Treogtyve.


El pequeño JungMin despertó tan temprano que incluso el sol todavía seguía escondido, estiro sus pequeños bracitos y giró viendo fijamente al peli rosa que dormía tan plácidamente.

¿Qué tan peligroso sería tocar su nariz y sus mejillas?

JungMin lo hizo, solo por simple curiosidad ocasionando que Jimin despertara de golpe encontrándose con un par de ojos enormes y con una sonrisa juguetona. Park sintió un revoloteo en su estómago y comenzó a acariciar la cabecita del menor.

— ¿Por qué eres tan tierno JungMin? — preguntó el peli rosa en un susurro, bajó la almohada donde reposaba sacó su celular mirando la hora — por Dios, eres tan travieso, son las cuatro y media de la mañana — y el bostezo que ambos dieron fue demasiado gracioso.

Entonces el mayor se acordó que no solo él y el bebé estaban en la cama sino que al otro extremo se encontraba un sexy peli negro, con la boca entre abierta dejando que pequeños ronquidos salieran de está, su cabello estaba revuelto y sus ojos descansaban tranquilamente.

Jimin suspiró, porque compartir ese instante con Jungkook y su hermanito era algo que difícilmente podría olvidar.

— ¿Quieres que te duerma de nuevo? — levantó la ceja Jimin y el bebé le extendió sus brazos confirmando que quería ser arrullado por el lindo chico — muy bien —.

Con sumo cuidado Park cargó a JungMin y comenzó a cantarle despacio y bajo, caminando de un lado a otro de la habitación, como ninguno fue a su casa esa noche la anciana Xan hizo que esos tres se quedaran en el cuarto donde estaba la cuna del bebé, para ellos no hubo inconveniente, de hecho jamás lo habría ya que sus almas, mentes y cuerpos se unían cuál imán.

Por otra media hora seguida Jimin siguió cantado hasta que el pequeño quedó totalmente dormido botando baba y con la boca igual que su hermano al principio.

Jimin decidió meter al bebé a la cuna al fin y al cabo ésta se situaba a un lado de la enorme cama. Park regresó al cómodo colchón y mientras se metía entre las cobijas se animó a acurrucarse en los enormes brazos de Jungkook.

Inhaló fuertemente su aroma del cuello y luego dejó dos besos ahí, porque quería, sus manos se aferraron al torso del menor y apretó los ojos volviendo a inhalar su aroma.

— ¿Qué me has hecho? — susurró el peli rosa saliendo de su escondite.

— Tal vez aprendí a hacer amarres — respondió una voz ronca.

Jimin se congeló al sentir que esos brazos rodeaban su cintura, apretándole hasta quedar absurdamente pegado al cuerpo del contrario.

— Oye, se suponía que estabas dormido — rio Jimin y quiso zafarse del mimo pero fue en vano.

— Escuché que le estabas cantando a Minnie, obviamente no iba a dormir de nuevo — Jungkook metió sus manos debajo de la enorme camisa que traía puesta Jimin, que por cierto era suya, posó las palmas de sus manos en su pequeña y suave espalda.

La piel de Jimin se erizó.

— ¿Eso es un halago o insulto? — preguntó el peli rosa enredando sus piernas con las contrarias.

— Tómalo como quieras — dijo Jeon — emh... te sienta bien mi ropa Jimin — el nombrado soltó un inofensivo golpe en el pecho del otro.

— Idiota — chistó el peli rosa.

— Yo... Creo que ahora sí te conozco — habló Jungkook seguro — y me sorprendió mucho saber sobre el Park Jimin real —.

El corazón de este latió desenfrenado, tanto que temió que Jungkook pudiera oírlo también, sus manos ahora sudaban un poco y sus pies cosquillearon.

Todo el tiempo que pasó con Jungkook no era en vano, el también quería saber quién era.

Vamos Jeon, conóceme porque también yo quiero hacerlo...

— ¿Y entonces... me dirás? — los ojos de Jimin brillaban tal bebé con algún regalo.

— Hm... Park Jimin es frío, calculador, materialista y se fija en las apariencias — eso ocasionó que el peli rosa frunciera el ceño y que su corazón doliera un poco. Jungkook en cambio besó los rechonchos labios de el mayor y prosiguió — pero Jiminie, es lindo, se preocupa por la gente que tal vez no ama, pero le tiene afecto, un ejemplo claro es Taehyung, quizá no lo consideres un mejor amigo, sin embargo le procuras, lo llevas a su casa, siempre estás a su lado; en fin, Jiminie también es perspicaz, berrinchudo, tierno, un poco gracioso, ama todo lo que contenga algún tipo de dulce porque ni creas que no he notado que comes más fruta que verduras, tramposito — Jimin rio ocultando su rostro — eso también, eres terriblemente adorable, tus ojos son la puerta a tu corazón y es por eso que te aferras a crear un muro, uno en el cuál nadie está invitado a pasar... Jimin, eres un diamante en bruto y no sabes lo mucho que me has gustado desde la primera vez que me amenazaste en la cafetería...

Y ahí fue cuando los latidos de Jimin cesaron de golpe.

¿Había muerto?

Tal vez sí.

Miles de sensaciones recorrieron el cuerpo entero del peli rosa, sintiéndose con ganas de gritar. Jimin también sintió como si algo que tanto buscó al fin estaba cayendo por su propio peso.

Jimin sentía amor.

— Eres tan... tan... — y no pudo con tanta presión en su pecho que comenzó a llorar, lágrimas rodeaban sus mejillas y se hacían charcos en sus párpados, los sollozos eran bajitos pero audibles para Jungkook — c-creo que también me gustas tonto Kook...

Jeon sonrió para acunar el rostro del peli rosa, su corazón estaba cálido, incluso era el primero en verlo llorar, besó su frente infinitas veces y después su nariz.

Jimin tomó la belleza de cara que tenía Jungkook y lo besó con delicadeza. Porque aunque era un momento íntimo sentimentalmente, Park también deseaba más de Jeon y no lo podía ocultar.

Así que sin mucho permiso por su parte lamió de forma obscena los labios del peli negro sacándole un jadeo. Las manos de Jeon apretaron su cintura y Jimin aventó su cadera hacia enfrente sintiendo con precisión la entrepierna de Jungkook.

Hizo movimientos lentos, Jimin se dio la vuelta dejando que su espalda tocara el pecho de Jeon y su culo apretara el miembro del pelinegro.

— J-Jimin, enserio eres maldoso — jadeo ronco Jungkook.

— Ngh~necesito — gimió bajo — solo un poco —.

— ¿Sabes que hoy tenemos clase? — Jungkook fingió embestir a Jimin tocando con vehemencia todo su pequeño y delicado cuerpo apresándolo de nuevo en sus brazos y moviendo su pelvis solo para el trasero del peli rosa.

— Kook — gimió de nuevo — tu tienes la culpa, tus palabras me resultaron excitantes...

Jungkook rio por la desesperación de Park.

— Las vacaciones están a la vuelta de la esquina — Jungkook giró de nuevo a Jimin y apretó su trasero — solo dame tiempo, juro que esto será especial, aparte... JungMin está aquí, descarado —.

El rostro de Jimin se coloreo con un carmín intenso.

— P-perdón — fue lo único que logró articular.

— No — Jungkook besó con mucha fuerza los labios ajenos — estoy igual o peor de perdido por ti, durmamos otro rato, aparte creo que usarás también ropa mía para ir a la Universidad... ¿te llevaré en moto? — preguntó.

— Nop, si traje mi camioneta — Jimin se acurrucó en los brazos de Jungkook y besó su mandíbula una última vez — tu enserio no eres lo que pareces Jeon, tatuado, perforado, con facha de chico malo, quién diría que solo eres un joven con un corazón muy noble... Quiero que sepas que si en algún momento tus padres quieren quitarte a Minnie yo voy a ayudarte, hasta que la ley te deje a cargo de tu hermano —.

Jungkook sonrió acariciando pequeños mechones rosas.

— Jimin el nerd, saliendo y ayudando a Jungkook el guapo —.

Park soltó una carcajada que despertó a JungMin, eran justamente las 6 de la mañana ahora. Jimin volvió por el pequeño y lo acurrucó entre ambos.

Fue cuestión de minutos en los que se quedaron dormidos, al fin y al cabo sus clases comenzaban a las diez.


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¿Se nota mucho que estaba soft?
Lxs amo ❄
Duerman bien bebés.

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