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▗ ▘➤ "Galletas de Bebé". 🍪🍼
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Como los cinco habían acordado, ese fin de semana le tocaba a Natsume pasar tiempo con su amada. La joven se presentó puntualmente, entrando con una sonrisa radiante en su habitación.

— ¡He traído galletas caseras! -Anunció alegremente, mostrándoselas con orgullo-

— ¡Wow! -Exclamó Natsume, visiblemente sorprendido-

Al entregarle las galletas, se pudo notar que su expresión cambió drásticamente al ver el estado en que se encontraban.

— ¿Alguien te ayudó a hacerlas? -Preguntó con curiosidad-

— Sí, mi hermano Acyn me guió en todo el proceso -Respondió ella, sonriendo con alegría-

— ¿Las has probado? -Inquirió Natsume, manteniendo la calma-

— ¡Sí! Son deliciosas -Rió suavemente- Mi hermano aprendió a hacerlas de nuestra madre, Aysel.

— Ya veo... -Natsume parecía desconfiado&

— Antes de juzgar un libro por su portada, deberías degustar su contenido, ¿No crees? -Le guiñó un ojo con picardía-

— Bueno, no creo que una galleta deba tener este aspecto... -Suspiró el joven de cabello grisáceo-

— ¡Dios! Si no te gustan, no las comas. -Suspiró molesta la chica de ojos celestes-

La muchacha le quitó las galletas de las manos, pero rápidamente se las volvió a arrebatar para mantenerlas contra su pecho.

— Me las has regalado, ahora son mías. -La observó Natsume con firmeza-

— No deberías esforzarte por comerlas si no estás seguro. -Dijo ella, visiblemente molesta-

— No me esfuerzo, necesito concentrarme. -Respondió él, irritado, mientras abría la bolsa, sacando una galleta y preparándose para comerla-

La joven se sentó en el sillón y esperó pacientemente a que Natsume las probara, ya que sabía de antemano que estaban deliciosas y eran idénticas a las que preparaba su madre, aunque su aspecto dijera lo contrario.

En el momento en que Natsume probó una de las galletas, se sorprendió y sus mejillas se sonrojaron al sentir el magnífico sabor de la mezcla. Tanto así que no supo qué decir y lloró un poco, terminando por devorar todo el paquete.

— Están deliciosas. -Dijo, secándose las lágrimas y limpiándose las migajas de la boca- Gracias... -Sostuvo su rostro y le dio un beso corto en los labios-

— De nada... -Se sonrojó por la acción de Natsume- Por cierto, tengo otra cosa para ti.

— ¡¿Eh?! -Se sorprendió al ver que Natsume sacaba otras galletas-

— Es algo que me dio Shiba. Lo compró en el pueblo. -Sonrió animada-

— ¿Te lo dio Shiba? ¿Por qué me darías algo que te dio él? -Parecía confuso el joven de ojos amatista-

— Esto no es para mí, es para ti, Natsume. -Suspiró y se las entregó- Shiba me pidió que te lo diera.

— ¿Para mí? Esto no tiene sentido. -Dijo el tritón, visiblemente confundido-

Finalmente, tomó las galletas y abrió el paquete, llevándose una a la boca y masticándola con cautela.

— Son galletas, pero tienen buen aspecto, no como las mías.

— Claro que sí. Por algo las venden. -Respondió curiosa- ¿Están buenas?

— Sí, ¿De qué tienda son? -Preguntó Natsume, llevándose otra galleta a la boca-

— Creo que Shiba dijo que se llamaba... "Casa de bromas" o algo así -Respondió, algo extrañada-

Natsume tragó en seco y, quedándose quieto, observó a la chica de cabello rosado. Luego, volvió su mirada al paquete que tenía en las manos y comenzó a leerlo con atención.

— "Galletas de bebé"... -Suspiró frustrado- Esto me da mala espina...

— Uh... “una galleta te hará mentalmente más joven” -Leyó sorprendida- ¡Dios santo!

De repente, Natsume perdió el conocimiento y cayó al suelo, dejando a la joven preocupada. Ella lo llamó por su nombre mientras movía su cuerpo, intentando despertarlo.

Unos minutos más tarde...

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· •「 ░╎❝. Narra Natsume . ❞╎░ 」• ·
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Podía oír una voz en la distancia que me recordaba a la aguda voz que solía lastimar mis oídos. Cuando desperté lentamente, llamé a mi madre. Al abrir los ojos, vi a una hermosa chica a la que no conocía.

— ¿Quién eres? -Pregunté, confundido-

— ¡Natsume! ¡Estás despierto! ¡Gracias al cielo! -Dijo con preocupación-

— Emm... ¿Quién es usted, señorita? -Pregunté nuevamente-

— Parece que el efecto de las galletas hizo efecto en ti... -Suspiró- Soy (T/N), una ninfa lunar -Se presentó-

Cuando acarició mi cabeza, no me gustó y me aparté, ya que no necesitaba que alguien me cuidara.

— Oiga, ¿Dónde está? ¿Dónde está mi madre? -Pregunté curioso- ¿Me ha abandonado?

— No te abandonó. -Contestó la chica de cabello rosado-

— ¿No? Entonces... ¿Usted me ha secuestrado? -Dije, confundido- ¿Ha secuestrado a una sirena para recibir un rescate? ¿Acaso no sabe que las estadísticas dicen que las probabilidades de éxito de un secuestro son muy bajas? -Expliqué desinteresado- Creo que usted es un poco tonta, me temo que no le darán mucho dinero por mí.

— ¿Por qué haría algo tan cruel? -Suspiró- Solo te alejé de esa madre malvada...

— ¿Y entonces qué es?

— Uh, Natsume... Mientras dormías, aproveché para alejar a esa mujer malvada de ti o te habría hecho daño. -Dijo, acariciando mi cabeza-

— ¿Conoces a mi madre? -Pregunté, sorprendido-

— No mucho, pero lo suficiente para saber que es una mujer malvada. -Respondió con suma tranquilidad la chica de cabello rosado-

— Bueno, me da igual... De hecho, lo prefiero así. -Suspiré, cansado-

De repente, comencé a abrirme poco a poco a (T/N), sintiéndome más cercano y contento con ella. Así que empezamos a hablar en profundidad sobre mi crianza y cómo fue mi relación con mi madre, describiendo lo difícil que fue mi infancia. Podía notar cómo ella se mantenía atenta a todo lo que revelaba, y me gustaba tener su atención. Pasé las siguientes tres horas a su lado, cantando y jugando con ella.

De repente, sentí mucho sueño y me quedé dormido en sus brazos...

Unos minutos más tarde...

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· •「 ░╎❝. Narra (T/N) . ❞╎░ 」• ·
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Cuando Natsume comenzó a despertarse lentamente, se aferraba a mi cuerpo y ocultaba su rostro entre mis pechos, causándome cosquillas.

— Natsume... -Hablé suavemente mientras acariciaba su cabeza- ¿Ya has vuelto a la normalidad?

— (T/N)... ¿Me había quedado dormido? -Parecía confundido mientras acariciaba mi cintura- ¿A qué te refieres con “volver a la normalidad”?

— Qué bueno que no hayas vuelto a ser el niño grande -Sonreí y acaricié su mejilla-

— ¿Eh...? ¿Acaso tengo aspecto de bebé? -Parecía serio el tritón- Oh... ¿Ese era el efecto de la galleta? -Sonrió y se posicionó encima de mí-

— Bien, has regresado  -Suspiré aliviada y sentí cómo se posicionaba encima de mí- Te dormiste sobre mí y no quise despertarte. -Reí suavemente- Eras tan bonito y tierno.

— ¿En serio? Entonces... ¿Te gustaría tener un niño así? -Sostuvo con firmeza mis caderas y me hizo sentarme en su regazo-

— Podría agradarme la idea, pero es muy pronto, ¿No lo crees? -Coloqué mis brazos alrededor de su cuello y besé sus labios-

— Nunca es muy pronto para formar una familia... -Susurró sonrojado y sonrió coquetamente mientras acariciaba mis muslos-

— E-Espera~ -Me sonrojé y traté de separarme- T-te acusaré con mi padre si lo intentas...

Siento cómo los besos que me deja en el cuello provocan un estremecimiento en todo mi ser. A pesar de mis intentos por alejarme, él me abraza con más fuerza, acercándome a su cuerpo. Un suspiro escapa de mis labios, y en ese momento me doy cuenta de que sus manos traviesas comienzan a desabrochar lentamente las prendas que cubren mi piel. La calidez de su aliento en mi oído y el roce de sus dedos me hacen sentirme cada vez más ruborizada, como si estuviera bajo un hechizo irresistible.

Sumergida en ese embeleso, me dejo llevar, cediendo a su encanto. Puedo escuchar sus palabras suavemente susurradas, donde proclama su amor por mí, y cada una de ellas resuena en mi corazón. Esa noche, en un universo solo nuestro, nos unimos en una conexión tan profunda que parece trascender el tiempo y el espacio, fundiéndonos en un abrazo lleno de pasión y ternura.

— Continuará.

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