VEINTINUEVE

—Oh, dije que también compré almejas dulces. ¿Puedes comerlas? —preguntó Jimin a Jungkook de nuevo y el pelinegro asintió.

—¿Dónde están Hoseok y Taehyung? —le preguntó Jungkook a sus subordinados.

—Jungkook fue con Taehyung a comprar bocadillos. Vendrán pronto —respondió Jimin.

El mafioso miró a Jimin, ahora no quería pensar demasiado porque estaban de vacaciones con él.

—Hace calor. ¿Te gustaría beber algo primero? —le preguntó en un tono preocupado.

Jimin se sentó y miró el menú de las bebidas, pidió un té verde helado para sentarse a esperar a que Hoseok y los otros terminaran de ayudar a la ama de llaves a comprar las cosas y que todos regresarán. Luego cuando volvieron a la villa, el castaño subió a su habitación para ponerse un atuendo casual y se sentó en el porche delantero .

Jungkook dejó que sus subordinados descansaran cómodamente e hicieran lo que quisieran, no tenían que cuidarlo demasiado. Pero los hombres  no fueron muy lejos, porque todavía se preocupan por sus jefes.

—¿Quién va a jugar en los botes banana? —dijo Jimin señalando a un grupo de cuatro o cinco jóvenes que estaban a punto de ir en un bote banana.

—Los más chicos —respondió Jungkook  mientras se recostaba en el sofá del balcón, bajó la sombra de un árbol y Jimin se sentó en la silla junto a él.

—¿Quién te dijo que te sentaras ahí? Ven y siéntate aquí —dijo Jungkook golpeando el espacio vacío en el sofá.

Jimin lo miró con incredulidad. Ahora el pelinegro tenía ropa casual normal, un polo blanco y pantalones azul oscuro de buena tela y cortos hasta la rodilla con unas gafas de sol marrones.

—Va a ser incómodo —le dijo el joven sonriendo.

—No es incómodo. El sofá es bastante ancho.

Jimin vaciló un poco, pero se sentó en el lugar vacío del sofá. Jungkook sonrió satisfecho antes de que el castaño se acostará junto a él. La fuerte figura movió a Jimin para que se recostara cómodamente y lo sostuvo para que se apoyara en su hombro.

—Es bueno que no haga mucho calor.

—¿Te gusta? —preguntó Jungkook. Jimin asintio.

—Jungkook, quiero ir a jugar con ellos —habló Jimin señalando al grupo de guardias que estaban en el bote banana.

—En un rato vamos juntos.

—¿Vas a montar en el bote banana? —preguntó Jimin con incredulidad y Jungkook asintió.

—¿Por qué es tan raro?

—Es extraño. Quién hubiera pensado que un mafioso con traje y corbata como tú podría montarse en eso? —respondió Jimin riendo.

—Ni siquiera estoy usando un traje.

—¿Así que realmente quieres jugar conmigo? —preguntó Jimin de nuevo, solo para estar seguro.

Jungkook asintió. Luego se volvió para mirar al grupo de hombres.

—Está bien, puedo jugar contigo —dijo Jimin con una sonrisa que no vio el pelinegro porque lo imagino jugando y la reacción de los demás al verlo.

Después de un rato, Taehyung se acercó a ellos.

—¿Quieren algo de beber? —les pregunto con cada aburrida.

—Me gustaría una lata de cerveza fría —respondió Jungkook y Jimin se giró a mirarlo.

—Aún es temprano, bebamos más tarde. Trae dos vasos de jugo de frutas, por favor. Tae, ¿por qué haces esa cara, que te pasa? —le preguntó Jimi  al joven.

—Está enojado porque no lo deje ir a nadar ahora —respondió Hoseok que iba llegando haciendo que la cara de Taehyung se enfurruñase más pero Jimin pensó que su cara era linda en lugar de molesta.

—¿Entonces, por qué Jin si puede ir a jugar? —preguntó el chico con curiosidad.

—Bueno, esos cabrones son duros, resistentes al sol y la lluvia. Si te vas a nadar ahora bajo el sol te quedaras y después no podrás jugar más —le respondió Hoseok haciendo dudar a Taehyung.

—No, yo quiero nadar en el mar todos los días.

—Entonces obedece a Hoseok, él solo busca cuidarte ¿Sabes? —le dijo Jimin y el joven asintió.

—Entonces voy por sus bebidas —dijo el joven antes de entrar corriendo en la villa.

—Hoseok, haz que alguien recoja la parrilla del cuarto de almacenamiento y la prepare en la playa frente a la casa. Por la noche podemos asar mariscos y comer juntos —ordenó Jungkook.

El guardia asintió antes de irse e ir a ver a los demás guardias. Después Jungkook se volvió para mirar a Jimin que estaba acostado en su brazo.

—Jimin, ¿puedo preguntarte algo?. Si asumimos que Taehyung es tu hijo, entonces qué tipo de yerno quieres? —le pregunto el pelinegro y Jimin se rió suavemente.

—¿Por qué estás preguntando eso? ¿no crees que Tae tendrá una esposa? —le preguntó Jimin con una sonrisa.

—¿Entonces, crees que Tae podrá encontrar una esposa y no un esposo?¹

—No estoy seguro. Cuando crezca un poco más, su cuerpo puede cambiar, y convertirse en un joven, alto y apuesto —respondió Jimin.

—Yo pienso que no crecerá más, y seguirá siendo así de suave y lindo como tú —respondió Jungkook especulativamente haciendo reír a Jimin.

—Pero bueno, respondiendo a tu pregunta. Si él quisiera estar con un hombre, ojalá fuera alguien fuerte, para que lo cuide y lo proteja—dijo Jimin en tono serio, haciendo que el pelinegro arqueara un poco las cejas.

—Prácticamente describiste a Hoseok — dijo Jungkook con curiosidad.

—No me refería en especial a él, aunque creo que Hoseok cuidaría bien de él. Si Tae fuera mi hijo, y me dijera que desea estar con Hoseok confiaría en que lo cuidaría. Pero no puedo evitar preocuparme por esto, si eso llegara a pasar. Él sigue trabajando en la misma industria como tú y si un día algo sale mal. ¿Qué haría Tae? —dijo Jimin al final en un tono bajo.

Haciendo que Jungkook captará su preocupación.

—Y si pasará algo y yo cometo un error... ¿Qué harías? —preguntó Jungkook—. ¡Ah! —se quejó el pelinegro cuando Jimin le dió un fuerte codazo en el abdomen.

—Deja de decir eso. Si no quieres que me enoje —dijo Jimin con voz severa.

—Me gustaría saber también cómo te sentirás. ¿Estarías feliz o triste? —preguntó Jungkook mientras Jimkn fruncía los labios.

Sus ojos fijos transmitían una mezcla de ira y temor.

—¿Quieres que esté muy enojado? —volvió a preguntar Jimin sin rodeos.

El castaño sintió un dolor agudo en el corazón al imaginar que podía perder a Jungkook, pero no quería que el mafioso lo supiera.

—No pongas esa cara, solo me preocupo por ti. Nuestra vida es incierta, cualquier cosa puede pasar —dijo Jungkook en un tono serio.

Jimin se dió la vuelta y miró hacia el balcón sin decir una palabra.

—Las bebidas han llegado —dijo Tae que se acercó a ellos con dos vasos de zumo de frutas.

Jimin se levantó y fue a sentarse en otra silla. Haciendo que el mafioso arqueara una ceja y el jovencito también se sorprendiera.

—Gracias, Tae —dijo Jimin, tomando el vaso.

Taehyung sintió una atmósfera incómoda así que se alejó apresuradamente. Jungkook bebió el jugo, y luego se levantó y caminó para sentarse junto a Jimin que lo miraba con ojos feroces.

El pelinegro se sentó a horcajadas sobre su delgado cuerpo.

—Jimin no te enojes conmigo por esto. La historia de la que estoy hablando es algo que todos tenemos que afrontar.

—¿Pero realmente es algo de lo que hablar ahora? Me dijiste que me trajiste de viaje para relajarme y porque necesitamos tranquilidad. No estoy aquí para hablar de ese tipo de cosas —se quejó el castaño en tono duro y lo golpeó con fuerza en el pecho hasta que el mayor le detuvo las manos.

—Está bien, no hablemos más de eso. Sigamos hablando de Taehyung. ¿O quieres comenzar a pelear?

—Entonces. ¿Quién empezó primero?

—Admito que me equivoqué y te hice enojar. Pero ya no hagas esa cara, no es linda —dijo el pelinegro, extendiendo uno de sus dedos a los labios de Jimin acariciandolos.

Después Jungkook inclinó el rostro juntando sus labios en un suave beso.

—Si vuelves a hablar así, está noche haré que duermas con Hoseok y yo dormiré con Tae —lo amenazó Jimin.

Haciendo que Jungkook sonriera un poco antes de bajar la cabeza para besarlo, pero Jimin levantó la mano para bloquear el beso.

—¿Qué estás haciendo? Estamos en la parte delantera de la casa —dijo Jimin con el rostro sonrojado.

A pesar de que estaba molesto por lo que él pelinegro había dicho antes, Jungkook aún lograba abrumarlo fácilmente cuando actuaba así de meloso.

—Quiero besarte ahora mismo —dijo Jungkook, sosteniendo su mano que presionaba sobre su pecho.

Se inclinó y  besó suavemente el dorso de su mano.

—Detente Jungkook. Si Taehyung sale y nos ve será muy vergonzoso —se excuso Jimin, porque tenía miedo de que los otros los vieran.

—Mi corazón es el que se romperá —murmuró Jungkook.

—¿Qué dijiste? No pude escucharte con claridad.

—Nada, solo digo que eres malo, no puedo pedir ni un beso —continuó Jungkook.

—No tienes que sentarte aquí conmigo, ve y siéntate allí, me siento incómodo —dijo Jimin cambiando de tema para cubrir su vergüenza.

—Acabas de dormir en el mismo sitio que yo y no te quedaste antes. Ven aquí, yo también voy a dormir.

El pelinegro terminó de hablar y se acostó inmediatamente, puso a Jimin en el sofá y abrazó su delgado cuerpo sobre el suyo.

—Jungkook, déjame ir. ¿No tienes que abrazarme, verdad? Es incómodo —se quejó Jimin pero Jungkook abrazó su delgado cuerpo con fuerza, negándose a soltarlo hasta que el castaño se cansó y accedió a acostarse sobre su fuerte pecho.

—Estás loco. Como eres un hombre con poder te gusta usar la fuerza —le dijo Jimin mientras Jungkook continuaba abrazándolo.

—Pero te gusta, ¿no? Cuando uso la fuerza contigo —respondió Jungkook, echándose hacia atrás.

Esto hizo que la cara de Jimin se calentara y golpeara incómodamente el pecho de Jungkook con vergüenza. El mafioso solo rió desde su garganta. Después de eso los dos yacieron tranquilamente sobre el sofá, se oía solamente el suave sonido del viento y el de las olas rompiendo.


—Jimin despierta. ¿No vas a querer ir a nadar? —habló Jungkook, provocando que el joven que se había dormido abriera lentamente los ojos.

El pelinegro le quitó las gafas para permitir que sus ojos se adaptarán a la luz.

—¿Qué hora es ? —le preguntó Jimin en voz baja.

—Ya son las cuatro, Taehyung ha venido a merodear varias veces —dijo Jungkook con una sonrisa, mientras el castaño se incorporaba lentamente y se sentaba.

—Siempre terminó durmiendo encima de ti. ¿No estás cansado? —le preguntó, sabiendo que se había apoyado en el pecho de Jungkook.

—No estoy cansado. ¿Te quieres cambiar de ropa o vas a meterte al agua con lo que llevas? —preguntó Jungkook, sentándose.

Jimin se movió para pararse y se movió para ahuyentar el cansancio.

—No, me voy a quedar así. ¿De verdad vas a jugar con nosotros? —le volvió a preguntar Jimin de nuevo solo para estar seguro y Jungkook asintió.

—Cómo lo vas a hacer si estás tan viejo que no te puedes levantar —bromeó Jimin y lo jaló para que se pusiera de pie.

Jungkook se rió antes de abrazarlo de los hombros. Ambos caminaron hacia el grupo de subordinados sentados en el patio entre las dos casas. Taehyung estaba sentado ahí con Hoseok.

—¿Han dejado de jugar? —les preguntó Jungkook.

—No señor, solo vinimos a descansar —le respondió uno de sus hombres.

Jimin le hizo un gesto con la mano a Tae para que se levantara, el joven se puso de pie y se acercó al castaño.

—Me esperabas, ¿verdad? —le preguntó Jimin  y el jovencito asintió.

—Hobi me dijo que esperara para jugar contigo.

Jimin asintió y volteó a ver a Hoseok.

—¿Quieres ir a jugar con el bote banana? Tu jefe también irá —le dijo Jimin, haciendo que todos se quedarán en silencio y mirarán al mafioso con una mirada de sorpresa.

—¿Por qué tienen que hacer esas caras? ¿Qué tiene de extraño que monte en el bote banana? —preguntó Jungkook entrecerrado los ojos mientras miraba a sus empleados.

—No, no es extraño en absoluto. Le conduciré con una moto de agua señor —dijo uno de los subordinados antes de ir apresuradamente a preparar la moto de agua.

—¿Quién vendrá con nosotros? Es cómodo, no me importa —les dijo el pelinegro invitándolos a subir.

Se concluyó que las personas que iban a subir con la pareja serían: Hoseok, Taehyung, Jin, Jihyo y Eun Chae porque era un bote grande donde muchas personas podían sentarse.

Los otros subordinados se reunieron para jugar fútbol en la playa, mientras la Nana quiso sentarse a mirar y adelantar la comida de la noche. Dejando que las jóvenes mujeres se tomen un descanso. Jungkook tomó la mano de Jimin y caminó hasta el bote banana, además de llevar los chalecos salvavidas.

—Puedo ponermelo yo mismo.

—Quiero ponértelo yo —dijo Jungkook frunciendo el ceño, sin que nadie se de cuenta porque le preocupa que se pongan los chalecos el uno al otro.

Jimin ladeó la cabeza de un lado a otro porque no entendió la expresión del mayor, pero todavía entendía sus palabras. Antes de que Jungkook estirará la mano y apretará ligeramente su trasero. Entonces, Jimin entendió de inmediato el significado de la palabra poner que había dicho.

Jimin golpeó la mano de Jungkook no muy fuerte, con la cara completamente roja.

—Hombre estúpido, avergonzado a otras personas —se quejó Jimin en voz baja y Jungkook solo se rió.

Cuando todos terminaron de colocarse los chalecos salvavidas vinieron a organizar la posición de los asientos. La persona que lo organizó fue Jimin, en el siguiente orden: Jin, Jihyo, Eun Chae, Hoseok, Taehyung, él y al final Jungkook.

Cuando obtuvieron sus propios asientos, todos se sentaron y se prepararon para comenzar a jugar.

—¿Están listos? —gritó el subordinado que conducía la moto de agua.

—¡Listos! —gritaron todos en el bote.

Jimin se volvió para mirar a Jungkook con una amplia sonrisa.

—Toma un buen control de la popa y no te caigas primero —le dijo alegremente.

—Está bien, si me caigo, también te derribaré —respondió Jungkook con una sonrisa.

Jimin arrugó la nariz y luego se volvió y miró al frente otra vez. El bote banana comenzó a avanzar lentamente antes de acelerar. Se escuchó la divertida voz de Jin haciendo que todos comenzarán a hacer ruidos. Jimin vio en secreto que Hoseok estiró su brazo hacia atrás para agarrar a Taehyung pero no pensó demasiado en eso porque se estaba divirtiendo hasta que el pequeño cayó del bote con impacto en las olas del mar, haciendo que el guardia también caiga.

Cuando vio que Hoseok nadaba hacia Tae, Jimin se quedó tranquilo y siguió disfrutando. La fuerza de las caricias en su delgada cintura hizo que mirará hacia atrás, encontrándose con la astuta sonrisa de Jungkook.

—¡No, Jungkook! —gritó, mientras el mafioso lo sacaba del bote cuando éste tomó una curva.

—Jungkook, ¿por qué me tiraste? —le gritó de inmediato, ahogándose un poco en el mar.

El pelinegro flotó a su lado y abrazó su delgada cintura mientras sonreía.

—La diversión principal del bote banana es caerse —respondió Jungkook con simpleza.

—¿Estás loco? Lo más divertido es resistir sentado durante bastante tiempo —argumentó el castaño frotándose la cara húmeda.

Jungkook lo acercó a su pecho, ambos flotaban en el mar con los chalecos salvavidas. El mafioso vio que todos se habían caído del bote y el motociclista iba a recogerlos antes de comenzar una nueva ronda.

Jimin se sobresaltó cuando el pelinegro presionó los labios hacia él. La lengua caliente se deslizó rápidamente sintiendo la suave cavidad bucal y se enredó con la pequeña lengua de un lado al otro. Jimin que estaba un poco sorprendido al principio, comenzó a devolverle el beso. Sus lenguas estaban entrelazadas, sus labios húmedos se unieron con fervor, después de un tiempo, Jungkook se retiró lentamente mientras miraba a Jimin con ojos dulces.

—Un poco salado —dijo Jungkook antes de que Jimin le diera una palmada en el pecho.

—¡Estás loco! —se quejó un poco el castaño antes de que el bote se acercara para recogerlos y llevarlos a la orilla.

Jimin los invitó a jugar varias rondas más y en rondas posteriores se olvidó de organizar los asientos porque se estaba divirtiendo, causando que los subordinados agregaran a tres personas más que continuaron jugando durante dos rondas.

Luego Jungkook lo llevó a la playa y dejó que sus empleados continuarán jugando.

—¿Te gustaría seguir nadando? —le preguntó Jungkook al ver que no estaba del todo oscuro.

Jimin buscó a Taehyung y lo vio sentado no muy lejos en un montículo de piedras.

—Voy a jugar con Tae un rato —le contestó y Jungkook asintió.

—Subiré a la habitación a darme una ducha y después te trae una toalla para que te seques —le dijo Jungkook.

—Sí —respondió Jimin antes de caminar hacia el niño.

Jungkook se dió la vuelta y caminó por la parte trasera de la casa para que el frente no se ensuciara demasiado. Pero antes de entrar, escuchó el sonido de alguien discutiendo en el costado al lado de la otra casa y se acercó a ver quienes eran.


—¡Mientes, sabes que estás mintiendo —gritó una voz aguda.

—Te estoy diciendo la verdad Hoseok, ¿por qué tienes que culparme? —respondió Eun Chae con voz temblorosa.

—¿Qué está pasando? —pregunto Jungkook de pronto, haciendo que los dos que peleaban se congelarán—. ¿Qué está pasando? —preguntó Jungkook de nuevo con voz profunda.

—Nada señor, un pequeño asunto —respondió Hoseok en voz baja.

Jungkook entendió que su amigo no quería hablar en ese momento.

—Si no es nada, eso es bueno. Pero no vuelvan a pelear así, no me gusta que la gente que está bajo mi cuidado se comporte de esa manera, lo saben. Quiero que se respeten y se cuiden, no que estén peleando. ¿Entienden? —les  ordenó y Hoseok inclinó la cabeza en asentimiento al igual que la joven.

—Sí —respondieron ambos al unísono.

—No quiero interferir en los asuntos personales de nadie, pero no hagas sufrir a otras personas también. De acuerdo? —ordenó Jungkook de nuevo, clavando la vista en su hombre de confianza.

—Sí —respondió éste brevemente.

—Puedes retirarte —le dijo el mafioso a Eun Chae —la joven asintió y se retiró.

Jungkook se volteó hacia Hoseok y lo miró fijamente antes de hablar.

—Si no quieres decir nada no voy a preguntar. Si no está directamente relacionado conmigo o con Jimin, no tengo porque saberlo. Pero si hay algo que deba preocuparme a mí o a él, debes abrir la boca para contarlo todo. ¿Entiendes Hoseok? —le dijo Jungkook con voz tranquila.

Sus ojos miraron a su subordinado con presión.

—Sí, lo siento señor —respondió Hoseok.

—Anda, ve a cuidar de Tae, está sentado en la playa con  Jimin.

Pero antes de que Hoseok pudiera responder, la voz de su pareja se escuchó con fuerza.

—¡Hoseok! ¿Dónde estás? —gritó Jimin haciendo que ambos hombres se apresuraran hacia él.

—Aquí estoy señor —habló Hoseok que corría hacia él.

—¿Ya viste a Tae? —preguntó Jimin. En cuanto al mencionado le sonrió algo apenado.

—Lo vi —respondió Hoseok mirando al jovencito con pesar.

—Muy bien, pensé que no lo habías visto aún. Yo no me di cuenta por estar jugando en el bote, ¿en qué momento se golpeó? —suspiro Jimin con pesar —deberías de llevar a Tae a curarle esa herida y que descanse un rato. ¡Oh! Jungkook. ¿Por qué sigues parado aquí? —le preguntó Jimin al pelinegro en cuanto lo vio.

—Iba a tomar un baño pero escuché tu voz primero —le respondió Jungkook.

—Entonces será mejor que nos duchemos —le dijo Jimin.

Jungkook se acercó a él y lo sujetó por la cintura para guiarlo al interior de la casa.

—Hoseok, lleva a Tae a tomar una ducha y luego vengan a cenar con nosotros —ordenó Jungkook volteando a ver a su hombre.

—Bien,eso no es gran cosa —murmuró Jimin.

Jungkook pudo adivinar de qué hablaba su pareja y se dió una idea de lo que había sucedido, aunque no estaba muy seguro aún. Pensó que ese asunto tenía que resolverlo Hoseok por sí mismo y que él no iba a interferir en nada, pero si la cosa se ponía más grave tendría que hacer algo y lo mejor era que Jimin no supiera nada.

—Tomemos una ducha juntos para no perder el tiempo —sugirió Jungkook mientras entraban los dos en la habitación.

—No, te duchas primero tú —negó Jimin de inmediato.

—¿Vas a esperar a que me bañe primero? Me haces sentir mal ahora. Anda vamos a ducharnos juntos, no tengas miedo de que vaya a hacerte algo. Estoy esperando a hacértelo está noche —dijo Jungkook con una sonrisa.

Apoyo visual...

La playa a la que fueron de vacaciones.

Algo así se ve la villa en la que se están quedando.

Estás imágenes las iba a poner en el capítulo pasado, pero se me pasó jejeje.

También les recuerdo que al ser una adaptación de una historia Tailandesa cambie obviamente el lugar a donde fueron y busque una playa en Corea similar a la que describe la autora en la historia así como la casa.

Ahora comencemos a hacer teorías jejeje.

¿Que creen que le haya pasado a Tae y porque peleaba Hoseok con la sirvienta? Las leo.

Nos leemos bellezas...
         Besitos 😘😘😘

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