiera despertar a las chicas desnudas, que por cierto, roncaban peor que él, fue que el hombre se levantó de la cama para tomar sus prendas que se encontraban esparcidas por toda la habitación.

Jeon Jungkook era la clase de hombre que disfrutaba de sus recurrentes encuentros casuales y del no tener que atarse a una relación. Pese a esto, estaba bastante acostumbrado a que sin importar lo mucho que él les dejara en claro sus intenciones, y lo que buscaba obtener de ellas, las chicas con las que se enredaba siempre terminaban anhelando mucho más de lo que él era capaz de ofrecerles. Era debido a esto que el hombre detestaba el tener que encontrarse a primera hora de la mañana con cualquiera de las mujeres que pasaban por su cama.

Enamorarse, o tener una relación amorosa, eso era un verdadero problema para una persona que tenía un trabajo como el suyo. Claro que hubo momentos en donde Jungkook se había enamorado y mantenido una relación estable durante varios meses, el problema con él, era su carrera como actor porno. Durante el inicio de la relación, ellas podrían decir una y otra vez que no tenían problema con eso, pero no eran más que puras mentiras. Ninguna chica permitiría que su novio tuviera esa clase de encuentros sexuales con otras, incluso si se trataba de cuestiones de trabajo; y aunque sonara como un chiste, él amaba ese empleo como no tenían idea. Era por cosas como éstas que sus novias siempre decidían terminar con la relación antes de siquiera poder cumplir un año, y por supuesto que él estaba más que de acuerdo.

Jeon Jungkook ya no era la clase de hombre que lloraba y se aferraba a una sola mujer.

 
•••

 
—¿Puedes decirme dónde demonios pasaste la noche?

En cuanto Jungkook puso un pie en su departamento, eso fue lo primero que pudo escuchar de su querido compañero; que como siempre, se encontraba sentado en la sala bebiendo un poco de chocolate caliente mientras leía uno de sus tantos libros favoritos. Park Jimin se caracterizaba por ser un chico con un enorme fanatismo por la lectura, por lo que el pequeño hombrecito de cabello castaño prácticamente tenía una biblioteca en el departamento, una llena de toda clase de libros aburridos que Jeon nunca sería capaz de leer en su vida. Era bastante impresionante para Jungkook la manera en que Jimin parecía devorarse los libros en tiempo récord. Mientras el actor apenas y podía leer tres capítulos a la semana, Park siempre terminaba el suyo un día después de haberlo comprado.

—No es cosa de tu interés, y tampoco es como que necesite contarte sobre todo lo que realizo fuera del departamento, enano insoportable. ¿Te he dicho que en ocasiones suenas como una esposa celosa? —Jungkook caminó lentamente hasta donde el castaño se encontraba sentado, tomándolo de la barbilla con un poco de brusquedad, se acercó a sus labios para susurrarle.— ¿Deberíamos entonces hacerlo formal, precioso?

—Mantén tu distancia.

Ordenó Jimin dándole una bofetada al azabache. Jungkook soltó una carcajada al ver los pucheros que Park estaba haciendo. Manteniendo la diversión en su rostro, continuó su camino hacia la cocina para servirse un poco de su cereal favorito. Para nadie era un secreto la bisexualidad de Jeon. Y si bien en sus veinticinco años nunca había mantenido una relación formal con un hombre, si que había tenido sexo con unos cuantos, para su mala suerte Jimin había sido la excepción.

Ambos chicos se habían conocido mientras asistían a la misma Universidad. El resto de estudiantes no parecían entender cómo era posible que el chico más popular y el chico más antipático de la escuela, fueran tan cercanos cuando sus personalidades eran totalmente distintas. Mientras Jungkook era un chico más sociable que siempre solía estar rodeado de personas, Jimin era de los que tenía muchos problemas para relacionarse con sus compañeros, esto debido a lo directo que podía ser en muchas ocasiones.

Aunque en realidad existía una intención oculta en el interés que le daba Jungkook al castaño, una que involucraba hacerle cosas sucias a Jimin. Pero cuando este entendió que no obtendría más que una amistad de su parte, terminó rindiéndose y aceptando estar a su lado simplemente como un buen amigo. Fue de esta manera, y solo hasta que ambos terminaron sus carreras, que decidieron vivir en el mismo departamento.

—¿Qué estás leyendo esta vez?

—Guía del autoestopista galáctico.

—¿De nuevo? —Murmuró el hombre llenándose la boca con cereal de la misma forma en que lo hacía una ardilla con sus nueces.— Esta es como la novena vez que lees esa basura aburrida, no me sorprendería escucharte decir que te lo sabes todo de memoria.

—Antes que nada, vete a la mierda. Esto no es basura, es claramente una obra maestra que tu diminuto cerebro nunca podría entender —Gruñó Jimin, claramente ofendido por el comentario hacia uno de sus tantos libros favoritos.— Esto es cien veces mejor que los tontos libros para niños que tú lees.

—Escucha, no eres más un adolescente, pronto cumplirás treinta años y a menos de que no desees convertirte en un mago, deberías salir a vivir un poco. Hay muchas chicas lindas que estarían más que dispuestas a darte una mano con tu V-CARD, no obstante, sabes que también puedo darte una mano con eso —Molesto por sus comentarios burlescos, Jimin tomó uno de los almohadones que descansaban a su lado para lanzarlo directamente a la cara de Jungkook, que a modo de respuesta le lanzó un beso.— Cariño, me encanta la manera en que demuestras cuanto me amas.

Unas cuantas horas más tarde, después de darse una merecida ducha, Jungkook estaba pensando en las actividades que podía realizar en su primer día de descanso en meses. Debido a la enorme popularidad que el estudio había estado teniendo entre los usuarios —y del cual también era propietario— el hombre pasaba la mayor parte de su tiempo grabando escenas para nuevas películas, y supervisando algunos proyectos del resto de miembros del estudio, por lo que apenas y podía tener un momento para sí mismo. Antes de que pudiera pensar en un plan, su teléfono celular se encendió con una llamada entrante del presidente Yoon.

—Dime.

—¡Snake, es un alivio que hayas atendido mi llamada! —Exclamó el presidente utilizando el nombre artístico que Jungkook acostumbraba a usar como actor.— Lamento mucho tener que molestarte en tu día libre, sé que no has tenido un descanso en mucho tiempo, pero realmente necesito de tu ayuda... verás, hace unos días recibimos un correo electrónico de una chica que deseaba formar parte de los vídeos cortos, y hasta hace poco le hemos dado luz verde.

—¿Y me dices esto como para qué?

—Sabes bien que confío en las destrezas de los miembros del personal, pero me parece que como cofundador de este estudio te presentes a la entrevista que se le estará haciendo a la chica en una hora. Sé que te molesta tratar con las presentaciones, pero en este momento me encuentro a punto de tomar un vuelo a China para tratar con asuntos personales, y no podré estar presente para llevarla acabo.

—No puedes estarme haciendo esto, Yoon.

—Prometo que solo será esta vez, te daré un mes de completo descanso si me haces este enorme favor —Después de pensarlo un poco, Jungkook terminó accediendo a la petición del presidente Yoon. Un mes de descanso le vendría muy bien.— Excelente, te enviaré los datos de la chica en un momento. Si mi memoria no me falla, su nombre es Kim Chanmi.
 

 
Era ya una costumbre para Chanmi que siempre terminaba iniciando las cosas con el pie izquierdo. Independientemente de lo que fuera, la suerte nunca estaba de su lado.

Esta mañana cuando se encontraba alistando sus cosas para la cita en el estudio, tuvo demasiados problemas tratando de encontrar un atuendo que no la hiciera verse económicamente inestable. Cuando encontró un atuendo que lucía bastante decente, la chica tuvo problemas en el camino cuando el transporte la hizo correr unas cinco cuadras, solo hasta que el conductor se percató de que una sudorosa señorita venía corriendo detrás de el autobús. Afortunadamente, y aún con todos los inconvenientes que se le atravesaron, Chanmi pudo presentarse en el estudio con solo cinco minutos de retraso.

La mansión en la que había sido citada lucía más impresionante de lo que esperaba. Chanmi comenzó a pensar en lo popular que debía ser el estudio para que pudieran costearse una mansión tan enorme y bonita como esa. Mientras admiraba la estructura por dentro, y las paredes cubiertas de posters de películas que nunca antes había visto en su vida, un chico bastante lindo se acercó a ella quien se presentó como Kwon Minho, el secretario del presidente Yoon.

—Cuando te llamaron debieron haberte comentado que primero se te haría una entrevista de rutina —Chanmi asintió levemente con la cabeza, por lo que Minho continuó con su explicación.— A nuestro presidente le encanta mantener las cosas en orden, es debido a eso que suelen hacerse estas entrevistas a modo de presentación para nuestros usuarios. Este estudio es muy diferente a cualquier otra empresa dedicada al porno, pero creo que has podido darte cuenta de eso mientras recorrías cada rincón de nuestra página web.

Después de caminar por los pasillos y subir unas cuantas escaleras, ambos se detuvieron frente a una enorme puerta de madera de roble. Dentro, había varias personas reunidas con cámaras y luces. Rápidamente el nerviosismo comenzó a apoderarse de la chica. ¿Realmente estaba por hacer esto frente a estas personas desconocidas? Tras terminar con las presentaciones, Chanmi tomó asiento en el sofá que se encontraba en la habitación, un par de chicas corrieron hasta donde se encontraba para peinarle un poco el cabello y ponerle un poco de maquillaje que la hiciera verse más bonita.

—¿El presidente Yoon todavía no viene?

—Tuvo que tomar un vuelo de emergencia hacia China por asuntos personales —Comentó un miembro del staff como respuesta a la pregunta de Minho.— Snake viene en camino. Envió un mensaje de texto hace unos minutos diciendo que no comenzáramos sin él.

Y como lo habían dicho, pasaron quince minutos cuando el dichoso Snake hizo su aparición. Tras disculparse por haberse retrasado, el hombre tomó asiento a un lado de la cámara que se encontraba frente a la chica. Chanmi hasta ese momento había mantenido su mirada sobre sus manos sudorosas, ella había estado en esa misma situación en muchas ocasiones cuando acudía a sus audiciones para obtener el papel de algún drama. Por lo que Minho le había comentado, todo sería como cualquier otra entrevista de trabajo que pudieran hacerle, así que Chanmi no parecía entender el por qué de su creciente nerviosismo.

—Entonces comencemos con esto si deseamos terminar antes del atardecer. Señorita... Kim Chanmi —Ante la mención de su nombre, la chica levantó la mirada para encontrarse con la del hombre sentado frente a ella.— ¿Se encuentra lista?

—Por supuesto, podemos comenzar cuando ustedes quieran —Chanmi se felicitó mentalmente por no haber tartamudeado.— Me encuentro más que preparada.

El hombre frente a ella no era nada más y nada menos que la estrella de Gold Productions. Snake, como todos lo conocían, era uno de los actores más aclamados en la plataforma, al verlo Chanmi pudo entender el por qué. Si en los vídeos de cinco minutos que había visto lucía apuesto, en persona era mucho más que eso, incluso hasta el punto de considerarse exagerado. Su cabello negro estaba ligeramente largo y caía como una cascada sobre su frente, incluso con la camisa, la chica admiró mucho más de cerca los tatuajes que adornaban sus musculosos brazos.

Un pensamiento indebido se cruzó por la mente de Chanmi tras ver las piernas del hombre que parecían asfixiarse en el ajustado pantalón de cuero negro. ¿El hombre frente a ella follaba tan bien como todos decían? Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Snake dio comienzo con la primera pregunta a su entrevista.

—¿Puedes decirnos cuántos años tienes?

—Hace poco cumplí los veintiocho años.

—¿Cuál es tu orientación sexual?

—Heterosexual.

—¿Cuáles son tus pasatiempos?

—Me encantan las películas, así que disfruto verlas en los días lluviosos. Hubo un tiempo en que solía practicar natación, pero no he podido hacerlo en estos días. También disfruto salir a correr durante los días con climas fríos.

—¿Recuerdas la primera vez que viste porno?

—Fue durante mi época de estudiante de secundaria. Mis compañeros solían hablar mucho sobre ello cuando no estaban los profesores, así que inevitablemente también vi unos cuantos videos cuando mí curiosidad no pudo más.

—¿Y la primera vez que te masturbaste?

Chanmi pudo sentir como su rostro se puso colorado ante la pregunta. Detestaba que su piel fuera demasiado pálida porque las personas rápidamente podrían darse cuenta cuando estaba avergonzada. Tras respirar profundamente, respondió a la pregunta de Snake con sinceridad.

—Fue cuando tenía dieciséis años —Chanmi pudo ver cómo Snake negó con la cabeza, después de eso le pidió ser más específica, así que ella continuó con su anécdota.— Estaba enamorada de un chico de mi escuela, todos habían salido a clases de educación física, y yo fui la única que se quedó en el aula. Su chaqueta estaba sobre su escritorio así que yo la tomé.

—¿Qué sucedió cuando la tomaste?

—El olor de su colonia era tan deliciosa que sin importarme que estaba en la escuela, y que cualquiera podría entrar, metí mi mano bajo mi falda y comencé a tocarme.

—Espera un momento —Intervino uno de los miembros del staff llamando la atención de todos. Incluyendo la de Chanmi.— Olvidamos lo más importante, no le preguntamos cuál sería su nombre artístico. Aunque sea incluida en los vídeos cortos, ella debe tener un nombre.

—¿Tienes uno? —Le preguntó Snake arqueando una ceja.— De no tenerlo, no debes preocuparte, nosotros podremos ayudarte pensando en uno bueno que puedas usar.

Chanmi miró sus pies dudosa. Ciertamente no había pensando en ello, había acudido al estudio sin siquiera pensar en un nombre. Usar su verdadero nombre sería un problema, así como usar el apodo que solían decirle sus compañeros cuando asistía a la universidad. Mientras pensaba seriamente en ello, la voz profunda de Snake la hizo levantar la mirada.

—¿Qué te parece Bambi?

El mundo de Chanmi se detuvo cuando esa palabra brotó de los labios de Snake. Inmediatamente todos asintieron con la cabeza dándole la razón al hombre, quien miraba a Chanmi con una sonrisa burlona mientras se cruzaba de brazos y piernas. Podría tratarse de un error, incluso de una coincidencia, así que temerosa dijo:

—¿Qué acabas de decir?

—¿Nunca te lo habían dicho? Mirarte me hace pensar en el cervatillo de esa película animada de los noventa.

Esas palabras, esas mismas palabras las había escuchado muchas veces durante sus días de estudiante. Chanmi sintió como todo el aire abandonaba sus pulmones cuando la cruda realidad la golpeó. Frente a ella se encontraba Jeon Jungkook, un reconocido actor entre el mundo de los vídeos para adultos, y el chico al que le rompió el corazón frente a todos cuando asistían a la misma preparatoria.


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