5. ACEPTO

Todo sucedió tan deprisa, el último año fue una montaña rusa de emociones, descubrimientos y nuevos comienzos. Después del fracaso de mi relación con Yoongi, no pensé volver a encontrar el amor, y mucho menos en el lugar más inesperado. Ir a Play With Fire y aceptar entrar en aquella habitación roja fue la mejor decisión de mi vida, conocer a Jungkook es lo mejor que me pudo suceder.

A su lado aprendí tantas cosas y descubrí un lado mío que no pensé que tenía, y no solo es el fantástico sexo a lo que me refiero, sino también a que aprendí a que el amor debe ser de ambas partes, y que si yo no me amo lo suficiente tampoco puedo amar y ni recibir amor, aprendí que no necesito complacer a los demás, que mi prioridad debo de ser yo. 

Juntos somos un equipo perfecto, nos complementamos de una excelente manera. Por eso, cuando el día de nuestro aniversario, después de una cena maravillosa, y con una hermosa vista de la ciudad como testigo, Jungkook se arrodilló frente a mi y me pidió que me casará con él, no dude al decir que si.

Ninguno quería nada ostentoso, solo una pequeña recepción con nuestros amigos y familiares más cercanos, y así lo hicimos. La ceremonia fue como un borrón del que no tengo consciencia exacta, las palabras del juez no se guardaron en mi memoria, pero nuestros votos, las promesas que nos hicimos el uno al otro las tengo grabadas con fuego.

—Jimin desde el primer instante en que te ví, supe que quería ser el dueño de tu corazón y tus pensamientos, te he amado desde el primer segundo y lo voy a hacer por el resto de mi vida y aún después de la muerte, y mi única misión es hacerte inmensamente feliz, te amo bebé —su voz se escuchaba tan ronca por la emoción contenida, y yo no podía dejar de llorar.

Cerré los ojos unos segundos para controlarme o no podría hablar. Entrelace nuestras manos mientras volvía a fijar mi mirada sobre la suya.

—Jungkook, nunca me voy a arrepentir de haber cruzado aquella puerta roja, nunca creí ser capaz de amar tanto como te amo y prometo siempre ser lo que tú necesites, tu amigo, tu amante, tu confidente, y el hombre que siempre te va a amar.

Quería decir más, pero el nudo de emoción en mi garganta lo impidió, el juez volvió a hablar, certificó nuestros votos y nos declaró oficialmente esposos, Tres horas después nos escapamos de nuestra fiesta, todos reían y bailaban y no notaron cuando Jungkook tomó mi mano y me llevó hasta el auto que nos llevaría a dónde pasaríamos nuestra primera noche juntos como recién casados, antes de irnos a nuestra luna de miel.

Los nervios recorrían mi cuerpo, Jungkook se había negado a decirme a dónde me llevaría, ni tampoco porque insistió en rentar una habitación de hotel, en lugar de volver a nuestra casa. Teníamos aproximadamente unos quince minutos de trayecto cuando estacionó el auto y sacó una pañoleta negra del interior de su saco.

—Tengo que vendarte los ojos mi amor, no quiero arruinar tu sorpresa —me dice con esa sonrisa traviesa pintando su rostro, y me es imposible decirle que no.

Con cuidado la ató detrás de mi cabeza y después de asegurarse que no veía absolutamente nada, volvió a encender el auto. Dicen que cuando un sentido se pierde los demás se agudizan y eso lo comprobé cuando al paso de los minutos, comencé a ser más consciente de los sonidos a mi alrededor, el aroma de su loción golpeó mi nariz tan fresca como si la acabará de aplicar, y un escalofrío me recorrió cuando su mano comenzó a acariciar mis piernas subiendo hasta mi ingle, casi rozando con mi miembro antes de volver a descender burlándose de mí.

—Llegamos —anunció mientras se estacionaba —espera yo te ayudaré a salir y a caminar. No te quites la venda o te voy a castigar bebé —continuó diciendo, y casi podía jurar que su tono ante la amenaza, era más como un reto a que lo desafiará.

Pero no cedí ante la tentación, me encantaba que me castigará, pero no quería arruinar la sorpresa que tan celosamente preparó, así que solo esperé. Lo escuché bajar del auto y caminar hasta mi lado, abrió la puerta y tomando mi mano me ayudó a salir, en ningún momento me soltó, nuestros pasos resonaban sobre el suelo, lo que me indico que estábamos en un estacionamiento subterráneo, me guío hasta una puerta la cual me ayudó a cruzar para que no me chocará contra nada.

No podía ver, pero el silencio que nos envolvía, me hizo darme cuenta que no estábamos en ningún hotel, y la ansiedad creció un poco más en mi estómago, el aroma del lugar, me resultaba familiar pero no podía recordar, estaba tan concentrado en tratar de ubicar en dónde estábamos que cuando pasó su mano por mi cintura me hizo sobresaltarme un poco.

—Vamos, nuestro lecho nupcial nos espera —dijo con su voz sonando ronca por la excitación de lo que tenía planeado.

Caminamos un poco antes de que volviera a abrir una puerta y me llevará dentro de otra habitación, el aroma se hizo más intenso y podía percibir ciertas notas de frutos y también algo amaderado, muy parecido al aroma de su perfume.

—No vas a quitarte la venda hasta que yo lo haga, yo me voy a encargar de desnudarte —dice y yo asiento ganándome una fuerte nalgada al instante —sabes que no me gusta que respondas con mímica mi amor.

—Lo… lo siento —respondo en un jadeo necesitado,  por lo caliente que me pone cuando su lado dominante toma el control.

Con calma comienza a desnudarme, poco a poco cada una de las prendas que llevo va desapareciendo de mi cuerpo, entre besos, y caricias mientras las va quitando, hasta dejarme solo con la venda en mis ojos.

—Eres precioso bebé, jamás me cansaré de admirar tu cuerpo desnudo, quiero probar cada centímetro de tu piel, marcar con mis besos, cada espacio de tu cuerpo, para que nunca olvides a quien perteneces, 

—Hazlo —suplico, y casi puedo jurar que una sonrisa torcida se dibujó en su rostro. Antes de sentir su lengua deslizarse entre el hueco de mi cuello con rumbo hacia mi oreja.

Tira de mi lóbulo con sus dientes, y jadeo en respuesta, sus manos se encargan de acariciar mi cuerpo, mientras una recorre mi espalda hasta mis nalgas estrujandolas, la otra acaricia mi pecho antes de pellizcar uno de mis pezones, y yo solo me arqueo pegando mi cuerpo al suyo por la espalda, 

—Tan receptivo, tan necesitado —dice en un susurró sobre mi oído, antes de que se aleje de mi.

Lo escuchó moverse a mi alrededor, y como tira de algo que suena como un riel, antes de que el click de algo al cerrarse suene, mientras yo permanezco de pie en el mismo lugar en el que me dejó, pasan un par de minutos hasta que vuelvo a sentir sus manos sobre mi cintura.

—Te voy a atar cariño, y luego voy usar un par de juguetes, antes de follarte así de pie, y tendrás prohibido correrte sin mi permiso, si lo haces, no solo no te voy a quitar la venda, también te voy a anotar tu precioso culo con una fusta, ¿entendido? —pregunta mientras su dedo pulgar se desliza entre mis nalgas.

—Si mi amor —respondo.

—Perfecto, ¿ahora dime cuales son tus palabras de seguridad? —vuelve a preguntar.

—Amarillo sin estoy llegando a mi límite tolerable  y rojo si el dolor me sobrepasa —digo y me gano un beso rápido en los labios antes de que asienta complacido.

Siempre me recuerda las palabras de seguridad antes de comenzar, asegurándose de que cualquier cosa que me haga sea para el placer de ambos y que no me lastime, durante todo este tiempo solo he usado la de amarillo una sola vez y fue cuando uso un “Sounding plug”  la sensación fue tan intensa cuando quería correrme y no podía que comencé a tener un ataque de ansiedad, y grité la palabra, entre sollozos mezcla de placer y desesperación.

Jungkook se detuvo al instante y con cuidado sacó la delgada varilla de metal de mi uretra, para después estimularme con su boca hasta que conseguí tranquilizarme, y me corrí en su boca. Y jamás he llegado a necesitar decir rojo y el me aseguro que jamás la diría, confío plenamente en él así que lo obedezco cuando me guía hasta el lugar donde escuché el riel y de inmediato me doy cuenta que es una cruz de San Andrés.

Me coloca en posición y me asegura los tobillos y las muñecas con las correas en cada punta y también me colocó una correa más alrededor del cuello dejándome completamente extendido e inmovil a su entera disposición. 

—Hace mucho que deseaba  hacer esto, tenerte así, luces precioso mi amor —elogio antes de atacar mi boca con un ansia salvaje,

Su mano tomó mi miembro entre sus manos masturbándome, mientras con la otra se encargaba de esparcir el lubricante que había puesto en sus dedos sobre mi entrada.

—Ahh… Jungkook me voy a venir —hable entre jadeos, cuando metió dos de sus dedos al mismo  tiempo en mi apretado canal, para prepararme.

—Si lo haces te voy a azotar hasta dejar tu precioso culo rojo y no podrás pasar unas horas sentado en el avión —dijo adviritiendome lo que pasaría, y aunque amaba sus castigos por la recompensa del final, no estaba en mis planes pasar el vuelo a mi luna de miel sobre mi trasero adolorido.

Cuando mi resistencia estaba por caer, mi marido se detuvo, se alejó unos cuantos pasos, escuché el ruido de cajones abriéndose, antes de volverlo a sentir junto a mi, pero en mi espalda. Su aliento tibio golpeó sobre mi oído cuando me habló.

—Quería seguir jugando bebé, pero necesito enterrarte mi polla o voy a desfallecer —me dice antes de besar mis hombros y cuello.

Siento la punta de su polla en mi entrada y mi necesidad aumenta, quiero moverme, empujar hacia él para que me penetre por fin, pero no puedo, y gimo mientras suplico por qué lo haga, mientras él me tortura solo empujando un poco y retirándose para seguir frotando entre mis nalgas

—Kook, por favor lo necesito —suplico y escucho su risa divertida.

—¿Lo quieres bebé? ¿Quieres la polla de tu papi, en tu culo?

—Sí, sí.

—Suplicame, ruégame que te folle, suplicale a tu papi por su polla.

—Por favor dame tu polla papi, mi culo la necesita, te lo ruego —suplicó sin vergüenza —. Por favor papi… aahhh

Un fuerte grito se escucha cuando me penetra de golpe hasta el fondo, sus embestidas son rudas, salvajes y sin ningún tipo de control, saca su verga casi por completo antes de volver a embestir con fuerza, siento mis piernas temblar y mis brazos entumidos por la incómoda posición, pero no me importa, no quiero que se detenga.

Mi orgasmo se empieza a formar en mi vientre, lo siento y se que no voy a resistir mucho más, pero como si Jungkook lo supiera, se retira por completo y yo me quejó.

—No, no pares por favor —le suplico.

Mis ruegos son callados por su boca, sin dejar de besarme, aflojar las correas de mis brazos y lo envuelvo con mis brazos, sin mucha fuerza. Entre gruñidos y jadeos romper el beso para poder quitar los amarres en mis tobillos, que besa una vez que los libera, por último quita la correa alrededor de mi cuello, liberandome por fin.

Me carga y mis piernas lo envuelven por automático, da un par de pasos antes de dejarme suavemente sobre un colchón, y antes de que logre formular alguna palabra, abre mis piernas y me vuelve a penetrar.

—Ahhh… Kook… así, ohh dios, no pares.

—No tengo intención de hacerlo mi amor —dice sin disminuir ni por un segundo sus embistes.

Soy un desastre de gemidos y palabras incoherentes, mi cuerpo está sobre excitado, y entre la nebulosa en mi cabeza creo entender porque Jungkook quiso que estuviera todo el tiempo con los ojos vendados, el hecho de no poder ver, me permitió sentir cada cosa con mayor intensidad, y ahora mismo ya no puedo contenerme.

—Ahhh… mi amor… no puedo más… ohh… —jadeo al borde del clímax.

—Correte bebé —dice al mismo tiempo en que la cabeza de su polla golpea el punto exacto en mi interior.

Más que gemir grito cuando por fin me dejó ir, y mientras mi semen sale disparado hacia mi abdomen, y mi cuerpo entra en una especie de limbo, me siento ingrávido, por el intenso orgasmo, mi cuerpo se curva hacia arriba, mis manos aferradas a su espalda, con mis uñas clavándose en su piel. Las penetraciones ahora son más rápidas hasta que siento su caliente nectar llenarme por completo cuando se corre.

Su cuerpo cae sobre el mío, pero cuidando de no aplastarme, nuestros cuerpos se sienten pegajosos por el sudor y mis fluidos, pero nada de eso importa ahora, solo sus labios buscando los míos, y sin dejar de besarme, sus dedos tiran de la venda de mis ojos, permitiéndome volver a ver, parpadeo un par de veces buscando enfocar correctamente, después de tanto tiempo en la penumbra.

Y solo entonces veo la luz roja que baña la habitación por completo, y un estremecimiento me recorre al darme cuenta en dónde estamos. Mis ojos buscan los suyos queriendo encontrar una respuesta a mi pregunta silenciosa.

—Lo pensé durante un tiempo —comienza a hablar, mientras sus dedos acarician mi rostro acunándolo—. Quería que nuestra primera noche como esposos fuera especial, y la idea llegó sola, cuando recordé nuestra primera vez juntos —dice y yo no podría estar más de acuerdo con  él.

—¿Cómo lo conseguiste? —le pregunto y él me sonríe de esa forma tan malditamente sexy y traviesa que tanto me gusta.

—Las ventajas de ser amigo del dueño —dice y yo rió asintiendo.

Nos besamos nuevamente, sin ninguna otra intención que la de disfrutar de nuestra compañía, mis ojos recorren la habitación cuando nos separamos, mi corazón late emocionado. Aquí comenzó todo, me recordé a mi mismo cruzando el umbral de la puerta nervioso por lo que iba a suceder, como mi cuerpo reaccionó de inmediato a su presencia y como todos mis miedos e inseguridades se fueron alejando entre sus manos.

La habitación RED podría estar diseñada para explorar tus propios límites de placer, pero para mí era el lugar donde aprendí a disfrutar sin complejos, entre los brazos de un extraño que resultó ser el amor de mi vida. Está habitación roja, con sus artilugios para el sexo rudo fue el testigo del inicio de nuestra relación y era justo que también fuera parte del inicio de una nueva etapa en nuestro amor.

Fin.





Y así llegamos al final de esta historia, espero que les haya gustado y perdón por la tardanza. Les iba a dejar un par de imágenes de apoyo para los aditamentos que narre en el capítulo, pero luego la plataforma se pone mamona, y no me quise arriesgar.

Si quieren saber que imágenes son, las pasaré por el canal de WhatsApp, si aún no han ingresado, no duden en pedir el enlace.

Nos leemos en la próxima historia bellezas. Gracias por acompañarme hasta aquí, por leer y disfrutar con lo que escribo.

Las quiero mucho.

Besitos Lujuriosos 😘😘😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top