Capítulo 17: Empujar, Jalonear

La tarde caía lentamente, y Chosen salió del baño con una toalla envuelta alrededor de su cintura, aún sintiendo la calidez del agua en su piel. El vapor se disipaba en el aire mientras él se secaba el cabello con otra toalla, intentando despejar su mente y dejar atrás la tensión acumulada de los días anteriores.

Sin embargo, el ambiente en la casa se sentía diferente cuando Dark estaba cerca. Y en ese momento, no tardó en hacer su aparición.

“¿Así que finalmente decidiste salir de tu concha?” la voz de Dark resonó en la sala, su tono era burlón y seductor. Se apoyó en el marco de la puerta, con una mirada que combinaba interés y diversión. “No sabía que un baño podía tomarte tanto tiempo.”

“¿Qué quieres, Dark?” Chosen respondió, tratando de sonar indiferente, pero notando cómo su corazón empezaba a latir más rápido ante la cercanía de Dark.

“Solo me preguntaba si te gustaría hacer algo más que mirarte al espejo,” dijo Dark, acercándose con paso decidido. “Tal vez te gustaría mostrarme un poco de esa piel que tanto te gusta exhibir.”

Chosen sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, no solo por la propuesta insinuante de Dark, sino también por la incomodidad de la situación. “No estoy interesado. Solo quiero un momento de paz,” replicó, intentando mantener la distancia.

Dark sonrió, disfrutando de la reacción de Chosen. “¿Paz? ¿Y perderme toda esta diversión? Vamos, un poco de empujones nunca hizo daño a nadie,” murmuró mientras se acercaba más, su mirada fija en Chosen, desafiando su resistencia.

“Eso no es divertido, Dark. Es molesto,” dijo Chosen, sintiendo cómo la tensión aumentaba a su alrededor. Sin embargo, mientras intentaba retroceder, Dark se movió más cerca, empujándolo suavemente contra la pared.

“¿Molesto? ¿Te molesta que esté aquí? O tal vez te molesta que no pueda resistirme a ti,” respondió Dark, acercándose tanto que Chosen pudo sentir su aliento cálido. “Dímelo, ¿qué te molesta más?”

“Te lo he dicho mil veces: no me empujes. Esto no es un juego,” Chosen protestó, aunque su voz carecía de la firmeza que deseaba. Cada palabra de Dark lo dejaba más confundido, atrapado en una mezcla de frustración y una extraña atracción.

“¿Y si lo es? La vida es un juego, Chosen. Y si no puedes manejarlo, tal vez necesites aprender a jugar de una manera diferente,” Dark insistió, empujándolo un poco más contra la pared, su sonrisa era de desafío.

“Siempre tienes que hacer esto, ¿verdad?” Chosen dijo, intentando recuperar su compostura. “Siempre tienes que convertir todo en una pelea.”

“Solo me divierto. Tal vez deberías intentar disfrutarlo un poco más. Un empujón aquí y allá no hace daño. ¿O tienes miedo de perder el control?” Dark le dijo, su tono era provocador mientras jugueteaba con la toalla de Chosen, dejándola caer ligeramente.

“¡No hagas eso!” Chosen exclamó, sintiendo cómo la vergüenza lo invadía. Intentó cubrirse, pero Dark ya había anticipado su movimiento, y con un rápido movimiento, lo empujó de nuevo, esta vez con más fuerza.

“Vamos, Chosen. No eres tan frágil. Lo sabes. Deja de actuar como si te asustara un poco de diversión,” Dark dijo, acercándose aún más, su mirada era intensa y juguetona.

“Esto no es diversión, Dark. Solo me estás empujando a un lugar donde no quiero estar,” respondió Chosen, su voz llena de desafío, pero internamente, luchando contra la atracción que Dark generaba en él.

“¿Y si te digo que eso es exactamente lo que quiero? Empujarte hasta que te des cuenta de que no todo es tan malo como parece,” Dark contestó, sus ojos brillando con emoción.

Chosen, sintiéndose atrapado entre la necesidad de alejarse y la tensión eléctrica que se formaba entre ellos, finalmente se armó de valor. “No me necesitas aquí, y yo no necesito esto. Déjame en paz.”

Dark lo miró fijamente, y por un momento, la burla se desvaneció, dejando solo un brillo de comprensión. “¿Seguro que no quieres un poco de caos en tu vida? Porque siempre estaré aquí para empujarte de nuevo si es lo que necesitas.”

Mientras Chosen lo observaba, sintió que la lucha apenas comenzaba. Sabía que debía encontrar la manera de enfrentarse a Dark, pero cada empujón y cada palabra amenazaban con romper las barreras que había construido a su alrededor.

“Voy a aprender a ser más fuerte,” Chosen dijo con determinación, sintiendo que la lucha interna apenas estaba comenzando.

“Eso espero, porque no voy a ir a ningún lado. Solo te empujaré hasta que aprendas,” Dark respondió con una sonrisa, disfrutando de la tensión que se había formado entre ellos.

Mientras Chosen se alejaba de Dark, sabiendo que la batalla por su independencia apenas comenzaba, se dio cuenta de que cada empujón no solo era físico, sino también emocional.