Capítulo 23: Forzar a una Relación Sexual

La noche caía sobre la casa, sumiendo todo en una penumbra inquietante. Chosen se encontraba en su habitación, tratando de concentrarse en un libro, pero su mente estaba en otro lugar. La tensión que había crecido entre él y Dark se había vuelto insoportable. Sabía que Dark estaba cada vez más irritable, dominado por sus propios demonios.

Mientras leía, los ecos de las discusiones recientes resonaban en su mente. Cada palabra, cada mirada de Dark, cada amenaza velada lo mantenía en un estado de alerta constante. Era como si estuviera esperando que algo estallara, y no podía dejar de pensar en lo que Dark era capaz de hacer.

De repente, la puerta de su habitación se abrió de golpe. Dark apareció, con su expresión habitual de desdén y una sonrisa que no llegaba a sus ojos. "¿Qué haces, Chosen?" preguntó, su voz suave, pero con un tono que delataba su creciente irritación.

"Solo estoy leyendo," respondió Chosen, tratando de mantener la calma. "No hay nada que hacer aquí."

Dark se acercó, tomando el libro de las manos de Chosen y dejándolo a un lado. "Siempre estás en tu mundo, ¿verdad? Nunca piensas en lo que yo quiero." Su mirada se intensificó, y Chosen sintió una punzada de ansiedad.

"Solo trato de mantenerme ocupado," dijo Chosen, intentando que su voz no temblara. "No quiero pelear, Dark."

"¿Peleas? No quiero pelear. Quiero que me prestes atención," respondió Dark, dando un paso más cerca. Chosen retrocedió, sintiendo cómo la pared se encontraba detrás de él.

"Dark, por favor... no hagas esto," murmuró Chosen, sintiendo la presión creciente a su alrededor.

Dark sonrió, un gesto que le heló la sangre. "¿No quieres? Pero tú eres todo mío, y eso significa que debemos estar más cerca. Tienes que entender eso." Se acercó más, invadiendo el espacio personal de Chosen, haciendo que se sintiera atrapado.

"Esto no es lo que quiero," Chosen dijo, su voz temblando. "No puedo... no quiero hacer esto."

Sin embargo, Dark no retrocedió. Su expresión se volvió peligrosa, y Chosen pudo ver la oscuridad en sus ojos. "Tú no entiendes, Chosen. No tienes opción. Esto no es solo sobre lo que quieres o no. Tienes que aceptar lo que somos."

"¿Lo que somos? Esto no es amor, Dark. Esto es control. Esto es miedo," dijo Chosen, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

Dark dio un paso atrás, como si esas palabras le hubieran golpeado. Pero rápidamente, su rostro se oscureció nuevamente. "¿Miedo? No deberías sentir miedo. Deberías sentirte afortunado de estar aquí. Te doy todo lo que necesitas."

Chosen sintió un torbellino de emociones. La atracción que sentía hacia Dark era innegable, a pesar del miedo que lo envolvía. La forma en que Dark lo miraba, esa mezcla de deseo y posesividad, lo dejaba confuso. "No se trata de eso," murmuró, su voz apenas un susurro.

"¿No se trata de eso?" replicó Dark, acercándose aún más, su mirada ardiente. "Entonces, ¿por qué no puedes dejar de pensar en mí? ¿Por qué me deseas y me temes al mismo tiempo?"

"Porque... porque tú..." Chosen vaciló, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza al estar tan cerca de Dark. "Tú eres un caos, y no sé cómo manejarlo."

Dark sonrió, un brillo peligroso en sus ojos. "El caos puede ser excitante, Chosen. Puede ser liberador. Pero tú te aferra a tus miedos. ¿Por qué no te dejas llevar?"

"¡No puedo! Esto no es lo que quiero," Chosen insistió, pero su voz se quebró ante la intensidad de la mirada de Dark.

"Deberías quererlo. Estás hecho para mí," dijo Dark, con un tono seductor. Se inclinó más cerca, su aliento cálido en el rostro de Chosen. "Imagina lo que podríamos ser juntos, si solo te rindieras a lo que sientes."

La proximidad de Dark lo abrumó. Chosen podía sentir el deseo agazapado dentro de él, luchando contra el miedo. "No es tan simple," logró decir, su voz temblorosa.

"Para mí sí lo es. Tienes que entender que no estoy aquí para hacerte daño. Estoy aquí para mostrarte lo que realmente podemos ser. Lo que podemos sentir," susurró Dark, su tono persuasivo.

Dark se acercó más, y Chosen sintió una mezcla de deseo y terror. "Esto no es amor, Dark," dijo, aunque una parte de él anhelaba lo que Dark prometía. "Es control."

Dark se detuvo, su expresión endurecida. "¿Y qué si es control? A veces, el control es necesario. Te protejo de ti mismo. De lo que hay allá afuera." Con un movimiento rápido, tomó la muñeca de Chosen, acercándolo aún más.

"¡No!" Chosen se removió, pero su corazón latía desbocado, atrapado entre la desesperación de liberarse y el deseo que Dark despertaba en él. "No quiero que me toques así."

"¿No?" Dark lo miró, sus ojos resplandecían de intensidad. "Pero en el fondo, deseas que lo haga. Quieres que te quiera, que te necesite." Se acercó, su rostro casi tocando el de Chosen. "Dímelo."

"No, no quiero esto," Chosen susurró, aunque su voz estaba cargada de emociones contradictorias.

"Entonces, ¿por qué no puedes dejar de mirarme?" Dark se inclinó, sus labios tan cerca que Chosen podía sentir el calor de su piel. "Dímelo y yo me detendré."

"Porque... porque tengo miedo," admitió Chosen, sintiéndose vulnerable.

"¿Miedo de qué? ¿De lo que puedo hacerte? ¿O de lo que podrías llegar a sentir?" Dark sonrió, un destello de triunfo en sus ojos.

Chosen cerró los ojos, luchando con sus propios sentimientos. "No sé si puedo soportar esto," murmuró.

"Eso es lo que me gusta de ti. Eres fuerte, pero aún no lo sabes. Déjame enseñarte, Chosen. Déjame mostrarte lo que realmente significa ser mío." Dark se acercó, y su aliento cálido envolvió a Chosen, quien sintió que se debatía entre el deseo y el temor.

La vulnerabilidad y la confusión lo envolvieron mientras Dark se inclinaba sobre él, una sombra oscura que se cernía sobre su vida. Pero en el fondo, Chosen sabía que tenía que encontrar una salida. No importaba lo difícil que fuera, debía resistir.

La lucha por su libertad y su ser apenas estaba en sus inicios. Chosen respiró hondo, sintiendo cómo el deseo lo consumía. Sabía que debía encontrar su voz, no solo por él, sino para enfrentar a Dark y lo que realmente quería.