19| Feelings
Chapter nighteen;
Feelings
El plan ya estaba listo.
Ahora el paso dos era realizarlo.
Luego de una incómoda noche, al despertar — Los dos mayores evitando el hecho que habían despertado muy juntos al punto que sus piernas se cruzaban entre si y sus respiraciones chocaban en el rostro del otro — los tres desayunaron mientras creaban un plan sobre cómo encontrar a Dart. De una u otra forma tendrían que hacerlo, dejarlo libre no era buena opción para nadie.
Así que ahí se encontraban, ya listos para ejecutar con el plan. Habían comprado montones de carne que luego tuvieron que llenar cubetas con ella.
El plan sería hacer un camino con esa carne hasta la vieja estación para atraer a Dart. Ahí armarían una trampa para el monstruo. Pondrían un montón de carne que estará bañada en gasolina y cuando se acerque a comerla la prenderían fuego. Aunque antes de eso prepararía el abandonado bus para tener un lugar seguro donde esconderse.
Ahora mismo se encontraban a las afueras del bosque mientras sacaban todas las cosas de la cajuela.
— Vaya, vaya. Miren quién es — Dijo Dustin a través de walkie talkie.
Solo él mismo podía escuchar a quien sea que le estuviera hablando gracias a que traía puesto sus audífonos, así que Steve e Ian no le tomaron importancia y siguieron en lo suyo.
Andi terminó de bajar las cosas y se fijó que su arma estuviera cargada para volver a guardarla.
— Bien, vámonos — Dijo Steve a la par que cerraba la cajuela.
Se pusieron sus guantes y cada uno tomó una cubeta para entrar al bosque y comenzar a caminar por la vía del tren.
— Hay algo que no entiendo de todo esto — Habló Steve una vez que ya comenzaron a tirar la comida.
— ¿Qué? — Preguntó Dustin.
— Si sabías que "Dart" era del Otro Lado, entonces ¿por qué lo conservante?
Dustin se encogió de hombros sin importancia — Yo sólo pensé que podría impresionar.....
— ¿Impresionar? ¿Con esa cosa? — Dijo incrédulo — ¿Impresionar a quién?
— ¿A quién? — Repitió Dustin y Steve asintió — ¿Por qué supones que hay alguien?
— ¿A quién intentarías impresionar sino?
El de rulos suspiró rendido — A una chica. Ella es nueva en la escuela y pensé que tal vez, no sé.
— A ver si entendí bien ¿Conservaste algo sabiendo que era peligroso a fin de impresionar a una chica que acabas de conocer? — Sintetizó.
— Estás simplificando todo demasiado — Negó Dustin.
— ¿Por qué ella apreciaría una babosa inmunda? — Preguntó sin entender.
Ian quiso golpear a Steve por el poco tacto que tenía con el niño.
— ¿Una babosa interdimensional? Es fabulosa — Contradijo.
— Aunque le pareciera genial, lo cuál no pasó.....Te estás esforzando demasiado.
— No todos tenemos tu pelo perfecto — Dijo sarcástico con algo de molestia.
— El pelo no importa, viejo. La clave es actuar que te da igual — Recomendó como si fuera el mejor consejo de todos.
Andi levantó su vista hacia Harrington y frunció el ceño confundido. Era el consejo más mierda que había escuchado en toda su vida.
— ¿Aunque no sea así? — Quiso confirmar.
— Exacto. Las vuelve locas — Afirmó.
— Y luego. ¿Qué?
— Luego esperas hasta.....Hasta que lo sientes — Dijo sin saber muy bien que decir.
— ¿Qué cosa? — Cuestionó confundido.
— Es como antes de una tormenta. No la ves, pero la sientes, como electricidad, ¿me explico?
— Como en el campo electromagnético cuando las nubes de la....
— No, no, no — Interrumpió rápidamente — Como una electricidad sexual.
Al escuchar ese último comentario, decidió intervenir.
— Vaya consejos de mierda le estás dando, Harrington — Ahora era él quien tenía la atención de Dustin — Si le haces caso a ese consejo, ¿sabes que vas a conseguir? Nada. Eso es lo que conseguirás ¿Y sabes por qué? Porque a nadie le gusta que lo ignoren, Dustin.
Steve bufó intentando que el niño le vuelva a dar atención — No le hagas caso, no sabe de qué habla. Ni siquiera le gustan las mujeres — Recordó, logrando su propósito.
Andi reprimió una tierna sonrisa por sus tontos intentos de que Dustin le hiciera caso.
— Cuando la sientes, avanzas — Retomó su conversación.
— ¿Ahí la besas? — Preguntó creyendo entender.
— Wow. No. Más despacio, Romeo — Negó a su pregunta.
— Perdón.
— Claro, algunas chicas, sí, quieren que seas enérgico. Fuerte, pasional y pesado, como, no sé.....Como un león. Pero con otras debes moverte lento, sigiloso, como un ninja — Explicó.
— ¿De qué tipo es Nancy?
La pregunta se Dustin hizo que inconscientemente Ian prestara más atención a la conversación, interesado en la respuesta que daría.
— Nancy es diferente a las demás — Respondió con un tono más suave.
Y ahí está de nuevo. Pensó Andi suspirando por lo bajo.
No es que tuviera algo en contra de su amiga, es decir, la amaba muchísimo, pero le molesta el que siempre Steve tenga que hablar de ella como si fuera lo más preciado de su vida.
Le molestaba demasiado.
Quería acercarse, agarrarle la cara y...... pegarle.
— Sí, parece muy especial — Confirmó Dustin.
— Sí, lo es — Su tono expresó nostalgia.
— Pero esta chica también es especial. Tiene algo, no sé qué.
— Wow. Oye — Detuvo el paso Steve — No te estarás enamorando, ¿no?
Dustin se quedó pensando que responder al escuchar el tono del mayor — No. No.
— Bien — Volvieron a caminar — No te enamores.
— No me enamoraré — Aseguró.
— Sino, te romperá el corazón, y eres muy joven para eso.
Ian no pudo evitar sonreír con ternura al ver como Steve se preocupaba por Dustin. Sin embargo, al darse cuenta de su estúpida sonrisa, la borró al instante.
— ¿Y tú, Andi? — Preguntó el de rulos.
— ¿Yo qué? — Dijo sin entender.
— ¿Cuál es tu tipo? — Aclaró.
Ian suspiró mientras pensaba una respuesta, mientras que Steve levantó la mirada, interesado por escuchar qué diría el pelirrojo.
— No creo tener un tipo — Negó sin saber muy bien que decir — Creo que.... que no sean imbéciles está bien para mi — Le dio una rápida mirada a Steve y cuando sus miradas se encontraron las apartaron instantáneamente, sintiendo como a ambos se les sonrojaban un poco sus mejillas. Sus corazones acelerándose por unos minutos por ese pequeño encuentro de miradas.
El lugar quedó en silencio luego de eso, era un extraño silencio. Nadie sabía que decir al respecto, así que solo siguieron caminando ignorando lo que pasaba.
— Fabergé — Dijo Steve de la nada, rompiendo la tensión.
— ¿Qué? — Preguntó Dustin.
— Es Fabergé Organics — Señaló su cabello — Champú y acondicionar. Con el pelo húmedo, mojado no, húmedo. Cuatro puffs del spray de Farrah Fawcett.
— ¿El spray de Farrah Fawcett? — Cuestionaron Ian y Dustin al mismo tiempo solo que con diferentes intenciones. Pues él mayor se burlaba de él.
— Sí, ese — Afirmó — Si le dices a alguien que te dije eso, te muelo a palos. Te mato, Henderson ¿Entiendes?
— Sip.
— Está bien. Y eso también va para ti — Amenazó al pelirrojo señalándolo con el dedo. Este le dio una sonrisa burlona y provocativa que le hizo pasar la lengua por sus dientes, intentando contenerse a sus pensamientos.
— ¿Farrah Fawcett? ¿En serio?
— Es atractiva — Justificó a la vez que llegaban al lugar indicado. La chatarrería — Sí, así estará bien. Con esto bastará. Buena idea.
Los tres siguieron haciendo el camino de carne hasta llegar al centro del lugar y tirar todo lo sobrante en una pila.
— ¡Dije bien cocida! — Gritó otra voz a lo lejos.
El trío dirigió su mirada en esa dirección y Andi vio a Lucas, quien saludaba, y a Max, la chica California.
— ¿Quién es ella? — Le preguntó Steve a Dustin, pero este se encontraba mirando tontamente a la pelirroja.
Ian golpeó su brazo disimuladamente y le hizo una seña con la cabeza que dejaba en claro quien era esa chica.
— Hola, Ian — Saludó la chica con una sonrisa.
— Hola, rojita — Su puso a su lado y le revolvió el pelo — Que bueno que llegaron. Es hora de poner manos a la obra.
[....]
La fuerte tensión se sentía en el aire de adentro de aquel bus. Era obvio que todos se encontraban algo nerviosos por lo que podría llegar a suceder, pues se trata de un monstruo de otra dimensión.
Todos se encontraban adentro del vehículo esperando a que algo pasara o a que el plan funcionara y que Dart apareciera en cualquier momento, a excepción de Lucas quién vigilaba con sus minoculares.
Hasta el momento nada había sucedido.
Habían estado esperando hace casi una hora ahí adentro, ya comenzaban a aburrirse, y hasta se había hecho de noche. Ya no quedaba algún rastro de luz solar.
Steve y Andi se encontraban sentados en el suelo uno al lado del otro, el primero jugando con el encendedor, Dustin al frente de estos, y Max un poco más alejada.
Sus rodillas tocándose, pero ninguno queriendo apartarse del inocente tacto del otro.
— ¿Así que se enfrentaron a uno de estos? — Preguntó Max repentinamente a los dos adolescentes. Estos asintieron sin nada más que decir — ¿Y están totalmente seguro de que no era un oso?
— Mierda. No seas idiota. No era un oso — Interrumpió Dustin molesto — ¿Por qué estás aquí si no nos crees? Vete a tu casa.
La chica se levantó — Qué mal humor ¿Es tu hora de ir a la cama? — Subió las escaleras para estar con Lucas.
— Muy bien. Muéstrale que no te importa — Dijo Steve.
— No me importa..... ¿Por qué me guiñas el ojo, Steve? Basta — Pidió y este negó con la cabeza.
— ¿Qué mierda fue eso? — Cuestionó Ian algo confundido — ¿Por qué le hablaste así?
— Es la verdad. No sé por qué está aquí si no nos cree. Es molesto.
Ian se frotó los ojos con irritación — ¿Ella te gusta? Es decir, sé que te gusta, solo quiero confirmarlo.
Dustin se quedó de brazos cruzados mientras su enojo se iba y dudó un poco para finalmente terminar asintiendo a la pregunta.
— ¿Entonces por qué le hablas de ese modo? Ahora estás molesto, pero luego querrás golpearte por eso. Y si en una escala del uno al diez antes estabas en un dos, ahora estás en un menos cincuenta.
El de rulos bajó la mirada algo apenado, arrepintiéndose de haberle hablado de ese modo a Max — Pero Steve dijo que.....
— Dustin, le pediste consejos de amor a Harrington. Mira como terminó su última relación — Dijo obvio y Steve se giró a verlo ofendido — Sin ofender — Aclaró rápidamente.
— Oh, no te preocupes por mi. Gracias por restregármelo en la cara — Dijo sarcástico.
Ian siguió hablando, ingnorándolo — Y si, puede ser que no me gusten las mujeres, pero en algún momento así fue. Y la verdad es que ese ni siquiera es el punto porque, hombre o mujer, se trata de amor, Dustin. ¿Te gustaría que la chica que te gusta te ignoré o hable mal?
Dustin alzó la mirada ilusionado — No estoy insinuando nada — Aclaró rápidamente, pues no quería insinuarle a Dustin que Max gustaba o sentía algo por él.
— ¿No? — Respondió inseguro. Ian alzó una ceja — No — Negó finalmente.
Su conversación fue interrumpida cuando desde afuera se escuchó un fuerte aullido.
Steve, Dustin y Andi se levantaron apresurados y se pusieron a observar por la ventana.
— ¿Lo ven? — Dijo Dustin.
— No — Negó Steve.
— Lucas, ¿qué sucede?
— ¡Aguarden! — Exclamó el otro desde arriba — ¡Contacto visual! ¡A las diez en punto!
— Allí — Señaló Steve y fue cuando el pelirrojo pudo verlo.
— ¿Qué hace? — Preguntó Dustin.
— No sé — Dijo Ian.
Los tres se quedaron callados por unos segundos — No muerde la carnada ¿Por qué? — Preguntó Steve.
— ¿No tiene hambre? — Dijo el Henderson.
— ¿Porque no está vivo? — Siguió Andi.
— Se cansó de comer vaca — Concordó Steve.
Dustin y el pelirrojo se sobresaltaron algo al ver al mayor ponerse de pie. Este los miró unos segundos de manera pensativa y luego se acercó a la puerta.
— Steve, ¿qué haces? — Dijo el menor.
Este se dio la vuelta luego de agarrar el bate — Prepárense — Le tiró el encendedor a Dustin y él logró agarrarlo.
Ian frunció el ceño y se acercó molesto a Steve, quedando muy cerca — Estás enfermo si crees que saldrás ahí afuera. No te dejaré ir.
— Vaya. Si te preocupas por mi — Dijo entre sarcástico y burlón antes de salir del autobús, sin permitir que el otro lograra detenerlo.
Decir que su corazón no se había acelerado cuando el pelirrojo se acercó mucho a él para luego demostrar que si le importaba, aunque algo molesto, sería pura mentira. Si bien le había contestado de manera indiferente, en su interior estaba sonriendo y sintiéndose enternecido por su preocupación.
Ian lo maldijo por lo bajo y subió las escaleras que daban hacia el techo con apuro. Empujó un poco a Max y Lucas, sin llegar a ser agresivo, y sacó su arma.
Era por si se les salía de sus manos.
— Steve, ¡cuidado! ¡A las tres en punto! — Gritó Lucas asustado.
Andi dirigió su mirada a la zona indicada y pudo ver como arriba de uno de los autos abandonados se encontraba otro demogorgon. Eso le puso los pelos de punta.
Escuchó por debajo como los niños llaman desesperados a Steve para que volviera a subir la vehículo y estuviera a salvo.
La verdad es que Ian también tenía miedo de que algo le pasara. Su corazón latía con fuerza del solo pensar que algo malo podría llegar a pasarle a Steve en ese preciso instante. Sus manos, que agarraban el arma con precisión, sudaban de los nervios, cosa que nunca le pasaba.
Cuando vio como ambos demogorgones finalmente se lanzaban a él, mientras que Steve intentaba volver al bús en una pieza, no dudó un solo segundo en comenzar a dispararles a las criaturas para poder ayudar.
Cuando el chico logró entrar nuevamente, Andi bajó con apuro y los ayudó a trabar la puerta para que no pudieran entrar.
— ¿Tienen rabia o algo? — Preguntó asustada Max ya que los animales no dejaban de golpear.
— ¡No pueden entrar! ¡No pueden! — Gritó Dustin pero, como si los hubiera atraído, una gran garra atravesó la puerta y gritaron asustados para levantarse y alejarse de allí.
Max, quien se había quedado al borde de las escaleras, miró hacia arriba y dio un fuerte grito. Ian y Steve se asustaron y se acercaron de inmediato. El segundo apartó a Max del camino.
— ¡Quítense del medio! ¿Quieres? ¡Ven a buscarlo! — Le gritó Steve a la criatura mientras lo amenazaba con el bate.
La criatura le rugió pero al segundo dirigió su vista y atención a otro lado, para después marcharse haciendo mover el vehículo. De afuera se escuchaban muchísimos de aquellos "aullidos".
Todos se quedaron quietos en sus lugares, aún intentando asimilar lo que había sucedido, hasta que Ian fue el primero en reaccionar. Se dirigió a la entrada y la abrió. Salió de ahí a la vez que apuntaba con el arma.
— ¿Qué ocurrió? — Preguntó Lucas.
— ¿Steve los asustó?
— No. Imposible. Van a algún lado — Respondió el nombrado —Vayan a buscar sus cosas.
Los niños volvieron a subir para hacer lo pedido.
Ian suspiró fuertemente mientras le daba la espalda a Steve y este al escucharlo se giró a verlo.
— ¿Estás b.....
Andi no le dejó terminar la pregunta porque se dio la vuelta para acercarse a él y lo tomó del cuello de la chaqueta para empujarlo contra el bus.
— ¿Qué demonios fue eso? ¿Algún intento idiota de ser el héroe de la noche? — Preguntó enojado mientras lo miraba fijamente.
Steve, quien se había asustado al principio por el repentino movimiento, tenía sus manos en las muñecas del más alto en un acto de reflejo por intentar alejarlo.
Su vista no la podía mantener mucho tiempo por el nerviosismo que le provocaba tener el chico a centímetros de su rostro, contando que lo tenía encerrado, y hacía que su corazón saltara con nervios.
— Respondeme — Ordenó serio.
— Como si te importara ¿Qué? ¿Llorarás y me extrañarás si muero? — Respondió sarcástico intentando ocultar su nerviosismo. Podía sentir la respiración del pelirrojo.
— No — Mintió — Pero no dejaré que los niños vean algo como eso. Si quieres matarte, salta de un acantilado — Dijo antes de alejarse.
Mentiría si dijera que su corazón casi se sale de su pecho al ver a Steve corriendo para que esas cosas no lo despedazaran.
Mentiría si dijera que con cada disparo no tenía miedo de darle sin querer al chico.
Mentiría si no dijera que en realidad si se había preocupado mucho.
Y mentiría si no admitiera de que le gusta Harrington.
Maratón 3/3
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