Estando frente al escenario, Jimin sólo podía pensar en lo perfecto que había sido el día. Era el mejor cumpleaños que nunca imaginó tener, desde el momento en que Jungkook comenzó a cantar podía sentir cada parte de su cuerpo vibrar con el sonido de su hermosa voz.

Recordó lo que era estar tan cerca de él, ni siquiera creía posible tropezar con Jungkook en cualquier lugar, sin embargo, sucedió.

Jimin se encaminó con dirección a los sanitarios en cuanto Jungkook salió corriendo del escenario, había sido una odisea salir de entre la multitud que gritaba por la excitación post-concierto, pero había conseguido salir a toda prisa, entre empujones. Su teléfono vibró en su bolsillo cuando entraba a uno de los cubículos.

Sus padres. Pero qué puntuales.

ㅡ¡Mi lindo mochi! Mi bebé, ¿estás bien? ㅡescuchó la voz desesperada de su padre del otro lado de la línea, estaba seguro de que Jin había contado cada segundo, esperando el momento justo para llamarle.

Jimin se recargó en la puerta del cubículo, el lugar olía a desinfectante y menta fresca.

ㅡSi eomma ㅡrespondió Jimin, se había acostumbrado a llamar “eomma” a su padre Jin y de vez en cuando se lo decía aunque a veces la gente lo miraba extraño.

ㅡYa es muy noche, mandamos al chofer por ti. Debe estar a nada de llegar.

ㅡPero, pero, pero ㅡno sabía porqué estaba poniendo peros, el concierto había terminado y sabía que ya nada tenía que hacer ahí, sin embargo él quería estar un poco más.

Jungkook. Era lo único en lo que podía pensar.

ㅡNada de peros, el auto ya debe de estar por llegar ㅡla voz de su padre lo sacó de su imaginación, donde tropezaba nuevamente con Jungkook o al menos lo veía tan cerca como unas horas atrás.

ㅡBien, eomma ㅡrespondió monótonamente.

Su mente aún estaba en sus recuerdos, rememorando la calidez en las manos de Jungkook, su voz grave y lenta, el brillo de sus ojos o la amabilidad evidente en su tono y acciones, no se podía desprender de la sensación burbujeante en su corazón y estómago.

ㅡMuy bien, tu padre y yo llegamos la próxima semana, pórtate bien y te queremos ㅡnuevamente la voz de su padre se escuchó.

ㅡSí, yo igual los quiero ㅡrespondió mientras salía del cubículo y se dirigía a los lavabos.

Mojó su rostro y se miró al espejo, tenía una enorme sonrisa y sus ojos brillaban, se sentía totalmente feliz, aún podía recordar la última canción del concierto. La manera en que Jungkook había cerrado los ojos mientras cada letra salía de su boca con irremediable tristeza.

El celular volvió a sonar, Jimin salió casi tropezando del baño, avanzó rápidamente a través de los pasillos del auditorio, casi corriendo, sabía que era el chofer llamándole, no quería que le fuera con el chisme a sus padres y que  Jin se pusiera histérico. Aceleró el paso, pensando y casi escuchando la voz de su padre reprendiéndolo porque  “Eres un irresponsable, Park Jimin”.

Miro el teléfono en su mano, había dejado de sonar para hacerlo nuevamente a los pocos segundos, estaba a punto de atender cuando chocó fuerte contra alguien, por segunda vez en el día. Se tambaleó un poco pero una mano lo sostuvo por el codo y pudo mantenerse de pie.

¡Grandioso! Primero Jungkook y ahora… ¡Tragame Tierra!, es Jungkook.

ㅡPerdón ㅡJimin podría sentir su cara calentándose en el momento en que sus miradas cruzaron, estaba emocionado y avergonzado por partes igualesㅡ. Lo siento, iba tan deprisa que no te ví…, de nuevo.

Jungkook le dio una sonrisa apenada y le soltó antes de responder. En cuanto salieron del auditorio el chofer del padre de Jimin estaba esperando afuera del auto, tenía una expresión exasperada, sin embargo, no dijo nada, limitándose a subir en su asiento y esperar a que subieran.

La mente de Jimin estaba volando, no era capaz de procesar nada de lo que estaba pasando. ¿Acaso todo era real?, estas cosas solo pasaban en sueños o libros de fantasía.

Y aunque por fuera parecía bastante tranquilo, obviando el insistente tic nervioso en la pierna derecha, por dentro estaba gritando, bailando y desmayándose frente a ¡JEON JUNGKOOK!, es decir, su idol estaba en su coche ¡EN SU COCHE!

Jimin observó a Jungkook retirarse los audífonos y el sistema de monitoreo automático, parecía que alguien había salido a toda prisa del escenario. El ambiente era silencioso y un poco cargado sin ser realmente molesto.

ㅡDi-disculpa ㅡla voz de Jimin tembló, estaba totalmente nervioso, la cercanía le estaba cobrando factura.

Jungkook lo miró de manera interrogante antes de emitir un corto “¿Sí?”.

ㅡ¿No se enojarán contigo? Ya sabes, no tendrías que venir con tu manager o guardaespaldas o ¿algo así?

ㅡLa verdad, es que lo más probable es que se enojen ㅡJungkook se tocaba ociosamente la nuca, evidentemente nerviosoㅡ. Más bien, estarán furiosos.

ㅡPero tú dijiste que…

Jimin ya no entendía nada cuando fue interrumpido por la desesperada voz de su amado idol.

ㅡSé lo que dije, siento haberte involucrado en todo esto. Es solo que estoy fastidiado de todo, de las personas que creen que pueden tomar decisiones por mí, de estar bajo presión todo el tiempo, de no poder salir tranquilamente por la calle. Yo necesitaba alejarme, descansar de todo y tú simplemente apareciste, como una señal. Aun así, puedo cumplir lo que prometí. Tendrás el mejor cumpleaños de tu vida.

Jungkook le sonrió, apenas una pequeña sonrisa pero para Jimin fue como si el mundo brillará.

Ya era el mejor cumpleaños de su vida. Jimin no podía creer lo que estaba pasando su idol, él pensaba que Jungkook era feliz, pero ahora no estaba tan seguro, ni siquiera sabía que responder.

ㅡEntiendo ㅡJimin tocó sus rodillas apenado por no saber qué se podría decir a una persona en una situación así. Miró a Jungkook a los ojos, esperando una respuesta.

ㅡTienes unos ojos bonitos ㅡfue lo que respondió el castaño, queriendo cambiar de temaㅡ. Demasiado hermosos y brillantes.

Jimin se sonrojó furiosamente, Jungkook lo miraba de forma intensa, y una sonrisa ladeada se asomaba en su rostro.

¿Acaso Jungkook le estaba coqueteando? No, eso no era posible. Ya estaba perdiendo la cordura.

El rubio le sonrió y desvió la mirada totalmente apenado, después de eso no hubo ningún ruido, solo el cómodo silencio hasta llegar a la casa de Jimin.

ㅡDisculpa las molestias, me tengo que ir. Aún sigue en pie la oferta si quieres, claro está.

Jimin no quería dejar ir a Jungkook, se veía triste y perdido. No le interesaba su cumpleaños, de cualquier forma ya era noche y estaba a punto de terminar.

ㅡ¿Y a dónde vas a ir?

ㅡYo…, no lo sé, lejos de todo.

ㅡUmm, ¿por qué no mejor descansas aquí en mi casa y piensas mejor las cosas?

Jimin estaba dudando, no sabía si Jungkook aceptaría, pero al final asintió con un “bien” dubitativo.

Cuando abrió la puerta de su casa, se asomó por entre la apertura, su nana no se veía por ninguna parte. No quería hacer un alboroto mayor, era obvio que nana reconocería a Jungkook por las tantas veces que habían visto sus videos juntos. Era mejor hablar con ella tranquilamente. A solas.

Aún no sabía que haría con el chofer, es decir, es obvio que vio a Jungkook aunque bien podría decir que era un amigo o algo así. Ya pensaría en eso después. Abrió completamente la puerta y  tomó la mano de su idol y corrió escaleras arriba con dirección a su habitación.

ㅡ¿Por qué...?

ㅡShhhhh, no digas nada ㅡJimin lo interrumpió entre susurrosㅡ. Puedes descansar aquí, ya vuelvo.

Bajo la luz brillante de su habitación, Jungkook parecía demasiado cansado y pensativo en esos momentos, los ojos un poco rojos, ojeras pronunciadas bajo estos, el cabello se le pegaba al rostro por el sudor.

ㅡTambién te puedes dar una ducha si gustas ㅡJimin señaló en dirección al baño y agregóㅡ. Hay toallas nuevas en el armario del baño, tengo un par de boxer nuevos y te puedo traer ropa de papá, sólo si quieres.

ㅡSí, gracias.

Escuchó Jimin antes de cerrar la puerta de su habitación y bajar corriendo con dirección a las escaleras en cuanto escuchó la voz de nana llamándole.

ㅡ¡Jimin! ¿Llegaste, mi niño? ¿Dónde estás?

ㅡHola, estaba en mi cuarto. Pensé que ya te habías dormido.

Jimin la miraba desde arriba en el descanso de las escaleras. Nana asintió y le sonrió.

ㅡBien le avisaré a tus padres que llegaste. Descansa y mañana me cuentas cómo fue todo, estás radiante de felicidad puedo verlo a kilómetros.

Se dirigió a la habitación de sus padres y sacó un pijama gris de su padre Namjoon y se dirigió a su habitación rápidamente, suponía que Jungkook ya estaba en la ducha, por lo que se sorprendió cuando entró y lo vio parado frente a uno de los enormes posters que tenía en su habitación.

ㅡEste... ¿Soy yo? ㅡpreguntó el castaño y Jimin casi se desmayó allí mismo.

¡Diablos! Había estado tan apurado por ocultarlo de nana que olvidó que su cuarto estaba repleto de posters y todo tipo de decoraciones de él, ¡Qué vergüenza!.