Algún día, cuando deje la Port mafia y sea un hombre libre , me sentaré en un escritorio en un cuarto con vista al mar.
Quiero volverme un escritor . Tirar mis armas , sólo tener lápiz y papel.
Alguien me dijo que escribir una historia es escribir sobre una persona.
Un hombre que arrebata vidas no puede escribir sobre ellas. Por eso , me rehuso a matar.

[ . . . ]

[ . . . ]

Los días pasaban ante los ojos de la joven dotada. Últimamente las misiones habían disminuido para ella ya que la central no requeria mucho de su ayuda. Pero eso , en lugar de ayudarla de alguna manera , tan sólo le daba más tiempo para preocuparse de más.

—No llegaste a dormir anoche — Habló de manera firme apenas vió a aquel hombre entrar al departamento. El pelirrojo volvió la mirada para verla.

— Estuve demasiado ocupado , (T/n). Me encomendaron una misión muy importante y el tiempo no es algo que tenga asegurado — Respondió el hombre. La chiquilla suspiró con pesadez , acción la cual le ayudó a retener todas las frases que ella , llena de euforia, quería pronunciar.

—Ya son dos días, en los que casi no te he visto , Odasaku. Es normal que este preocupada , además... ayer recibí una llamada de la central, sólo me dijeron que te encontrabas inconsciente en el hospital — expresó ella. Oda no dijo nada , al contrario , sólo dejó que la (t/c/d/p) continuara— . Esa organización , Mimic, es demasiado peligrosa. Además tu... te involucraste en la emboscada a los subordinados de Dazai , ¿No es cierto?

— Así fué.

— Y no dudaste dos veces en poner en riesgo tu vida para salvar a Akutagawa — (T/n) se acercó a Oda , jalando de su gabardina para llamar su atención con una recriminatoria mirada —. Yo se que eres fuerte y confio en tí , Odasaku, pero tengo miedo de que te lastimen. Puedes pedir mi ayuda cuando desees , puedes confiar en mi también... yo puedo hacer lo que sea necesario si es por protegerte , por servir para tí. Quiero retribuirte todo y...

— No es necesario que hagas algo así, (T/n). No quiero que te involucren en la batalla contra Mimic — advirtió Oda mientras sus ojos azules se fijaban en los de su subordinada —. Y por favor , no vuelvas a hacer una propuesta así. No quiero que luches de esa manera nuevamente , sobretodo , porque sé que aún tienes miedo de luchar.

— ¿Pero qué puedo hacer entonces? ¿Sentarme aquí sin hacer nada al respecto mientras veo como te lastiman? — La adolescente alejó sus manos y las dirigió hacia sus propios brazos , arrugado su ropa nuevamente mientras su mirada se agachaba — Yo no quiero ser tan inútil como lo he sido hasta ahora ... siempre fallando en las misiones y teniendo miedo. Quiero ser fuerte , como tú. Quiero esforzarme para hacerlo , por favor , entiende que no soy una niña Odasaku.

— Te pediré algo— Habló él , llamando su atención y haciendo que los melancólicos ojos (t/c/d/o) se encontraran con los suyos —. Es una tarea simple. El subordinado de Dazai fue herido herido durante el enfrentamiento de ayer , ésta internado en el hospital. Si tienes tiempo , ve con él y llevale un arreglo floral como disculpas por haberlo golpeado.

— ¡¿Lo golpeaste?! — exaltó ella , el hombre sólo sacó su billetera con indiferencia y le extendio algo de dinero.

— Era la única manera para llevarlo de regreso. Sé lo importante que es ese chico para Dazai. Además... si algo llegara a pasarle , conociendote, tu serías la primera en preocuparte por él.

— ¡Yo no me preocuparía por él! — respondió ella , mientras sentía como el sudor comenzaba a cubrir sus manos. Oda se dio la vuelta , ignorando su respuesta y disponiendose a salir nuevamente del lugar.

—Por cierto... (T/n) , quiero que sepas que eres muy importante para mi y para los niños. Así que lamentaría mucho que algo te sucediera si Mimic pretende tomar represalias contra la mafia... Por lo que te pido que lleves tu arma a todas partes. Recuerda que siempre debes estar lista para lo peor.

— *Mierda... — susurró ella sin poder contener sus nervios apenas el hombre se marchó del lugar.

[ . . . ]

[ . . . ]

— "505... 505" — repetía la joven entre pensamientos mientras buscaba la habitación que le habían indicado — "Que idiota soy como para meterme en este lío. Pero claro... tenía que decirle a Odasaku que le ayudaría en lo que fuera..." — refunfuñó con molestia , acomodando una vez más el arreglo floral entre sus manos y procurando que este no se arruinara — Perdón por la interrupción , ¿Puedo pasar?

La puerta se hallaba entreabierta para suerte suya , ya que llevar esas estúpidas flores era un trabajo que requería mucha atención y , sobretodo , ambas manos libres. Así que sólo empujó la puerta sin recibir respuesta alguna , pensando que con suerte el destinatario de aquel "presente" se encontraria dormido.

Que mala suerte que no fue así.

— ¿Tu...? — el azabache dirigió su filosa mirada , se notaba que lentamente la ira comenzaba a invadir su expresión —¿cómo se atreve una inutil como tú a venir aquí después de todo? ...

— L-lamento mucho el malentendido... — susurró ella con un notable miedo , asustada mientras se preparaba para escabullirse debajo de la sombra de la camilla en caso de que Akutagawa se dispusiera a atacarla—  Yo sólo vine para dejar este presente en nombre de mi mentor... Dice que lamenta mucho que te lastimaras durante el combate contra Mimic...

— Entonces... No basta con tener el descaro de venir hasta aquí , ¿Eh? — La joven sintió su cuerpo tensarse con rapidez , a lo que el contrario sólo formó una orgullosa sonrisa ladina en sus labios —. Tu mentor es aquel miembro de la mafia que se niega a matar , ¿No es así?

— Lo siento. Sólo vine a dejar esto , procedere a retirarme por la puerta de ahí en este momento — (T/n) señaló la entrada de la habitación después de haber dejado el regalo de disculpas sobre una pequeña mesa al lado de la camilla donde descansaba el chico. — me iré antes de que tenga que escapar por la ventana , ¿si?

— Antes de irte quita esa horrorosa cosa de ahí. Es totalmente desagradable — Expresó el pálido varón con fastidio , a lo que la joven lo miro un poco extrañada.

—¿No te gustan las plantas?

—No. Y además de eso , esa cosa me recuerdan mucho a ti y a ese estúpido recadero — Habló, para después dar una seria advertencia — Sal de aquí antes de que te mate , Niña sombra.

Ese último apodo le llamo mucho la atención a la chica , la cual se cruzó de brazos un poco ofendida , y se resignó a levantar nuevamente el molesto arreglo floral. Lo que menos quería era buscar problemas porque , a pesar de tener la pierna fracturada , Ryunosuke era uno de los miembros de la mafia con mejor poder ofensivo , lo cual ella sabía a la perfección.

— Esta bien , maldito tarado... — susurró en voz baja mientras salía de la habitación a toda velocidad , esperando que aquel azabache de puntas blancas no la hubiese escuchado. Sabía que si se lo cruzaba otra vez , muy probablemente acabaría muy mal parada.

Y todo gracias a su gran bocota...

[ . . . ]

" Avanzaré.
Pero seguramente al final,
tendré la determinación de estar sola...
para no tener remordimientos."

[ . . . ]