ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ¹ ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴏs
ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ
Me siento en el sofá de la sala de mi casa, mientras espero a mi padre para ir a casa de los Park. Cierro los ojos preparándome mentalmente para todo lo que viene, sé qué será difícil, e incluso llegó a imaginar la reacción de Jimena.
Ella solamente nos considera mejores amigos, y es que lo somos, pero ella no sabe lo que realmente siento por ella.
Recuerdo cuando éramos adolescentes, éramos muy unidos, aunque en los primeros años de la uni nos separamos un poco ya que ambos fuimos por caminos diferentes. Actualmente, hace un año terminé mis estudios en la universidad estudiando administración de empresas, todo porque ese era y es el sueño de mi padre, tanto como el de mi madre.
Qué sea el dueño de la empresa de autos de papá.
Nunca fue mi deseo, hubiera preferido estudiar derecho.
Jimena aún cursa el último año de la universidad, soy dos años mayor que ella. Bueno, todos lo somos.
El día que conocí a Jimena es algo que nunca olvidaré, ella se veía tan reluciente.
Soy el chico antisocial, no tanto, tengo dos mejores amigos, Hoseok y Jungkook, estudiamos en el mismo salón, siempre hemos sido unidos y hacemos casi todo juntos, pero hoy ninguno de los dos, Jungkook está enfermo, le dije ayer que no era bueno mojarse.
Ayer cuando salimos de él instituto comenzó a llover, aún nos falta para entrar en la universidad al menos unos tres años. Pero como estaba contando comenzó a llover y Jungkook quiso divertirse bajo la lluvia, de niño solíamos hacerlo, aunque podíamos enfermarnos, y eso hicimos, y ahora Jungkook está resfriado.
En cuanto a Hoseok no se porque vino, solo me llamó diciendo que por favor lo justificara con el profesor, mañana sus padres irían a la escuela.
Así que me encuentro solo en el patio bajo la sombra de un árbol y recostado a este. Me siento solo. Saco un libro que me había prestado Hoseok, me gusta leer y suelo hacerlo en mis tiempos libres, aunque últimamente no tengo muchos ya que siempre Hoseok y Jungkook me están llamando para alguna travesura.
Comencé a leer a partir de la página en la que me había quedado, sumergirme en mi propio mundo hasta que sonara de nuevo las campanas que indicaran el comienzo de clases nuevamente para después ir a casa.
—¿Por qué estás aquí solo? —una voz hizo que desviará mi vista de él libro sostenido en mis manos para mirar a aquella chica.
—¿Quién eres?
—La típica pregunta que hacen todos. Te recuerdo chico desconocido que una pregunta no se responde con otra pregunta. Yo pregunté primero, tú debes responderme primero.
—¿Es en serio? —suspiré.
—Bueno, yo no soy un holograma. No seas más estúpido de lo que en realidad pareces.
—¿Quién te crees para hablarme así?
—Oh, soy Park Jimena. Mucho gusto, aunque creo que el gusto ya se perdió.
Reprimí una risita que amenazó con salir, no le daría el gusto de hacerme reír, aunque no creo que eso es lo que ella quiera.
Pero de todas maneras lo hice.
—¿Por qué mejor no te vas?
—Porque estoy aquí. Te recuerdo que no has respondido a mi primera pregunta ¿Por qué estás aquí tan solo? ¿No tienes amigos?
—Era solo una pregunta no dos.
—Pues ahora agregué una, no seas un cabezota.
—No tengo tan grande la cabeza.
—Es bonita. Pero ese no es el tema ¿Cuantas veces va a evadir mi pregunta?
Suspiré rendido, estoy seguro de que si no le digo la razón de él porque estoy aquí solo no se irá.
En serio el destino no puede ser más cruel.
—Tengo amigos, pero ellos no vinieron hoy, asi que estoy solo. Ya puedes irte —hice un ademán para que se fuera.
—Oh, ya veo. Seamos amigos —dijo y se sentó a mi lado.
¿Quién se cree para hacer eso? ¿Acaso no se dió cuenta de que le dije que se fuera? En serio, maldito descanso. No hubiera sido peor.
Ella mira mi libro con notable curiosidad, la miró, veo como comienza a leer y sus labios se mueven al compás de lo que lee.
Así que Park Jimena. Creo que ya sé quién es esa chica. Es obvio que es hija de los Park, los que viven cerca de mi casa, papá tiene buena relación con ellos, pero yo nunca quise acercarme a ellos.
He sido algo cerrado desde que nos mudamos para aquí en Incheon.
Me siento aún fuera de lugar, aunque Jungkook y Hoseok se han encargado de que eso no sea así, y les agradezco mucho, a pesar de él tiempo que ya llevo viviendo aquí, extraño mucho Daegu.
—¿Como te llamas? —levanté mi vista de él libro y la mire—. Yo te dije mi nombre, pero tú no me has dicho el tuyo.
La mire dudando.
—Kim Taehyung.
—Ahora si puedo decir mucho gusto.
Aquel día fue el comienzo de nuestra amistad, así fueron cómo pasaron los días, con comentarios como siempre sarcásticos y muchas veces teníamos peleas y eran muy graciosas, porque a él final ambos terminamos riendo.
—Cariño —mamá me saco de mis pensamientos—. Tu papá te espera en el coche.
Me levanté para dejarle un beso en la frente y entrar en el auto donde estaba papá adentro también.
El conductor comenzó a conducir. Baje la ventanilla de él auto y mire hacia afuera. Había ido otras veces a casa de los Park, pero nunca para lo que voy a ir ahora, y me siento mal por eso, sé que ella no se lo tomara mal.
Ella no me quiere de la manera en la que yo lo hago, ella no me ve de la manera en la que yo lo hago.
Jimena y Hoseok comenzaron a tener una relación, y aunque desde siempre note la química entre ellos quería negarlo, no quería pensar en eso.
Tampoco que Jimena me comenzó a gustar desde que la ví la primera vez, claro que no, al principio no fue así, pero cuando comenzamos en la universidad me sentí atraído por ella, pero era solo eso.
Pero aquel campamento que hicimos los cuatro a el bosque lo cambio todo, como no se, pero desde aquel día mi corazón late por ella.
No la necesito para vivir, esa típica frase de que sin ti no vivo no se apega a mi, porque muchas personas se van de nuestra vida, pero nosotros seguimos viviendo, seguimos adelante, pero ella hacía que mis días fueran más felices.
—No pienses tanto —dijo papá golpeando con su mano suavemente mi rodilla.
—No estoy pensando.
—Mira, si piensas en eso ten por seguro que todo va a estar bien.
Acentí. Quisiera volver a aquel tiempo, quizás si ella no se hubiera caído a el río nada hubiera pasado.
—¿Están seguros de esto? —pregunté aún caminando detrás de Hoseok.
—Claro que si —dijo Jimena.
La idea había sido de Hoseok, ni siquiera sé cómo se le ocurrió esto, pero estuve dudando de eso, estamos solos aquí, en el bosque, aunque tampoco estamos muy alejados y tan profundo en este.
Faltaba una semana para que acabarán las vacaciones de verano y comenzaremos el segundo año de la universidad, Jimena está detrás de mí y detrás de ella viene Jungkook, parecemos hormigas en fila, y más yo y Jungkook que ambos venimos vestidos de negros.
Solo faltaría que Jime y Seokie vinieran vestidos de negro y ya, listo, somos las hormiguitas que están buscando comida para llevarla a su hogar.
Soy un genio ¿a qué sí?
Llegamos a él lugar que Hoseok estaba buscando, al menos no estamos tan alejados en el bosque, había dicho que era mejor tener un guía, Jimena estuvo de acuerdo conmigo, pero los otros dos chicos se negaron.
—Bien, aquí estamos bien —Hoseok se detuvo.
Había un río delante de nosotros, sonreí y me quite la mochila. Pesaba, la dejé en el césped, los demás hicieron lo mismo, estaríamos aquí por tres días sino estoy mal.
Me estoy arrepintiendo de haber venido, pero Hoseok insistió tanto en esto que sentí que debía venir.
—Lo primero es hacer la tienda de campaña. Trajimos tres —expreso Jungkook.
—Una para Jimena, yo y Taehyung dormimos en una y Kookie en la otra.
Acentí y comenzamos a armar las tiendas, todos nos ayudabamos entre sí, siempre entre risas, pues a Hoseok y a Jungkook se les ocurre cada ocurrencia que no puedo evitar que una sonrisa escape de mis labios.
Varias veces se nos cayó la tienda cuando pensábamos que lo habíamos logrado, pero no fue hasta al menos unos cinco o seis intentos que habíamos logrado la primera.
Lo segundo que hicimos fue hacer una fogata, Jungkook buscaba ramas secas junto con Hoseok mientras yo y Jimena estábamos caminando junto a él río. Hoseok me llamo, yo intentaría hacer el fuego con dos piedras, ya que a ninguno de nosotros cuatro se nos ocurrió traer fósforos.
Genial.
La corriente de él río estaba fuerte, así que decidimos no acercarnos mucho.
El sonido de algo cayendo a el agua hizo que me volteara, viendo como Jimena estaba en al agua siendo arrastrada por la corriente.
—¡Jimena nada vamos! —grito Hoseok.
Él no sabe nadar, Jimena si sabe, quiere ser nadadora, la apoyo mucho, estoy segura de lo que lograra porque confío en ella. Aunque otras veces dice que quiere estudiar gastronomía, así que ya ni se que es lo que va a estudiar. Es un caso.
Ella intenta nadar, me siento como un estúpido por no hacer nada, Jungkook aún no vuelve, fue a ver si había algo que podíamos comer, espero que al menos Hoseok haya traído eso, porque no espero morir de hambre.
Ví como Jimena se golpeó la cabeza con unas rocas que estaban el río, cortando el paso de este, ella se desmayó, Hoseok grito con terror tratando de ir, pero no sabe.
Me quite los zapatos lo más rápido que pude.
—¡Resiste Jime!
Llegó hasta donde está o estaba ella, me hundo para poder encontrarla y cuando lo hago la cojo y la sacó a la superficie.
Nado hacia afuera viendo a Hoseok temblar de pies a cabeza, seguro que está nervioso.
En esos momentos siento que no puedo perder a Jimena, mi vida no sería lo mismo sin ella, si ella me deja no sería nada igual. Mi corazón se acelera por el miedo y la presión.
Siento miedo de perderla. No, no puedo permitirme eso.
La dejo en el césped y Hoseok llega a nosotros preguntando, le pido que se calle.
—Jimena —dije mientras le daba bofetadas.
No me quedo más remedio de que darle un boca a boca.
Sé que no será lo mejor. Se que de seguro ella se molestará.
Cuando iba por la tercera vez tosió en mi cara haciendo que el agua caiga en ella. Cerré los ojos rápidamente y pase por mano por mi cara mientras le daba unas palmaditas en la espalda.
—¿Estás bien? —pregunto Hoseok.
Jungkook aún ni su sombra vemos.
—Estoy bien —dijo con la voz garrasposa y ronca.
—Démosle aire.
Me levanté, pero su mano tomo la mía y me voltee.
—Gracias.
Acentí, me fui a cambiar, mi corazón latía acelerado, ya no era por el miedo, para Jimena seguro fueron unos simples besos, igual para Seokie, pero para mí significo algo más, algo que no debía hacer significado.
Ese beso no debía haber hecho ningún efecto en mí, no debería sentirme como me siento.
En todos nuestros años de relación, todos estos años de amistad no deberían de transformarse en algo más, yo no deberé sentir esos sentimientos hacia ella.
El llamado de papá indicando que ya llegamos a casa de los Park me saca de mis pensamientos, el me mira confundido seguro pidiendo una explicación sobre porque estoy tan pensativo.
Yo lo ignoro y bajo de el auto primero. Acomodo mi ropa buscando entretenerme en algo aunque sea en mirar solamente mis pantalones, no quiero ver la cara de rechazó de Jimena cuando se entere de lo que va a decir mi papá.
O sino de lo que va a decir tanto mi padre como el de ella.
Jimena tiene una hermana menor, lamentablemente no puede caminar, desde pequeña, pero nos llevamos muy bien, muchas veces cuando hacemos una noche de películas o pijamadas, preferimos hacerla en casa de Jimena, así su hermana puede acompañarnos.
Es como una hermana menor para mí.
Los toques en la puerta me hacen despertar de mi mundo de preocupaciones. He estado muy pensativo hoy. Debo dejar esos pensamientos de lado.
—Oh, señor Kim, Taehyung —la mamá de Jimena sonrió—. Pasen por favor, mi esposo enseguida los atenderá.
—No pasa nada —dije—. Podemos esperar.
—Mi hijo tiene razón.
—Pasen.
Conozco esa casa de memoria.
Nos sentamos en la sala, cuando pronto Kim Bum, el padre de Jimena llegó, lo saludé con un reverencia, o hice el intento de hacerlo, porque rápidamente me cogió por los hombros y me levanto dandome un apretón en los hombros.
—Confío en tí —me dijo—. ¿Cuando viene Jimena? —preguntó.
—Aquí estoy —dijo bajando las escaleras—. ¡Tae! —me abrazó—. Alégrate, hacia un tiempo que no te veía —me golpeó el hombro—. ¿No me extrañaste? Malooo —dijo alargando la o.
Le sonreí.
—Mucho gusto señor Kim.
—Solo Bu Hyun querida, tenemos confianza para eso.
—Taehyung confío en tí, por eso he tomado la decisión de hacer esto. Confío en que cuidaras de mi hermosa hija y la harás muy feliz.
—¿Qué te pasa papá? ¿Acaso estas enfermo? ¿Tienes alguna enfermedad terminal? ¡Papá me preocupas!
—Te seré directo Jimena —ella asintió—. Ustedes se casarán —ella me miró con la boca abierta.
—No —dijo ella y sentí mi corazón romperse—. Somos amigos, no podemos casarnos.
—La decisión ya está tomada.
—Pero nosotros no nos amamos.
Yo sí te amo.
—Estoy seguro de que pronto lo harán. Taehyung es el mejor partido para tí. La boda será en dos semanas.
Un aire de incomodidad sentí alrededor, ella me miraba como pidiendo que dijera algo, lo sé, ella ama a Hoseok.
Ella nunca me amará.
Solo soy Kim Taehyung, su estúpido mejor amigo al que nunca vera con otros ojos.
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