04 "No fue un sueño"
Narrador omnisciente.
Sanha despertó, sus ojos tardaron en acostumbrarse a una luz extremadamente blanca, después de varios minutos logró enfocar bien y se percató de que estaba en el hospital ¿Qué hacía ahí? Pensaba al instante en que sintió un leve dolor en el pecho, miró a su alrededor y ahí lo vio...
El platinado estaba recostado en el pequeño sillón que había a un lado de la cama de Sanha, dormía, pero se notaba el cansancio en su rostro, tenía rastros evidentes de lágrimas ¿por qué estaba precisamente él ahí?
Sanha se quedó mirando a su roomie y empezó a recordar lo ocurrido el día de su accidente... su dolor había regresado, había sido un tonto al pensar que esos dolores no volverían, él nunca estuvo bien de su corazón, era sólo cuestión de tiempo para que se presentaran nuevamente.
Después recordó cuando salió del aula de danza, Eunwoo estaba con una chica, después... sí, Eunwoo había corrido hacia él, estuvo en todo momento a su lado hasta que la ambulancia llegó, él había llorado. Sanha se sentía tan desconcertado con la situación.
—¡De-despertaste! —El platinado sacó de sus pensamientos al menor.
—Eunwoo sunbaenim. —Sanha se sentía tan avergonzado de todo lo que había ocurrido.
Era un chico débil, se sentía un estorbo, siempre había sido de esa manera, desde pequeño su familia lo protegía demasiado, no lo dejaban practicar ningún deporte y por lo mismo había aprendido a tocar la guitarra y cantar un poco, incluso dibujaba.
En el momento en que su madre lo veía con una pelota corría y se la quitaba para después darle un tremendo sermón de por qué no debía estar jugando así. Del mismo modo en la escuela, sus profesores ya sabían que no debían dejarlo salir a jugar en el patio y cuando lo veían iban por él para llevarlo al salón de nuevo, había sido tan difícil.
Cuando le daban los dolores sus padres entraban en pánico y lo llevaban de inmediato al médico exigiendo un trasplante para él.
Nunca había podido ir a acampar porque había montañas y eso podía hacerle daño, según su madre, no había llevado una vida normal, él era una carga para todos, siempre lo era.
—¿Te duele? —Preguntó Eunwoo mirando el pecho contrario.
—Un poco... ¿Qué me hicieron? —Sanha estaba consciente de que tuvo un accidente, pero no estaba enterado del trasplante.
—Amm... —Eunwoo rascó su nuca y desvió su mirada—. T-te hicieron un trasplante de corazón.
Sanha abrió sus ojos con sorpresa, había estado esperando toda su infancia y adolescencia por ese trasplante, incluso llegó a creer que moriría antes de que eso fuera posible, pero la vida daba muchas sorpresas.
—¿¡Por qué lloras!? ¿¡Te duele!? ¿¡Te sientes mal!? —El platinado entró en pánico al ver el mar de lágrimas que corría en el rostro de Sanha.
—N-no, no duele. —Tocó su pecho y miró al otro—. ¡Estoy muy feliz!
De pronto, Eunwoo fue atrapado por los brazos de Sanha, eso lo tomó por sorpresa, sintió que el nerviosismo se apoderó de su cuerpo y eso no solía ocurrirle.
Los brazos del menor se sentían bien, bastante acogedores, cerró sus ojos y aceptó con tranquilidad el abrazo, correspondiéndolo con delicadeza.
En ese momento la puerta de la habitación se abrió y entró Rocky junto con la madre de Sanha, ambos se quedaron congelados al ver esa escena.
Rocky pensó que esos dos se caían mal, o al menos era lo que le hacía pensar Sanha siempre, pero ese abrazo y esas expresiones en sus rostros no eran de odio en absoluto.
La madre de Sanha estaba más bien conmovida, era muy raro ver a Sanha dando muestras de afecto a otras personas, él siempre se mantenía alejado y ella sabía que era su culpa y la de su esposo... fue tanto el miedo que plantaron en Sanha por lo de su corazón, que incluso él llegó a pensar que cualquier abrazo apretado podía hacer que su corazón explotara, por eso se mantenía a distancia de otras personas, incluso de ellos.
—¿Cómo te sientes Sannie? —La voz de Rocky hizo que ambos jóvenes se separaran como si se estuvieran quemando.
—Hola Lucky, me siento bien, gracias por estar aquí.
—Mi pequeño, me diste el susto de mi vida. —La señora empezó a llorar y abrazó a su hijo.
Eunwoo miraba esa escena y le parecía lejana, él jamás había abrazado a sus padres, cuando lo intentaba ellos simplemente le decía cosas como "vas a arrugarme la ropa", "basta ya estas grandecito para esas chiplerías", "ahora no, estoy ocupado". Con el tiempo, él se había cansado de insistir y dejó de hacerlo... era lindo ver a Sanha de esa manera con su madre.
—Creo que deberías faltar a la escuela, por lo menos una semana, te cuidaremos en casa hijo.
—Mamá, no quiero faltar a clases, ya fue suficiente con lo que estuve aquí internado, saliendo quiero ir a la escuela.
—Sanha, no puedes, necesitas reposar y...
—Yo puedo hacerme cargo de eso señora Yoon, no tengo ningún problema con ayudar a su hijo, además soy mayor que él, estamos en el mismo club y compartimos dormitorio, le prometo que estará bien conmigo, incluso usted puede ir y visitarlo cuando guste. —Intervino Eunwoo dejando a todos con la boca abierta.
—¿Eres la misma persona que conocimos hace semanas? —Rocky no comprendía ese cambio de actitud en el platinado.
—Lo soy, solamente que... bueno, no nos conocíamos tanto y yo...
—Entiendo hijo, agradezco mucho que te preocupes por Sannie, estoy segura de que cuidarás bien de él, después de todo fuiste quien lo trajo al hospital y estuvo día y noche hasta que despertó. —Las palabras de la mujer impactaron demasiado a Sanha.
Él sabía que Eunwoo lo había llevado al hospital, pero pensó que luego de llevarlo se había regresado a hacer sus cosas, no imaginó que se quedaría con él esos dos días.
Su corazón se había acelerado un poco ¿estaría teniendo un ataque? Pero... no dolía.
.
.
Sanha pasó un día más en el hospital, Eunwoo había regresado al dormitorio para llevarle ropa limpia y así poder salir del hospital, su ropa estaba hecha un asco, llena de sangre, completamente inutilizable.
Esperó alrededor de una hora y finalmente Eunwoo estaba cruzando la puerta con una pequeña mochila, se veía más amable que las primeras veces que se habían encontrado, su semblante seguía siendo algo frío, pero a la vez era cálido, demasiado amable...
Ahí estaba de nuevo su corazón acelerado, quizá era porque aún no se adaptaba bien a su cuerpo, pensaba Sanha.
El mayor puso la ropa en la habitación y dejó a Sanha para que pudiera darse un baño, cambiarse, para luego irse al campus.
El menor entró al baño, se quitó la bata desagradable del hospital y luego miró al espejo, vio su pecho, era una cicatriz bastante fea, no le agradaba verla, pero gracias a ello ahora podría tener una mejor vida, con su nuevo corazón.
Saliendo del baño, llamó a Eunwoo y se fueron en el auto de éste.
El camino fue tranquilo, ninguno pronunció palabra, pero no era incómodo.
La brisa era agradable, Sanha sacó la mano por la ventana y empezó a sentir el aire, le gustaba demasiado esa sensación, su cabello se agitó y Eunwoo no pudo evitar mirarlo mientras paraban en un semáforo.
—¿Cómo te sientes?
—Mejor, creo que ahora podré hacer muchas más cosas que antes estaban "prohibidas".
—¿Cómo cuáles? —Era demasiado evidente la curiosidad del mayor, pero es que él en verdad quería conocer a Sanha.
—Podré ir a acampar, a nadar, podré correr, montar a caballo, andar en bicicleta o patineta, ir a fiestas y beber alcohol, bailar, etc. —El brillo en los ojos de Sanha era muy bonito según la perspectiva del platinado.
—Tienes bastantes cosas en mente, me gustaría acompañarte en alguna de ellas. —Sonrió y el castaño se giró a mirarlo rápidamente.
—¿En serio? —Él de verdad, anteriormente, creía que no le agradaba al mayor y por eso le alegraba demasiado escucharlo tan interesado ahora.
—De verdad, estaría bastante bien, también tengo ganas de hacer algunas de esas cosas.
Su plática se cortó al ver que ya habían llegado al dormitorio, Eunwoo fue el primero en bajar, caminó a la puerta del copiloto y la abrió para Sanha, éste bajó y tomó ligeramente la mano contraria. Quedaron a pocos centímetros de distancia, se miraron y sintieron una conexión que los desconcertó.
Se separaron con una media sonrisa y entraron al dormitorio, Sanha extrañaba ese lugar, aunque apenas hubiera estado unas semanas en él, era mucho mejor que una habitación de hospital, la mayor parte de su infancia la había pasado visitando médicos y realmente aborrecía esos lugares.
—Eunwoo sunbaenim... tuve un sueño. —Expresó nostálgico el menor.
—¿Qué soñaste Sanha? —Se sentó a un lado, dejándole un vaso con agua y unas pastillas en la mesita de centro.
—Soñé... ¿pero no te vas a reír o burlar de mí? —Hizo un puchero, el único que hasta ese día al mayor le había parecido adorable.
—Prometo que no lo haré. —Sonrió y se giró para prestarle atención.
—Soñé que estábamos en el accidente, y que tú... ¡Dios! perdón, ahora te tuteo.
—¡No me molesta!
—¿De verdad? ¿no estás enojado? —Lo miró intrigado.
—En serio, no me molesta Sanha.
—¡Que bueno! —Amplió su sonrisa—. Bien, te decía... soñé que tú me decías que no cerrara mis ojos, que me prometías ayudarme con el club de música, que conviviríamos mucho y que querías que fuera a apoyarte a tus juegos de béisbol...
Sanha estaba rojo de la vergüenza, ese sueño le había parecido demasiado cursi ahora que lo decía ¡Dios! ¿Qué estaría pensando Eunwoo en esos momentos? ¡no quería que lo malentendiera!
El platinado bajó su mirada, se quedó en silencio meditando lo que acababa de decirle Sanha, y éste estaba que quería que la tierra se lo tragara, definitivamente sentía que acababa de cagarla con el mayor... ¡tenía que abrir la boca!
—Sanha. —El mayor captó al instante la atención del contrario—. No fue un sueño...
-
-
-
Awww~ re lindoooooosssss.
Amo cómo todo va cambiando entre ellos, lloro brillitooossss~💖
EunTaeLoey ♎︎
🌷🌷🌷
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top