❲cuatro⚜❳
La Navidad se siente en el aire. La mañana es brillante, el aire es limpio y la calle delante de él comienza a vestirse con el verde, rojo y plata de las decoraciones.
Siempre le ha gustado la época navideña, excepto el frío. Por eso entra a su cafetería frotándose los brazos para recuperar el calor.
-Está helando allá fuera -dice a JiHoon quien esta rellenando el aparador con bolsas nuevas de café.
JiHoon es muy cuidadoso con los detalles, se asegura que cada logo tipo de marca de café haya quedado alineado. -¿Cómo estuvo tu fin de semana?
-Ni me lo preguntes. -SeokJin murmura y JiHoon levanta una ceja-. El padrino de TaeHyung llegó proveniente de América.
Eso captura el interés de JiHoon. -¿Un Americano? -siempre ha estado extrañamente fascinado por la cultura americana.
-No. Es coreano. Se mudó hace algunos meses.
-Oh -dice JiHoon y sus ojos pierden la esperanza-. ¿Y cuál es el problema?
-Ninguno -JiHoon lo mira fijamente porque no le cree y SeokJin resopla-. Es muy irritante y arrogante.
-¿De verdad? -JiHoon frunce el ceño-. Que mal. Quizá podrías mantener tu distancia.
-Eso será difícil, -responde con sarcasmo- se hospeda con nosotros.
-Entonces... no sé. Solo ignóralo.
-No lo conoces -dice en tono de queja. Ignorar a Jeon JungKook parece ser la meta más imposible de lograr.
-Tampoco tú -le recuerda JiHoon y tiene razón. Bastardo.
-Mejor vamos a... -mira alrededor para encontrar un cambio de tema, porque JiHoon tiene razón y no sabe cómo responderle- vamos a comenzar con la decoración hoy ¿cierto? Comencemos entonces.
JiHoon intenta no reírse del infortunio de SeokJin. -Bien ¿Puedes ir al mini súper y ver si aún les queda nieve sintética?
Acaba de llegar y ya tiene que salir. Pero lo hace de todos modos, se quita el delantal y se pone su abrigo para dirigirse al mini súper.
Y claro, JungKook está ahí. Observa los estantes de pan como si estuviera a punto de tomar una gran decisión. Nota la llegada de SeokJin y levanta la mirada con sorpresa.
-¿Estas siguiéndome? -pregunta SeokJin a pesar de saber que suena como un adolescente engreído.
JungKook considera por un momento. -Eso es lo que yo iba a preguntarte.
SeokJin se defiende, lo último que quiere es que JungKook piense que lo vio entrar y decidió seguirlo.
-Solo vine por nieve.
-No creo que vendan eso aquí, SeokJin -sabe que lo ha dicho por molestar pero su tono tan serio impide a SeokJin responder sarcásticamente.
-Nieve en spray, -aclara y vislumbra una botella sobre un anaquel cercano, la sostiene y muestra a JungKook para que verifique pero él ni siquiera le está mirando- hoy vamos a decorar la cafetería.
-¿Es esa, verdad? -Pregunta JungKook señalando con la cabeza.
-Si
-Es bonita.
-Cállate -protesta SeokJin. Odia lo difícil que le es leer a este hombre cuando actúa tan neutral y su tono de voz y mirada no le dicen nada.
-Lo dije sinceramente -JungKook lo mira y todo indica que en efecto está siendo sincero- parece un lugar pequeño y agradable.
-Oh. Gracias. -SeokJin intenta alejarse y continua caminando, se dirige a la registradora para pagar su nieve artificial. JungKook camina tras de él después de comprar pan, mermelada y una pequeña botella de desodorante. SeokJin no entiende porque le espera afuera de la tienda, solo cree que sería grosero desaparecer sin despedirse. Después de todo, ese hombre es su huésped.
JungKook sale un minuto más tarde y se detiene junto a SeokJin, el edificio abandonado llamado The Grand, atrae su atención. -¿Qué hay en ese edificio?
-Un teatro. No han abierto desde hace un tiempo -se une a JungKook y ambos observan en silencio. Él disfrutó algunas noches allí, con DaHyun. Cuando había shows de strippers y ellos compraban boletos para ir en lugar de ahorrar para pagar la cuenta de luz.
JungKook parece que más que observar estudia el lugar. -Hmmm...
-¿Te interesa? -JungKook tarda un momento en mirarle y apartar su atención del edificio
-Ni siquiera vivo en este país. Solo sentí curiosidad. Me dedico a invertir en shows de entretenimiento.
SeokJin siente un poco de enojo. -Pudiste decirme eso esta mañana.
-Pero no hubiera sido tan divertido -JungKook sonríe-. ¿Verdad?
-Eres tan... -lucha por encontrar la palabra adecuada que resuma lo que JungKook le hace sentir.
-¿Encantador?
-Irritante. -Es la única palabra que describe su comportamiento con él hasta ahora.
Eso hace reír a JungKook y su risa es sugestiva. -Quizá pase por un café mas tarde.
-Tenemos café en casa.
-Pero apuesto a que el tuyo es mejor. -La forma en que lo dice es como una caricia en la piel de SeokJin.
El día pasa y JungKook no va a la cafetería. Sin importar cuantas veces SeokJin mira la entrada cada vez que alguien abre la puerta.
SeokJin está a tope de la decoración navideña para el momento en que sale del trabajo. Ya vio suficiente escarcha y roció suficiente nieve artificial en las ventanas para el resto de su vida. Sin embargo, el lugar luce muy bien y festivo.
De camino a casa se detuvo en el mini súper, nuevamente, para comprar los ingredientes para preparar la cena.
Ahora está muy cómodo en su santuario -la cocina- la puerta principal se abre y JungKook entra.
SeokJin no sabe cuándo fue que TaeHyung le dio una llave pero supone que es mejor, así no tiene que esperar a que alguno llegue a casa para permitirle entrar. Se detiene el tiempo suficiente para admirar al hombre y vuelve a su labor de cortar los vegetales.
JungKook entra a la cocina y se detiene junto a él en la barra, tan cerca que puede sentir su calor corporal. Se pregunta si alguna vez alguien le habló acerca de no invadir el espacio personal de los demás.
-Buenas noches -JungKook usa un tono muy bajo, obviamente se ha dado cuenta de la reacción que SeokJin tiene por su proximidad-. ¿TaeHyung no ha vuelto aun?
-No, esta es su reunión -termina de cortar una zanahoria y rápidamente alcanza otra-. Uh... estoy preparando asado de vegetales, ¿quieres un poco?
-Nunca digo no a la comida -JungKook se asoma para ver lo que ya se cocina en la sartén y hace un sonido de apreciación que para SeokJin suena completamente morboso-. Se ve muy bien.
-Y sabrá aun mejor -promete SeokJin. La única cosa en la que nunca ha sido modesto es su
habilidad para cocinar. Bueno, quizá tampoco con su técnica dando sexo oral.
JungKook no hace nada más que permanecer ahí, observándole. SeokJin se siente incómodo en un principio pero después se relaja e incluso ha comenzado a disfrutar la atención de JungKook, quien no deja de mirar sus manos mientras él cocina.
-Te gusta cocinar.
SeokJin sonríe. -Sí.
-Yo no puedo. Incluso el agua se me quema.
-Todos podemos cocinar -SeokJin le mira con diversión- solo hay que practicar.
JungKook resopla y ríe. -Te demostraría lo contrario, pero creo recordar que TaeHyung te quiere vivo para su boda.
-No creo que seas tan malo.
-Te sorprenderías.
Otro silencio incómodo y SeokJin está seguro que JungKook pronto se aburrirá y buscara algo más que hacer aparte de continuar mirando como pica y fríe vegetales. No puede ser algo que cause emoción observar. Pero al parecer él está contento ahí, recargado contra la barra con los brazos cruzados sobre su pecho. Eventualmente pregunta-: ¿Por qué una boda en enero?
SeokJin frunce el ceño. -¿Qué quieres decir?
-¿Por qué no esperar a la primavera cuando el clima es cálido?
-No lo sé. Así es como TaeHyung lo quiere.
La respuesta de SeokJin provoca una tímida sonrisa a JungKook. -Él tiene prisa.
-Quizá ya no puede esperar más para estar casado conmigo -dice SeokJin con tono enfadado.
-Nunca pensé que querría casarse.
-¿Por qué dices eso?
JungKook hace una pausa antes de responder. -Somos, ambos él y yo, de esos que no se comprometen. Siempre lo hemos sido. Yo no me imagino casado, por eso...
SeokJin le mira. Hay un poco de burla en la cara de JungKook. -A veces la gente madura.
-Yo soy maduro -JungKook le mira fijamente- y también soy realista.
-¿Crees que contraer matrimonio no es realista?
-No creo que sea realista el amar tanto a una sola persona como para desear pasar el resto de tu vida solo con ella, -JungKook lo dice sin exagerar pero con completa sinceridad- solo una persona. Por eso el índice de divorcios es tan alto -descruza los brazos y aprieta su nuca, tal vez porque no está acostumbrado a compartir su manera de pensar. Continua-: ¿Cuál es el punto? No hay que desperdiciar la vida que te ha sido dada permaneciendo en una sola cama.
Normalmente este tipo de comentarios le molestarían porque él es un romántico que cree que el amor es algo bueno y si puedes ser capaz de quedarte con la persona que te hace feliz, entonces debe ser de por vida. Pero debatir con JungKook arruinaría la paz entre ellos y no quiere eso.
Siente un poco de pena al saber que JungKook no cree en el amor verdadero. Debe ser muy solitario, a pesar de lo que diga.
-Estas muy amargado, considerando que no eres tan viejo.
-Soy dos meses menor que tu hombre. Al parecer te gustan mayores.
-Me gusta él. Su edad no tiene nada que ver con eso.
-¿Te gusta?
Claro, JungKook lo mal interpreta. Parece disfrutar del conflicto. -Lo amo -dice firmemente, evadiendo caer en la doble intención.
-¿Lo suficiente como para darle lo que te reste de vida? -Levanta la ceja para retar a SeokJin.
SeokJin ya ha perdido la calma y no se siente relajado.
-¿Cuál es tu problema? Se supone que eres su mejor amigo.
-Y por esa razón me preocupo por él.
-¿Crees que no soy bueno para él? -SeokJin está al borde, no entiende porque JungKook hace esto, que intenta probar, porque intenta confundirle y hacerle dudar.
-No te conozco.
-No -dice SeokJin, ahora lleno de tensión hasta los huesos. Corta la zanahoria con tanta fuerza como le gustaría cortar la conversación-. No me conoces. ¡Joder! Mierda.
La sangre que brota de la punta de su dedo gotea sobre la tabla de picar y al cuchillo. Levanta la mano y mete el dedo a su boca para succionar mientras contiene las lágrimas.
JungKook toma su muñeca e intenta retirar el dedo de su boca. - Déjame ver.
-Estoy bien -dice SeokJin inspeccionando el dedo del que la sangre no para de gotear.
-Déjame ver, SeokJin.
La autoridad en su voz le hace obedecer y permite a JungKook tomar su mano para que él pueda examinar el corte. JungKook la gira en varios ángulos y finalmente pone su mano bajo el chorro de agua fría en la fregadera. SeokJin salta y al parecer el dolor ha remplazado su enojo. Permanecen ahí, él con su dedo bajo el grifo mientras JungKook sostiene su mano gentilmente.
SeokJin mira el rostro de JungKook, este mantiene su atención puesta en continuar atendiendo la herida, tiene el ceño apretado y los labios tensos. SeokJin levanta la otra mano y le toca sutilmente la barbilla.
La única reacción de JungKook es mirarle por un instante.
-¿Has pensado en dejarte crecer la barba?
El rostro de JungKook pierde seriedad cuando se relaja. -Quiza después
-Te iría bien -SeokJin no puede evitar sonreír y se da cuenta que JungKook intenta contener su propia risa.
Cierra la llave del grifo y examina el corte en el dedo de SeokJin. -Está bien, no es profunda ¿tienes algunas tiritas guardadas por aquí?
-En aquel estante. Primer cajón.
TaeHyung entra justo cuando uno JungKook se encuentra a medio proceso de asegurar la tirita alrededor del dedo de SeokJin. -¿Qué está pasando? -pregunta al dejar sus llaves en el frutero y con ceño fruncido mira a JungKook.
- Me corte, ¿Verdad?
-Idiota. -Le dice TaeHyung con tono juguetón y besa la frente de SeokJin cuando JungKook se aparta para tirar la envoltura-.Esto se ve muy bien, ¿qué vamos a cenar?
-Asado de vegetales.
-Voy a cambiarme -le da a SeokJin una palmada en el trasero y camina fuera de la cocina- Kook, ¿te quedas a cenar?
JungKook mira a SeokJin, preguntando con la mirada. SeokJin sonríe y asiente con un, apenas perceptible, movimiento.
-Sí.
-¿Tenemos cervezas, SeokJin? -TaeHyung grita desde alguna parte cerca de su dormitorio.
SeokJin suspira y continúa cocinando, revisa que los vegetales no se hayan quemado durante su incidente. -Creo que no. Iré a comprar.
Repentinamente siente la mano de JungKook en su espalda, cálida y pesada.
-Yo voy -le murmura para que solo SeokJin pueda escuchar- tú has cocinado.
Es un gesto de caballerosidad y SeokJin se sorprende al darse cuenta que no siente deseo alguno de objetar.
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