CAPÍTULO 12

Los ojos de Jimin estaban inyectados en sangre, las lágrimas seguían fluyendo por su rostro, no importa cuánto lo limpiaba, el llanto seguía sin detenerse, la fuerte mano de Yoongi palmeaba suavemente su hombro.

—Para de llorar, los dos están bien ahora —le dijo tratando de tranquilizarlo.

—Ya no quiero llorar, pero las lágrimas no dejan de salir —respondió el rubio conteniendo un sollozó.

—Quien lo viera pensaría que realmente estamos muertos —se quejó el castaño que estaba recostado en la camilla.

—No está llorando, que no lo ven está feliz —se burló Yoongi jugando con Jimin.

Jungkook y Taehyung se rieron suavemente siguiéndole la broma, pero secretamente querían consolar al rubio. Sus heridas no habían sido graves, al castaño lo habían herido en un brazo y a Jungkook una bala le había dado en un costado y rebotó en una de sus costillas fracturandosela antes de salir  sin hacer mas daño.

—¡Te dije que no estoy llorando! —grito Jimin mientras se limpiaba el rostro con la mano nuevamente.

—¿Entonces porque tú cara está toda mojada? Antes de acercarlo y volver a secar sus lágrimas con el dorso de su mano sana.

—Hubieran visto cómo se veía cuando llegó —continuó burlándose el mayor.

Después de que Yoongi llamara a Eun Woo para avisar del ataque, ambos corrieron al hospital. Nada mas llegar se encontraron a Yoongi sentado frente a la sala de emergencia. 

—Yoongi hyung, ¿cómo estás? —le preguntó Eun Woo de inmediato. 

Mientras que Jimin solo buscaba con la mirada a sus amigos.

—No es nada, estoy bien, solo algunos cortes cuando los bastardos dispararon contra la camioneta y reventaron un vidrio —respondió el mayor que tenía un parche en su mejilla derecha y varios cortes menores esparcidos por todo ese lado de su rostro, pero eran superficiales y no dejarían cicatriz.

Jimin escuchaba a medias, su mente estaba concentrada en sus amigos, su corazón latía de forma acelerada.

—Yoongi ¿Dónde estás Tae y Kook? No tienen nada ¿verdad? —preguntó con voz temblorosa, olvidándose de los honoríficos.

No quería pensar pero su mente no dejaba de imaginar a los dos gravemente heridos, y su corazón dolía con solo pensarlo. Yoongi lo miró de forma desconsolada antes de suspirar y sintió que su corazón se detenía, sus ojos comenzaron a calentarse y se agarró al brazo del mayor.

—Por favor, ¿dime dónde están? —preguntó de nuevo con ansiedad.

—No están aquí —dijo y las lágrimas que aún se negaban a salir comenzaron a correr por su rostro—. Hey idiota cálmate, ¿por qué lloras? —preguntó sobresaltado.

—¿Por qué… porque tuvieron que dejarme? —preguntó entre sollozos

—Oye no, eso es… —comenzó a decir el mayor pero fue interrumpido.

—¿Dónde están los cadáveres? Quiero verlos —sollozó aún más fuerte.

—¿Cuál cadáver? —preguntó una voz profunda.

Jimin se giró para ver a Jungkook y a Taehyung parados en la puerta de una de las habitaciones de curación.

—No tienes que reírte, del enano hyung —dijo Jungkook.

—¿Por qué te ríes? Te dije que no lo hicieras —gritó Jimin no muy alto porque todavía están sentados en el hospital.

—Sí, dijiste que no lo hiciera, pero aún no he terminado de reírme, no sé por qué te preocupaste tanto, si estos dos idiotas son duros y difíciles de morir, y se quedarán parados en sus pies por mucho tiempo —se excusó Yoongi con una sonrisa. Aunque en realidad solo estaba bromeando tratando de animar al rubio.

—En eso tienes razón hyung —agregó de nuevo Jungkook.

Jimin se secó las lágrimas de la cara, luego fueron a buscar la medicina para los heridos antes de salir del hospital. Yoongi dejó que Jimin los llevará a casa primero y el se quedó con Eun Woo a esperar a Namjoon que le ordenó esperarlo para pagar las facturas. 

—¿Qué te pasa? —preguntó Jungkook cuando entraron a la casa.

Jimin se sentó en el sofá como si estuviera exhausto, antes varios de los guardias los detuvieron para preguntar cómo se encontraban los dos.

—No lo sé —respondió Jimin en voz baja antes de recostarse en el sofá y mirarlos a ambos. Sus ojos aún estaban rojos e hinchados por el llanto.

—No te ves bien —volvió a señalar Taehyung, mientras se sentaba a los pies de Jimin que los recogió para que pudiera sentarse cómodamente.

En cuanto a Jungkook se sentó en el sofá individual que estaba del lado de Jimin.

—Oh —se quejó el pelinegro al sentarse sin precaución.

—Ten cuidado imbécil —lo regaño Jimin pero sus ojos lo miraban preocupados.

—Vamos Jims, ¿qué te pasa? ¿Te vas a enfermar de nuevo? —volvió a preguntar Taehyung preocupado.

—No... yo solo… —trato de explicarse en voz baja.

No sabía cómo darle una explicación a sus amigos, de cómo se sentía.

—Yo sé que todo está bien, sé que ustedes están bien, pero mi corazón sigue acongojado —confesó incómodo.

—¿Estás preocupado por nosotros dos? —preguntó el castaño con una ligera mirada.

Jungkook levantó una mano y acarició suavemente la cabeza de Jimin. 

—Jims, ¿tienes miedo de que los dos… —intentó preguntar Taehyung pero fue bruscamente interrumpido.

—No lo digas bastardo —replicó el rubio mientras se tapaba los ojos con  sus manos conteniendo el llanto porque sabía que era lo que iba a decir el castaño.

Pero no quería escucharlo, solo de pensar que sus amigos no estaban a su lado, su corazón dolía, Jungkook y Taehyung lo miraron comprendiendo lo que sentía Jimin.

—¡Hey! Tranquilo, nosotros estamos aquí contigo, no iremos a ninguna parte —lo consoló Jungkook sin dejar de acariciar su cabello.

Jimin no entendía porque se sentía de esa manera, como guardaespaldas de Namjoon, él mismo había estado en situaciones que amenazaban su vida, pero nunca tuvo miedo, pero solo de ver a sus amigos heridos, lo hacía sentir aterrado, tenía miedo de perder a sus dos amigos, ellos eran la única familia que tenía.

Taehyung vio cómo a pesar de que el rubio se tapaba la cara estaba llorando, mientras sollozaba, y se lo hizo saber a Jungkook sin hacer ruido. El castaño usó el brazo que no había sido herido para tirar de Jimin y apoyarlo sobre su cuerpo, el rubio levantó el rostro para mirarlo, las lágrimas aún fluían pero los sollozos se detuvieron, mientras Taehyung lo abrazaba.

Jungkook se movió para quedar en el mismo sillón sentado detrás de Jimin y lo abrazó por la cintura mientras apoyaba la barbilla en su hombro.

—Yo… yo solo tengo miendo… ¿que pasa si ustedes no están… son todo lo que tengo —dijo Jimin con la voz tartamudeando las lágrimas corriendo por sus mejillas.

—Shh… no llores, los dos somos duros, y no somos fáciles de matar —lo consoló Taehyung suavemente.

—Estamos bien, no llores como si realmente estuviéramos muertos —dijo Jungkook antes de ser pellizcado en el muslo.

—Eso no ayuda, ¿puede dejar de ser un bruto solo un poco? —lo regañó el castaño.

—Pero tengo que decirlo, Jimin sabes que nuestro trabajo es bastante arriesgado y todos estamos expuestos a que un día suceda algo sin previo aviso y si un día a Taehyung y a mi realmente nos pasó algo grave, debes de ser fuerte y continuar —dijo el pelinegro en tono serio.

—Entonces... ¿si algo me pasa a mi? ¿Pueden ustedes también estarán bien? —preguntó Jimin.

Su pregunta hizo que ambos tuvieran un pequeño sobresalto, porque sus respuestas son iguales. 

No podrían quedarse en paz.

—No podría vivir. Si te mueres, te seguiré, si no estás bien, no estaré bien y me mataré —respondió Jungkook.

Jimin se sentó derecho y lo miró sin dejar de llorar.

—¡Idiota! Absolutamente no dejaré que te mates. Debes estar feliz por mí —reprendió.

—Suficiente, ustedes dos, hablan como si fuéramos a morir pronto — dijo Taehyung haciendo que Jimin y Jungkook  se detuvieran antes de reír juntos.

Jimin reía mientras lloraba y el castaño levantó su mano para volver a limpiar su rostro haciendo que el corazón del rubio se calentará.

—Iré a lavarme la cara y luego iré por la comida que les preparó Nana —dijo Jimin después de un rato cuando pudo controlar su llanto.

—Está bien, puedes ir a comer al pabellón con los demás —respondió Taehyung.

—No, me quedaré a cuidarlos —insistió Jimin.

—Enano, no estamos discapacitados —dijo Jungkook.

—No me importa, iré a lavarme y luego a por la comida —insistió y se puso de pie para ir apresuradamente al baño.

Una vez que estuvieron solos Taehyung se volvió a mirar a Jungkook con expresión sería.

—¿Y si los dos realmente un día morimos? ¿Qué pasaría con él? —preguntó el castaño.

—No lo sé, pero lo mejor será no pensar en eso ahora, y solo concentrarnos en continuar juntos y bien, al final lo único seguro es la muerte hagamos lo que hagamos —respondió Jungkook igual de serio.

—Sí, en eso tienes razón —asintió Taehyung y sonrió mirando hacia el baño.

—Jimin ya te dije que  no estamos discapacitados —habló Jungkook mientras se reunían en el patio trasero para comer.

Jimin lo ignoró y les pidió que se sentarán y esperarán mientras él entraba a la casa por la comida. 

—Lo sé, ¿no puedo solo querer cuidar de ustedes dos? Cuando estuve enfermo, ustedes dos me cuidaron —respondió, lo que provocó que ambos asintieran y se quedarán tranquilos.

—Esta bien —aceptó el castaño.

Jimin sonrió ampliamente antes de apresurarse a recoger algo de comida para sus dos amigos, bajo la atenta mirada de sus amigos, cuando terminó de servirles se sentó en medio de ambos.

—Esperen un minuto, tienen que tomar la medicina antes de comer —dijo Jimin sacando las pastillas de la bolsa antes de darles una a cada uno.

—Dame de comer —pidió Taehyung ya que el disparó había sido en su brazo derecho dificultando el tomar los cubiertos.

—Usa la mano izquierda —respondió el rubio.

—No puedo comer así —insistió el castaño con la voz ligeramente ronca.

—Hmm —aceptó Jimin antes de tomar la cuchara y acercarla a la boca de su amigo.

—Aliméntame también —pidió Jungkook.

Jimin se dio la vuelta y lo miró con incredulidad.

—Te lastimaron las costillas no las manos —dijo el rubio.

—Oh, pero cuando levantó el brazo, me duele —se quejó Jungkook al intentar levantar el brazo.

—Bueno, les daré de comer a los dos, maldita sea, es como tener

dos hijos —aceptó Jimin, pero aún así se quejó, sin ver la sonrisa de sus dos amigos y comenzó a alimentarlos alternando entre cada uno, sin olvidar de comer también él.

—Son afortunados de tener quien los cuide —gritó uno de los guardias que pasaba por su casa.

Taehyung y Jungkook solo sonrieron levemente, mientras que Jimin se sonrojó.

—No te burles Bangchan, ahora ya no querrá alimentarnos —respondió Taehyung sin dejar de sonreír.

Jimin prefirió permanecer callado y continuó dándoles de comer y una vez terminaron se encargó de lavar los platos, luego regresó al salón y les dió el próximo medicamento que debían tomar, quería cuidar a Taehyung y a Jungkook tan bien como ellos lo habían cuidado a él.












Yoongi queriendo consolar a Jimin burlándose de él, supera a la forma en que en Protecting Love Jk consuela a Jimin jajajajaja

Ame la forma en que Tae y Jk consuelan a Jimin.

Espero que les guste el capítulo.

Nos leemos bellezas...
           Besitos 😘😘😘

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