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Los ojos de (T/n) se mostraron incrédulos e incluso asustados. No pasaron más de un par de segundos hasta que al fin pudo reaccionar. Su mirada de dirigió hacia ambos lados, dándose cuenta que un par de casquillos de bala estaban a apenas unos metros de ellos dos.

-¡Oye!- exclamó mientras lograba esquivar uno de los ataques de su compañero, el cual definitivamente estaba furioso y ahora se disponía a atravesarla con Rashomõn -¡Akutagawa!

- ¡Cállate! - exigió el contrario. Después de esa exclamación, las sospechas de la fémina estaban confirmadas. Ryunosuke estaba furioso y no tenía intenciones de escucharla.

¿Culpa de ella? Si.

¿Se disculparía? No. Aunque fuera una actitud infantil de parte suya, él había empezado y se lo había buscado.

- ¡No! ¡Cállate tu! ¡Nos están viniendo a matar, inútil! - recriminó (T/n) mientras tomaba a Akutagawa del abrigo y señalaba en dirección al grupo que venía armado y cada vez se acercaba más a ellos, claramente buscando rodearlos.

- ¡Esto no hubiera pasado si hicieras correctamente tu trabajo! - interrumpió el adolescente de puntas blancas, tomando el dorso de la mano de la chica y tratando de alejarlo, estando al menos un poco más calmado ahora, a pesar de su ceño claramente fruncido.

- ¡Ugh! Pero que ahora tenemos que hacerlo, ¿Bien? - Alegó ella con una sonrisa cínica -. Al menos que no necesites ayuda, porque si por mi fuera, me los cargo yo sola...

La mano derecha de la joven mafiosa se dirigió hacia su muslo, sacando el arma que llevaba de una manera rápida a pesar que la izquierda aún era sujetas a por su compañero. Acto seguido, su mira se dirigió hacia la cabaña justo al lado suyo y disparó.

- ¡Además, se suponía que terminarías con todos los de la cabaña! ¿No fue eso lo que dijiste? ¡Yo no soy la única que hizo mal el trabajo! - expresó fastidiada. Akutagawa liberó el agarre, claramente molesto por el "Pequeño detalle" que había dejado pasar por alto. Pequeño detalle que claramente había ido a delatar la ubicación de ambos y llamar refuerzos.

- Que molesta eres. Ya cierra la boca - rechistó el de menor estatura. Una pequeña risilla escapó de su compañera en respuesta.

- Seguramente hay alguien adentro aún. ¿Crees que si lo agarramos, podamos dar con el autor de todo esto? - murmuró después de dar un pequeño suspiro al aire.

- Primero tenemos que encargarnos de los que están aquí - señaló el azabache. Un grupo de aproximadamente 15 personas había logrado rodearlos, casi sin dejar algún punto ciego.

- Esta nublandose - la chica miró el abrigo de su compañero y luego sus ojos se dedicaron hacia sus propias manos -. Las sombras se hacen más tenues cuando el cielo se nubla , ¿Lo sabes?

- ¿Y lo que hiciste hace poco? - cuestionó. (T/n) miró la sombra en la que recientemente acababa de entrar. Ahroa se veía tenue, mucho menos oscura que antes. No era del todo suficiente, pero podría arreglárselas un poco.

- El clima puede cambiar en muy poco tiempo - Después de escuchar esas palabras, Akutagawa cerró los ojos de manera casi inexpresiva, mostrando cierta incomodidad.

- En ese caso, hay que darnos prisa.

La poseedora de "Requiem en la oscuridad" detuvo la primera bala que se dirigió hacia ellos con relativa facilidad. Los traficantes comenzaron a disparar casi al mismo tiempo, tratando de no dejar ningún punto vacío para ellos.

Akutagawa se encargaba de cortar el espacio con Rashomõn para que los proyectiles no los alcanzaran, mientras (T/n) disparaba contra ellos con las pocas balas y repuestos que rápidamente sacaba de su mochila, utilizando las manos para disparar y las piernas para hacer uso de su habilidad y cortar a los enemigos con esta.

No pasaron muchos minutos hasta que habían logrado acabar con todos ellos. Había sido un poco agotador y estresante para (t/n), la cual trataba de regular un poco su respiración y calmarse para que su pulso deje de acelerarse. A comparación de Akutagawa (el cual parecía tranquilo y para nada cansado), este apenas tosía un poco, cubriendose con una de sus manos.

- Tenemos que seguir al que está vivo - habló la de mayor estatura mientras acomodaba su ropa y su cabello, un tanto desaliñado.

Y tenía razón, aún había una persona dentro de la cabaña. Exactamente la misma persona que se había encargado de llamar a todos los pobres desgraciados que ahora se encontraban tendidos en el suelo del barrio mortero. Ahora tenían que darle caza al único sobreviviente del grupo, y esperaban que no hubiera escapado del lugar.

Finalmente ambos entraron a aquella destartatalada vivienda y analizaron el lugar sólo con la vista, de una manera bastante rápida.

La jovencita se dirigió hacia una marca en el suelo, a medida que se acercaba iba dándose cuenta de que se trataba de sangre. Estaba exactamente el sitio hacia el que ella había disparado, y prueba de ello era el agujero en la pared convergente justo al lado. Sin embargo el casquillos de la bala no estaba allí, lo cual indicaba que su presa no lo había retirado.

- Hay un rastro pequeño de sangre. Si aún pudo escapar, significa que no fue algo mortal. Sin embargo el disparo no sólo lo rozó, la bala no está aquí... - expresó ella mientras seguía cuidadosamente un pequeño rastro de sangre con la mirada -. Está herido, no puede ir muy lejos.

- ¿Puedes estar tan segura?

- Es algo obvio para mí. Además no hay muchas opciones para huir. Si hubiera salido por la puerta, lo habríamos visto. Sólo pudo ser un pasadizo secreto, y para variar... el rastro de sangre, el cual claramente se pierde ahí - señaló. Había un pequeño relieve en el suelo.

- Un pasadizo secreto.

- No es muy notorio, seguramente lo levantó con ayuda de un cuchillo o navaja - observó con algo de curiosidad el pequeño relieve en el suelo de madera -. Adelante, levantalo.

El contrario accedió a la petición. Y tal y como se había predicho, bajo la madera encajada perfectamente, había una puerta metálica asomándose. Y para mayor suerte, dicha puerta estaba mal asegurada, prueba de que recientemente alguien había tratado de escapar por ahí.

- Son mucho más predecibles que una mala película de detectives - murmuró ella, procediendo a levantar la tapa de metal para poder entrar dentro del lugar.

Se trataba de un túnel subterráneo, el cual a simple vista se veía que se extendia bastante. Al parecer conectaba con diferentes lugares de la ciudad. Seguramente era una extensión de los pasadizos de la Mafia,

- ¿A dónde pudo ir? - Pregunto la femina en voz alta mientras movía la linterna de mi teléfono de un lado a otro, ya que el lugar era demasiado oscuro.

- No pudo llegar muy lejos si no puede ver con claridad - agregó él. La contraria asintío en respuesta, lanzando un suspiro al iré por la impaciencia y el hastío que la situación le producía.

Caminaron durante un par de minutos, los cuales obviamente fueron en un total silencio. El único ruido que se escuchaba era el rítmico golpeteo de los zapatos de ambos.

Él lugar era bastante lúgubre y oscuro a pesar de estar relativamente bien cuidado. A (T/n) no le hacía mucha gracia estar en un sitio así por culpa de los viejos recuerdos de su encierro, razón por la cual agachó un poco la mirada hacia el suelo.

- "Quizás ... No somos tan diferentes después de todo - pensó al darse cuenta que los pasos de ambos estaban coordinados y ambos avanzaban a un mismo ritmo -. Ambos fuimos abandonados y lo único que tenemos para protegernos es nuestra habilidad. Quizás por eso al jefe le hizo.gracia ponernos a trabajar juntos."

- Ahí está - indicó Ryunosuke, a la vez que sacaba una de las manos de sus bolsillos y la acomodaba frente a su rostro mientras tosía.

(T/n) apuntó la linterna directamente hacia él. Las sombras que se formaron a partir de la luz del dispositivo, devoraron al individuo que ahí estaba de pie a duras penas.

- No puedo creer que una investigación de dos semanas terminara así...

Las manos de la chica comenzaron a rebuscar los bolsillos de aquel frío cadáver mientras los ojos grises de su acompañante la contemplaban.

Uno tras otro eran arrojados algunos fajos de dinero y sobres de polvo blanco, terminando a los pies del mafioso. La chica no paró hasta que finalmente encontró algo lo suficientemente interesante además del teléfono de su víctima.

- Hay algunas cartas - informó, llamando en un gesto al de puntas blancas para que se acercará a ella -. Abrelas mientras yo termino de revisar, por favor.

Ryunosuke tomó los sobres entre sus manos y los abrió cuidadosamente. Realmente se trataba de documentos muy importantes como para que un simple traficante los tuviera en su posesión. Sin embargo, él no entendía en absoluto que estaba escrito en aquellos papeles.

- ¿Y? ¿Qué es lo que dice? - La dotada estaba de cuclillas, mirándolo de una manera un tanto curiosa y expectante. Akutagawa se puso ligeramente nervioso, pero no dijo nada. Tan sólo le pasó los documentos a ella.

- No entiendo lo que dice ahí - aclaró. (T/n) lo miró con un poco de sorpresa y la boca levemente entreabierta. La razón era que las cartas estaban en inglés. No era el idioma natal de ella, sin embargo lo escrito ahí era sumamente fácil y básico de entender.

Y la sorpresa era esa: Akutagawa no sabía inglés.

- Ryunosuke... ¿Realmente no lo entiendes? - Preguntó ella con un poco de preocupación disimulada -. Dice claramente que se espera que un cargamento sea enviado a Estados Unidos la próxima semana. El resto son datos y algunas cifras, además de un acuerdo de pago. Sólo tenemos que llevarle esto al jefe... - ella guardó silencio un momento mientras su mirada se volvía nuevamente a los grises ojos de su receptor - Tu no aprendiste inglés, ¿Verdad?

- Nunca tuve la oportunidad de hacerlo - respondió. La (t/c/d/p) mordió su labio con algo de nervios, pensando que sus palabras habían sido dichas a la ligera o pudieron haberse tomado como una ofensa.

Pero lo que él le decía era algo bastante lógico. Akutagawa había luchado por sobrevivir y tener algo que comer desde que era niño, para luego ser reclutado para la mafia tan sólo para matar. Lo más seguro es que todo lo que sabía lo hubiera aprendido por si mismo y quizás un poco gracias a Dazai. Tan sólo le habían enseñado lo básico y aprendía lo demás gracias a libros.

- Pero... ¿Quisieras aprender? - Preguntó ella con bastante nerviosismo. A pesar de no ser la más lista, (t/n) se había visto forzada a aprender a hablar japonés para poder adaptarse. Y gracias a Oda había podido tener grandes avances en su inglés, ya que él siempre le llevaba libros en dicho idioma, puesto que conseguir unos en español era una tarea mucho más complicada. - .Verás... puedo enseñarte inglés a cambio de que tu me ayudes en japonés. ¿Te parece bien?...

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- "Creo que esto servirá..."

(T/n) se hallaba de pie frente a un pequeño estante, sosteniendo cierto libro que Sakura le había regalado algunos días antes de su partida. Se trataba de "El diario de Ana frank", y aunque consideraba aquel libro como un detalle bastante íntimo y especial, sabía que podía darle un mejor uso que tenerlo reposando en ese estante.

El libro era ideal para ayudar a Akutagawa a aprender al menos a leer y pronunciar algunas palabras, a la vez que ella trataría de aprender a leer algunos kanjis. Ya que la mitad izquierda del libro estaba en inglés y la derecha en japonés, era perfecto para comenzar sin tener que llevar un montón de otros textos cargando a cuestas.

- *Las cosas que hago a veces son demasiado innecesarias... - Habló en voz alta y en su idioma natal, de una manera bastante forzosa, casi intentando convencerse a si misma de que no iría a olvidar sus raíces sólo por hablar otro idioma.

(T/n) estaba un poco frustrada consigo misma. Durante ese día en particular, había hecho cosas demasiado innecesarias, tal como ella mencionaba. Y simplemente no podía entender la razón real por la que las hacía, ya que hasta ese momento se había rehusado a volver a preocuparse por alguien que no fuera ella misma.

Primero había sido el tipo del almacén de contrabandistas. Luego los niños del barrio mortero... Y ahora Akutagawa. ¿Por que razón se sentia comprometida en ayudar a otros? Ella nunca había sido ninguna santa, tan sólo se preocupaba por si misma y las personas que genuinamente le importaban.

Además, se había dado cuenta de que realmente compartía ciertas similitudes con Akutagawa a pesar de la grandes diferencias que a su vez tenían.

(T/n) dejó el libró en una pequeña mesa, para después recostarse sobre su futón totalmente agotada y cubrirse hasta la cabeza con las mantas mientras le daba vueltas nuevamente a todas esas cuestiones. ¿Los niños que conoció en el barrio mortero estarían bien? No lo sabía. Sólo esperaba que la balacera no los hubiera alcanzado y al menos esa noche hubieran podido cenar algo y dormir tranquilos. Seguramente ella iría a verlos lo más pronto que pudiera...

Ya casi era media noche y el sueño había terminado por atraparla después de unos minutos de meditación. Su mente estaba agotada incluso más que su propio cuerpo.

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"Destruimos una parte de nosotros cada vez que parpadeamos.
Y es hora de que sepamos que estamos cayendo."

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Un mes. Lo sé, no hay perdón de Dios ✌

Bueno, espero que el capítulo de hoy haya sido de su agrado. Seguramente lo sintieron un poco "Flojo", la razón es que me duele la cabeza hasta por respirar y no puedo pensar bien.

Lo siento. Lo compensaré ;-;

Por cierto, ¿Alguien leyó el último capítulo? Las traducciones del Manga salieron hoy y UFFFF!!! Cada vez se pone más interesante, pero sigo esperando por una señal de Chuuya 💔

Bueno, agradezco su paciencia a pesar de todo. Estoy consciente de que tengo que tener más consistencia con este libro, realmente lamento los inconvenientes.

Bueno. Creo que eso es todo por hoy.
Hasta la próxima! ✨❣

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