DAY FIVE
11:20 pm
Los últimos dos días habían sido una locura, descubrir que sus amigos eran en realidad hermanos de Jimin y por consecuencia también demonios sorprendió mucho a Jungkook, pero cada vez estaba más convencido de toda esa locura. Su relación con Jimin había dado un cambio drástico, de ser los mejores amigos habían pasado a ser pareja, al día siguiente de su ataque de celos con Taemin, todos en la universidad sabían que había hecho un escándalo en el estacionamiento, Lisa no quería ni dirigirle la palabra y la comprendía.
Físicamente estaba sufriendo cambios, sus músculos de sus brazos los notaba más grandes y tonificados, su abdomen estaba mucho más marcado hasta sus piernas las notaba más trabajadas, era como si un año de gimnasio lo hubiera hecho en un día, su temperatura corporal había aumentado pero no se sentía mal al contrario. Jimin ya le había dicho que comenzaría a cambiar su físico, pues en el momento en que lo aceptó, había aceptado el cambio y todo culminaría al séptimo día, cuando lo tomaría por última vez como siendo un humano para transformarse en un incubo y aceptar su puesto al lado de él.
Pero entre todas esas cosas buenas también estaban las malas, Namjoon y Jackson que eran los mayores habían hablado con él y le habían dicho algo que lo tenía preocupado. Según le dijeron Jimin era el único demonio Súcubo de su clan, en él estaba la responsabilidad del liderazgo de su estirpe y para eso le habían otorgado la misión de buscar al humano elegido para ese cometido, según le explicaron cualquier humano se podía convertir en Súcubo pero no cualquiera se podía volver un incubo.
El problema radicaba en que el oráculo que les decía dónde encontrar a ese humano elegido, solo dijo que Jimin en persona debía encontrarlo, no dió pistas, ni rostros, nada y tenían que su hermanito al haberse enamorado de él se hubiera equivocado, si eso era su alma humana se perdería y ya, pero Jimin sufriría un castigo pero que la muerte, sin contar que su clan dejaría de existir pues los demás clanes de demonios irían tras ellos para obtener el liderazgo.
Ahora dudaba si realmente era él el elegido, pero solo podría confirmarlo o negarlo el último día, según le explicó Taehyung en la séptima luna acudirían él y Jimin al templo sagrado dónde unirían sus cuerpos después de realizar el ritual marcado en los libros oscuros, si Jimin quedaba en cinta su cuerpo se transformaría iluminando el lugar, pero si no...
—Kook ¿en qué piensas? —la dulce voz de Jimin interrumpió sus pensamientos.
—En nada, o bueno si en ti, en que quiero enterrarme muy profundo en ti, me hiciste adicto a tu cuerpo pequeño demonio, ya solo puedo pensar en sexo.
Jimin rió de esa forma tan dulce y tierna que tenía de hacerlo, y se sentó de inmediato a horcajadas sobre él, Jungkook amaba eso, esa dualidad que poseía, podía ser la cosa más dulce y tierna un momento y al segundo siguiente estar convertido en el pecado mismo. Y eso sabía que no era por ser un Súcubo eso era Jimin siendo Jimin.
—Yo no te hice nada, solo es tu cuerpo que busca al mío, es esa necesidad de dejar tu semilla en mi para reproducirse y yo disfruto tanto dejandote hacerlo —le dijo al oído para después morder su lóbulo suavemente.
Las manos de Jungkook estaban sosteniendo el trasero del demonio y moviéndolo de tal forma que comenzó a frotarse sobre su ya despierto miembro, mientras suaves gemidos comenzaban a escapar de la garganta de Jimin.
—Me encantas Jimin, eres una delicia, voy a disfrutar tanto hacerte el amor todos los días y a todas horas -le dijo mientras besaba su cuello y lamía su tersa piel.
Jimin tenía los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, disfrutando de las caricias de Jungkook, el dolor en su bajo vientre era una muestra de su excitación pensó, mientras el pelinegro se encargaba de desnudarlo quitando la larga camisa que traía, y que era la única prenda que lo cubría, se deleitó mordiendo sus pezones de forma salvaje, no había suavidad en el acto y eso le gustaba, le encantaba que Jungkook no lo tratara como una delicada flor.
—Oh... Kook... te necesito... ahhh... —
—habló entre gemidos necesitados.
—Déjame prepararte bien, no quiero lastimarte.
—No, lo quiero ya —refutó molestó y tomó el control de la situación.
No le quitó la ropa, solo desabrochó su pantalón y saco su miembro tomándolo entre sus manos alienandolo a su entrada, y se dejó caer embalandose por completo, grito por la fuerte intromisión y juro que se desgarró un poco, pero la necesidad y el deseo por sentir al pelinegro eran mayores al dolor que su cuerpo humano pudiera sentir.
Jungkook lo tomó por la cintura ayudándolo a impulsarse de arriba hacia abajo, el sonido de sus pieles chocando por la fuerza de los sentones, sumando a los intensos gemidos de ambos, formaban una melodía erótica y placentera.
—Ahh... Jimin me encanta verte disfrutar.
—Y a mi me encanta que seas tú quien me ponga así... aaahh —interrumpio sus palabras con un gemido al tocar con la cabeza del miembro de Jungkook su punto de placer.
Una fina capa de sudor cubría el cuerpo de Jimin por el esfuerzo y el placer, y Jungkook cambio de posición, sin salirse levantó a Jimin y lo recostó boca abajo con su precioso culo elevado hacia él, podía ver cómo se tragaba su polla con cada embestida, sacaba casi por completo su miembro antes de volverlo a meter con fuerza.
—Separa tus nalgas mi amor, déjame ver mejor como te tragas mi polla, me encanta ver cómo la decoras por completo.
Jimin obedeció y con sus manos hacia atrás abrió sus nalgas, mientras ladeaba su cabeza para ver a Jungkook disfrutar de poseerlo. Con cada embestida su propio miembro se frotaba en el asiento del sofá, haciendo aún más placenteras las penetraciones.
—Ahhh... así Kook... ahhh...
—¿Te gusta bebé?
—Sí... sí... me encanta... dame más... más fuerte...
—Tan puto, tan necesitado de mi polla me encantas...
Tres, cuatro, cinco embestidas más y Jimin se liberó entre gemidos mientras Jungkook lo llenaba por completo y se dejaba caer sobre él, mientras besaba su espalda.
12:00 am día seis...
Todavía estaba dentro de Jimin cuando sintió el cuerpo del demonio temblar y un grito de agonía se escuchaba, se levantó rápidamente y giró el cuerpo de Jimin que había comenzado a calentarse sobremanera.
—¡Jimin! ¿Qué tienes? ¿Qué pasa? —gritó preocupado.
—No lo sé, pero me duele, me duele mucho...
No sabía qué hacer, está desesperado, Jimin estaba sufriendo y no sabía porque.
—¡Namjoon! ¡Namjoon! —gritó desesperado —su amigo y cuñado le había dicho que si necesitaba de ellos solo gritara su nombre y vendrían y así pasó.
Su amigo apareció frente a él y no tuvo necesidad de decir nada, pues solo bastó con escuchar los gritos de dolor del rubio para que corriera a ayudar.
—Tranquilo pequeño todo está bien, ya va a pasar —le dijo mientras lo tomaba entre sus brazos, después habló en un idioma extraño y desconocido para él y un portal se abrió.
—¿A dónde lo llevas? —preguntó temeroso.
—Lo llevó a casa y tú vienes conmigo, el momento se acerca Jungkook, su cuerpo ha comenzado a prepararse para el ritual, por eso le duele, necesita adaptarse a lo que se avecina.
Un profundo miedo se apoderó de él, pero no era miedo por si mismo, era miedo por Jimin, por su pequeño y dulce demonio al que amaba, solo rogaba porque si fuera él el elegido, morir no le importaba pero no quería que Jimin sufriera.
Se viene el drama...
Hagan sus apuestas ¿Si es Jungkook el elegido o no?
Las leo bellezas...
Besitos 😘😘😘
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