11 | MALVADA
✩ ─── 「☪ 」─── ✩
— ¿Quién carajos es Amaris?
Amaris Belia, la mano derecha, amante del propio diablo en persona e hija de Lilith, también la que fue su antigua compañera de pasión. Sin embargo, Amaris dejó de estar al lado del rey cuando él se enteró que estaba enamorada de Atlas, su único hijo. El inframundo es un mundo de egoísmo, pecados e incesto.
Por su traición, la desterró al mundo de los vivos para que jamás pudiese volver. El problema era que, claro, Amaris no estaba viva. Así que su única manera de sobrevivir en la tierra era encontrar un alma la cual habitar que fuese compatible. Amelia era su única opción, su alterego vivo que le dan ganas de vomitar ante tanta amabilidad.
Es hija de Thomas o más conocido como "Rey Luna". El diablo vivo que reina en infratierra con poderes de luna. Aunque no sea tan conocido como su hermano Lucifer (el diablo) es aún más poderoso que él. Pero por el momento, él no ha sido incluido en esta parte de la historia, probablemente lo veamos más adelante.
— ¿Desde cuándo tienes a esta... diabla acechando? — preguntó Cinco.
— No lo sé, creo que desde el día en que regresaste del futuro. Han pasado y he visto cosas muy extrañas a partir de ese momento: sombras, pesadillas, mi mente se vuelve en negro — murmuró. Fei y Ben se miraron entre sí — ¿Qué sucede?
— El día que llegaron a la academia, la ví, en vivo y en directo. Es totalmente igual a tí, solo que... Estaba vestida de blanco y tenía cabello negro, una piel muy pálida. Sus ojos no parecía tener vida. Me asusté bastante — explicó la más alta.
— ¿Y si llega a Amelia? Ya sabemos lo que esa chica puede hacer.
— ¿Le hacemos un exorcismo? — preguntó Lila.
— Hay que mantenerla vigilada por el momento. Si Amaris toma el control, no creo que quiera saludarnos amablemente — advirtió el adolescente— mantén tus poderes a raya, ella aprovecha cuando los usas, porque así tiene mayor acceso a tí. No dejes que lo haga.
— ¿Y si les hago daño? Lo mejor será que me aleje, el primer día casi los mato, no quiero correr el riesgo— dijo poniéndose de pie. Ben suspiró ante la mirada de su hermana, puso su mano en su hombro y volvió a sentarla con lentitud, con su mirada temerosa en el.
— Yo te cuidaré— se hace cargo.
— Genial, otro problema más— susurró la morena harta.
Cinco los miró con atención. Quizás Ben estaba cambiando o tal vez quería deshacerse de Amelia, aún así, debía vigilarlos un poco más. Todavía no se confiaba de él. Su deber es cuidarla como siempre lo ha hecho.
Los Umbrella tenían muchos problemas, pero el principal era el Kugelblitz. El tiempo se acababa y cada segundo era uno más cerca del fin del mundo. Otra vez.
— Así que esto se llevó a Stan... — dijo Lila una vez que tuvo a la gigante bola de fuego frente a ella.
— Todos aquí somos irrelevantes, esta cosa absorberá el maldito universo ¿de qué está hecho?
— Microagujeros negros que colapsan cada vez más.
— ¿Y por qué no nos tragó aún?
— No lo sabemos. Ni esto ni ustedes deberían existir.
— Una imposibilidad por una imposibilidad. El universo es fanático del equilibrio.
— Grace monitoreó las ondas, habrá una en tres horas.
— ¿Qué haremos?
— Lo atrapamos.
— ¿Esfera de Dyson? — Sloane asintió. Cinco no se veía muy convencido de su conocimiento. Él es de las personas que considera que es mejor quedarse callado si no sabes nada, como Amelia, quien no entiende absolutamente nada de matemáticas o física, pero la tolera por razones obvias — ¿factor de confinamiento?
— 0.98 al máximo flujo de energía.
— ¿Tensión de rotura?
— Un límite de 10.000 gigapascales.
— No entiendo nada — dijo Dylan desorientado. Cloe alzó una ceja hacia él.
— ¿Esto debería excitarme? — hicieron cara de angustia ante el comentario de Lila.
— ¿Qué piensas, Cinco?
— Podría funcionar o podríamos morir atrozmente. Lo haré.
— No te necesitamos a ti.
— Amelia no puede ver nada dentro del Kugelblitz, así que, para que funcione, necesitamos a Sloane, Lila, Christopher y...
— Viktor — terminó Allison, rodando sus ojos — Genial.
Mientras Viktor intentaba recuperarse de la reciente pelea con Allison, Amelia decidió ir a apoyarlo. Siente que no ha estado del todo para él y, lo quiere demasiado, ambos fueron afectados por su hermana. Así que lo mejor será que estén más unidos que nunca si pronto será el apocalipsis.
— ¿Puedo pasar? — Amelia llegó a la habitación de Ben cuando este le contó que allí se encontraba. Su hermano le hizo un espacio a su lado en la cama y se sentaron juntos — no te lo he dicho, pero tu cambio es increíble. Si fuese mi caso, creo que no tendría las agallas.
— Gracias, al menos a una de mis hermanas les importó eso — agradeció— deberíamos darle tiempo a Allison, siendo sincero, no la aguanto más.
— Yo tampoco — rieron levemente.
— Ben me llamó emo hace unos minutos — confiesa, la menor frunce su ceño con gracia y ríe.
— Chicos, ya es hora— Cinco interrumpió la conversación. Los dos se levantaron — Viktor ¿Puedes adelantarte?— El chico miró a su hermana y se fue sin decir nada
— ¿Pasa algo? — cuestionó la castaña un tanto confundida.
— Puedo ser franco contigo ¿cierto?— ella asintió no muy convencida — ¿Crees que te puedas sentir segura estando al cuidado de Ben? Hasta donde yo sé, siempre he sido el que te cuida.
— Cinco... Tranquilo ¿bueno? Sé que él hará lo posible para que esté bien. Además, no vamos a estar solos todo el tiempo, siempre estaremos con ustedes. Suenas como un padre sobre protector.
— Solo me aseguro de tu bienestar, Am. ¿Y si te hace algo a solas? O peor ¿deja que Amaris tome el control de tí? Y, teniendo a Jack cerca, puede ser más desastroso.
— ¿Se te olvida quién fue la que casi le succiona el alma y lo mata? — bromeó— De todas maneras... Tengo certeza de que ha cambiado.
— ¿Por qué? — Amelia se quedó callada, sin saber muy bien qué responder. Solo lo sabía y ya, no habían más explicaciones — eres mucho para él, lo sabes.
— ¿También para tí? — Cinco puso los ojos en blanco. Entiende que lo defienda, pero ¿lo ama tanto como para hacerlo todo el tiempo? Ojalá él hubiese tenido esa misma fuerza de amor cuando estaban "juntos" — sé que te preocupas, pero, por favor, soy una adulta y no soy tan débil como crees. Si algún día Ben intenta hacerme daño, no será lo mismo que con Dylan. Lo prometo.
Amelia salió del cuarto acabando con la conversación. Él cerró sus ojos cansado, quizás lo mejor era dejarlos en paz.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top