Capítulo Veinticuatro

Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

"Eso salió muy mal, dattebayo" se dijo a sí mismo una vez llegó a su residencia. 

Y es que lo que en un principio pensó que sería buena idea se había descontrolado totalmente, terminando por agravar su actual situación. Fue en busca de respuestas y, en cambio, alteró a la mujer que podría darle la oportunidad de reivindicar su actuar, a la par de incluirlo en la vida de sus hijos. ¡Por un demonio!, tenía derecho de estar cerca, aunque tendría que ganarse a pulso el cariño de los niños.

"Daré mi mayor esfuerzo" juró al aire, siendo testigo de su agobio la soledad que lo arropaba. 

La sola idea de ser padre paseó con  libertad por su mente, llenándolo de un sentimiento acogedoramente nuevo y cálido. Tener una familia, ser parte de algo más grande que él, dar vida a otro ser, que pudiera depender de él más allá de su rol como Hokage, sino que un lazo más fuerte les unía. Era sumamente fantástico y, a pesar del temor y la expectativa, no pudo evitar que una gran sonrisa se formara en su rostro.

Sería un gran padre, uno del cual sus hijos pudieran sentirse orgullosos, uno que hiciera a sus propios padres orgullosos. Lo haría y enmendaría sus errores del pasado. Era una promesa, y Uzumaki Naruto no retrocedía a sus palabras.

●●●●

Ahh, ¿en qué se había metido?, parecía más nerviosa que sus propios hijos, quienes expectantes esperaban pacientes a la gran revelación.

Después del incidente con Naruto varios días atrás, Kakashi había tomado parte en todo aquello, había terminado contándole todo con lujo de detalles y, a pesar de que entendía su posición, no dudó en decirle sus verdades.

Si bien Naruto es un cabeza hueca — había mencionado mientras rascaba su barbilla, visiblemente incómodo por lo que diría — Tú también sabías sobre su situación, Hinata 

Al escucharle, aún con el desasosiego retumbando en su pecho, preguntó con un escueto -¿Disculpe?- a qué se refería con sus crudas palabras.

Sabías que Naruto contraería nupcias con Sakura, pero aún así... 

Le había dolido, y mucho más porque sabía que era verdad. Toda aquella situación no sólo era culpa de Naruto, ella también había actuado como una tonta, era tan culpable como él. Había dejado que sus frustraciones y su dolor tomaran las siguientes decisiones en su vida los últimos diez años y, aunque había conocido personas maravillosas en el proceso, sabía que no era libre del todo en su corazón. Sus hijos merecían más que eso, una vida digna, libre de secretos, ataduras y cohibiciones de la vida que les correspondía.

Niños, mamá tiene algo qué decirles — así había iniciado una conversación con sus hijos una de las mañanas sucesorias a las palabras del Hatake. Les contó a ambos niños toda la verdad... o bueno, casi toda. Les aclaró las dudas que pudo, hablándole de su familia y por fin, de su padre; a quien había contactado después para presentarlos, a pesar que aún se sintiera inconforme con su cercanía.

"Es por los niños" se dio fuerzas esa mañana antes de salir de casa con ambos a un costado, quienes guardaban silencio esperando qué sucedería después.

Precisamente por eso se encontraban allí esperando por él en medio de aquel parque, junto al lago, lejos de miradas indiscretas y lenguas filosas. No estaba muy segura de cómo saldría todo aquello, pero era un paso necesario para sanar su propio resentimiento, o al menos eso le había dicho Kurenai cuando fue hasta ella en busca de dirección.

Debes empezar a soltar, Hinata — le aconsejó, mientras su mirada maternal le infundia fuerzas — De lo contrario, te estancarás en el dolor de lo que pudo haber sido, y no serás feliz

"Es hora" pensó cuando vio al rubio acercarse hasta ellos. Parecía bastante nervioso, aunque sus ojos brillaron con peculiar reconocimiento.

Niños, este es...

¿Viejo?

¿S-Se conocen?

Hai, lo vimos una vez — intervino su hija, feliz de ver una cara conocida — ¿Cómo está, señor Hotkage'?

Hima, es Hokage — se apresuró en corregir el rubio.

¿Qué no es lo mismo?

No lo creo, dattebasa

Descuida — intervino Naruto la pequeña discusión entre ambos — Estoy bien, feliz de verlos dattebayo

Hinata veía todo desde sana distancia, preguntándose en qué momento aquellos tres se habían encontrado. La escena parecía bastante natural a sus ojos, tanto que dolía verles actuar tan familiarmente. Sin contar el hecho de que Naruto no hubiera mencionado el hecho de haberlos conocido, ¿se le habría olvidado?

Y bien, ¿qué hace aquí? — preguntó el menor, retomando su duda inicial.

Estoy aquí para conocer a mis hijos — la sonrisa en el rostro del mayor era resplandeciente. Las emociones contenidas en su rostro eran bastante evidentes, tanto que parecía querer llorar.

Curioso, nosotros conoceremos hoy a nuestro padre también — con un dedo en su barbilla el pequeño analizó la situación, dándose cuenta por la cara burlona del mayor lo que sucedía — E-Espera, ¿eres tú?

Papá — rió la peliazul lanzándose a los brazos del rubio, estaba eufórica y feliz — Onii-chan un papá, tenemos un papá

Muchas veces habían soñado sobre ese momento, tener a una persona al cual llamar padre orgullosamente. Solían preguntarse por qué de todos los chicos, precisamente ellos no tenían uno.  La mayoría tenían convivencia con los suyos o al menos, en dado caso de que no estuvieran, sabían a ciencia cierta dónde estaban y como era su apariencia. Mientras ellos dependían de las escuetas respuestas de su madre. -Está muy lejos de aquí- solía responder cuando uno de ellos preguntaba por su progenitor, incluso habían llegado a creer que se refería a que ya no estaba vivo. Así que para Hima, conocer a su padre significaba mucho, un alivio a sus dudas y la constante tortura del no saber. Y que fuera tan guapo y divertido era aún mejor.

Boruto, mientras tanto, aún no se unía al abrazo familiar, tenía muchas cosas que preguntar. ¿Dónde había estado? ¿Por qué no habían sabido de él todos estos años?, eran algunas de las dudas que flotaban en su mente, aunque rápido comprendió que no era el momento para hacerlas. La felicidad del encuentro era latente, y aunque intentara disimularlo no lo hacía del todo bien. Se sentía avergonzado cual chiquillo por lo emocionado que estaba, y aún más cuando la mano de Naruto se alzó en su dirección, invitándole a acercarse.

No puede ser, dattebasa — gruñó por lo bajo mientras el rubio lo estrechaba contra su pecho — De todo el mundo, mi padre debía tener pésimo gusto en el ramen

Prorrumpieron en carcajadas, disfrutando del dulce momento como si sólo existieran ellos tres y nadie más. Una charla fluía entre todos como si se conocieran de toda la vida. Se veían cómodos en su propia burbuja, tanto que empezaba a agobiar a alguien en particular.

Hinata con gesto preocupado les veía, sus hijos parecían inmensamente felices y eso era algo bueno, pero a la vez inquietante. Tenía miedo, de que ese nuevo amor opacara el suyo propio, que sus hijos eligieran a su padre antes que a ella, y que la odiaran por alejarlos de él tanto tiempo. Los había privado de una felicidad que por derecho les correspondía, con la excusa para sí misma de que lo hacía por su bienestar.

Pero viéndolos ahora, con la plenitud reflejada en sus hermosos rostros, no puedo evitar pensar que se había equivocado. ¿Qué tan mala madre la volvía aquello?,  una mujer que por miedo y despecho los había alejado.

"¿Será que como madre he fallado?"



~~~~~
Estoy pasando por momentos incómodos con mi escritura. Ciertas cosas tienden a desanimarme bastante, al punto de que se me estanca la inspiración.

En fin, iré actualizando mientras pueda, las palabras fluyan y la inspiración me llegue. So (como siempre), tengame paciencia 💜
Gracias por leer (✿◠‿◠)

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