No había entendido ni media palabra de lo que Jimin había dicho... ¿Enviarle algo mejor? ¿No generar un caos mayor?

Negó con la cabeza sin saber exactamente como descifrar aquella extraña conversación y volvió a fijar su vista en los papeles que se encontraban sobre su oficina.

En algún momento, unos ligeros y temerosos toques se hicieron escuchar desde la puerta, y un poco intrigado por averiguar quién era la persona que desprendía aquel aroma a temor alzó la voz lo suficiente para hacerse escuchar.

—Adelante —dijo por segunda ocasión al ver que la persona fuera de su oficina no había entrado al primer llamado—. Pff —bufó un poco molesto con quien sea que estuviera fuera, poniéndose de pie para caminar hasta la puerta y abrirla de golpe.

Grande fue su sorpresa al ver una figura encorvada brincar ante lo repentino de su aparición.

—Ho-hola —tartamudeo el muchacho, al que reconoció de inmediato en cuanto hubo alzado la cabeza.

—Hola —dijo un poco descolocado, girando la cabeza hacia un lado mientras procesaba aquella visita.

Posiblemente el chiquillo había ido a dejarle el café que le había pedido a Jimin, sin embargo, desecho esa idea al ver las manos vacías y temblorosas del joven.

—Humm, adelante —Yoongi se hizo a un lado, permitiéndole a SeokJin ingresar a la pequeña oficina—. ¿Qué te trae por aquí?

El ceño en la frente de Yoongi se mantuvo presente, indicando cuan desconcertado se encontraba aún.

—Bu-bueno, yo —SeokJin mordió su labio inferior sin saber cómo decirle la noticia al hombre frente a él—. Amm, me llamo Seok-SeokJin —dijo después de un momento—, trabajo en el Magic Shop y...

—Te recuerdo —dijo el mayor, cerrando los ojos ante los recuerdos de aquella noche.

—Oh, bueno, yo... —apretó sus labios juntos, frunció el gesto, arrugó la nariz y después de tanto pensarlo, al final hablo—. Yo, estoy esperando un bebé —aquello lo dijo al tiempo que estampaba una prueba de embarazo sobre el escritorio.

—¿Qué tu... Qué?

Yoongi no podía creer lo que acaba de escuchar, estaba atónito, sin palabras y sin poder reaccionar, solo se mantuvo mirando de la prueba al muchacho y viceversa, intentando hacerle entender a su cerebro lo que estaba sucediendo.

—No puede ser...

SeokJin solo atino balbucear algo ininteligible y después, soltó en llanto.

✿Kim☆Palomita✿