Capítulo Diez

Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

Había sido difícil, pero pudo conseguir doblegar a esa terca y testarudo mujer, que bajo su fachada de timidez y amabilidad escondía a un ser lleno de determinación. Le había tomado casi una semana el poder convencerla, pero al final lo consiguió. Ahora se encontraban frente a la familia Nakamura, despidiéndose de ellos con lágrimas en los ojos mientras él era un mero espectador.

Los vamos a extrañar — decía la matriarca mientras abrazaba a ambos niños con amor.

Nosotros a ti, Obāchan' — 

Tengan por seguro que los visitaremos —  fue el turno del fornido hombre de despedirse de aquellos que les habían otorgado tanta felicidad.

Los estaremos esperando —  Hinata les aseguró, mientras procedía a hacer lo propio.

Cuídate Hinata — Shinrai la tomó entre sus brazos y le susurró al oído — Recuerda darles tiempo para procesar todo, y si necesitas ayuda no dudes en buscarme 

Hai Okaa-san —  quería a esa mujer como si fuera su propia madre. Sabía toda su historia, ella y Tsuyoi eran los únicos que conocían su verdad y la habían apoyado siempre. Aunque más de una vez intentaron hacerla recapacitar sobre su drástica decisión.

Estaba asustada por cómo sus hijos reaccionarían a las nuevas cosas que debían enfrentar, pues no sabían toda la verdad de quien era su propia madre. Lo único que les había dicho era que conocerían el lugar donde ella había nacido, cosa que los llenó de ilusión y muchas dudas. Miró a sus retoños quienes hablaban divertidos con Naku.

Recuerda que voy a ganarte la próxima vez Boruto — Naku extendió su puño en señal de reto.

Ya quisieras, dattebasa — riendo correspondió el gesto del castaño — Ni siquiera pudiste ganarme en ningún puesto de la feria —

Mocoso presumido — tomó una de sus manos y empezó a revolver el pelo de ojiazul, mientras Himawari reía divertida.

Se van a echar mucho de menos — comentó el patriarca quien los veía divertido, colocando una mano en el hombro de la ojiperla.

Ya lo creo — los observaron discutir un rato más, hasta que Sasuke llegó hasta ellos.

Es hora de irnos — sin acercarse demasiado a ellos, anunció con voz parca.

Hai, Uchiha-san — la peliazul volvió a despedirse de sus seres queridos y tomó sus pertenencias — Espero volverlos a ver pronto —

Que Kami-sama guarde tu camino — acariciando su cara para colocarle el flequillo detrás de la oreja agregó — El chico Uchiha es muy guapo Hinata, tal vez puedas completar tu felicidad con él — alzó sus cejas de forma sugerente.

¿P-Pero qué cosas dices Okaa-san? — Shinrai río a mandíbula batiente con el notable tartamudeo de su pequeña peliazul.

Ya basta mujer — interrumpió el castaño con una sonrisa en los labios, al ver la incomodidad de Hinata — Déjala en paz 

Por el rabillo del ojo Hinata pudo ver las señas que lanzaba Sasuke, el pelinegro estaba cansado de tanta ceremonia para poder partir. Así que abrazó a aquellos una vez más y llamó a sus hijos, colocó una mochila sobre cada uno.

¡Sayōnara! — los tres se despidieron de la pareja a la entrada de la aldea, quienes le desearon mucha suerte mientras sacudían sus manos de forma enérgica.

"Es hora de afrontar el pasado"

●●●●

No todos los días tenía el privilegio de llegar temprano a casa, así que esta vez aprovecharía para guardarle algo especial a su amada esposa. Shikamaru lo había despachado con la excusa de que era suficiente trabajo por hoy, cosa que lo había extrañado pero que no desaprovechó. Al salir compró algunas cosas para así preparar algo decente, y de paso compró su postre favorito. Tenía la idea de que si se comportaba amoroso y le demostraba a la pelirosa lo mucho que la amaba, las cosas se arreglarían entre ambos. Con un poco de suerte tendrían intimidad, cosa que no sucedía muy a menudo.

Así que emocionado y envalentonado, luego de poner todo en orden, se dispuso a cocinar un ramen especial. Había hasta pedido consejos al buen Teuchi, quien encantado le dio varias instrucciones. 

Bien, hagamos esto dattebayo — 

Horas después, al caer la tarde, una cansada Kunoichi hacía acto de presencia en su hogar, llevándose la sorpresa de que su esposo estaba en casa. Intrigada, se acercó a la cocina antes de subir a su habitación, encontrando a un sucio pero orgulloso rubio dándole los últimos detalles a su comida.

¿Naruto? — llamó confundida — ¿Qué estás haciendo? 

¿Ehh?... Okaeri Sakura-chan — le saludó feliz de verla — Es una cena especial para los dos, puedes tomar asiento, en un momento voy 

Estoy cansada Naruto, dejemos esto para después — lo detuvo. Si bien era cierto que olía delicioso, ella sólo tenía ganas de descansar apropiadamente.

Pero... planeé esto para nosotros — desanimado, limpió sus manos para acercarse a la ojiverde.

Lo entiendo, pero necesito descansar — besó su mejilla y caminó en dirección a las escaleras — Puedes guardar mi parte en el refrigerador, tal vez mañana pueda probarlo — y sin más se fue dejando a un desilusionado Naruto preguntándose si su matrimonio tenía salvación.

●●●●

Habían caminado bastante y sin descanso, Sasuke se negaba a detenerse pues quería llegar a la aldea antes del anochecer. Aparentemente tenía planes que cumplir, pero Boruto y Himawari estaban cansados, era su primera vez lejos de casa y fuera de la aldea.

¿Podemos detenernos Okaa-san? —

Debemos continuar — respondió el Uchiha sin darle tiempo a reaccionar.

No te hablaba a ti viejo — defendió Boruto a su hermana — Le preguntó a nuestra madre ttebasa —

Boruto, no seas grosero — luego dirigió su vista al hombre frente a ellos — ¿Podríamos descansar por aquí, Uchiha-san? — el sol se empezaba a ocultar por la montaña, y eso sólo indicaba que tendrían que acampar, cosa que no agradaba a Sasuke en absoluto.

Era sumamente molesto que ahora se quejaran del cansancio, cuando la Hyūga era la única culpable. Ella le había pedido que no utilizara su chakra para crear un portal, una total estupidez según él. Pero llegados a este punto, no tenía por qué obedecer a esa mujer.

Bien, entren — apuntó al agujero que había creado.

¿Ehh? ¡Genial! — exclamó el rubio — ¿Cómo hiciste eso? ¿Acaso también eres brujo? —

¡Tssk! — para Sasuke era como tener que lidiar con Naruto, pues era tan despistado como él — Ya te explicaré, ahora entren. Esto nos llevará hasta la aldea —

Si tan inteligente eres, ¿por qué no hiciste una cosa de estas desde un principio? — sin esperar más Sasuke entró al portal, ignorando por completo las preguntas del menor.

Hinata les indicó a sus hijos que imitaran al pelinegro, quienes se tomaron de las manos antes de cruzar. Aparecieron en el distrito Uchiha, específicamente frente a la casa del último de ellos. La peliazul buscó con la mirada al responsable de que estuvieran en ese lugar, con la intención de preguntarle qué hacían ahí.

Se quedarán aquí un tiempo — explicó con simpleza — Órdenes de Kakashi, hasta que estés lista para mostrarte con esos dos — señaló a ambos hermanos que miraban todo con asombro.

De acuerdo 

¿Hasta cuándo usarás esas ridículas lentillas, Hyūga? —

Hasta que pueda sincerarme con ellos por completo —


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Actualización de hoy a petición de LuisanaCastillo4 Tarde pero seguro :v 

Espero lo disfruten y nos vemos en la próxima (✿◠‿◠)

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