- Príncipe, ahora que ha cumplido la edad necesaria, tiene derecho a gobernar el reino - 

En una pequeña sala de estar, un chico de cabellos negros miraba la ventana, observando un pequeño reinado, el cual ahora, estaría a su cuidado.

- ¿Cuándo dejarás de fingir Iron? - habló sin darle vista aun -

- Ja, no se que como te das cuenta tan rápido - el mencionado cruzaba los brazos en señal de protesta - Tal vez porque si no lo hago no me pagan? -

- Cierra la boca, puedes retirarte - ordenó el chico más bajo -

- Como diga príncipe Johan - Iron hizo una reverencia y procedió a marcharse -

Por su parte, Johan aun miraba el reino desde su ventana. Pese a tener la edad necesaria, no se sentía listo de gobernar un reino.

Madurar a una tan corta edad había sido totalmente duro para el. Ahora tendría que encargarse de un reino completo, ¿Cómo carajos se mantiene un pueblo? 

Mientras tanto afuera del palacio la gente seguía con sus vidas normales, era normal oir insultos, gritos e incluso golpes. Ya estaban acostumbrados.

Aunque casi todo eso estaba permitido, no se les permitía robar, y más si eran cosas sumamente importantes.

Las casas del pueblo se encontraban igual de viejas y sucias, entre estas una joyería, donde estaban las joyas más relucientes, de esta salía un señor de una muy mala apariencia, llevaba consigo una caja con dos anillos de oro.

Ese señor cargaba consigo con las reliquias en sus brazos, no sin antes haber sido embestido por un chico vestido totalmente de negro.

- ¿¡Qué mierda!? - el señor trató de recuperarse de la caída, dandose cuenta que con lo que cargaba ya no se encontraba y solo pudo divisar a un muchacho corriendo - ¡Oye! ¡Detente! -

El imprevisto ladrón le tiraba lo que se cruzaba al tipo que lo venía persiguiendo, con tal de distraerlo.

Cada vez las calles se hacían más estrechas, lo cual le servía de maravilla al chico, y una vez pudo perder de vista al tipo, pudo dar un respiro. Se limpió la frente llena de sudor, había conseguido lo que necesitaba.

- Con esto quizas pueda salir de esta situación, su rostro se iluminó en las argollas, dejando ver sus cabellos rubios y ojos celestes ...

- Y ... ¿Cuánto me darás por esto? - el chico de antes le tiró aun costado la caja con los anillos a un señor de mayor edad que al igual que el chico vestía de negro - Hmmm, parecen reales ¿A quien se los robaste esta vez? - el señor revisó los anillos notando su validez -

- A el tipo de mala cara - 

- Ja ¿A él? me sorprende que lo hayas logrado, que tal ... ¿1000? - 

- 1500 y tenemos un trato - 

- Hecho - ambos se dieron la mano, el mayor de los dos le entregó el dinero al muchacho - 

- Hoy me das menos de lo que acordamos ¿eh? - el rubio miraba insatisfecho la cantidad de dinero que le habían dado - 

- Ay vamos Evan, ¿Esperas que te de 100.000 por dos anillos? - 

- Al menos eso me sacaría de la pobreza -

- Te diré algo, acércate - le ordenó el tipo a lo cual el rubio le hizo caso - te puedo dar una cantidad de dinero enorme -

- ¿Enserio? ¿Qué debo hacer? - le preguntó Evan -

- En el castillo del príncipe guardan una de las coronas más caras de todo el mundo, mañana será su coronación, solo debes entrar y salir, fácil - 

Evan rio ante el comentario -

- Pues ve preparando ese dinero, mañana en la noche traeré esa corona - sonrió el rubio, por fin iba a salir de su situación económica - 

- Suerte con eso - 

Evan salió de ese callejón dejando al tipo con una sonrisa de estar tramando algo.

Por otra parte, en el castillo del reino, un cansado chico de ojos dorados veía el techo de su habitación. Sentado en una de las sillas del lugar, solo siendo sorprendido por su mano derecha y amigo.

- Oye tú, ¡no te puedes dormir ahora! Mañana es tu coronación - 

- ¿Iron por una vez en tu vida me puedes dejar dormir? - 

- ¿Y vas a dormir en una silla? - Iron se acercó a Johan y lo jaló del brazo - Tenemos que buscar un atuendo para que te pongas mañana -

- Al carajo con eso - Johan se separó del mayor y se fue hacia su balcón - 

Se quedó mirando el cielo oscuro, iluminado con miles de estrellas en su esplendor, aunque aun podía escuchar los regaños de parte de Iron, él era como su padre, solo que se enojaba fácilmente.

No fue hasta que Iron le arrojó un saco de color morado literalmente a la cara:

- Joder ¿Qué te ocurre? - dijo levantando el saco de su rostro -

- Debes tomarte esto más enserio Johan, el reino no te tomaría enserio si actúas así -

- Déjame decirte que el reino no me interesa - Johan no le hacía ningún tipo de caso a Iron, el cual bufó molesto y se le acercó -

- Por mi dejaría que hagas lo que quieras, pero tengo labores aquí y no puedo fallar - 

- ¿Me dejarás dormir si me pongo esto? - señaló el saco que anteriormente le había tirado Iron -

- Es el punto - 

- Bien, retírate por favor - 

- Como diga "majestad" - Iron hizo comillas con sus manos antes de irse -

Finalmente ahora podría dormir, le urgía demasiado. Mañana solo sería otro día, nada especial

Lo que no podría saber, es que ese día, conocería a una persona, que lo acompañaría hasta su lecho de muerte ...

Sip, otra historia, tengo horas contadas weon, necesito tiempo y este capítulo no tiene ni mil palabras

Aquí si les traigo casi todo

Si, incluso sex0, pero solo serán escenas fuertes, no así como piensan.

Todo lo iran descubriendo de a poco

Ty por leer