Capítulo 4
Después varios meses de tratamiento, el pequeño omega pelirrojo pudo recuperarse de casi todos los malestares que tenía, aún tenía que seguir el tratamiento, sin embargo se encontraba mejor que antes. Giyu siempre lo mimaba en cada ocasión que podía, su trabajo se había vuelto más pesado, por lo que tenía que pedirle ayuda a Shinobu y Mitsuri para que se encargaran de los cuidados de su pequeño omega.
Mitsuri se encargaba de la comida y comodidad de Tanjiro, mientras que Shinobu se encargaba de que tome sus pastillas a la hora precisa y justa, y también de hacerlo prácticar un poco de movimiento con su cuerpo.
Tanjiro ya podía caminar como una persona normal, podía bajar las escaleras, no estaba tan débil como antes. Pero aún así su resistencia es poca.
-Tanjiro, ¿te sucede algo?- preguntaba la de cabellos rosados.
-Es que... extraño a mi amo Giyu- dijo con su cabeza agachada -Quiero verlo-
-No Tanjiro- reclamó Shinobu -Tienes que quedarte en casa, aún tienes que curarte de tu anemia, así que sé paciente y espera a Giyu-
-Shino-chan- la de ojos verdes hacía un puchero -Tanjiro-kun sólo quiere ver a Giyu, es muy tierno de su parte, ¿verdad Tanjiro?- miró al pelirrojo mientras cambiaba su puchero por una tierna sonrisa.
Tanjiro miró a ambas chicas y asintió con la cabeza algo sonrojado, ya que Mitsuri había dado justo en el blanco.
-¡Ya se!- exclamó Mitsuri -Hagamos una videollamada con Giyu para que lo vea-
-¿Eh?, ¿ahora?, ¿no dijo qué hoy tenía una reunión importante?- La de cabellos bicolor se cruzó de brazos.
-Ya debió haber terminado, vamos Shino-chan-
La azabache sólo suspiró frustrada haciendo caso a lo que Mitsuri pedía. Intentaron varias veces llamarle pero el azabache no contestó ninguna llamada, haciendo que el omega se deprimiera un poco. Aunque después de diez minutos Giyu llegó con un ramo de rosas rojas en sus manos para su solecito, haciendo que este mostrará una sonrisa y una mirada con brillo.
.
.
.
-¿De verdad me extrañaste tanto?- el azabache olfateaba el cuello de ese pequeño omega el cual estaba sentado en sus piernas.
-Sí Giyu-san- Tanjiro ronroneaba con los mimos que recibía, aferrandose posesivamente al alfa.
Giyu estaba muy ansioso, después de varios meses estaba reprimido sexualmente.
Shinobu le había confirmado al alfa que ya podía marcarlo pero no podía que ser tan brusco en el momento del acto sexual.
-Tanjiro, voy a marcarte ahora-
Las palabras del alfa retumbaron en los oídos de Tanjiro, sin poder evitar la aparición de un sonrojo en su rostro, a lo que el omega aceptó sin hacerse de rogar, aferrandose más a su dueño.
Giyu llevó al pelirrojo en sus brazos hasta la habitación depositandolo suavemente en la cama. Tanjiro aún estaba nervioso, no había tenido contacto sexual en mucho tiempo, sintiéndose algo incómodo. El azabache se subió encima de él besando su rostro con gentileza, bajando poco a poco hasta llegar a su vientre donde lamía marcando la pequeña V de su entrepierna, dando pequeños mordiscos en su piel, queriendo marcar territorio en cada parte de su dulce cuerpo.
Tanjiro se sentía sensible ante el tacto de Giyu, jadea ante los pequeños espasmos que siente cuando el mayor lame su rugosa entrada rebosante de lubricante natural, el cual no deja de desbordarse por ese pequeño agujero.
La voz que emite el pelirrojo en gemidos causa un efecto afrodisíaco en el alfa, gruñendo al sentir su duro y grueso pene preso en su pantaloneta.
Tres dedos son metidos en la húmeda y estrecha cavidad del pelirrojo, quien arquea su espalda al sentir los largos dedos del azabache invadiendo su interior, sus lágrimas de placer se hacen presentes en su pequeño y delicado rostro mientras un pequeño niño de saliva recorre desde la comisura de sus labios hasta su barbilla.
Giyu no aguanta más, está tratando de ser lo más suave posible con el omega que tiene en frente, pero está en su límite de cordura, lo que lo lleva a fundir sus bocas en un apasionado beso con lengua, saboreando sus lenguas como si fueran a saciar su sed.
Tanjiro implora entre gemidos y pequeños chillidos la marca en su cuello, quiere volverse algo para Giyu, quiero volverse de la propiedad de Giyu.
Sin más preámbulos el alfa saca sus dedos de su entrada ya preparada. El omega desea ansioso esa marca en su cuello, el brillo en sus ojos lo hace obvio. Tanjiro agarra el pene del alfa sin tener algún tipo de vergüenza. Está dispuesto a todo por su amo. Sus ojos desbordaban amor y lujuria, ya no siendo el opaco color granate que estaba anteriormente, se estaban volviendo un intenso rojo rubí brillante.
-Giyu-san, usted me ha tratado demasiado bien, haga lo que quiera conmigo, pase lo que pase no pares hasta saciar tu deseo- las delicadas manos de su solecito acariciaban las mejillas del mayor mientras le sonreía dulcemente junto con un sonrojado rostro.
.
.
.
-¡Ngh!~ ¡Se siente tan bien!~- las embestidas hacen a Tanjiro delirar de placer.
Sus rojas mejillas están llenas de lágrimas, las cuales no paran de caer con cada movimiento que hace el alfa, los gemidos se convertían en gritos y agudos chillidos, incitando al alfa a arremeter con una brutal rapidez y fuerza contra el delgado y delicado cuerpo de su chico.
-¡Más!~- la saliva escurre por su boca entre abierta, llevando a Giyu a besarlo, uniendo una vez más sus bocas.
Los colmillos del alfa comienzan a picar, su alfa interior reclama marcar ya al omega en frente suyo. Tanjiro se aferra a la fuerte y marcada espalda de su hombre, encajando sus uñas en la piel contraria, rasguñando lo que le era posible.
Sus bocas se separaron para poder voltear a Tanjiro, aunque Giyu lo embistiera como si no fuera un mañana Tanjiro movia sus caderas en sincronía contra los movimientos del mayor.
Sus orejas de conejo se hicieron presentes en el acto sexual, su cola se agitaba en cada glorioso espasmo.
-¡Ya no puedo más! ¡Giyu!- en otro agudo grito el semen del omega manchó sus blancas sábanas una vez más.
-Mgh~ Tanjiro~-
Giyu sacó su verdadero instinto, exibiendo sus colmillos y acercándolos a su nuca, al fin clavando su piel y carne, sintiendo el sabor de su sangre, las orejas del tigre se movían inquietas hasta al fin liberar su semilla dentro de su ahora nuevo omega.
.
.
.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top