32
La mañana paso rápido. Los chicos y las chicas se divirtieron haciéndose preguntas, inventándose e imaginándose lo que iba a salir en las pruebas escritas. Comieron alegremente bocadillos, luego se tumbaron todos juntos en la arena a descansar. Solo al atardecer se despidieron para volver a casa.
Lay, antes de marcharse, busco a Valeria pero no la encontró, lo que lamento mucho. Dio alcance a Chanyeol en el coche y lo encontró blasfemando como loco.
―Oye. ¿que te pasa?
―¿Que pasa?. Mira...
Lay miro el costado del coche y vio una raya blanca que iba de un extremo a otro.
―¿Te das cuenta? Algún cabrón me rayo todo el costado con una llave. ¡Mi coche...era nuevo!
―No me culpes, yo te señale otro sitio , y tu fuiste quien quiso dejarlo aqui.
―¡Tu cierra el pico, que hoy me caes fatal!
―No te enojes, es solo un coche.
―¿Solo un coche? Yo te...―Chanyeol se mordió la mano para no terminar la frase, sin duda carente de palabras dulces.
Se puso al volante y durante buena parte del camino no pronuncio palabra. Cuando ya casi habían llegado. Lay recordó lo que Valeria le había dicho por la mañana y le hablo de ello a su amigo.
―Esta noche hay una fiesta en el paseo marítimo. ¡Con baile en la playa y barra libre en el quiosco! ¿Quieres venir? Tengo dos invitaciones.
―También ira Valeria.
―Si.
―Entonces has conseguido olvidar a Sehun, ¡por fin!
―¡En absoluto!
―Uf, ¿Cuándo vas a aceptarlo? Si quieres un consejo , encuentra a alguien que te haga perder la cabeza, solo así te desengancharas. ¿No te lo dijo el mismo? ¡Puede que Valeria sea quien te alivie de tus penas de amor!
―¡Otra vez con lo mismo! Nos vemos esta noche, ¿ok?―Lay se bajo del coche.
―Ok. hasta luego.―se despidió el amigo antes de dar marcha atras y alejarse.
Bajo la regadera, Lay no hizo mas que pensar en las palabras de Chanyeol. Por desgracia, esta vez tenia razón, realmente había llegado el momento de olvidar a Sehun de una vez por todas, no le quedaba elección y no podía seguir esperando en vano. Ahora se habían terminado las clases, solo lo vería en los exámenes y después probablemente nunca mas. Valeria, aunque no era tan guapa como el, tenia un encanto especial: lo había impresionado muchísimo y estaba seguro de que la atracción era reciproca. Quizá Chanyeol había dado en el clavo: Valeria seria quien lo haría olvidar su triste amor no correspondido.
Esa noche, cuando llegaron al paseo marítimo Lay se asombro de si mismo: se moría de ganas de volver a ver a la chica a la que había conocido por la mañana. ¿No seria ella la autentica mujer de sus sueños? Lo cierto es que no le costo mucho encontrarla, porque en cuanto dos amigos se acercaron a la barra a pedir algo de beber, ahí estaba ella.
―¿Tu que haces aquí?
―¿Como que que hago? ¡Trabajo! ―Valeria sonrió, y a Lay le pareció la sonrisa mas hermosa del mundo.
―¡No me lo habías dicho!
Ella se limito a sonreírle de nuevo. Con la música a todo volumen, que retumbaba en los altavoces justo encima de sus cabezas, era realmente imposible oír algo incluso a centímetros de distancia.
Valeria le dio a entender con la mano que seria mejor continuar la conversación mas tarde, porque en ese momento tenia que atender a mucha gente.
Chanyeol y Lay se lanzaron entonces a la pista donde bebieron y bailaron cuanto quisieron. Por fin al final de la fiesta, destrozados volvieron a sentarse en la mesita del puesto de bebidas, y Lay y Valeria se encontraron un rato para estar a solas.
―Me alegro de ver que sigues vivo, después del balonazo de esta mañana.
Estaban paseando por la orilla, ella llevaba sandalias en la mano y dejaba que las olas del mar le rozaron los pies.
―Ya, por desgracia sigo vivo.
Valeria paro de golpe y lo fulmino con la mirada.
―No digas esas tonterías. ¿Sabes cuantos chicos querrían gozar de tu salud?
―Hablaba por hablar... lo único que pasa es que estoy pasando por unos días malos, eso es todo. ―se justifico Lay levantando las manos como para decir que no tenia ninguna intención de complacerse a si mismo.
―No, no perdóname tu, no quería ser agresiva, pero es que hace tiempo descubrí que mi mejor amigo esta a punto de morir, por eso me pongo muy susceptible cuando se toca el tema, aunque solo era broma...
―Caray, se esta muriendo, lo siento, debe ser terrible, pero, ¿Cuántos años tiene? Y, si puedo preguntar, ¿Cuál es la causa?
―Tiene solamente veintidós años y padece de una horrible enfermedad de corazón que nadie a podido diagnosticar con exactitud. Yo me entere hace poco, el lo sabe desde hace varios meses. Es realmente complicado, trato de estar cerca de el, pero no se cual es la mejor forma de actuar.
Valeria se sentó en la orilla y empezó a dibujar círculos en la arena con el dedo.
―Ya, claro...Pero, ¿no hay esperanza de que se recupere? ―pregunto Lay sentándose a su lado.
―No, para el no hay esperanza...
Como no sabia que decir, Lay prefirió guardar silencio. Nunca se había visto en una situación así.
Luego, para romper el silencio Valeria continuo:
―¿Y a ti como es que te molesta tanto estar vivo?
―No es que me moleste, es solo como te decía, no paso por un buen momento. La persona por la cual estoy enamorado no me hace caso.
―Que tonto o tonta...
―¿Quien?
―¡La persona de la cual estas enamorado!
―¿Y por que?
―Si yo fuera esa persona, no te rechazaría.
Valeria oyó que la llamaban y se volvió de golpe. El dueño del puesto, su jefe le hacia gestos para que regresara, porque había clientes.
―Lo siento, pero me tengo que ir.
―¡Espera! ―la detuvo Lay reteniéndola por la manga.―¿Volveré a verte?
―Si quieres...
―¡Claro que quiero! ―Lay ya había decidió: ella era la chica que le quitaría a Sehun de la cabeza.
―Pues ya sabes donde encontrarme.―Valeria consiguió soltarse y se fue corriendo.
Lay se quedo unos segundo mirándola, admirando su cuerpo esbelto.
Pocos minutos después, Valeria termino el trabajo y el le propuso dar un paseo por el muelle para seguir charlando. Ya que Chanyeol no lo quiso llevar a casa todo por una chica que encontró.
―¿Hace mucho que trabajas aquí? Nunca te había visto.
―No, solo desde unos días.
―Entiendo. Debe ser pesado. ¿Y acabas siempre tarde?
―No siempre, depende de las noches.
―¿Y como vuelves a casa? ¿Viene a buscarte tu novio?
―Normalmente viene mi hermano. ―responde Valeria a la vez saca de los bolsillos dos latas de cerveza y le tiende una a Lay.
Lay toma la lata, la abrió y la choca suavemente contra la de ella.
―Entiendo. ¿También tu novio trabaja hasta tarde?
―¿Que es esto un interrogatorio?
―Perdóname, era solo por hablar de algo...
―Tranquilo, estaba bromeando. ¿Estas seguro de que te encuentras bien?
―¿Quien yo? ¡Claro! No estoy borracho, si es a lo que te refieres.
―¿Estas seguro? ―Valeria se llevo la lata a la boca.
Lay la imito.
―¡Quizás un poco!
―En cualquier caso, ahora mismo no hay ningún novio....―y tomo un sorbo.
―¡Que raro!
―¿Porque te parece tan raro?
―Se suponía qué una chica tan guapa como tu tendría una cantidad de pretendientes en la puerta de su casa.
Valeria se sentó en una enorme roca.
―¿Y quien te dice que no es así?
―¡Si fuera así no estarías aquí perdiendo el tiempo con un pendejo como yo!
―Ven aquí, siéntate, ¿Qué haces ahí de pie?
―¿No te da miedo de que me aproveche de ti?
―No estas demasiado borracho para hacerlo.
―Tu misma.
―Y dime, ¿con cuantas chicas ha funcionado?
―¿Que?
―¡Esta táctica! ―Valeria se tumbo sobre la roca.
―Yo no uso tácticas...
Lay se le acerco. Ambos estaban echados sobre las rocas con las manos detrás de la cabeza, uno al lado del otro, mirando el cielo estrellado.
―¡Ya claro! Me recuerdas a mi ex.
―¿En serio?
―Si, en serio. Era igual que tu. Muy dulce y romántico hasta que descubrí que se iba de putas porque no le satisfacía el sexo conmigo.
―¿En serio?
―Si, en serio. Pero tu no me pareces esa clase de chicos.
―¿Como lo puedes saber?
Valeria lo miro mal.
―No, la verdad es que no soy esa clase de chicos.
Durante un minuto de silencio se hizo que de nuevo Valeria rompio.
―Háblame de ti. ¿Tienes hermanas, hermanos, donde vives, que haces en la vida?
Y mas cerveza, Lay, que se había terminado la suya, apuro también la que le quedaba a Valeria.
―No tengo hermanos, hermanas, vivo solo con mi papa. Mi madre murió hace tiempo. Esta mi abuela, pero es como si no estuviera.
―¿Porque?
―Hace cosa de tres años dijo que había visto a la virgen y desde entonces se la pasa rezando, sin hablar con nadie. Vive completamente ajena al resto del mundo. ¿Y tu?
―Yo vivo sola con mi hermano desde que mis padres se separaron hace dos años.
―Debes sentirte muy sola...
―Si, también porque mi hermano trabaja de policía en la cuidad, así que casi nunca esta.
―Entiendo. Entonces necesitas a alguien que te haga compañía.
―¿Que haces?
―¿Tu que crees?
Los labios de Lay encontraron los de Valeria.
―¿Cuanto has bebido?
―¡Un poco!
―¿Me quieres?
―Si, te quiero...
Y así, quizá por la cerveza, a la que no estaba acostumbrada, o por la magia de la noche de verano y la presencia inesperada de aquel chico rubio tan guapo, Valeria se abandono inexplicablemente. Ella, tan racional y tan poco dada a las aventuras, sintió que se imponía la fuerza de la pasión, que la pasión mandaba sobre ella como nunca antes. Algo había ocurrido y se encontró con Lay encima, con la poca ropa que llevaban tirada alrededor, y descubrió que en ese momento no había podido desear nada diferente de lo que estaba ocurriendo.
N/A
Yo no se ustedes pero creo que esto se va a poner feo y va a arder trolla.
Estamos por entrar a la recta final. Nos vemos y ya saben perdón por los errores ortográficos.
Pds. Lay rubio es todo lo que esta bien en este mundo <3
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