❲dos⚜❳
-No lo sé SeokJin -DaHyun grita sobre el ruido de la banda musical que audiciona para tocar en la boda-. Creo que no has pensado detenidamente.
SeokJin suspira, lo cual es imperceptible debido al ruido. TaeHyung recomendó esta banda después de escucharlos en una boda.
-Ya hablamos de esto muchas veces. ¿Hasta cuándo me darás este condenado sermón?
DaHyun acerca su silla mientras la banda comienza con otra canción. En este salón vacío, con solo SeokJin y DaHyun como audiencia, la música resuena tan fuerte que les provoca dolor de cabeza.
-Ya sé que no dejo de repetirlo -le dice ella mirándole a los ojos-, pero es porque me preocupo por ti. A penas lo conoces.
SeokJin lo conoce suficiente. Suficiente como para casarse. Siente que es correcto. Al menos, eso es lo que cree. Que es correcto y lo ama. Realmente no hay razón alguna para no casarse. TaeHyung le ha dado mucho, cambió todo su mundo en tan solo meses. A penas puede creer lo diferente que es su vida de ahora.
-Sé lo que estoy haciendo, DaHyun -está a punto de comenzar con otro discurso defensivo para explicar porque la boda tiene sentido, en ese momento su teléfono vibra y lo distrae. Es un mensaje de TaeHyung.
¡Lo he localizado! Llegará el sábado. XOXO
SeokJin no le da la importancia que probablemente debería. Está contento por TaeHyung, claro. Él tendrá a su mejor amigo a su lado el día de su boda. Pero si este tipo "Jeon JungKook" es tan exitoso como TaeHyung dice y tiene ahora una vida en América, entonces no será más que un relámpago en la vida de SeokJin. Realmente no merece la pena dedicar a ese hombre su atención o pensamientos.
-Mira -dice a DaHyun y desliza su teléfono dentro de su bolsillo de nuevo- sé lo que estoy haciendo. Deja de preocuparte. -Sabe que le pide lo imposible. Afortunadamente, JiHoon es más optimista.
Más tarde ese mismo día, su amigo tararea la marcha nupcial cuando SeokJin llega a su cafetería.
-¡Basta! Cualquiera creería que te emociona más esta boda a ti que a mí.
-Solo estoy feliz por ti. Ya no falta mucho.
Cerca de seis semanas, más o menos. La sola idea ha revuelto el estómago de SeokJin. Mejor se dirige a la cocina para preparar sándwiches y dar a su mente algo más en que pensar.
JiHoon toma las ordenes de los clientes. Ha trabajado aquí desde el día de apertura. Fue contratado como gerente cuando SeokJin se dio cuenta que él solo no podría con todo. Casi se ha convertido en su socio con el paso de las semanas. Maneja todo de forma tan eficiente como el mismo SeokJin.
El día pasa volando. El negocio se ha beneficiado después de que la cadena competidora fue cerrada al no pasar la inspección sanitaria. SeokJin trabaja incansablemente lado a JiHoon, tiene cortas charlas con los clientes y ve pasar el tiempo tan rápidamente que le sorprende cuando la hora de cerrar ha llegado. Invita a JiHoon a tomar un trago en el bar cercano y después se despide para irse a casa y cocinar la cena para TaeHyung.
Siente la necesidad de ser un poco romántico y añade una botella de vino y velas sobre la mesa.
Al comienzo de su relación siempre se valía de la seducción. Esperaba a TaeHyung, después de jugar un poco consigo mismo para recibirle con una erección y listo para follar. Pero TaeHyung siempre llegaba cansado a casa o no quería arruinar su atuendo del día, por lo general ignoraba sus intentos de seducción. Finalmente se rindió y ahora tienen sexo por las noches en su cama, dos o tres veces por semana. Siempre es bueno y siempre tiene orgasmos, pero no puede evitar sentir que algo falta algo que haga a su sangre arder, que le haga sentir tan desesperado que no le importen las protestas de TaeHyung y follar en el sillón, la barra de la cocina o la ducha.
Pero, después de todo, al menos tiene dos orgasmos por semana. Realmente no tiene nada de qué quejarse. Su corazón nunca salta desbocado, ahora se da cuenta que esa reacción no sucede en la vida real, no como en las películas. No sucedió cuando conoció a TaeHyung, y no sucede ahora.
El tiempo que pasan juntos es placentero y lo ama. Esa clase de loca pasión que él imaginaba, ahora sabe que solo existe en las películas, novelas románticas y entre ligues de una noche que no significaran nada por la mañana.
Las películas y libros te muestran escenas que no son reales, un momento en algún punto de tu vida en que la persona elegida aparece y el mundo deja de girar, la respiración se congela en tus pulmones y, por un increíble instante, no existe nadie ni nada más excepto esa persona y tú.
Ese momento ha llegado para SeokJin, pero él no está preparado en absoluto y no sabe cómo procesar su reacción.
Le sucede cuando se encuentra sentado en el lujoso bar de un elegante restaurante y habla con DaHyun mientras espera para ordenar una bebida. Detrás de ellos hay un mesa reservada para solo Dios sabe cuántos invitados y familiares de TaeHyung. Una reunión para convivir tranquilamente antes que los preparativos finales de la boda comiencen.
DaHyun le habla al oído acerca de un trabajo universitario, SeokJin suspira y mira alrededor mientras espera ser atendido por el barman, entonces se abre la puerta del restaurante y todo cambia, todo se mueve en cámara lenta cuando él entra.
Él es alto, de cabello oscuro y piel pálida, quizá tiene 30 años, viste una camisa blanca y pantalón negro, cada pieza de su ropa luce como si hubiera sido confeccionada especialmente para él. Tiene ojos profundos que llaman la atención de SeokJin y hombros anchos que provocan mariposas en su estómago, él mira alrededor como si buscase a
alguien y SeokJin no puede moverse o dejar de mirarle.
- SeokJin -DaHyun chasquea los dedos frente a su rostro.
-Oh Dios Mío -lo dice en un susurro y más para sí mismo. De alguna manera vocalizando lo que está sintiendo a través de su cuerpo entero-. Mira a ese hombre, no mejor no mires. Mejor si, puedes mirar.
Ella lo hace, mira por encima de su hombro. Silbando con admiración vuelve la mirada a SeokJin. -Yo lo recibiría en mi cama.
Eso es lógico de entender. SeokJin nunca ha visto a nadie como él. Parece recién salido de un drama Coreano -el misterioso chico malo-.
Cualquier dama que esté esperando para cenar con él, es una afortunada...
Pero no es una mujer a quien él mira sonriendo. Es a TaeHyung.
TaeHyung le mira también, sus ojos se iluminan y su rostro refleja deleite puro. Se levanta rápidamente y camina al otro lado del lugar, repentinamente está abrazando al hombre, ambos aferrándose al otro con fuerza, como viejos amigos que han sido separados por alguna razón.
Viejos amigos. El amigo de TaeHyung.
Jeon JungKook
¡Mierda! Piensa SeokJin y su corazón cae de su pecho como peso muerto. Una cosa es sentirse atraído a un completo extraño que nunca volverá a ver, una breve fantasía que no lastimara a nadie, pero este hombre es el padrino de su prometido, una fantasía totalmente fuera de los límites.
SeokJin le odia inmediatamente. Lo odia por ser tan atractivo, por poner pensamientos en su cabeza y por formar parte de su futuro inmediato. El mejor amigo de ese hombre se convertirá en su esposo. No debería encontrarle tan atractivo.
-Mírate -el hombre, Jeon JungKook, dice al romper el abrazo y sostener a TaeHyung por los hombros con una gran sonrisa y sonrojo en su rostro- no puedo creer que has encontrado a alguien que es capaz de soportarte.
-Cállate, idiota. Ven te presentaré.
SeokJin entra en pánico, mira a DaHyun alarmado. Ella, por supuesto, no entiende nada porque no sabe.
-SeokJin -dice TaeHyung acercándose acompañado de JungKook- quiero que conozcas a alguien.
SeokJin se pone de pie y respira profundo, mira a TaeHyung y luego mira a JungKook a los ojos.
JungKook sonríe, le mira y sus facciones se congelan por unos segundos, SeokJin se da cuenta de cómo recorre todo su cuerpo con la mirada. Sucede en un instante y, no sabe si está siendo apreciado o juzgado. El tipo también parece molestarse.
TaeHyung no se da cuenta de nada. Esta sonriendo feliz al tener a JungKook aquí junto a él. - SeokJin, este es JungKook, mi padrino. JungKook, SeokJin, mi prometido.
JungKook le sostiene la mirada y SeokJin observa como traga saliva, frunce el ceño brevemente y luego vuelve a sonreír. -Un placer - su voz es suave y como una caricia de seda. Levanta la mano y parece más bien un desafío. El saludo de mano entre ellos parece prolongarse una eternidad, aunque no es así en realidad.
SeokJin toma la mano ofrecida y la sacude conteniendo el aliento. -Mucho gusto -no podría sonar más sincero aun si lo intentara.
Es presentado a DaHyun y después TaeHyung lo lleva de regreso a su mesa para saludar a los demás. SeokJin al fin puede respirar. DaHyun le mira con preocupación y eso le provoca molestia. -¿Qué? -dice y se gira para no mirar más hacia la mesa y la estúpida cara de JungKook.
-Ay SeokJin -le dice con tono de exasperación-. Por Dios. Es el mejor amigo de tu prometido.
-No sé de qué hablas -claro que lo sabe.
-¡JungKook! -La madre de TaeHyung lo saluda con absoluta felicidad-.Que encantador es volver a verte.
Hay sonidos de besos, un abrazo apretado y la voz de JungKook. - Luces más joven cada vez que te veo.
-Oh, basta.
-¡SeokJin! -TaeHyung le llama para comer.
Suspirando resignado se levanta y se dirige a la mesa, toma asiento junto a TaeHyung y de alguna forma termina sentado al lado de JungKook. Intenta no darle atención al tipo mientras leen los menús y sus órdenes son tomadas.
Todos han iniciado conversaciones y él está muriendo de aburrimiento, toma una pieza de pan justo cuando JungKook le habla y eso lo obliga a mirarle.
-Entonces, SeokJin. Es SeokJin ¿cierto?
-Sí.
-Dejé a mi amigo apenas hace seis meses y en ese entonces nunca te vi por ahí.
TaeHyung ríe y coloca el brazo sobre la silla por detrás de SeokJin. -Bueno a veces simplemente lo sabes. No veo porque esperar.
JungKook levanta una ceja. -Si tú lo dices.
La madre de TaeHyung interviene en la conversación dando a JungKook un manotazo juguetón. -No seas celoso, solo porque tú no has encontrado a ese alguien especial todavía.
-Me conoces, Hyuna. -JungKook le sonríe con encanto-. Me gusta mantener mis opciones abiertas.
-¿No hay un mujer en tu vida, JungKook? -El padre de TaeHyung pregunta reclinándose hacia atrás en su silla.
-JungKook es gay, papá. -Dice la hermana de TaeHyung y toda la mesa queda en silencio.
SeokJin mira a JungKook, ignorando la forma en que su corazón salta contra sus costillas.
-¿Qué? -Pregunta el padre de TaeHyung-. ¿Desde cuándo? -Suena asombrado.
-Desde siempre -responde su hija.
-Pero ¿esa linda chica con la que siempre estabas?
-Es solo una amiga -JungKook le responde después de aclararse la garganta.
TaeHyung, en un intento por cambiar el tema y salvar a JungKook de la incomodidad, pregunta-: ¿Cómo está WheeIn?
JungKook lo mira con alivio. -No he hablado mucho con ella últimamente. Quizá la visite antes de volver a América.
-Tengo que llevarte por allá después de la luna de miel -TaeHyung dice a SeokJin- para que conozcas a los amigos.
-No creo que él pueda con ellos. -Las palabras de JungKook son frías y retadoras.
-¿Qué significa eso? -Seokjin responde con enfado.
La única respuesta de JungKook es una sonrisa burlona.
La conversación continua, SeokJin escucha hablar, a medias, a cerca del porque prefirió dejar Corea e ir a vivir a América. Nadie habla con SeokJin, sin embargo eso no es sorpresa para él. Mira a DaHyun sentada entre algunos de los primos de TaeHyung y ella esta tan incómoda como él. Intercambian sonrisas de empatía.
Justo cuando baja su cubierto, el plato le es arrebatado. -¿Ya terminaste? -Pregunta JungKook y comienza a comer las sobras en el plato.
-No te preocupes -TaeHyung dice con diversión- JungKook siempre ha sido un animal.
Pero SeokJin no está pensando eso. Está concentrado en el hecho de que JungKook usa el mismo cubierto -no el suyo- tomó el de SeokJin para meter la pasta a su boca, lamiendo el metal que SeokJin acaba de tener en su propia boca.
JungKook le guiña. -Nunca hay que desperdiciar buena comida, mi amigo.
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