── 005
❝ TOUCH STARVED ❞
KAZ BREKKER ✗ FEM! oc
ERA UN DIA LLUVIOSO EN EL BARRIL, el lugar estaba lleno con la mayoría de los despojos. Los Cuervos estaban sentados juntos en una de las mesas, apostando, o al menos ese era el plan, pero la mayor parte del tiempo estaban bromeando sobre Jesper, que ya había perdido todo su dinero en menos de una hora.
Era un momento cómodo, tranquilo. Y estos momentos eran raros.
T/N se sentó cerca de Kaz, tan cerca como el Bastardo del Barril permitía a nadie estar. Ella quería estar más cerca, habia anhelado la cercanía durante años, algo que siempre le ha faltado en su vida. Ese sentimiento se hizo más fuerte estos últimos meses, al igual que el deseo de estar cerca de Kaz.
Era doloroso, pero era algo que no podía tener. Sabía que tenía que respetar sus límites. Ella no era el problema, Kaz sólo había pasado por mucho sufrimiento, pero era difícil de creer que, una vez que trató de buscar a alguien durante meses, no obtenga nada a cambio.
Pero en ese momento T/N no desperdició ningún pensamiento a eso, estaba demasiado atrapada en la conversación que los cuervos tenían.
Puso su mano en la pierna de Kaz de forma completamente natural, sin querer. Pasó sólo un minuto hasta que eso hizo que Manos Sucias se levantara y, sin decir una palabra más, subiera a su ático. Momentos así ocurrían con regularidad. T/N realmente no quería faltarle el respeto a sus límites, hacía todo lo posible por no hacerlo, pero simplemente era su instinto el que buscaba ese tipo de cercanía.
Así que más tarde ese mismo día, se tumbó en la cama de Kaz, después de haberle seguido escaleras arriba. Su cama era cómoda y cálida, y lo que era más importante, su cama era lo más parecido a sus abrazos. Envuelta en la manta, su olor la envolvía.
Tenía los ojos llorosos, había tenido un mal día. Kaz estaba sentado en su escritorio, haciendo papeleo, ajeno a lo mal que se sentia aquella muchacha que decia querer.
Estaba demasiado metido en todo lo que tenía que hacer, en todos esos números.
Kaz sólo levantó la vista cuando le pareció oír un sollozo de la chica en su cama.
──── ¿Has dicho algo? ──── preguntó, arrugando la frente. Ella sacudió la cabeza, pero Kaz sólo vio moverse un poco la manta.
──── ¿Qué pasa? ──── preguntó entonces, pero ella no contestó. En su lugar, se oyó otro sollozo, mas fuerte que el anterior.
Kaz dejó el bolígrafo sobre la mesa y se levantó para caminar hacia su cama. Ella se tapó la boca con la manta para amortiguar los sonidos. El miró a su chica, confuso y preocupado.
Se sentó al borde de la cama, guardando las distancias, y le apartó el pelo de la cara con la mano enguantada.
──── Tienes que hablar, si no, no podré ayudarte, ¿sabes? ──── le dijo. Ella solo asintió, pero no habló.
──── ¿Y? ──── la instó a hablar.
Ella se encogió de hombros.
──── Kaz, me siento muy sola. Y poco querida. Sin amor ──── él entrecerró los ojos.
──── ¿No crees que es un poco al azar, T/N? ────reguntó. Ella sollozó otra vez, secándose las lágrimas de las mejillas.
──── No lo es. Lo siento mucho, Kaz. No debería sentirme así, sé a lo que me comprometí cuando empezamos esto, pero no puedo evitarlo. Lo siento mucho ──── tuvo el instinto de tomar su mano entre las suyas, pero Kaz se apartó y ella pudo sentir cómo las lágrimas volvían a fluir por sus mejillas, mucho mas dolorosas que las anteriores.
Manos Sucias se sintió impotente, inutil en aquella situación. Consolar a alguien no era precisamente algo que se le diera bien.
Suspiró, mientras T/N comenzó a llorar más fuerte de nuevo.
──── Lo siento mucho... soy una persona horrible. Una novia horrible ────
──── No seas ridícula. No hay necesidad de que tengas esas preocupaciones. Ni siquiera te di una razón para sentirte así ──── aseguró, lo que hizo que ella se incorporara y se burlara ligeramente. Se sentia horrible y estaba segura que su aspecto estaba igual; sus mejillas se sentian calientes y pegajosas, sus ojos pesados y su cabeza le empezaba a doler del llanto. La mirada fija de Kaz sobre ella fijamente no ayudo a calmarla, al contrario, solo la hizo sentir peor.
──── ¿No lo hiciste? ¿Así que retorcerte y apartarte cada vez que intento tocarte no es una razón? ────
Kaz abrió la boca, preparado para contestar, pero T/N siguió hablando.
──── Sé que no es nada que yo haya hecho, pero me cuesta creerlo. Quiero sentirme apreciada, Kaz. Esa sensación de cercanía, de comodidad. Santos, quiero sentir ese consuelo. Nunca lo he sentido y me imaginé que una vez que estuviera con alguien a quien quiero eso finalmente llegaría a mí. Para mí, el tacto trae ese consuelo. Tomarse de la mano, apoyarse el uno en el otro, besarse, el sexo, Kaz. Y no es nada que pueda pedirte. Eso es lo que me duele ──── dijo, levantando las piernas y rodeándolas con los brazos.
──── Sabías que yo no hago esas cosas. Has estado aquí desde que formo parte de los Cuervos, me has visto recomponerme, me has visto llevar los guantes desde el principio. Te hablé de Jordie. Quería que supieras a qué te ibas a apuntar, porque lo último que quería era que te sintieras así ──── Kaz sonaba dolido.
T/N empezó a mordisquearse las uñas, ese antiguo habito que habia desaparecido tan pronto Kaz la frenaba. No podía mirarle a los ojos.
──── Lo sé, creía que funcionaba. Pero es mucho más difícil de lo que hubiera imaginado, Kaz. Nunca me han tocado en toda mi vida. Estoy acostumbrada a eso. No pensé que tener a alguien a quien amar provocaría estos sentimientos dentro de mí ────
Su mirada se posó en las manos enguantadas de él y suspiró.
──── Si tan solo... pudieras abrazarme. Sólo abrazarme. Creo que eso me haría sentir segura y protegida. Sé que no puedes y no voy a pedirte eso. No sé por qué esto es tan difícil para mí. No puedo explicarlo, pero sólo quiero que alguien me abrace, sólo una vez ──── Kaz contuvo la respiración.
Quería hacerlo. Quería abrazarla, consolarla. Estar a su lado como ella lo necesitaba. Pero si sentía demasiada piel de ella sobre la suya, se volvería loco. Habían trabajado en ello y podía soportar el contacto piel con piel en lo más mínimo, roces de sus dedos, algun que otro pequeño beso. Pero sólo en los días buenos, solo en los dias donde Jordie no lo atormentaba tan seguido.
De un momento a otro, Kaz rodeó con cuidado su chica. Ella seguía envuelta en su manta y Kaz seguía llevando los guantes. La piel de ella no tocaba la de él en modo alguno, pero Kaz se sentía nervioso, ansioso de que eso ocurriera.
No respiraba, cerraba los ojos y no se atrevía a abrirlos. Trataba de apasiguar el agua que subia por sus rodillas, trataba de no enloquecerse y apartarse de su chica. Le debia esto, se lo debia despues de todo lo bueno que ella habia hecho, no solo para el sino para todos los Cuervos.
T/N volvió a sollozar. Se sentía tan bien, estar cerca de él lo hacía. Reconfortante y cálido y como en casa, tanto que no quería dejarlo ir nunca más. Pero podía sentir el temblor de Kaz, la tensión de sus musculos y su respiración entrecortada, así que la joven lo apartó con cuidado de su cuerpo.
──── No te fuerces. No lo hagas. No por mí, o si no odiarás tocarme aún más en el futuro. Gracias por intentarlo, pero no lo hagas, amor. No así, al menos ──── sollozó por última vez.
Hubo un momento de silencio en donde ambos evitaban la mirada del otro, tan cerca y tan lejos a la misma vez. Estos silencios no pasaban, no debian pasar.
──── ¿Qué vamos a hacer ahora? ──── preguntó Kaz.
No miraba en su dirección. Ambos se alejaron el uno del otro, una vez que el abrazo hubo terminado. Había una distancia entre ellos, que estaba llena de un montón de emociones que ninguno de los dos podía ordenar en ninguna parte. T/N se encogió de hombros, aun envuelta en su manta, tratando de que esta le de el mismo calor que Kaz le habia dado aunque sea por cinco segundos.
──── No tengo idea Kaz. Pero creo que nos estamos matando lentamente ───
───── 𝐖𝐑𝐈𝐓𝐓𝐄𝐍 𝐁𝐘
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