𑁍┊Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ⅢⅩ
︿ ︿ ︿ ﹀ ﹀ ﹀
▗ ▘➤ "Hospitalización por un accidente"
--------------------------------┊⁀➷
Cuando finalmente arribaron a su destino, decidieron descender del carruaje y se dirigieron hacia el centro de salud. En el interior, se encontraban hospitalizados los abuelos de los mellizos. Nada más consultar al personal sobre el estado de Cordelia y Nathair, una de las enfermeras amablemente les indicó que la siguieran. Ella los guió a través de los pasillos del centro hasta llegar a un cuarto en el que estaban internados los anciano.
Al entrar en la habitación donde se hallaban sus mayores, se adentraron lentamente en el espacio. La escena que encontraron fue conmovedora: allí estaban sus abuelos, reposando en la cama, visiblemente fatigados. Algunas áreas de su cuerpo estaban vendadas, evidenciando las lesiones sufridas a causa del accidente. La atmósfera en la habitación transmitía una mezcla de tranquilidad y preocupación, mientras los mayores intentaban recuperarse de las secuelas del desafortunado suceso.
— Oh no... -Expresó Acyn, visiblemente preocupado-
— Abuelo... Abuela. -Las lágrimas comenzaron a brotar-
— Oh, mi pequeña... -Dijo Robin, abrazando a su hija-
— Se recuperarán, ya verás... -Afirmó Nagi en un intento de consolarla-
Despues de algunas horas...
La familia permanecía en el hospital, pero no había señales de que sus seres queridos fueran a despertar en un futuro cercano. A medida que avanzaba el tiempo, llegó el momento de que se cerraran las horas de visita. Ante esta situación, decidieron regresar al instituto, dejando atrás a Robin, quien había optado por quedarse para vigilar el estado de salud de sus suegros.
Los tres estudiantes arribaron sin contratiempos a la Academia Alderic. Una vez allí, los hermanos se despidieron de Nagi, expresándole su sincero agradecimiento por todo el apoyo que les había brindado en esos momentos difíciles.
Mientras comenzaban a caminar de vuelta hacia sus respectivos cusrtos, se encontraron con Shiba. Este, al notar su presencia, se detuvo en su camino, mostrando una evidente indecisión sobre si debía saludarlos o no. Su expresión reflejaba un conflicto interno, como si estuviera sopesando las palabras que quería decir o, quizás, el momento adecuado para hacerlo.
— Si es necesario que hablemos, será en otro momento... -Suspiró con tristeza-
— Shiba... sé que mi hermana lastimó tus sentimientos, pero sinceramente, no es el momento adecuado.
— Me enteré de lo sucedido. -Se rasca la nuca con aprehensión y se acerca a los mellizos, abrazándolos- No deben seguir preocupándose por eso, ya que ya la perdoné.
— Shiba... -las lágrimas de la muchacha de pelo rosa comenzaron a caer de sus parpados-
— Gracias por el abrazo, amigo... -Respondió mientras se secaba las lágrimas-
— No estoy seguro de cuán grave sea la situación con tus abuelos, pero deseo su pronta recuperación. -Sonrió con tristeza, limpiándose las lágrimas con un pañuelo rosa- No llores más... tus abuelos son personas fuertes.
— Eres un gran amigo, Shiba. -Sonrió con melancolía, sintiéndose un poco más animada la oji-celeste-
— Entonces... -Se sonroja- Espero que continúes acariciando mi cabeza. -Parece avergonzado- Es que cuando me acaricias... mmm... No está nada mal... de hecho, me gusta mucho...
Shiba tenía una expresión de preocupación semejante a la de un niño al que le están a punto de arrebatar su dulce favorito. Su rostro mostraba una mezcla de inquietud y desasosiego, como si estuviera imaginando la pérdida de algo muy preciado. Su compañera, al observarlo, no pudo contener la risa. Para ella, la forma en que Shiba actuaba era adorable, y su preocupación desmedida ante la posibilidad de perder algo tan trivial la hizo sentir una ternura inexplicable.
— Por supuesto que volveré a acariciarte.
— ¿De verdad? -Preguntó, buscando una confirmación-
— Sí, no tienes por qué preocuparte. -Respondió con una sonrisa entusiasta-
— Eres todo un personaje... -Sonrió con ánimo.
— Oye, Shiba... ven aquí.
La muchacha acercó el cuerpo de Shiba al suyo y le tocó el rostro suavemente, mientras sus dedos acariciaban con delicadeza la cabeza del hombre lobo.
— Cuando haces eso... me siento seguro y a gusto. -Sonrió- Lamento haber actuado de manera tan inmadura durante este tiempo.
— No... yo también lo lamento. -Sonrió- Nunca fue mi intención lastimar tus sentimientos. Debí expresarme de mejor manera para evitar herirte de nuevo.
— No te preocupes por eso. -Exhaló con un suspiro- Eso ya no es relevante... así que... puedes continuar un poco más. -Su expresión reflejaba preocupación-
Acyn sonrió al contemplar la escena que se desarrollaba ante sus ojos, visualizando en su mente a Shiba transformado en su forma animal. Podía imaginar claramente al animal moviendo la cola con alegría y entusiasmo cada vez que recibía una caricia en la cabeza. Era una imagen entrañable y reconfortante que le llenaba el corazón. Sin embargo, su momento de felicidad se interrumpió abruptamente cuando, de repente, escuchó una voz masculina que se dirigía a los tres, lo que provocó que se quedara paralizado, incapaz de moverse o reaccionar.
— ¿Interrumpo algo? -La voz fría de Ray parecía estar impregnada de celos-
— Oh... eres tú. -La joven lo miró incómoda y se apartó de Shiba-
— ¿Qué haces aquí? -Preguntó de repente Acyn-
— Parece que sigues molestándote... -Shiba reprendió al vampiro con la mirada-
— No está bien... -Miró a Ray- Creo que deberías regresar a tu habitación.
— Sí... Estaba a punto de consolarte, pero ahora no creo que pueda sentirme tranquilo, sabiendo que alguien más te ha abrazado de esta manera. -Suspiró mientras se acomodaba el cabello- En fin, espero que tus abuelos se recuperen pronto...
— Gracias, Ray... -Respondió Acyn, con una voz llena de gratitud-
— Gracias, y que descanses, Ray. -Expresó la joven, visiblemente apenada-
— Sí. -Replicó él, de manera brusca-
Finalmente, Ray se despidió y se alejó, dejándolos atrás. En consecuencia, Shiba se despidió de sus amigos, y los hermanos se dirigieron a sus respectivas habitaciones.
— Continuará.
VOTEN-COMENTEN-SIGANME
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top