Ⓘnterest ✩9.5


N/A: PERDÓNNNNNNN PERDÓNNNNN ;_; Finalmente he tenido un pequeño receso de la universidad y por ello he optado por escribirles algo. Lamentablemente no les he podido editar ninguna foto para hoy, espero que sepan disculpar mi incompetencia. Las amow y espero que al menos una de ustedes me siga leyendo, y si no es así lo entiendo ;_;


|P.O.V. Jimin|

Le vi salir de la habitación en dos ruedas, cargando con su mano izquierda su maleta, y atrapando entre los dedos de su mano derecha su móvil. Le escuché carcajear. Por supuesto que estaba hablando con esa noviecita suya.

No lo comprendía, en lo absoluto.

No te entiendo Jeon.

¿Por qué eres tan frío conmigo últimamente? Yo no hago más que alimentarte, envolverte en mantas cuando te duermes en el sillón, dejarte dormir en mi cama cuando la tuya está ocupada por tu ropa y chucherías. No hago otra cosa que cuidarte, abrigarte, comprarte cosas al igual que el resto de la banda. Pero tú sabes que yo soy el que mejor te trata, y aún así mientras carcajear sueltas cosas como "Oh Jimin, no me molestes", "Siempre estás sobre mí", "¿Por qué eres tan irritante?"

¿Entonces por qué cuando me arrojo sobre el suelo en el escenario para que todos ustedes me imiten y hagamos una suerte de torre humana, tu eres el primero en posicionarse sobre mí? Apoyas todo tu peso sobre tus propios antebrazos a los costados de mi cuerpo para que yo no sienta todo el peso de sus cuerpos.

Tú a mí no me engañas. ¿Por qué te resistes tanto a sentir algo por mí?

Nuestras fans ya lo saben. Tú en el fondo me amas, Jungkook, y yo lo sé también. Es por eso que te conseguiste una novia, es que ni tanta atención le prestas, por supuesto que es solo para darme celos, ¿No?

Apreté la botella de plástico entre mis manos aguantando la rabia. Observé el reloj de pared indicando que tenía algo de tiempo antes de que nos tuviéramos que ir. Apoyando mi costado contra el alféizar de la ventana dejé descansar mis ojos sobre una figura del otro lado del cristal. Aquella entorpecida asistente de vuelo, siempre dispuesta a mejorar su tarea, a aprender, a dar lo mejor. No estaba tan lejos. Luego de zarandearse torpemente hacia una banca se sentó allí, quedando de cara a mí ventana, a unos veinte metros de distancia. Su pecho se infló dramáticamente, posiblemente estando estresada. Su equipaje estaba a un costado; del bolso que yacía sobre sus muslos sacó el mismo manual que le había estado viendo leer durante todo este tiempo. Escarbó dentro de su cartera hasta sacar sus gafas.

Sonreí tímidamente. Ella se cruzó de piernas dificultosamente para luego comenzar a indagar en aquel libro de tamaño considerable; asumo que ese manual era bueno para explicar, de otra forma dudo que pudiese haber conversado con nosotros en más de una oportunidad. Le observé fruncir su nariz, posiblemente estando confundida, mordió su labio tenuemente.

Pobrecilla, hay algo que no entiende.

Tal vez pueda ir y... ¿Explicarle lo que no entienda?

Sacudí mi cabeza quitándome esos pensamientos. Va a pensar que soy un raro. La mañana aparentemente estaba ventosa. Los árboles se parecían balancear junto a sus ramas, y algunos cabellos sueltos del rodete que Olivia se había hecho también danzaban a los costados de su pequeño rostro. Frunció el entrecejo. Bien, ya está, debo ir y ser una buena persona ¿No?

Me giré sobre mis talones saliendo de la habitación de hotel. Poco tiempo después, ya me encontraba atravesando la puerta de cristal trasera bajo el escrutinio de los chicos. Me vi rodeado de una bonita flora, estatuas y caminos de piedra que divergían en varias direcciones. Agudicé la vista, la vi del otro lado del camino aún en la misma banca, pero esta vez con una mueca de estrés más notoria. Me apresuré hacia ella, hasta estar a medio metro. Sumida en su lectura, mordisqueó su dedo índice. Aclaré mi garganta tímidamente ganándome su atención. Me observó puramente confundida.

-Jimin....-Musitó con las mejillas levemente sonrosadas. Sonrió con timidez provocando que mi sonrisa se ampliara.

-Olivia, ¿Estás estudiando?-Miré su libro con puro interés. Totalmente desvergonzado me senté junto a ella para tener una visión más clara de lo que se encontraba leyendo. Ella asintió, sentí como su cuerpo se tensaba inmediatamente.

-Sí, pero de todas formas....-Vaciló por unos momentos, su torpe acento coreano era adorable, provocándome que soltara una risita silenciosa. -Ya debemos irnos, estaba haciendo algo de tiempo....porque....porque....-Pensó por unos segundos lo que diría a continuación. Le miré con interés. -...una de mis compañeras me avisó que saldríamos un poco más tarde. Al parecer tienen que hacerle... algo.... de mantenimiento al avión.

Asentí entendiendo lo que quiso decir. Nos quedamos así por unos segundos, solamente con el resoplido del viento y nuestras respiraciones apenas perceptibles. Su mirada estaba fija en una página del libro, pero no estaba leyendo su contenido. -¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?-Murmuré suavemente sin dejar de observarla. Clavó sus ojos sobre los míos y un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Qué bonitos ojos.

-No realmente....hay cosas difíciles, pero cuando pueda dormir un poco las voy a entender mejor.

Recordé los sucesos del día anterior inmediatamente. Asentí en reconocimiento sin dejar de observarla. -No has podido dormir nada supongo.-Asintió observando mis ojos cabizbaja. -Y ahora tienes que trabajar....-Me dije más para mí mismo que para ella. Me compadecí, no era justo, era culpa de Jungkook. -¿Por qué le hiciste caso a Jungkook?

-No me dejó mucha opción, él me arrastró...-Intenté concentrarme en la seriedad de la conversación, pero sus pronunciaciones chistosas me distraían. No escuché en lo absoluto lo que me decía, aunque exteriormente me mostrara como todo lo contrario, asintiendo y todo. Mi atención estaba toda enfocada en su delicado perfil, y su nariz fruncida con enojo. Segundos después se volteó, tomándome por sorpresa. Me quedé viéndole como un bobo.

Bien, definitivamente las chicas no son lo mío. Por eso prefiero a mi Kookie.

¿Dónde estará ahora?

Al ver la pequeña sonrisita que la chica tenía sobre sus labios, me contagié de inmediato. -¿Qué?- Me cubrí avergonzado la boca con la mano, sentí mis ojos afinarse mientras mi sonrisa se ampliaba de oreja a oreja. Ella carcajeó, yo también.

Le miré, llevaba las mejillas sonrosadas. Mordí mi labio sin dejar de reír. Zarandeé mis cejas codeándola para que me dijera de qué se reía. -No sé.... Perdón...te juro que...que no sé de qué me río...-Soltó nerviosamente, esta vez llevando su mirada nuevamente a la fachada del hotel que se extendía frente a nosotros.

-Está bien...-Solté sin poder contener la sonrisa yo tampoco. Me pasa constantemente, me avergüenzo y luego río como tonto. Bajó su mirada a su falda del uniforme. Recordé de inmediato. -¿Tú no tenías que ir con tus compañeras?

Si hay algo que no quería es retenerla y hacer que se metiera en problemas. De un momento a otro, con los ojos engrandecidos salió corriendo despavorida con sus maletas pobremente aseguradas con unos pequeños candados que posiblemente cualquiera sin intentarlo podría deshacerse de ellos.

Su rodete se desarmó en el lado derecho mientras daba saltitos en dirección a la puerta de entrada. Le sonreí como si ella me estuviera observando.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top