SEIS
Jimin se despertó por la mañana, tomó una ducha y comprobó si aún quedaba un rastro de las marcas, y sonrió al ver que ya eran menos visibles, así que decidió que ese día si iría a su trabajo. Se puso una camisa de manga larga para cubrir las marcas de las muñecas, junto con una corbata; y salió rumbo a su oficina.
—Jimin haz vuelto —saludó Lisa con alegría en cuanto lo vio entrar.
—Sí, ya me siento mejor —le respondió con una sonrisa.
—Lisa se acababa de quejar, porque no dejaste que te fuéramos a visitar, dijo que eras malo —dijo Rose bromeando.
—No quería que ninguna se enfermara, ¿Hay algún trabajo pendiente que no me hayan enviado? Si es así me lo llevas a mi oficina por favor —ordenó antes de dirigirse a su oficina.
Después de que Rose le entregará los pendientes, pasó todo el día trabajando, para compensar los días que estuvo ausente.
Al medio día su socia entró a verlo.
—Ya casi es hora del almuerzo, tómate un descanso.
—Solo será un rato más, pero dile a Rose que se vaya a comer, y tú igual, no me esperen.
—Está bien, las dos te esperamos, queremos comer juntos.
—Muy bien, entonces me apuro y nos vamos —él también quería comer con sus amigas.
Lisa asintió y salió, pero media hora después volvió a entrar.
—Jimin ahora sí estoy muriendo de hambre, y sabes que me pongo de malas —dijo jugando —¿Ya terminaste?
—Sí, justo te iba a mandar avisar con Rose, vámonos.
Estaba por salir de su oficina cuando la voz de su secretaria lo hizo detenerse.
—Ese hombre está aquí de nuevo, Jimin —dijo Rose haciendo que se detuviera, pensando que sería Jungkook.
—¿Quién? —preguntó rápidamente.
—¿Quién más podría ser? Estos días que estuviste enfermo, vino a preguntar por ti, quería que le diéramos tu dirección para irte a visitar, Lisa le dijo que no querías contagiar a nadie, pero aún así siguió viniendo diario para preguntar si ya habías vuelto.
Jimin suspiró aliviado, al darse cuenta de que no hablaban del pelinegro.
—Gracias, iré a hablar con él, yo mismo —dijo Jimin un poco más tranquilo que de costumbre.
Las dos mujeres dejaron escapar un suspiro de alivio, no importaba lo que Jimin dijera, ese hombre les daba mala espina y no les gustaba que fuera a verlo.
En la sala de espera el señor Choi San se levantó de inmediato en cuanto vio entrar a Jimin.
—¿Cómo estás Jimin? ¿Ya te sientes mejor? —preguntó San, causando un leve sonrojo en el castaño al recordar el verdadero motivo de su ausencia.
—Ya estoy mejor señor Choi, muchas gracias, pero siéntese por favor —contestó antes de sentarse en el sillón individual, para que así Choi San se sentara apartado de él.
—Tenía muchas ganas de visitarte, pero no sabía tu dirección —dijo el hombre regalándole una mirada dulce.
—No había necesidad señor Choi, no era gran cosa.
—De haber sabido que ya habías vuelto, te hubiera traído algo saludable para ayudarte a mejorar. Solo venía a preguntar por tu salud.
—Gracias, pero no tenía por qué molestarse.
—¿Ya has almorzado? Si no es así, te invito a comer, me voy a reunir con mi hermano en un restaurante de comida china que está deliciosa —preguntó San con una sonrisa, mientras buscaba acercarse más a él.
Jimin estaba listo para negarse, cuando de pronto la puerta de entrada se abrió dando paso a tres hombres, uno de los cuales Jimin conocía muy bien.
—Jimin —le habló Lisa, mientras le tocaba su hombro.
Los cuatro veían atentamente a los recién llegados, cada uno con un sentimiento distinto.
—¿Ya es la hora del almuerzo, Jimin? —preguntó Jungkook en voz baja mirando a Choi San de reojo.
Jimin se puso de pie y dió dos pasos hacia él.
—¿Por qué viniste? —le preguntó con severidad.
Choi San veía desconcertado a Jimin y al grupo de personas que acababan de entrar.
—Estoy aquí para verte —respondió el mafioso en un tono normal, pero sus ojos se fijaron en el rostro del hombre a su espalda.
—Este es el hombre que vino a buscarte el otro día Jimin, ¿lo conoces? —le susurró Lisa.
—Me conoce demasiado bien yo diría —dijo Jungkook que escuchó lo que la mujer le preguntó al castaño.
El corazón de Jimin parecía que quería dejar de latir en ese momento, y sus piernas no querían moverse de dónde estaba.
—¿Quién es este hombre Jimin? —preguntó San, que había empezando a sentirse un poco intimidado por la mirada del pelinegro y los dos hombres detrás de él.
—¿Para qué querías verme? —preguntó Jimin ignorando la pregunta de su molesto pretendiente.
Pero se estremeció con sorpresa cuando el fuerte brazo del mafioso se envolvió alrededor de su cintura. Lisa y Rose abrieron los ojos en estado de shock al ver esa acción, pues nunca antes habían visto a alguien acercarse de esa manera a su amigo.
—Oye ¿Que te sucede por que te tomas tantas confianzas con Jimin? —preguntó San sorprendido también por lo que había hecho.
Jimin forcejeo un poco con la intención de alejarse, pero los fuertes brazos lo apretaron con más fuerza, haciendo que hiciera una mueca de dolor.
—Te puedes callar, por favor —le exigió Jungkook, lo que hizo que el otro hombre que quedará atónito.
Rose y Lisa tuvieron que contener la risa al ver la expresión enojada y desconcertada de Choi.
—Vine a recogerte para ir a comer —se dirigió Jungkook a Jimin.
—Yo lo invité primero —interrumpió San quejándose y Jimin frunció el ceño.
—Chicos, ¿pueden sacar a este tipo de aquí? Mis oídos y mis ojos ya no lo soportan, y quiero hablar con mi esposa —le ordenó a sus subordinados.
Hoseok obedeció al instante, mientras que las dos mujeres y San se quedaron sin aliento cuando lo escucharon y Jimin se sonrojo.
—¿Quién es tu esposa? ¡Yo no lo soy! ¡Déjame ir! —gritó Jimin de inmediato.
Mientras que Choi San era sacado a la fuerza de la oficina, por Hoseok y el otro guardaespaldas de Jungkook.
—Eh… Jimin —comenzó a hablar Lisa con su curiosidad a punto de explotar.
—Vamos Jimin, ¿Aún estás enojado conmigo? —preguntó el pelinegro haciendo que Jimin lo mirara confundido.
—¿Cuál es tu problema? No tiene que venir y abrazarme así —replicó Jimin, mientras su corazón parecía querer salirse de su pecho de tan rápido que latía al estar tan cerca de ese hombre.
—Ya te dije, vine a buscarte para ir a comer —respondió antes de dirigirse a las dos mujeres — ¿Les molesta si me llevo a mi esposa para almorzar juntos?
—Jimin —Lisa se dirigió a su amigo nuevamente, quería saber si no estaba siendo obligado y sobre todo quería saber quién era Jungkook exactamente.
—¿Cómo puedes venir a decir esas cosas aquí Jungkook —se quejó el chico con voz nerviosa y avergonzado por haber sido llamado esposa frente a sus amigas.
—Bueno, entonces vayamos a otro lugar a hablar, ¿vienes?
Jungkook nunca antes había sido tan paciente con alguien y mucho menos había ido a buscar a nadie de esa manera, pero ahí estaba esperando tranquilamente a que el castaño tomará una decisión.
Jimin frunció los labios, estaba comenzando a estresarse con esa situación, volteo a ver a su socia y asintió.
—Váyanse ustedes, yo voy a ir con él a hablar de algunas cosas —dijo antes de volverse a mirar a Jungkook con ojos furiosos—. Vamos.
Jungkook esbozó una leve sonrisa antes de aferrarse a la delgada cintura de y caminar con él. Al principio Jimin se movió para caminar solo, pero él se lo impidió sujetándolo con más fuerza.
—Jimin, Jimin —le habló San tratando de acercarse pero los hombres que lo habían sacado se lo impedían.
Jungkook suspiró tratando de controlarse para no hacer una escena delante de Jimin, pero aún así se dirigió a él.
—Escúcheme bien señor, si no desea amanecer flotando en el mar aléjese de mi esposa, se lo digo por su bien.
Las palabras del mafioso hicieron que Choi San se congelará asustado, Jimin le gustaba pero no lo suficiente como para arriesgar su vida, y era más que obvio que ese hombre era peligroso, sin duda lo mejor sería buscar un nuevo contable para su negocio.
Cuando terminó de hablar, Jungkook llevó a Jimin hacia el auto, uno de sus empleados le abrió la puerta antes de subir al frente, mientras que detrás de ellos en otro coche iban otros guardias siguiéndolos.
—¿Por que te tomas atribuciones que no te corresponden? Amenazar al señor Choi y decir que soy tu esposa es algo que no tienes derecho a hacer —le reclamó en cuanto el auto comenzó a moverse.
—Solo estoy diciendo la verdad, ¿que hay de malo en eso? —respondió Jungkook en tono serio, y Jimin se sintió sofocado solo con ver sus ojos afilados.
—¿De verdad? ¿Qué es lo que quieres de mí? Solo fue una noche sin importancia.
—¿Estás listo para empacar tus cosas? —respondió el hombre ignorando el comentario del chico.
—¿Por qué eres así? Yo no pienso ir contigo a ningún lado —contesto enojado.
Jimin intentó alejarse, pero Jungkook lo agarró del brazo acercándolo nuevamente a él, inclinó su rostro a él haciendo que el joven se tensara.
—Te doy tres días más para que lo pienses y luego vendré por ti, no seas demasiado terco, porque no quiero usar la fuerza contra ti. Aunque tal vez eso es lo que quieres, ya que te gusta que sea rudo contigo —dijo lo último en tono burlón mientras acariciaba su mejilla.
Jimin seguía procesando sus palabras antes de apartar la mano de Jungkook y trato de alejarse nuevamente, pero los brazos del pelinegro eran como tenazas de acero así que no logró nada estaba atrapado por ese hombre.
—Claramente eres un psicópata —dijo con voz severa, suspiro frustrado.
—Los dos somos psicópatas, pequeño —respondió provocativamente, antes de estrellar su boca contra los suaves labios del castaño que habían estado apunto de abrirse para decir algo ignorando a sus hombres que estaban al frente.
Jimin gimió en protesta desde su garganta cuando Jungkook presionó sus labios hacia abajo con pasión y violencia; una lengua caliente presionando sobre su boca, saboreo y chupo esos regordetes belfos hasta que le dolió.
Jungkook besó apasionadamente, lo que hizo que su corazón latiera con fuerza. Las dos manos de Jimin se levantaron par golpear el fuerte pecho, pero fue atrapado por el pelinegro y lo apretó más de la cintura hasta que su torso dolio, se inclinó más cerca del fuerte pecho de Jungkook y este le sostuvo ambas manos con una de sus manos, luego uso la otra mano libre para apretar y bloquear su barbilla haciendo que el dolor, junto a un sabor metálico lo hiciera jadear.
Jimin no sabía porqué estaba tan emocionado, hasta que Jungkook comenzó a lamer lentamente sus labios, además de morder su labio inferior repetidamente. Antes de separarse, sus ojos estaban llenos de confusión, y Jungkook sonrió levemente, mientras veía su mirada y sabía que no era tan indiferente como pretendía hacerle creer.
—¿Cómo te sientes? Fuiste besado por un psicópata, ¿te importa o no? —dijo jugando un poco con sus palabras anteriores.
—Déjame ir ahora, me duele —se quejó y Jungkook sonrió porque sabía que su boca decía una cosa, pero su cuerpo decía otra.
Le encantaba ver el aspecto del castaño en ese momento, nunca había visto una mirada o un aspecto tan lascivo haciéndolo sentir emocionado y sediento por él. Soltó el brazo de Jimin que lo movió en círculos para aliviar un poco el dolor, mientras que Jungkook paso su dedo pulgar por sus labios y Jimin vio como el dedo tenía un rastro de sangre, no hacía falta decir que su boca ahora estaba rota, por eso había sentido el sabor salado y metálico durante el beso.
Su rostro se sonrojó completamente cuando Jungkook usó su lengua para lamer la sangre en su pulgar, mientras lo veía con lujuria impregnada en sus pupilas.
—Dulce —dijo el pelinegro y Jimin se sentía a punto de morir.
Los penetrantes ojos negros lo veían con una intensidad tal, que parecía como si quisiera decorarlo ahí mismo. Peligro era en lo único que Jimin pensaba, ese hombre era demasiado peligroso para él, mientras se daba cuenta de que Jungkook tenía influencia en su mente y sentimientos, aunque solo se habían visto pocas veces.
La risa suave del mafioso hizo que Jimin se alejara un poco dejando atrás su aturdimiento.
—Tú… tú —tartamudeo no sabiendo si maldecirlo o no, ya que ahora mismo su corazón latía fuertemente.
—¿Qué te gustaría comer? —preguntó de pronto el pelinegro sin prestar mucha atención a la condición del chico.
—¿A dónde me llevas?
Hasta ese momento Jimin recordó que iba en el auto de Jungkook.
—Bueno, vamos a ir a buscar algo de comida ¿Qué te gustaría comer? haré que alguien lo ordene para ti, y así podrás comer cuando lleguemos —dijo en tono suplicante.
Jimin se le quedó mirando antes de desviar la mirada con un leve suspiro, sabiendo que no podía escapar, ya que el auto iba en movimiento.
—Lo que sea —respondió brevemente con el ceño fruncido porque no podía pensar en cómo debería hablar sobre esa extraña relación que tenía con él de la noche a la mañana.
—Entonces hagamos que lo ordenen —le dijo brevemente dejando que el castaño se perdiera en sus pensamientos.
Mientras observaba de reojo a Jimin, Jungkook pensó en que nunca había sentido la necesidad de sentarse y mirar a alguien durante mucho tiempo, pues nunca pensó en apartar los ojos del hermoso joven a su lado, no entendía porque se sentía así solo por Jimin. Aunque todo el tiempo tenía muchas personas para elegir, nadie le gustaba tanto como lo hacía él.
Jimin podía sentir la mirada de Jungkook sobre él, había permanecido en silencio tratando de encontrar la manera de salir del coche, pero un sentimiento cálido persiste en su corazón y eso lo intranquilizaba.
El auto no se detuvo hasta que llegaron al hotel donde se habían conocido.
—¿Por qué me trajiste aquí? —preguntó Jimin mientras volteaba a verlo en estado de alerta y con una expresión de pánico en su voz.
—Te traje a comer —respondió Jungkook —necesitas comer algo de buena comida —dijo antes de bajar del vehículo y extender la mano para ayudarle a bajar.
Jimin se negó con fastidio y bajó por el otro lado el solo, robándole un sonrisa divertida al mafioso. En cuanto estuvo cerca de él, Jungkook lo sostuvo por la cintura nuevamente y lo condujo al interior del hotel con sus guardias siguiéndolos de cerca.
Nada más entrar, todo el personal del hotel lo saludo con respeto y los guiaron hasta una mesa privada dentro del restaurante. Jimin veía a su alrededor perplejo por la presencia del personal y todos los guardias que veían al hombre con respeto y amabilidad.
En medio de la sala había una mesa de comedor que ya estaba preparada.
—Siéntate —ordenó Jungkook
Jimin se sentó mientras veía que a pesar de ser la hora del almuerzo el lugar estaba completamente vacío, los guardias esperaban afuera por si su jefe los llamaba.
—¿Quién eres? —le preguntó Jimin confundido.
—Te lo dije, mi nombre es Jungkook, ya sabes mi nombre.
—Quiero decir, ¿qué haces exactamente? ¿Por qué la gente te sigue así? ¿Por qué el personal es tan respetuoso contigo? —preguntó Jimin de nuevo, y Jungkook se rió suavemente en su garganta.
—¿Qué quieres saber sobre mi? —respondió seriamente.
—Lo justo ya que tú pareces conocer sobre mi, es que yo también sepa sobre ti ¿no crees? —dijo Jimin con firmeza. Tenía miedo de lo ese hombre era, pero no podía demostrarlo.
—Es normal que una esposa quiera saber todo sobre su esposo —dijo Jungkook.
Haciendo que el rostro de Jimin se caliente, no estaba acostumbrado a ser llamado de esa manera. Al ver su expresión apenada Jungkook pensó en cómo muchos hombres antes esperaban que él se refiriera a ellos de esa manera pero nunca le nació hacerlo a la única persona a la que quería darle esa mención era a Jimin.
—Primero come tu comida, y después responderé todas tus preguntas —respondió el pelinegro —como tranquilo, te aseguro que no te envenenaras —jugando un poco, Jimin rodó lo ojos y tomó los palillos para comenzar a jugar.
Jungkook sonrió satisfecho, antes de que los dos se sentaran a comer en silencio, Jimin trataba de no prestarle atención al pelinegro, la comida era realmente deliciosa.
—Gracias —dijo Jimin cortésmente cuando terminó de comer.
—¿Qué quieres preguntar? Solo hazlo —respondió.
—¿A qué te dedicas? —preguntó de inmediato con mucha curiosidad al respecto.
—Soy un hombre de negocios.
—¿Empresario? Hay gente siguiéndome como si fueras de la mafia —dijo Jimin antes de estremecerse cuando vio la sonrisa de Jungkook —Tú... ¿Tú eres de la mafia? —preguntó sorprendido, al principio fue solo un pensamiento, pero ahora estaba seguro de que era verdad.
—¿Qué es la mafia? ¿Cuál es la definición de mafia? —preguntó el pelinegro.
—Bueno, no lo sé con exactitud pero sí sé que todos los mafiosos licen así como tú y están fuera de la ley.
—Todo depende que aquí en preguntes hay quienes te van a decir que solo soy un hombre de negocios y otros que soy un peligroso mafioso, pero lo que realmente importa es que todo lo que pidas puedo dartelo.
—¿Pero por que yo? ¿Por qué alguien como tú, estaría interesado en alguien como yo? Podrías tener a cualquier persona que quisieras, ¿por qué yo?
—Puedo encontrar muchas personas pero nadie me gusta ni me ha hecho sentir satisfecho en su totalidad, ni tampoco me hace sentir lo que tú —dijo sin rodeos.
—¿Simplemente te gusto? —preguntó Jimin sintiendo un hormigueo y un poco de vergüenza, por lo que él mafioso está diciendo.
—¿No es eso suficiente?
Jungkook enarcó una ceja mientras que Jimin apretó los puños al escucharlo, para ese hombre todo era tan simple como eso.
—¡No! ¡No es suficiente! ¿De dónde sacas que es eso correcto? Venir y obligar a otra persona a vivir contigo solo por que te gusta, eso es de locos —gritó furioso
Jungkook lo miraba como si no hubiera dicho nada, mientras que él quería saltarle encima y estrangularlo, si no fuera por miedo a los empleados de Jungkook lo haría.
—Soy una persona no un objeto el cual vas y compras cuando quieres, lo llevas a casa lo usas, esperas a que te aburras y luego lo tires a la basura —hablo Jimin con tono severo y lleno de rabia —. Otra pregunta, ¿Me elegiste por tus preferencias en la cama?
—Si —respondió el mafioso sin rodeos.
—En tu casa ¿Cuántas esposas tienes? —preguntó de nuevo, queriendo saber más.
—Eres el primero.
—¿Y si te gusta alguien más? Lo llevaras conmigo para que él sea la segunda o tercera esposa ¿verdad?
Jungkook asintió aguantando las ganas de reír al verla expresión del castaño, y es que no había podido aguantar las ganas de burlarse de él, mientras que Jimin se sentía demasiado molesto.
—No tengo nada más que hablar contigo. De ahora en adelante no vuelvas a meterte conmigo, o de lo contrario llamaré a la policía —gritó lleno de frustración.
Jimin no entendía porque se sentía molesto por la actitud de Jungkook, solo habían estado juntas una sola vez, ¿Por qué tenía tanta influencia sobre él? Pero ya no quería seguir pensando en eso, intentó ponerse de pie, pero apenas y dió un paso fuera de la mesa, su delgada figura se vio atrapada nuevamente por los fuertes brazos de Jungkook.
—Solo estaba bromeando, tranquilo, ¿Cómo podría reemplazarte? Solo mira lo bien que combinamos los dos —dijo Jungkook mientras lo veía con incredulidad.
—No debes de estar confundido Jimin, con gusto te puedo recordar en que más somos compatibles —dijo sonriendo de manera sensual y atrevida.
Notas de la autora que nadie lee.
En el capítulo uno me equivoqué en el nombre de la pareja de Jackson, puse que era Yoongi cuando no era así, ya lo corregí, les comento esto porque en los próximos capítulos se volverá a mencionar y no quiero que se confundan cuando vean que el nombre de la pareja de Jackson ahora es Mark.
Nos leemos bellezas...
Besitos 😘😘😘
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