6 》San Valentine

Y allí estaba la rubia de mirada rojiza bien acurrucada en el sofá de la sala de aquella casa, con las piernas reposada en la mesa de madera terciada, con un tarron de barras de chocolate, viendo alguna serie en Netflix. Su vestimenta era completamente de en casa, short negro holgado con bordes rojizos, y una remera grande de su padre BaKatsuki.

—¡¿Muérete mierda!? Como te atreves a dejarla en la lluvia, imbéciles sean los hombres.

Así se pasaba encantada, sola en aquella casa mientras que sus padres habían salido en una cita, su hermana mayor igual, mientras así era feliz Kurogawa Bakugo, todo en un día como 14 de febrero, día de los enamorados.

Pero mientras ella se encontraba engordando y quizás entrando en coma de diabetes, alguien llegaba con una sonrisa maliciosa con una bolsa de hule en sus manos, que tenía un pote de helado, se quitó con cuidado los zapatos sin hacer ningún ruido. Abrió con destreza y agilidad de gato la puerta sin que la rubia se diera cuenta.

Dejó sus zapatos en la entrada, y fue directamente a la sala, donde todo se encontraba a oscuras, tanto que parecía un cine aquel lugar, la rubia estaba muy interesada en una película. Por lo que eso hizo que la silueta femenina sonreirá maliciosa.

Dejó el helado lejos del sofá en un mueble lejos de ambas, y se acercó a la chica rubia por la espalda, justo en el momento que pasaba una censurada imagen y escenas de adultos, logrando que la rubia que iba maldiciendo explotase en calentura, buscando rápidamente el control para adelantar pero no se esperó sentir un roce de algo húmedo rozar su cuello y morder el lóbulo derecho de esta.

—A-aah~

Antes de que esta pudiera matar a la indeseada, esta misma susurró a sus oídos.

—¿No me ibas a invitar, Kouhai-chan? Que mala eres mo~

La peli morada había pedido con todo el cariño y suministro capaz de amilanar el corazón de Bakugo Katsuki para que dejaran la casa para que ella pudiera hacerle una sorpresa a su kouhai, tuvo que hacer muchas cosas a cambio pero lo habia logrado.

—¿Q-que haces m-maldita!

—Ngh~ si~ sigue Johny~—se escuchó una parte de porno en la película que veía.

Logrando que Emiko quisiera morirse y buscar rápidamente el control pero su mano se había quedado estática en el aire antes de conseguirlo. Un escalofrío la recorrió al ver como la joven sempai se acercaba y colocaba frente a ella para verla, sentándose en un rápido ataque sobre su regazo, sin dejar todo su peso contra ella.

Volviéndola cardíaca.

—No no, no, Kouhai-chan, eres una pervertida jajajaja pero... ¿Sabes?

—¿¡No uses tu quirk conmigo maldita uva!?

La pelimorada poso su dedo índice y del medio sobre los labios de la rubia explosiva, silenciandola, mientras sonreía tranquila y divertida.

—Pero si no hice nada, Kouhai-chan o si? ~jajajajaj

Intentó volver a salirse de las garras d ela joven de cabellos morados, pero esta se acercó tan rápido a ella, acortando el espacio personal que aun quedaba a ser nulo.

—Eres mala, y yo que te traje helado de chocolate, uva y cereza. Para pasar mi san valentine contigo...

Dijo Panambi tras un puchero, mientras quitaba sus dedos, peor cuando la rubia trató de mandarla a la mierda, esta enseguida se quedó obnubilada, roja como valla y sin aire. La sempai había deslizado hasta ella su cuerpo, arrinconandola hasta rozar sus labios y besarla apasionalmente, mientras acariciaba su nuca suavemente y mejilla de una manera que cualquiera podría enamorarse de esas caricias.

Pasados unos minutos hasta que se quedó sin aliento y se separó de ella, para mirarla pícara.

—S-sempai...

—Te amo, Kouhai-chan.

—>\\\\\\\\\\\< S-sempai!

—¿Que? ~

—También la aprecio.

—¿Ah? Solo eso?

Emiko Kurogawa tragó saliva mirándola desafiante con las mejillas sonrojada, y con una sonrisa lasciva la desafió.

—¿Algún problema?

—Pues si.

—¿Ah si? ¿Cuál sería esa?

—Qué hoy he venido con un plan de meses para poder pedirte como se merece usted, a que hoy en este día más cliché me pudiera aceptar, señorita Bakugo como su novia, de aquí a las estrella. ¿Podría? ¿O debo ser más convincente.?

La rubia ceniza se había quedado sin palabras, ella se iba a declarar la próxima semana con la excusa de que estaba nerviosa, pero allí está, la uva orgullosa y pervertida, arrinconandola y pidiendo una cosa con tal desdén. Pero se percató de algo mas, ya se podía mover.

Por lo que no esperó más y cambió las posiciones, logrando sorprender a la mayor, que no pudo evitar soltar una carcajada de pura diversión y sorpresa.

—He estado esperando demasiado para comer la, sempai.

—¿Eso que quiere significar?

—Qué si, sempai. Si quiero ser tu novia, y solo eres mía.

La pelimorada fue así como se volvió una uva viviente pero más aún cuando jadeó al sentir como era la Kouhai-chan quien tomaba el papel de activa robándole sus primeros momentos más excitantes y satisfactorios que nunca creyó volver a sentir.

¿Entonces estas cosquillas electrizantes solo se podían conseguir de una sola manera? ¿CUÁL era esa? Pues... Fácil, a través del amor y la química, todo podía ser real.

Y ella, ambas, se sentían atraídas, se amaban y nada más que eso daba frutos en su química hambrienta sexual que ahora sería la novedad en todos los lugares del país.

—Kouhai-chan cómeme ~ soy solo tu uva. Solo tuya~

—Que cursi eres, maldita uva, pero si, solo mía. Ahora disfruta~

Susurró una vez que rozó los puntos débiles de aquella mujer que solo le pasaba un año de edad, atrapando entre sus labios una aureola de los senos de la mayor y comer la con voracidad.

Siendo así un comienzo de arrebatadores gemidos, y pura ternura observada por aquellos ojos rubi de hija menor de Bakugo Katsuki.

14-02-20

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top