Inicio de la Guerra de la Independencia.(Nakba).
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[17 de mayo de 1948]
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Era ya de noche, una oscura y tenebrosa noche en donde no podía dormir en paz, no sabiendo que pudo haber hecho algo, tal vez participar.

¿Como lo haría si no tenia experiencia alguna en el uso de armas?¿acaso era prudente exponerse de aquel modo por el mero capricho de sentimiento patriota? No era prudente, no podía y por más que lo quisiera hacer a escondidas jamas podría, no cuando la guerra la van perdiendo desde sus primeros días...

Su muerte convocaría al fin de su libertad en una lucha que llegaría a ser denigrante y humillante para su persona. Tal vez solo era mejor quedar escondida con su joven hijo y esperar a que el sonido estridente de los cañones cesarán, ahí en la frontera todo se siente cercano y las pequeñas migrañas que la llevan atacando durante los primeros tres días después de su independencia ahora eran la única solución para evitar pensar en las atrocidades que podrían llegar a pasarle.

La legión árabe se metía en un terreno bélico indeseado donde la contienda no perdona a nadie,Emirato de Transjordania estaba presente, resguardando a la joven judía a las afueras de su ciudad, Jerusalén era llevada con cuidado hasta aquel que la cuidaría hasta que la guerra acabase con el resultado deseado. Una rivalidad entre hermanos que había surgido desde el mínimo instante en que la dama israelí había existido.

Todo lo que sucedía daba a conocer que Israel estaba viviendo sus últimos días de independencia, sintiendo por última vez la libertad y quien podría asegurar que tal vez hasta los últimos días de su existencia. Estaba rodeada de enemigos, algunos de ellos forzados a participar...

Los días pasan y ella ha visto la luz del sol de vez en cuando, siempre obligada a estar detrás de la cortina, obligada a estar encerrada en su habitación con su hijo mientras escucha como la guerra va dejandola en desventaja, la balanza se inclina de un lado y aquel lado es de aquellos que la quieren ver muerta, teme por lo que sucederá mañana, teme que tal vez ya no exista un mañana para ella. La radio informa su desventaja, informa como la FDI va retrocediendo a medida que el ejercito de los invasores se van acercando tomando ciudades importantes e incluso recluyendo a Jerusalén. Hay desesperación por que los alimentos apenas llegan, los cuatro comandantes de esta injusticia se mantienen quedos, observando como van ganando la guerra de forma casi inmediata.

¿Fue justo declarar una guerra a alguien que apenas llegaba a ser independiente después de tantos años?¿era justo que mas de dos personas estuvieran confabuladas para atacar a una sola persona?¿tanto la odiaban o tanto le temían que se empecinaban en atacarla cuando ni siquiera estaba preparada para defenderse?.

Todos eran víctimas, víctimas manipuladas por ideologías erradas, pensamientos erróneos y fines que de por si eran nefastos para el enemigo. Las guerras cobran muchas vidas y entre aquellas vidas podría estar la suya o la de ellos...tal cual lo había cobrado hace varios siglos atrás...

Estaba atrapada, sus enemigos estaban mas cerca de encontrarla, más cerca de acabar con su vida. Emirato de Transjordania junto con el Reino de Irak y Reino de Egipto habían tomado centros agrarios y fuentes de ríos que abastecerían a la ciudad vieja y demás, República de Siria no ponía de su parte en la toma de una ciudad fronteriza al Libano, no estaba contenta, estaba decepcionada de si misma y de sus colaterales en la contienda...podían haberla tomado en el transcurso de la semana pero ninguno había tenido el valor de ello y aquel error la acompañaría hasta el día de su muerte.

El egipcio sentía una corazonada, sentía que estaba muy cerca de la hebrea, cerca de encontrarla y con ella el destino fatídico también lo estaría, miraba su revólver, sintiendo el gatillo en su pulgar, observando como había una sola bala, aquella que el ingles le había otorgado, aun cuando todo daba a conocer que ellos serian los ganadores en aquella contienda bélica se sentía devastado, devastado por que debía de quitarle la vida a la mujer que había amado como nadie en su vida, era diferente, era única, era prohibida y aquello le hacia desearla aun más.

Miro el horizonte durante el ocaso, sintiendo una punzada en su pecho, ya estaba cerca y el final con él también acecharían a la mujer a quien busca, una que avivó las llamas del odio en los corazones de quienes ahora están dispuestos a darle la "libertad y hacer justicia" por Palestina ¿como tenia el corazón tan gélido para hacerle eso a quien paso cuidando toda su vida?.

Era aquella pregunta la que transitaba por su mente, aquella que lo dejaba pensativo durante las largas noches en vela, durante aquellas en la que su mente solo proyecta a la hebrea en su esplendor, aquella vez en que la vio en el jardín del Palacio Montaza.

—En que piensas?.—preguntó la siria, sosteniendo en sus manos la bala de aquel revolver.

—En nada en particular...—esquivo la pregunta, estaba cansado, nostálgico y melancólico.

—Se que debes hacer con este pedazo de metal y pólvora.—la mirada de la dama tricolor presentaba una seriedad escalofriante al igual que su alegría disfrazada en seriedad.—Espero no nos decepciones, solo tu puedes acabar con ella, solo tu puedes hacer justicia por Palestina. Solo tú harás justicia.

La mujer salio de la tienda de campaña y él se quedo atónito, congelado por el miedo de aquel odio que irradiaba la siria, aquella forma en que su mirada reflejaba el deseo de la muerte ajena, aquella oscuridad de su alma hacían a  su ser reconsiderar sus opciones. Tal vez lo mejor era estar un poco aislado de la siria.

Había quienes tenían planeado la muerte de alguien, en aquella guerra alguien perecería y como iban las cosas todo daba a conocer que quien desfallecería en aquel campo de muerte donde el ambiente esta cargado de pólvora y miedo seria la hebrea, seria Israel.

Sus días estaban contados...

Estaban....