¿ǫᴜɪᴇɴ ᴇʀᴇs?

ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴ ɢɪ

Tenía a aquella chica prisionera haciendo imposible que saliera de aquel lugar, aunque ella tampoco hacía nada por alejarse, lo que me sorprende pues al principio sí demostró resistencia, y sus golpes dolieron, por un demonio, pero quería saber, debía saber porque mi corazón palpitaba a un ritmo acelerado cada vez que la veo, porque ahora mismo, el tan solo tenerle prisionera entre mis brazos y la pared hace que este esté así, ambos nos mirábamos a los ojos. Yo estaba seguro de que he visto esos ojos antes. Solo, que esta vez los veía apagados, eso de alguna manera me hizo sentir un poco mal. Una extraña sensación recorría mi cuerpo cada vez que la veía.

Pero yo no podía recordar nada. No había ningún recuerdo en mi memoria con respecto a esa chica. Odio la vida, odio aquel accidente, porque siento que ella es muy importante en mi vida.

—¿Por qué siento que te conozco? —pregunté acabando con el silencio entre los dos, aún sin apartar la mirada de ella.

Ella rió, ¿de qué se ríe?

—Quizás porque lo haces, ¿tú qué crees? —dijo riéndose.

Eso me estaba poniendo mal, como que qué pienso, pues pienso que la conozco y que fue algo más, pero me niego a aceptar ese hecho, nunca podría salir con aquella chica, yo no saldría con alguien como ella.

¿Motivo? Ni siquiera yo sé porque. Pero bueno, no es como si quieres saber.

—Hace seis meses —dijo ella sacándome de mis pensamientos —en esta misma posición —arquee una ceja —me pediste una cita.

Está vez fui yo el que se rió, no creo ser capaz de tal cosa, definitivamente no, yo no le pediría una cita, no a esa chica, y de nuevo no sé el porqué, simplemente yo no soy así.

Pero algo dentro de mí me decía que había sido así, pero aún así me había negado a aceptar ese hecho.

—¿Yo? No lo creo.

—Todo fue por culpa de una apuesta Yoongi.

—¿Apuesta?

Ella aprovecho que afloje mi agarré y pudo escapar, bufé un poco molesto por eso, no sabía a qué se refería con una apuesta, pero estoy seguro de que por ser así si lo pudiera hacer.

Fui detrás de ella, a unos pocos pasos, no hasta que Namjoon llegó a mi lado, siempre había sido mi amigo, desde que entramos en la secundaria. El comenzó a hablar, contando sobre el trabajo de historia y que debía estar en su casa, yo acentí sin más y volví mi mirada a aquella chica, quién se encontraba en su casillero.

Los ojos cristalizados de aquella chica eran notados por todos. A su lado llego aquella chica que era su mejor amiga, Hye, la abrazo y está correspondió al abrazo dejando salir las primeras lágrimas. Me acerque un poco más, tratando de que las personas no se dieran cuenta de mis verdaderas intenciones.

—YooHee no estés así —le dijo Hye mientras la abrazaba.

Por un momento me sentí mal, porque sentía que era mi culpa, era mi culpa que ella estuviera así, tan... Apagada, tan triste como en estos momentos.

Ví como se dirigió a su salón junto con la chica para la clase que le correspondía ahora, matemáticas, lo sé porque pude ver que ese fue el libro que cogió.

ᴊᴜɴɢ ʏᴏᴏ ʜᴇᴇ

Venía caminando junto con Hye para ir a mi casa. Tenía un sobre en la mano, y siquiera lo había abierto, pero ya sabía de qué se trataba, ya que Hye si había abierto el de ella, pues había una fiesta en casa de Jisoo, sabía que Yoongi iba a estar ahí, ¿como no? Antes el nunca se perdía de ninguna fiesta.

Siempre fue un fiestero, y estoy segura de que ahora será así de nuevo, aunque eso no me molestaba, no mientras no se drogara y tomara hasta morir.

Pero ahora eso ya no me interesa, o al menos eso intento hacer, que no me importe, porque no importa cuantas cosas intenté el no me recuerde, no importa cuantas cosas haya hecho ya, cuantas humillaciones tuve que soportar por su parte, mientras después Namjoon se disculpaba por él.

No sabe cuánto dolió, pero ya me di por vencida, aunque algo dentro de mí quiere que lo intente yo ya no quiero, ya no siento las fuerzas de poder intentarlo siquiera.

—¿Vas a ir a la fiesta? —me preguntó Hye.

—No se, pero creo que lo mejor sería despejar, aunque no te daré falsas esperanzas.

Ella acintió. —Debes salir, hace un tiempo solo te encierras en tu casa. Date una oportunidad YooHee.

Acentí. Ella tenía razón, debía darme una oportunidad, de todas maneras ya me había cansado, y aunque me duela eso haré.

—Me iré a Busán.

—¿Qué? —dijo un tono casi audible.

—Sabes que vivo con mi abuela, mi mamá quiere que vuelva con ella —sonreí.

ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴ ɢɪ

Namjoon estaba hablando sin parar sobre una chica que conoció, pero yo no lo escuchaba, apenas creo que de eso era, no sé bien. Mi mente está en otro lugar, y ese lugar tiene el nombre de YooHee. Mi cabeza daba vueltas, quería recordar que era aquello que era tan importante para mí, o qué tal vez lo es. Pero me siento en un laberinto.

En mi mente solo estaban las palabras "hace seis meses en esta misma posición me pediste una cita"

Al parecer Namjoon se dió cuenta de que no le estoy prestando atención pues dejó de hablar. Pero en realidad ahora mismo ando en otro mundo,ella había mencionado algo de una apuesta, no estoy seguro, no recuerdo ninguna apuesta.

Hace dos días apenas recordé que se nadar, patético ¿no?

—Namjoon —lo llamé —¿sabías que se nadar?

—Claro.

Me sorprendí, hasta donde yo recuerdo yo no sabía nadar, y no era por algún trauma o nada, pero nunca me ví en la necesidad, incluso me fajaba con mi hermano que quería enseñarme pero yo siempre me negaba.

—Pero ¿por qué?

—Por YooHee —dijo dejándome más confundido.

—¿Por esa chica?

—Si, por ella, ella era buena nadadora, pero una vez se calló, no lo recuerdo bien.

—Ah, se calló de las escaleras de su casa, ese día fue horrible —dije y ni siquiera me di cuenta de lo que dije —¿eso pasó?

—Si, ella después de eso le dijeron que no podía nadar, ella lo hacía, pero había perdido la beca. Una vez fuimos a la playa los cuatro, tú, Hye, ella y yo, entonces estaba en el agua y tú como siempre hablando conmigo y con Hye quién estaba comiendo, entonces le dió un calambre y no podía nadar, eso le pasó con frecuencia después de aquel accidente, entonces yo la rescaté.

—¿Por ese día...?

—Por eso aprendiste. Nos vemos Yoongi, después nos vemos en mi casa para el trabajo. Recuerda ir.

Ni siquiera me dió tiempo de despedirme mi cabeza era un total lío, no sabía en qué momento había pasado aquello, pero no sabía porque yo había dicho aquellas palabras, además ¿qué hacía yo en casa de YooHee?

Entré en mi casa, y sin siquiera mirar a mi madre, ni a mis hermanos que estaban peleados por el control de la TV, subí a mi habitación, todo me daba vueltas, lo intentaba, pero no podía.

Ni siquiera supe en que momento me quedé dormido.

ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴ ɢɪ

Desperté y me levanté rápidamente, como si fuera un rayo, lo que hizo que un mareo se apoderara de mí. Me senté en la cama a esperar a que pasará.

Esa chica y yo... Yo en verdad estaba en su casa el día en que se calló, incluso yo fui el que la llevo al médico, ella estaba muy destrozada cuando le dijeron que no podía nadar, lo había soñado, lo había recordado, y me sentí muy mal, ella se veía muy triste. Aunque el día en la playa todavía era algo borroso para mí, aún no recordaba bien ese día. Pero sabía que Namjoon me había dicho la verdad.

Me levanté y me miré en el espejo, era un total desastre, peine un poco mi pelo con mis manos y baje las escaleras para encontrarme con mis hermanos, pero esta vez estaban fajados por quién se había comido el pote de helado de fresa, si supieran que fui yo, en vez de estar perdiendo el tiempo fajados me estuvieran cayendo a palo.

Pero por suerte mamá es mi cómplice, pues ella también comió, y mis hermanos ni por enterados.

Me acerque a ella que estaba haciendo la comida, cogí una manzana de el frutero y le sonreí. Ella me devolvió el gesto.

—Mamá —iba a preguntar.

Había tomando el valor, quería saber sobre esta duda que me había estado atormentado hace una semana.

—¿Cuando vuelve papá de América?

Ella apretó sus labios, parecía como si se estuviera preguntando que decirme.

—No lo sé cariño.

—El no va a volver nunca más —respondí rápido.

—Yoongi —dijo ella.

—¿El murió verdad?

Ella acintió, por un momento tenía la esperanza de que me dijera que había sido un mal sueño, y que no hubiera sido un recuerdo, que solo había sido eso, nada más, pero no, y había pasado, debía aceptarlo.

Mire la hora, a las cuatro debía estar en casa de Namjoon, sino me matará, eso es algo en lo que nunca cambió.

—Fue una tormenta no pronosticada que hubo ese día.

Bien, solo había recordado que papá había muerto, no lo que había pasado o la causa de la muerte, pero ahora mismo me siento bien al saberlo, poco a poco estoy recuperando mis recuerdos, aunque algunos sean dolorosos, debo afrontarlos.

Porque ahora lo que más quiero es recordar aquella chica.

—Voy a casa de Namjoon, tenemos un trabajo que hacer.

Ella acintió y subí a mi habitación a por mí mochila, donde eche algunos libros aparte de un lápiz y mis apuntes de la clase de historia, aunque no creo que haya prestado tanta atención de todas maneras.

—Me voy.

—Hey Yoongi —dijeron mis hermanos —¿no habrás sido tu el que se comió el helado verdad?

Mamá rió y yo abrí mis ojos como platos y salí corriendo hasta que llegue a la puerta y la cerré en sus caras, creo que hoy me quedo a dormir en casa de Namjoon.

Bueno, de todas maneras no sería la primera vez, pero ay veces que les cojo miedo a mis hermanos.

ᴊᴜɴɢ ʏᴏᴏ ʜᴇᴇ

Después de un día completo de clases, fui al lugar donde siempre solía ir con Yoongi, me senté en el césped, mientras miraba hacia el cielo, una vez Yoongi y yo estábamos jugando y nos caímos y casi nos ponemos a nadar con los patos.

En este momento todo es paz y tranquilidad, amaba estar así, pero me falta algo, y yo sé que es, es Yoongi, me falta él, él siempre me hacía feliz, siempre sabía cuándo algo pasaba, él era el chico que siempre estuve esperando. Y sin saberlo ya las primeras lágrimas salieron.

Quería detenerlo todo, quería hacer que recordará, no quería irme, quería quedarme aquí en Daegu, pero no tengo motivo para quedarme, mi motivo ya no me recuerda. Ya no me quiere.

Suspire derrotada, dije que no lo iba a intentar más y no lo haré, ya es una derrota, ya lo dejaré en paz como siempre me decía.

—Ahora me iré.... Cómo siempre me decía.

¿Por qué la vida es tan cruel?

—¿Habré hecho algo malo?

Cogí una piedra y la tiré en el agua. Apoye mi cabeza en mis rodillas.

Y sonreí, una sonrisa con dolor.

Sentí los pasos de alguien acercarse, aún así seguí mirando hacia el río. Esa persona se sentó a mi lado, voltee la vista para ver quién era, pero me encontré con aquello que era lo
que me faltaba.

El estaba aquí.

Solo lo observa, el estaba sentado con su semblante serio, mientras miraba con anterioridad a la laguna.

—Estas usando lentes —susurré.

—¿C-como?

—Me gustan mucho tus ojos, siempre te lo decía, incluso habías dejado de usar esos molestos lentes. Aún no entiendo porque te empeñas en ocultar tu verdadero color de ojos a las personas. Tú condición no te hace menos especial, es algo lindo, te hace único, aunque ya lo eres.

—¿De qué color son mis ojos?

—Verde, y el otro es color avellana —sonreí. —Siempre me aseguraba de que no usarás lentes, deberías dejar de hacerlo, tus ojos son hermosos.

Voltee mi mirada hacia la laguna y está vez fue él el que me miró.

—YooHee.

—Mmm.

—¿Por qué tú nombre se siente como si fuera el más lindo de el mundo? ¿Por qué si Namjoon me dice que te conozco yo no lo recuerdo? ¿Por qué siento que estoy perdiendo algo importante en mi vida? ¿Por qué cuando te veo se hace un nudo en mi estómago? ¿Por qué cada vez que sonríes quisiera besarte? ¿Por qué?

Fue directo, y sonreí, quizás no me había olvidado del todo, pero yo ya estaba agotada, agotada de intentarlo.

—No te preocupes Yoongi, es normal que no recuerdes.

—No YooHee —lo volví a mirar con toda la tranquilidad que podía —recuerdo algunas cosas. Recuerdo el día en que te caiste de las escaleras —me sorprendí, pero después suspiré.

Creo que ese fue uno de mis peores días, incluso había perdido la beca que tenía en una universidad.

Pero el que estuvo en ese momento conmigo fue él, él fue el que me había llevado a él hospital, el fue el que me apoyo cuando me dijeron que debía dejar de hacer lo que tanto amaba, debía dejar de nadar.

—También se que aprendí a nadar por tí.

Suspire, eso sí era verdad.

—Ese día me sentí un idiota, porque Namjoon te salvó y no yo.

Mi corazón se aceleró, pero aún así tenía miedo, miedo a volver a intentarlo y que de nuevo su mente este en blanco, o que me diga que deje de perder él tiempo y que me vaya y que desaparezca, tengo tanto miedo a oir de nuevo esas palabras, tanto miedo, que no me creo con el valor de poder decirle algo.

Miedo de nuevo a que todo se repita, que después de eso me diga que estoy loca y que nada pasó. Qué se vaya y me deje sola de nuevo con las lágrimas en los ojos.

Aún así me arme de valor. Aunque salga dañada, lo habré intentado, por última vez lo habré intentado.

—¿Sabes que todo comenzó por una apuesta? —el acintió —Namjoon te dijo que si lograbas salir conmigo y llevarme a la cama te daría dos semanas de bebidas gratis.

—No me sorprende viniendo de Namjoon —dijo y se rió mientras negaba con la cabeza para sí mismo.

—Se nadar, pero después de aquel día que me caí no lo hice con tanta frecuencia. Unos días después fuimos a una fiesta en casa de Jisoo, tú decías no amarme, en ese tiempo lo negabas, ella tiró su bebida, todo por andar contigo, ya que ella siempre gusto de ti.

—Ahora está con Joong.

—Pero tú llegaste y entonces cubriste mi vestido que estaba húmedo para la parte de arriba por la cantidad que me había hechado, también limpiaste mi cara con tu pañuelo, entonces me sacaste, pero antes le dijiste que no me volviera a tocar. Al otro día en la universidad se volvió loca porque anunciaste que era tu novia, porque según tú así nadie más se atrevería a tocarme, o sino tu estabas ahí.

Detuve mi relato, y pienso que no está sirviendo para nada, aunque el me escucha atentamente y también creo que sonríe en algunas partes, quizás si es verdad que está recordando algunos recuerdos.

—Cada vez que discutía con mi mamá porque no quería regresar a Busán tu siempre me apoyabas. El día de San Valentín llegaste a mi casa con un enorme peluche, era un oso panda, era enorme, aún lo tengo en mi habitación, y además —saque mi collar —tú tenías otro y me diste este.

Yoongi no dijo nada, mientras miraba el collar como si fuera lo más hermoso de este mundo. Supongo que no logré nada con decirle, sabía que no debía de haberle dicho nada. Fui una tonta una idiota.

Me levanté, el me miró sorprendido, pero no le di tiempo a decir una palabra pues me fui corriendo de allí tratando de ocultar mis lágrimas.

ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴ ɢɪ

Daba vueltas en la cama, trataba de poder dormirme, pero no podía, todas las palabras de la chica daban vuelta en mi cabeza, no sabía, no recordaba nada, pero sus palabras, ellas hacen eco en mi mente, abrí el cajón en donde tenía guardado aquella cajita que tenía dentro un collar.

Lo tome, era el collar que compartía con YooHee, porque si logré recordarlo, pero ella no me dió tiempo a decirle nada, ella se fue corriendo, y eso me dolió tanto, porque quería decirle que había recordado aquel collar.

Me levanté de la cama, me pare frente al espejo y me miré, me coloqué el collar, después lo toque, yo siempre tenía este collar, incluso hace días atrás mi hermana me preguntó por el, ahora me doy cuenta porque.

Ahora se que este collar tiene un gran significado para mí.

Y ahora entiendo la razón.

Lo guarde de nuevo en donde iba, más no lo metí en el cajón, lo dejé encima de la mesita de noche, mañana lo llevaría puesto a la universidad, y le diría a YooHee que lo había recordado. Le contaré todo, porque cuando estoy con ella me siento vivo, me siento completo, y cuando estoy lejos de ella siento que algo me falta, y ahora me doy cuenta que es ella.

Y me arrepiento todas las veces que la eche, aquellas veces que la alejaba y le decía que se perdiera.

Espero no sea tarde.

ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴ ɢɪ

Estoy desayunando, lo hago lo más rápido que puedo, Geum-jae y Sunhee me miran extrañados y luego se fijan en mi collar mientras mi alaban por habermelo puesto de nuevo.

Porque la noche anterior fue la mejor.

YooHee tenía razón, yo había anunciado después de la fiesta de Jisoo, que ganas de matarla no me quedaron que ella era mi novia, y aún así yo siempre le decía a Namjoon que todavía, aunque ya no me importaba esa apuesta, ya no me interesaba porque ahora era solo ella, ella era lo importante.

Quizás no lo recordé todo pero si recordé, quizás aún no recuerdo haberle regalado aquel peluche enorme como ella dice pero estoy seguro que lo haré, pero siquiera recuerdo la dirección de la casa de YooHee, así que tengo que esperar a verla en la universidad.

—¿Recordaste a tu novia Oppa? —pregunta mi hermana.

—Es genial —dice Geum-jae. —Suerte.

—Hasta la tarde —me despido.

En verdad necesitaré suerte.

Cuando estoy casi llegando a la universidad, que lo hice prácticamente corriendo veo a Namjoon y este me llamas, entonces me dispongo a esperarlo.

Entramos conversando, y entonces le cuento sobre los recuerdos, le cuento que había recordado y este estaba feliz por mí, yo también estaba feliz por mí mismo, porque iba a poder volver a ser feliz.

O eso pensaba, hasta que cuando entré a la universidad ví a Hye, pero esta vez estaba sola, cosa que me asusto, ella siempre anda con YooHee, ellas son inseparables. Entonces pienso que tal vez esta enferma, si es eso le puedo pedir la dirección de la casa de YooHee y la puedo ir a ver después de clases.

Espero que no sea nada grave.

Me acerque a ella.

—¡Hye! —grite.

Ella se volteó y me sonrió, aunque parecía tener ganas de matarme pero bueno, hagamos caso omiso a eso.

—¿Cómo estás? Bien ¿y tú? Todo bien, genial —dije rápido y ella se quedó en shock —¿donde esta YooHee? Necesito hablar con ella por favor Hye.

—Lo siento Yoongi, a esta hora debería de estar esperando el tren que en unos minutos está por salir.

Me quedé estupefactado.

—Se va Yoongi, su madre insistió, se va a Busán.

Eso fue como si mi vida se hubiera acabado en ese mismo instante, mire mi reloj, aún faltaban diez once minutos para que saliera el tren, daría todo, y si fallaba la encontraría como si fuera en el fin de el mundo. Porque ella es mi vida. Ella es mi motivo de vivir.

Salí corriendo de la universidad dejando a Namjoon y a Hye boquiabiertos, nunca fue buen corredor, aunque jugaba baloncesto, actualmente no lo hago, pero tengo pensado entrar de nuevo al equipo.

Pero en este momento debía correr, y la estación no quedaba muy cerca que digamos, así que trate de correr lo mas rápido que pude, ignorando el dolor en mis piernas e incluso la capa de sudor que comenzó a cubrir mi cuerpo.

Me alegro de haber dejado tirada la mochila en la uni, estoy seguro de que Namjoon la recogió, aunque para mí es como si la dejara aquí ahora mismo.

Nada es más importante que YooHee.

Las personas me miraban raro, creo que la velocidad a la que iba era impresionante, pero lo daría todo, daría hasta mi última gota de sangre. Mis pies estaban débiles y me exigían un descanso, al menos lo bueno de él verano es que ahora puedo correr y no hay nieve de por medio.

Mire mi reloj, quedaban cinco minutos para que el tren llegará a las estación. Volví a correr, ya me faltaba poco.

Llegué a la estación, ví a las personas abordando el tren, pero no la encontraba a ella, todo era una maldita broma, me pase la mano por el pelo haciendo un gesto de frustración, cuando la pude localizar, estaba en la cola y ya casi iba a entrar, y no, yo no podía dejar que ella se fuera.

Está vez camine, camine hacia ella y cuando iba a entrar la tomé de el brazo, las demás personas entraron ignorando lo que le había hecho a aquella chica.

Suerte.

—Yoongi —dijo ella —¿qué haces aquí? —pregunto confundida.

—Vengo a buscarte —dije cogiendo su maleta —no te vayas, mi vida no sería lo mismo sin tí.

—Yo-

—Lo siento mucho, pero ayer te fuiste y no me dejaste explicarlo, yo recordé el collar y recordé las demás cosas después, pero te fuiste así tan rápido.

—Yo pensé que me volverías a decir que me fuera.

—Tú no sabías bailar y yo te enseñé —ella sonrió —te enseñé a tocar piano, te componía canciones.

Ella sonrió para dejar un pequeño piquito en mis labios, es normal, necesito un baño urgente, después podré besar a YooHee todo el tiempo que quiera.

Recuperaré el tiempo perdido.

—Te voy a ayudar a recuperar aquellos recuerdos que aun no recuerdas.

Sonreí.

—Estoy seguro de que así será.

—Te amo Yoongi, gracias por venir por mí.

—Eres mi vida YooHee, también te amo —sonreímos —prometo nunca volver a dejarte.

Tome su mano y nos fuimos de la estación.

—Por cierto me tienes que dar tu dirección, no recuerdo, pero seguro hacíamos bastantes cosas divertidas en tu casa.

—Idiota —dijo y me golpeó el hombro a lo que yo solté una carcajada.

—Pero amas a este idiota.

—No te lo voy a negar.

Tener a YooHee en mi vida es lo mejor que me ha pasado, quizás el accidente, y mi perdida de memoria fue también algo bueno, viendo ese punto, me enseñó cuanto amo a YooHee, cuando daría por ella, porque si la vuelvo a perder, mi vida no sería la misma.

Porque daré todo por cumplir esa promesa, porque nunca la volveré a dejar, porque ella es mi todo, ella es la chica con la que pasaré el resto de mi vida, ella será la madre de mis hijos.

Hablando de hijos...

—YooHee tengamos un hijo —dije y ella detuvo el paso.

—¡Estás loco Yoongi! Apenas estamos en cuarto año de la universidad, bueno tú terminas este año ¿pero yo? Yo no.

—Bueno, después de eso tendremos muchos hijos, tendremos diez.

—Se ve que no eres quien soporta el dolor. Lo tuyo solo es meterlo y eyacular.

—Obvio nena.

Ambos reímos.

—Te amo YooHee y no me cansaré de decírtelo nunca.

—Me avergüenzas —dijo con sus mejillas rojas tratando de esconderlas.

—Pero si estás rojita —ella bajo su cabeza —a ver, dejame ver ese hermoso rostro. Awwwwww.

—Te odio.

—También te amo.

Ahora si no habría nada que nos separase, porque aprenderemos a conllevar todo aquello que se interponga, porque también tendremos nuestros altos y nuestros bajos, tendremos nuestras peleas, pero siempre estaremos juntos.

—Pero quiero un hijo.

—Yoongi ¡cállate!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top