17
Tras arreglarse un poco, Lay volvió a clase. La sorpresa de Sehun fue mayúscula cuando el director lo presentó frente a sus nuevos compañeros: entre los pupitres, como si lo hubiera hecho adrede, vio aquel chico gracioso y flaco para su gusto, ya sin esos manchones de maquillaje y con el pelo mas o menos peinado. Pero sin duda fue mayor la sorpresa de Lay: el director estaba presentando al mismo chico al que poco antes habia atropellado en el pasillo, el angel.
Mientras todos escuchaban las palabras del director, Lay le hizo un gesto a Chanyeol para hacerle notar lo guapo que era su nuevo compañero. En respuesta, Chanyeol lanzó un silbido de admiración, que solo oyó Sehun haciendo que se ruborizara, sino tambien el director. El profesor expulso inmediatamente a Chanyeol de la clase, y hasta que no hubo salido de la clase le director habló:
―Por favor chicos, intenten que se sienta como en su casa. No queremos que se arrepienta de haberse trasladado a Italia...
Lay recibió la frase como si se la hubiese dirigido a el. Se puso enseguida a trazar un plan para ocuparse del recien llegado. Su posición parecía perfecta se sentaba en la última fila, cerca de la ventana, y a su lado Chanyeol, mientras que el pupitre que se hallaba junto al de este estaba vacío. El siguiente era el de una chica que se llamaba Elisa.
El profesor invitó a Sehun a sentarse en el sitio vacío entre Chanyeol y Elisa, pero Lay aprovechó el momento de distracción en que el director se despedía de la clase, recogió rápidamente la mochila y las cosas de su amigo y las puso en el otro pupitre para que el recien llegado se sentara a su lado.
Sehun que se habia percatado de la maniobra, comprendió enseguida el motivo de squel gesto y se molesto un poco: habría preferido sentarse al lado de la compañera de la cara simpatica antes que en medio de aquellos dos, que sin duda tenían intenciones poco nobles con el.
Asi, dirigiéndose a Lay, exclamo:
―Oye, ¿este no es el pupitre del chico al que echaron de la clase?
―Bueno, veras, es un nómada. Se sienta aquí y alla. De hecho, su verdadero sitio es el pupitre de mas alla.―respondió luciendo una de sus mejores sonrisas.
Sin saber si insistir, Sehun se sentó en el único sitio vacío, un poco perplejo. Al final se convenció de que el de Lay habia sido un gesto inocente y poco despues le correspondió con otra sonrisa.
Una vez que el director se hubo marchado, el profesor reanudado su clase. Y Lay se puso a sudar de nuevo. Antes de la llegada de Sehun, en efecto el profesor le habia pedido que hiciera un resumen de lo que habian estudiado en las clases anteriores, y el no tenia ni idea, se habia librado gracias a la oportuna interrupción. Ahora si el profesor se acordaba, ya nada podría salvarlo.
―Bueno, ¿en que nos habíamos quedado? ¡Ah si! Zhang, sino me equivoco, ibas a intervenir. Animo, hazlo ahora que hay un nuevo compañero de clase. Explicale que es lo que hemos estudiado hasta ahora...
Lay palidecio, no queria hacer otro ridiculo, el tercero de la mañana. Se levanto despacio, sin saber que decir o hacer, cuando por suerte el profesor cambio de parecer.
―No, no, espera, siéntate. ¡Prefiero que lo haga otro!
Tras decir eso se dirigió hacia la puerta y la abrió, indicando a Chanyeol que pasara. Lay lanzo un suspiro de alivio: volvió a estar a salvo.
Chanyeol fue a su pupitre, pero lo encontró ocupado por Sehun. Iba a pedir explicaciones cuando el profesor intervino.
―A ver, ¿te quieres sentar? ¡No pierdas el tiempo bromeando con Zhang! Mejor ya hace poco nos demostraste lo bueno que eres silbando, quisiera que ahora a Oh tu talento para hacer resúmenes. Empieza a explicar, luego dejaremos que siga tu amigo...
Lay habia cantado victoria demasiado pronto: durante un instante se habia sentido fuera de peligro, pero ahora de nuevo notaba un sudor frío. Chanyeol intentó tomarse su tiempo y luego empezó muy cortado:
―Bueno, esto... si no me equivoco, si; era en la última clase dijimos que... eso me parece que...
―Oye, ¿estudiaste o no? ―lo interrumpió el profesor irritado.
Chanyeol iba a inventarse cualquier cosa, pero la suerte acudió en su ayuda en ese preciso instante llamaron a la puerta y una perfecta entro para decir que preguntaban por el profesor al telefono. Este salió, y permaneció fuera del aula durante una buena parte de la hora de clase.
Sehun aprovechó para conocer a sus compañeros los cuales se reunieron alrededor de su pupitre. Lay se sintió decepcionado, porque le hubiese gustado conversar un poco con el y darle disculpas por lo ocurrido en el pasillo. Chanyeol por su parte, esperaba la campana sonara antes de la vuelta del profesor, pero desgraciadamente no fue asi: justo diez minutos antes de que terminara la hora, el profesor se presentó en el aula.
―¡Y bien Chanyeol! ―exclamo desde la puerta tras disculparse por su ausencia―¿Que decíamos? ¿Te has preparado o no?
―Ejem, la verdad es que si estudie, lo único que pasa es que en este momento tengo una laguna
―¡Claro! Vamos a ver...Oh, ¿en su antigua escuela habian empezado a estudiar a Giacomo Leopardi?
Sehun asintió y se puso de pie. El profesor le pregunto hacia donde habian llegado y el comenzo a exponer con brillantez la parte del programa ya desarrollado, agradeciendo mentalmente a su padre que le hubiera dado oportunidad de ir a un excelente instituto.
Lay aprovecho para mirarlo bien; se fijo en la soltura de sus movimientos, en la perfección de su perfil, en el rostro delicado, en su voz gruesa y sobre todo en su acento que lo hacia mas lindo. Cuando el chico hubo terminado, se sentó nuevamente en su sitio y el profesor volvió a pedir le a Chanyeol que expusiera algo. Una vez mas, el muchacho trató de ganar tiempo y al final el profesor le puso un cero en el libro de calificaciones.
Iba a dirigirse a Lay cuando la campana sonó, decretando el final de la hora.
―¡Maldita campana! Justo ahora tenias que...no podías hacerlo hace dos minutos, ¿eh?
Mientras Lay reía disimuladamente por el pelinegro del que se habia librado.
La mañana prosiguió alegremente para Sehun se presentó a todos los profesores, le explico a cada uno el motivo de su traslado, la parte del programa a la que habia llegado, los libros de texto que habia utilizado y los temas que le quedaban por ver.
Al finalizar las clases, Lay que solía ser el primero en salir con Chanyeol espero a que Sehun recogiera sus cosas para poder acompañarlo al pasillo. En cuanto el chico estuvo fuera del aula, se levanto para alcanzarlo, como si fuera algo completamente casual. Cuando ya tenía los pies fuera de la puerta, el profesor de la última hora lo retuvo para echarle un sermón y recordarle que quedaban pocos meses para el final del curso, asi que mas valia que empezara a hacer algo. Cuando por fin el profesor lo dejó marcharse, Lay se echó a correr por los pasillos con la esperanza de encontrarlo fuera, pero no habia rastro de el. Enfadado con el profesor que le habia hecho perder tiempo, dio una patada a un bote de basura que habia cerca del portal de la entrada, volcando su contenido.
Por el cristal de la puerta. Lay vio que llegaban el director y su profesor de italiano y decidió que era preferible recoger la basura desparramada por el suelo. Cuando el director lo encontró arrodillado, metiendo la basura en la papelera, se sorprendió y le dijo:
―Zhang, ¿que haces?
―¿Quién yo?
―¡Si claro! ¿Cuantos Zhang hay? ¿Puedo saber que estas haciendo?
―Pues yo... ¡vi que habia basura en suelo y decidí recogerla! Para echar la mano
El director lo felicito:
―¡Eres un chico excelente! ¡Te felicito! ¡Todo un modelo a seguir!
―¡Si, desde luego! ¡Un modelo a seguir! ―repitió irónicamente el profesor de italiano.
―Tenemos en cuenta su buena voluntad, ¿verdad profesor?―continuó el profesor.
―¡Por supuesto! ―repitió el otro con una cara que no prometía nada bueno. Lo cierto es que para Lay esa afirmación sonó mas a una amenaza que a otra cosa.
Supuso que pronto lo pondrían a limpiar los baños del instituto en vista de su buena voluntad y en cualquier caso estaba seguro de que ese profesor, con el que nunca se habia llevado bien, le iba a complicar la vida en los exámenes finales.
Acababa de recolectar la basura cuando sin darse cuenta le dio otra patada al bote, que esta vez rodó por el pasillo desparramando su contenido. Se volvió a asegurarse que los dos ya se habian marchado y tuvo una agradable sorpresa a su espalda: en efecto le sonreía Sehun
―Estas un poco nervioso, ¿eh?
Lay tambien sonrio un poco cortado, rascándose torpemente la cabeza y sin saber qué decir. Se sentia un perfecto idiota, esa mañana no le habia salido nada bien. Ademas el chico añadió:
―Hace poco te vi correr como un loco. No es una buena costumbre, ¿sabes? Puedes lastimar a alguien. A ver, te ayudo a recoger la basura...
Hechizado por su sonrisa. Lay se dijo que jamas consentiría que esas manos se ensuciaran, y rechazó educadamente su ayuda.
―¡No, déjalo , en serio! Yo me ocupo, no tardo nada. La verdad es que estaba tratando de matar un bicho que se habia escondido bajo del bote...
Sehun lo miro con reproche, como dando a entender que a el no se le podía tomar el pelo. Lay todavia abochornado trato de cambiar el tema.
―¿Como es que sigues aqui? Creía que te habías ido.
―Me quede en el pasillo hablando con unos compañeros de clase. Son muy simpáticos. Además, estoy esperando que venga mi padre a recogerme.
―Bien, ¿Y te han contado algo interesante?
A pesar de todo, Lay estaba encantado de intercambiar unas palabras con el.
―¡A decir verdad, me aconsejaron que tenga cuidado contigo y con tu amigo Chanyeol! Dicen que tienen costumbres raras pero no se muy bien a que se refieren.
Sehun se rompió a reír divertido por la situacion y por la evidente turbación de Lay, que se puso de mil colores. Sin saber que decir para disculparse, de nuevo cambio de tema.
―De todas formas, queria disculparme por el accidente de esta mañana. Espero que no te haya hecho daño.
―¡Oh no, en absoluto! ¡Que dices! ¡La cosa no fue tan terrible! Oye todavia no me has dicho cómo te llamas.
―Perdona, tienes razón.
Se levantó del suelo y se limpio con la mano derecha en los pantalones a la altura del muslo, y le tendió la mano exclamando:
―¡Soy Lay!
Sehun lo miró con recelo, sin corresponder al saludo, y el muchacho, aturdido por esa actitud, bajo la mirada hacia su mano y la retiró enseguida, porque vio que tenía el envoltorio de un bollo pegado a los dedos. ¡Ese dia estaba destinado a quedar reiteradamente por los suelos!
Sehun rio nuevamente con ganas.
―¿Sabes eres realmente gracioso? Y yo me llamo...
―¡Sehun! ―se adelantó el
―Exactamente. ¡Despues de tantas veces que me he presentado en clase a los profesores, no es difícil recordarlo! ―hizo una pausa y continuó. ―¡Espera un momento! Voy a salir para ver si ya llego mi padre.
Lay lo observó alejarse y aprovecho para amontonar toda la basura en un rincón con el pie. Luego lo siguió fuera de la escuela, hasta la calle del frente. Cuando a su lado reparó en aquel hombre distinguido que el dia anterior los habia abordado a Chanyeol y a el en el pasillo.
―¿Quien sera ese ricachón? ―dijo muy gallito tratando de hacerse el chistoso.―¡Estoy por preguntarle si tiene un hijo para que me conceda su mano!
Sehun sonrio.
―¿Y si es feo?
―Pues si es feo no lo aceptaría. Tendría que ser de un tipo de belleza un poco especial: piel blanca, alto, de ojos negros, con un buen cuerpo...―y tras decir eso lo miro intensamente a los ojos para darle a entender que era su belleza la que le interesaba.
Incomodo, el bajo la mirada, se puso rojo y no respondió nada.
Lay penso que, cuando se ruborizaba, Sehun se pone todavia mas lindo.
―¿Y tu? ¿Como es tu chico ideal? ―le pregunto para distraerlo.
―No tengo un chico ideal. Me conformo con que me quiera y me respete, con que no me traicione y me haga sentir único.
―¡Pides poco!
―¡Creo que es lo mínimo que se debe pretender de tu chico si se quiere que la historia funcione, pero yo no tengo ese problema!
Lay noto que habia pronunciado esas palabras con tristeza y supuso que detras habia un desengaño amoroso.
―¿Y que opinas de un despistado que te atropella en el pasillo de la escuela?
El bajo nuevamente la mirada y se puso rojo. Podria haberle dicho la verdad pero prefiere ser amable
―¡Muy lindo!
―¡Anda no te burles de mi!
―¡No, en serio! Estabas muy lindo...―siguió mintiendo sin levantar la vista , un poco incomodo.
―¿Quieres decir que ahora ya no te parezco lindo?
Lay se acercó. Se sentía como hipnotizado y extasiado por su belleza, y aunque se daba cuenta de que estaba yendo demasiado lejos, no podía contenerse.
Halagado, pero a la vez irritado y confundida por sus coqueteos, Sehun se alejo de golpe, sin siquiera despedirse de él.
―Pero, ¿a dónde vas?
―¡Me tengo que ir, nos vemos mañana! ―le grito sin voltearse mientras avanzaba por la acera.
―Si, ¿pero a dónde vas? ¡Tu padre todavia no ha llegado!
Lay se movió para seguirlo, pero su respuesta lo detuvo.
―¡Te equivocas, esta aquí!
―¿Donde?―pregunto el muchacho mirando alrededor. pero Sehun no podía oírlo porque ya habia subido al Mercedes de aquel hombre distinguido al que ahora saludaba. ―No lo pudo creer! ¡Vaya dia! ¡Otro ridiculo! ¡No pudo creer que ese sea su padre! ¿Cuando aprenderé a tener la boca cerrada?
N/A
2331 palabras para este capítulo.
Por otro lado, Lay ¿porque eres tan impulsivo? jajaja
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top