Capítulo 14

Sarada volvió a preguntar que era lo que ocurría a lo cual Hinata nuevamente no dijo nada. Sarada comenzaba a preocuparse mucho más, así que se alejo de Hinata y fue a la cocina por un vaso con agua. Pero lo que vio no le gusto para nada, habían pastillas votadas por todos lados, en él basurero estaba él frasco, era una especie de tranquilizantes o algo así, y Sarada sabía que tomar muchos en exceso no eran para nada buenos. Se enfado. ¿Que le ocurría a su madre? ¿Acaso había tratado de suicidarse? Negó con la cabeza y busco un vaso limpio, al encontrarlo le hecho agua y se lo lleva a Hinata.

—Mamá, por favor. Cuenta me lo que te esta pasando... Bueno, a ti y a papá.— La miro mientras se sentaba a su lado.

Hinata tomo él agua, y respiro hondo. No sabía si lo correcto era contárselo o no, después de todo. Si le contaba Sarada la odiaría, ya que prácticamente le había mentido y muy feo. Diciendo que ella era su madre, aún que no lo haya confirmado. Cuando en realidad su madre se había marchado con un hombre que no era su padre. La miro nuevamente un poco más calmada.

Había decidido mentir, sí, otra vez. Para no dañar a la pequeña que estaba a su lado.

—Discutimos con tú padre.

—¿Que podría haber de malo en su relación?— La miro extraña.

¿Ella había dicho relación?

—¿Relación?— La miro nerviosa.

—Ustedes son esposos, ¿No? Osea son mis padres. Obvio que están juntos— Te sonríe.

Se te hace nuevamente un nudo en la garganta, si tan sólo supieras que él me odia, no dirías eso con tanta tranquilidad... Y que no, él no me ama... como yo lo estaba comenzando a hacer. Piensas.

—Cariño, n...— Callas. No querías dañar sus ilusiones, no de nuevo— Solo paso algo que en las parejas siempre esta presente.
—¿Que cosa?— Te mira con muchas más dudas.

—La desconfianza.— Respondes casi al borde del llanto. Desconfianza, algo que Sasuke no sentía en ti. Y que tú misma hiciste que la tuviera.

—Oh... ¿Creés que él te engaño?— pregunta con cierto enfado, osea, ella sabia que algo había entre Karin y él pero no quería aceptarlo.— Tal vez... Lo haya hecho, después de todo... No estuviste por más de 11 años a mi lado... a nuestro lado.— Responde con cierta tristeza.

La miras con tristeza igual, si supieras que yo no fui la que te abandono... pensaste nuevamente

—N-no es eso. Se que estuvo con más chicas, me lo dijo.— Te miro extraña nuevamente — Y lo entiendo, despues de todo... No estuve por mucho tiempo a su lado...— Respondes con más amargura, no te gusta mentir, pero ya lo hiciste, ya no hay vuelta atrás.

—Ma-mamá, perdón por eso, si y-yo tan solo hubiera sabido... Jamás hubiera dejado que papá te lastimara de esa manera.

No aguantas las lágrimas más y lloras. La abrazas y sigues llorando.

Perdón por todo Sarada, realmente soy un asco de persona... y Sasuke... También, por favor te lo pido, perdoname por mentir... Otra vez.

—Cariño, de verdad. Eso ya no importa, la cosa es que... Sera mejor que me alejé de tu padre, ya no creó que haya esa confianza que había antes y, e-el amor que existía antes.— La miras comprensivamente.

—Lo entiendo mamá... Yo de verdad quería que fuéramos una familia feliz— Ahora ella es la que llora en tu hombro.

Ahora te odias aún más.

—Amor, olvida lo que acabo de decir. Soy Hinata U-Uchiha— te cuesta decirlo — Y jamás dejare que mí familia esté rota, no, no, jamás. Arregláremos las cosas con tu padre, ¡Ya lo veras!— La animas. Ella sonríe de felicidad y tu caes en un agujero sin salida.

¿Ahora que harás? Sasuke te odia, te odiara más al saber que volviste a mentir y esta vez a Sarada. Realmente querrá matarte con sus propias manos. Y lo entiendes, también harías lo mismo.

Respiras hondo y te levantas

—Me daré un baño, y luego vamos a casa, ¿Esta bien?— Le sonríes y ella asiente felizmente.

Haces lo dicho, vas al baño, te deshaces de la ropa sucia en tu sucio cuerpo y te metes a la ducha. Dejas caer él agua hirviendo sobre tu piel, y no te importa que lastime tu piel, ya nada te importa más que la felicidad de la menor. Te lavas él cabello muy bien y luego lavas tu cuerpo. Sales de la ducha y te vistes con ropa cómoda y te peinas. Hechas un poco de base en tu rojo rostro, para cubrir un poco los hinchados ojos que tienes después de haber llorado por días. Y sales a buscar a la pequeña, quien te sonríe al verte en un estado mucho mejor que el de hace un rato. Tomas su mano y juntas salen a la casa Uchiha.

Sientes miedo, nerviosismos y ganas de salir corriendo, pero no. Ya no puedes. Estas justo afuera de la casa Uchiha, Sarada toma tu mano y te hace pasar, te hace sentarte en un sofá y va en busca de su padre.

Tienes miedo, pero ya nadie te salvaría de Sasuke... Habías tallado tu propia tumba.

—¡Vamos papá apresurate!— La oyes decir mientras baja las escaleras con mucho animo.

Escuchas los pasos del Uchiha mayor y la ansiedad te invade y él temor aún más.

Él te mira y tú lo miras a él. Su expresión es fría y la tuya es una llena de temor.

La menor lo hace estar más junto a ti, y los Abraza. Él te mira con odio y tú con una sonrisa nerviosa.

—Papá, es hora de arreglar las cosas con mamá, ya se todo lo que paso, y mamá quiere volver a ser la familia feliz que somos, bueno yo también lo quiero así — Comenta sin más.

Él te mira muy sorprendido, no sabe de que esta hablando su hija.

—¿De que hablas Sarada?— habla por primera vez.

—De que tú y mamá de habéis peleado. Pero ya todo estará bien, ella no se volverá a ir y tu no la engañaras más y la amaras como siempre lo haz hecho.— Dijo juntando sus manos.

El te mira muy serio, pero desde su mirada sientes que esta enojado y muy furioso.

No haces más que sonreír le.

.
.
.

Esa maldita sonrisa. Piensa el pelinegro.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top