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Estaba en esa incómoda situación por culpa de su padr, y también por la suya, pero tampoco lo iba a admitir. Parece que su padre intentaba burlarse de ella esta vez, algo raro ya que ni siquiera le prestaba atención. No tenía otra que seguir esa encrucijada, aunque los demás salieran dañados.

— Soy Lee Youngmin, es un placer conocerlos y poder formar parte de su grupo — Dijo haciendo una corta reverencia ante los ocho chicos delante de ella.

— No hace falta tanta formalidad, después de todo ya estás en el grupo — Comentó Bang Chan intentando rebajar el tenso ambiente. Había que aceptar que por el lado de todos, nadie estaba feliz de que hubiera una integrante nueva en el grupo.

— No hace falta que hagas un absurdo intento por hacer que me sienta parte del grupo, solo vayamos a ensayar o lo que sea, que aún tengo cosas que hacer — Soltó con indiferencia y frialdad.

Los ocho se quedaron pasmados en sus lugares al verla salir de la sala con tranquilidad, sin saber que había pasado en ese lapso de cinco minutos.

— Jamás había visto tanta competencia — Murmuró Changbin con asombro, y por la incomodidad que había dejado la chica de cabello blanco en el ambiente.

— ¿De qué? — Preguntó Jisung a su lado.

— En ser grosero — Dijo mientras veía al chico de cabello morado a su izquierda, que lo miró con frialdad, pero no dijo nada.

Las horas pasaron y los chicos aceptaron que Youngmin, o Winter, como ella había pedido ser llamada, era buena en todo lo que hacía, pero seguía siendo incómodo. En las cuatro horas que estuvieron los nueve, no se dirigieron ni una palabra, y cuando acabaron de ensayar ella recogió sus cosas y salió de la sala como si nada. Ni siquiera se despidió.

— Estábamos bien sin ella — La voz afligida de Han resonó por la sala, llamando la atención de sus compañeros.

— Lo sé pero... no es algo que pudiéramos elegir, chicos. Lo he intentado pero el mismo CEO lo ha decidido, no pude llevarle la contraria — Comentó el mayor y suspiró con pesadez.

— ¿Por qué el mismísimo CEO lo decidiría? ¿Quién es ella? — Preguntó con curiosidad Seungmin.

— No lo sabemos, Seungmin — Habló Minho irritado. Estaba cansado de tanto hablar de ella desde hace unas semanas, cuando informaron a Chan de ello, ya no soportaba su presencia y acababa de llegar.

— Le podemos preguntar en casa, después de todo se supone que hoy se mudaba con nosotros.

Dicho y hecho.

Ese tema Youngmin no lo sabía, pues no estaba siquiera lista para dejar su hogar e irse a vivir con ocho chicos.

La chica se dirigió a la oficina de su padre a refutar lo que había descubierto por su cuenta, pero solo se ganó un grito por su parte haciendo que ella saliera de allí rápidamente.

Al salir se encontró a dos de los asistentes de su padre, que le entregaron sus maletas y ni siquiera le ayudaron a bajarlas al primer piso, pues eran varias que ni siquiera ella había hecho.

Tendría que irse a vivir a la casa en la cual habitaban los ocho, pero no sabía con quien iría, pues sólo le dijeron que se subiera al auto y este la llevaría al lugar asignado.

Su padre dijo que para seguir con la empresa debía sentirse un artista con la misma presión. Youngmin desde pequeña vivió con dietas extremas, entrenamientos interminables, y eso sumado a las clases particulares que recibía y las clases normales que eran impartidas en su hogar.

A lo largo de los años había vivido siendo un experimento de su padre, diciéndole que todo era por la empresa, sabía que debía ser la siguiente al mando de la empresa pero después de tantos años de prácticas, quería tener un grupo y tener fans, no sentarse en una oficina y firmar hojas.

Ella quería sentir la adrenalina y el amor de otros, no solo su recuerdo de ello.

Llegó a la casa donde viviría con los chicos, viendo el gran desastre en este, parecía que habían hecho un intento de arreglarlo pero se veía que no estaba del todo bien.

Los ocho la esperaron en la entrada con cansancio debido a que trataron de limpiar, sin éxito, claro.

Youngmin los miró pero no dijo nada y subió las escaleras con las maletas, solo que esta vez fue ayudada por Chan y Changbin.

Al llegar al pasillo de las habitaciones, logró ver con sorpresa su nombre en una de ellas, pero también el de dos personas más.

— Felix y Jeongin comparten habitación, Changbin y yo también, Jisung y Hyunjin otra, por lo que queda la-

— Habitación de Lee Know y Seungmin, donde estaré yo, ¿no? — Chan asintió avergonzado y entraron a dicha habitación.

— Teníamos habitaciones de invitados, pero los chicos las terminaron usando como bodegas, así que nos tomaría días sacar todo para darte una habitación personal — Dijo ahora Changbin tras la menor, la cual asintió.

— No es necesario, realmente. Puedo acostumbrarme a lo que tengo.

— No tenemos duda de ello, pero igual queremos darte tu espacio por ser una chica. No queremos incomodarte al compartir habitación con dos hombres — Si bien era cierto, a Youngmin no le importaba mucho.

La peliblanca no tenía mucha ropa, ya que ni siquiera habían empacado sus mejores prendas, aunque vio que los chicos pensaban que si vaciando más de medio armario para ella le iban a dar espacio.

Su ropa ocupó menos de la mitad del espacio que le ofrecieron los chicos de su habitación. Se podía decir que ellos tenían más ropa que ella.

— Gracias por todo, pero pueden volver a meter su ropa en el armario. No ocupo tanto espacio como pensaban — Comentó con su monótona voz seria y fría.

Minho y Seungmin la vieron con molestia y se dispusieron a meter la ropa que habían sacado mientras Chan y Changbin reían por lo bajo.

Los cuatro se fueron para dejarla acomodar sus cosas, y después de ordenar todas sus pertenencias, se puso a hacer sus tareas diarias.

Al cabo de una hora escuchó el sonido de la puerta de aquel lugar abrirse, escuchando risas que provenían de los chicos, así que apagó la música y se giró sabiendo que la observaban desde la puerta de la habitación. Los miró unos segundos y se volvió a girar para seguir haciendo sus tareas, sabiendo que en menos de cinco minutos las tenía que entregar a su profesor privado.

En menos de unos segundos sacó una fotografía de esta y se la envió a su profesor esperando su respuesta.

"Todo correcto" leyó en la pantalla del teléfono, haciéndola sonreír, cosa que los ocho vieron con sorpresa. Pero otro mensaje llegó, y esta vez de su querido padre, haciendo que su sonrisa se esfumara.

¿Cómo te atreves a enviarle la tarea a tu profesor tan tarde? Le voy a decir que te aumente el trabajo para que aprendas sobre responsabilidades, Jung Youngmin.

Odiaba ese apellido que era perteneciente a él, y suspiró tranquilizandose y viendo como Chan, el líder de ellos se había acercado para observar los deberes de su nueva miembro.

— Esto es un examen final de universidad, ¿cómo es que lo has hecho perfecto? Tienes la edad de Jeongin, es increíble — Esas palabras lograron darle una pequeña pero indescriptible calidez a su frío interior, y logró hacer una pequeña mueca que era una sonrisa muy pequeña, que no pasó desapercibida por ninguno de los chicos en la puerta.

Chan la miraba con sorpresa, admiración y una pequeña sonrisa. Él sabía lo que decían de aquella chica en la empresa, pero nunca le puso interés ya que no sabía de quién se trataba y recordaba haberla visto varias veces rondando el lugar.

— Estudiando todo se puede — Murmuró para el mayor, que solamente asintió con una pequeña sonrisa.

— Pedimos algo para comer, no tardará en llegar. Te llamaré cuando la comida esté servida en la mesa — Youngmin asintió sin siquiera verlo, haciendo que Chan se sintiera incómodo y saliera junto a los chicos.

Todos estaban en el salón comiendo. Habían decidido pedir pollo ya que no sabían que le gustaría a la menor, pero pero la chica se negó a ello y fue a la cocina, siendo seguida por ocho pares de ojos curiosos. La vieron y tomar una manzana y una botella con agua y salir de la cocina dispuesta a subir a su habitación compartida.

Chan era el más preocupado, ya que él recordaba cuando era trainee y le daba de comer a las demás chicas porque solo podían comer una simple fruta. Las chicas aceptaban la comida con felicidad, pero en cambio, Youngmin se negaba a la comida y solo se comía la manzana con tranquilidad como si eso fuera suficiente para ella.

Los chicos se miraron entre sí preocupados, y fue Jeongin el que se atrevió a hablar para ser escuchado por la chica.

— ¿Quieres una de mis piezas de pollo? — Dijo el maknae con tono amable y preocupado a la vez.

— No, gracias — Dijo la de cabello blanco sin siquiera mirar la cara a aquel chico que le había hablado, así que tampoco supo cuando de los ocho había sido.

— Puedes estar a dieta, pero comer una alita no es para tanto... Después de todo mañana la quemarás con los ensayos — Expresó Han intentando convencer a la chica. Puede que no estuvieran contentos con tenerla en el grupo, pero querían llevarse bien para que el ambiente fuera menos tenso.

La escucharon suspirar al pisar la primera escalera, y entonces finalmente se giró para verlos. — Estoy bien — Fue lo único que dijo, dejando todo el ambiente en silencio nuevamente.

— Sé que igual es incomodo estar aquí, pero tratemos de conocernos — Dijo el chico pecoso con una pequeña sonrisa.

— Sé todo sobre ustedes, después de todo son Stray Kids, mi padre es el CEO, así que más o menos sé hasta dónde viven sus primos lejanos — Los ocho abrieron la boca con sorprenda e incredulidad. — Y de mí sabrán rumores que se esparcen en la empresa, y fuera de eso no creo que necesiten saber algo más.

Los ocho se miraron entre sí y dejaron de comer para sentarse en el sofá luego de lograr que la chica se quedara con ellos un rato para hacerle un par de muchas preguntas.

— Si eres la hija del CEO, ¿por qué no tienes el apellido Jung? — Preguntó el pelimorado de nombre Minho, siendo bastante directo y conciso.

— Mi padre dijo que era para que tuviera más privacidad y pudiera pasar más desapercibida. Después de todo, la gente tiende a acercarse a ti por interés y no por amabilidad o propios deseos, así que si las personas se llegaran a enterar del "poder" que tengo por ser la hija del CEO de JYPE, me usarían para llegar a ser idols o mínimo tener una oportunidad aquí — Explicó con su voz fría y monótona.

— Escuché que se dice por la empresa que siempre has tenido clases con profesores privado, así que esa explicación no tiene mucho sentido — Refutó Hyunjin, quien sí se interesó por lo que decían sobre la chica en la empresa.

— Eso es cierto, pero esa es la explicación que recibí — Comentó alzando los hombros. — Y probablemente esa información la escuchaste de Jihyo, ¿no? — El pelirrojo bajó la mirada con vergüenza, pues era verdad.

— ¿Por qué tu padre te metió en el grupo? — Preguntó Changbin esta vez, recibiendo un largo suspiro cansado de la peliblanca.

— Le pedí que quería estar en un grupo pero, no pensé que fuera a hacer esto... Se puede decir que estamos igual de sorprendidos — Respondió, pero esta vez con pesar.

— Dejemos las preguntas sobre el trabajo — Comentó Chan al notar bastante rígida a la menor, y le dedicó una sonrisa. — ¿Qué te gusta, Youngmin? — Chan intentaba sacar un tema de conversación más ameno y en el cual los miembros también pudieran participar.

— No hay mucho que me guste, pero... ¿el café con leche sirve como respuesta? — Preguntó algo dudosa.

— ¿Te gustan los gatos? — Preguntó Felix con curiosidad.

— Amo a los gatos — Esa respuesta logró captar la atención del Lee mayor, que levantó la cabeza hacia ella con rapidez, logrando hacer un pequeño contacto visual que rompieron al escuchar la voz de Seungmin.

Los chicos decidieron decir cada uno una cosa que les gustaba hacer, como un hobbie, una comida o un color. La chica ponía atención a sus respuestas solo por si en alguna entrevista le preguntaban algo, saber que responder ante ello.

Realmente quería irse a dormir, ya que nunca había aprendido a hacer amigos y solo tenia uno, y no es que se vieran mucho precisamente. Sus habilidades sociales eran inexistentes, sabía actuar pero en el fondo no le interesaba nada y solo usaba la información a su favor.

— Si tanto insisten en saber cosas sobre mí, entonces les daré la información que quieren — Comentó ya harta de tanto parloteo durante una hora. — Mi color favorito es el blanco, me gusta cantar, bailar, pintar y los gatos, y realmente no hay mucho más — Jisung iba a preguntarle algo, pero ella se adelantó a seguir hablando antes que alguien dijera algo más. — Además, tengo una rutina muy estricta así que no intenten pasar tiempo conmigo más que en los entrenamientos y las cosas que tengamos que grabar como grupo. Sé que quieren que seamos amigos o algo por el estilo, pero eso no entra en mis planes, así que lo siento. Solo quiero salir de este grupo cuanto antes y seguir estudiando para llevar la empresa, aunque no quiera... Se que probablemente les voy a caer mal, pero sepan que no me importa en lo más mínimo. Yo voy por mi lado y ustedes por el suyo, así que no se preocupen por mí en ningún aspecto. Sigan igual de unidos como grupo y nada más, solamente hagan como si no fuera nadie y no habrá problemas.

Finalizando se levantó para tomar su botella de agua e irse a su habitación a dormir, dejando a los chicos totalmente petrificados. Ellos realmente pensaban que habían avanzado un poco con ella, pero habían visto que iba a ser más difícil de lo que creían.

Chan suspiró viendo como sus miembros intentaban mantener la tranquilidad. Intentaban aparentar que la chica no les caía mal pero si seguía así, ni el propio Chan enfadado les haría cambiar de opinión sobre el seco carácter de su nueva compañera.

En cambio Youngmin, por primera vez en su vida se sintió mal de ver las caras de sorpresa y decepción de esos ocho chicos cuando los vio de reojo al subir las escaleras.

— ¿Me habré pasado? — Se preguntó al aire, pero luego suspiró y se tiró a su cama. — Ni siquiera quiero estar aquí.

Estaba tan agotada que ni siquiera sintió que media hora después entraron Lee Know y Seungmin a la habitación e hicieron un desastre mientras se cambiaban para ir a dormir.

Tampoco es que ellos hubieran tratado de hacer el mínimo ruido posible ya que estaban molestos con la actitud seca y grosera de la chica, así que su plan era irritarla tanto al punto de que ella se saliera del grupo más rápido de lo que esperaban.

No iban a volver a ser nueve.

Nunca más.