20.


Salimos corriendo de la casa de Jungkook, tal vez Namjoon y Hoseok sabrían donde estaba, pero me llevé una sorpresa al ver a Taehyung dentro de aquel departamento. Jin se abrió paso y yo le seguí.

— Kook — me arrodillé hasta quedar junto a él, abrazado a una almohada y con Hobi a un lado.

— Emhh... creo que nosotros vamos a salir — Jin jaló a Tae, Nam y Hoseok asintieron y de pronto ya estábamos solos.— Regresamos en una hora Jiminnie —.

— Necesito que me escuches —.

— Ya te escucho —.

Su voz era fría, mucho, ni siquiera me veía a la cara, su mirada estaba perdida en el televisor, me acerqué un poco más.

— Yo, había tomado mucho, jamás tomé tanto alcohol antes.— mentí y luego traté de tomar sus manos, pero este las quitó, soltando la almohada.

— ¿Y por qué  tuvo que ser con ese idiota? — se sentó rodeado de aquellas cobijas — ¿Sabes que él no puede ser confiable? —.

— Me pidió disculpas y por eso acepté el trago que me ofreció, estuvimos platicando y después bailamos, pero él insistía en acercarse cuando lo único que hacia yo era poner nuestro limite —.

— Y vaya que lo respetó, ¿no? — Sonrió sarcástico y talló sus ojos un poco fuerte.

— Jungkook él no me gusta y no quiero nada con él... Tú eres la persona que realmente quiero.— mi vista comenzaba a nublarse por las lágrimas acumuladas.— Perdóname por favor...

— Te perdono, pero no quiero verte —.

Y bastaron esas palabras para que yo soltara todo, Kook caminó hacia una habitación y cerró con llave, estuve esperándolo fuera hasta que llegaron los chicos. Me veían con melancolía, no puede articular casi ninguna palabra.

— Vamos Chimmy.— Tae me tomó de la mano.— Te voy a llevar a casa, debes estar muy cansado —.

Asentí sin decir adiós, no quería que ese chico me dejara, él en este momento es todo para mi, no pienso dejarlo, debo luchar por su amor.  

Ese chico de cabello oscuro, de ojos negros tan bellos en los que caí en un abismo, no quería dejar de probar esos labios, tan adictivos como cualquier droga, no quería dejar de ver aquella sonrisa que iluminaba mi día completo, aquella risa, aquellos gestos tan preciosos, simplemente no podía.  

Sin darme cuenta estaba hecho bolita en mi cama, lamentándome cada segundo.

— Chimmy, no deberías llorar, no hiciste nada malo. — Tae acarició mi cabello y se acostó a un lado de mí.

— Lo sé, pero Jungkook salió herido de cualquier manera — sollocé en su hombro.

— Deja que piense tranquilamente en lo que quiere, no es fácil, vamos a salir nosotros lo que resta de la semana, ¿de acuerdo? Y el próximo lunes lo buscas — me dio un beso en la frente y yo solo seguí llorando.

—E-e-está bien TaeTae, de verdad muchas gracias por estar conmigo —.

— ¿Y dónde más podría estar bobo? —

— Con Hobi, Taehyung.— Traté de sonreír pero pareció más una mueca.

— Ya Jiminnie, no hablemos de eso hoy, ¿quieres que te prepare algo? —

— No, gracias, quiero dormir —.

— Vale, hay que dormir —.

— ¿No sabes si han llamado mis papás? —

— No amigo, no han llamado, pero mandaron varios mensajes, les contesté que estas bien —.

Y sin más cerré mis ojos abrazado a mi mejor amigo.





Pasaron exactamente 4 días más sin ver a Jungkook, yo no tenía ánimos de nada, jamás me envió un mensaje... Ni siquiera Hoseok o alguno de ellos preguntaban por él. Se la pasaba en su casa tal vez. 

Tae fue una gran compañía así como Jin hyung, fuimos al cine, comimos cosas para nada saludables.

En las noches me la pasé comiendo helado y escuchando canciones muy tristes, Dios, extrañaba tanto a Jungkook, incluso en uno de esos días me pasó por la mente no volver a buscarlo, ¿por qué lo haría?, al parecer yo era el más preocupado por no saber nada de él y aún así no me rendí.

Porque lo amaba, más que a nadie en el mundo, tenía amigos, familia, buenas calificaciones, no quería perder al amor de mi existencia.

— ¿A dónde vas?, son las 11 de la noche. — Jin se levantó de la silla, estábamos tomando café.

— Voy a buscarlo, esto no puede seguir de esta manera —.

— Ve con cuidado por favor —.

— Si quieres sigue en mi casa, no hay ningún problema —.

— Bueno, pero no tardes demasiado Jimin —.

Y empecé a correr sin parar, sin dejar que mis piernas impidieran llegar con esa persona que hacía a mi corazón vibrar.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

❅.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top