04

(Cuarto de Alaia en multimedia)

- Karen,¿hiciste lo que te pedí ayer? - pregunté a la voz tecnológica de mi traje mientras la miraba con las manos en mis caderas frente a la armadura

- Sí,Alaia. Todo lo que pude recolectar de Peter pasó a tu teléfono, encontrarás todo ahí. - me respondió. Revisé mi celular y efectivamente todo era normal. Parece como si le hubiera caído una llovizna encima por el montón de mensajes.

- Buen trabajo. - la felicité y guardé mi teléfono - ¿lista para el plan de vuelo a las nueve hacia la dirección de May Parker? tengo que irme ya,es muy tarde.

Abrí la ventana de mi cuarto, me metí al traje y escribí una nota a mi padre de que fuí a dar una vuelta. Volé fuera de la casa yendo rumbo a la ciudad,desde lejos,se veía que todo era muy silencioso y extraño. La estatua de la libertad tenía botes alrededor suyo en señal de que chocaron y había humo,se veía gracias a que el clima estaba nublado casi la mayoría del tiempo.

Ya casi llegaba al apartamento,cuando miré abajo mío encontrando un gran parque lleno de pasto verde,bancas y caminos. Ví un montón de esculturas de piedra y muchísimas personas poniendo flores y cosas así. Eso llamó mi atención.

- ¿Qué es eso de allá,Karen? - pregunté parada y volando encima de todos ellos,no estaba tan abajo para que no se dieran cuenta de mí.

- Son muros delgados y altos que hicieron cuando las personas desaparecieron,pusieron los nombres de todas las personas que no vieron más. - explicó.

Descendí. Caminé a los muros y los miré con rapidez buscando un solo nombre. Todas las personas me miraban con extrañeza mientras que otras se veían realmente emocionadas. Me paré al frente de uno de los muros al ver. Alaia Stark. Qué absurdo,me imagino de los pensamientos de las personas a ver a alguien "desaparecido" que volvió como si nada y los demás no.

Miré a mi izquierda al sentir que algo me tocó, encontrando a un pequeño niño de máximo cinco años que me miraba con sus pequeñas gafas y una libreta en sus manos.

- Disculpe, Srta. Stark,¿me daría su firma? - preguntó amablemente. Me dí cuenta que detrás de él estaba una señora,supongo que era su mamá

- Claro. - dije extrañada. Nunca nadie me había pedido un autógrafo o algo parecido. Me agaché a su altura y tomé el bolígrafo escribiendo mi nombre en él,el niño tenía una camisa de Spiderman. - me gusta mucho tu camisa.

- Gracias. Spiderman es mi superhéroe favorito,no ha vuelto a la ciudad pero,tengo esperanza de que lo hará. - sonrió mostrando sus,un poco,chuecos dientes.- ¿usted ha trabajado con él? ¿cómo es?

Sonreí. - sólo te diré... Qué es un tipo muy especial a otros que conocí - le entregué el lapicero y me levanté - me tengo que ir,lo siento.

Volé con rapidez para remontar mi camino, llegué a la entrada del pequeño edificio y salí de mi traje mientras que,otra vez,tenía la mirada de todos encima mía. Dejé a mi armadura en la acera para que me esperara. Corrí al interior y subí las escaleras con la mayor rapidez que podía, llegué al piso asignado y a la puerta correcta.

Toqué la puerta tres veces. Tuve que esperar un poco y pensé que no había nadie dentro,y justo cuando iba a tocar de nuevo,se abrió. May apareció con un poco de ojeras y un rostro de cansancio.

- ¿A-Alaia? - preguntó. Inmediatamente sus ojos se cristalizaron y me abrazó - no puede ser,eres tú,después de tanto tiempo...

- Hola tía May. - saludé. La miré con una sonrisa triste,ella me miró confundida.

- ¿Cómo puedes seguir tan joven después se tanto tiempo? - preguntó. Yo reí.- enserio,dime cómo lo hiciste.

- Es una muy larga historia que,ya sabes,tiene que ver con superhéroes y eso... - expliqué.

- Ven,entra. - me ordenó. Yo pasé a la casa.

La miré atentamente. Se notaba descuidada,ya no tenía ese típico aura agradable que te daba cuando entrabas,y creo que tía May también se notaba así.

[...]

- Cuando Peter no regresó a casa dos días después de la excursión de su escuela luego de que el autobús regresara,me preocupé demasiado. - me explicó al frente mío sentada en el sofá - dejé muchos mensajes y llamadas en su celular,al igual que a tí. Pero me mandaban a buzón los dos.

- Enserio que lo lamento,May. - me disculpé. Habían lágrimas en sus ojos. Ya le había dicho todo lo que pasó - si yo... Hubiera podido detenerlo,quizás él estaría aquí.

- No digas eso. - negó. Secó sus lágrimas y tomó mi mano con una sonrisa triste - Peter siempre fue un gran muchacho, él no se merecía lo que pasó en esa misión.

Bajé mi mirada - él no se merecía nada malo nunca... - susurré recordando lo que le pasó a su tío Ben. La miré a los ojos - haré que regrese a su casa,con su familia. Con nosotras.

- Gracias. - agradeció. Se levantó y tomó las dos tazas de café llevándoselas - ¿quieres un bocadillo? hice galletas de avena.

- Sí. - acepté. Miré a mi izquierda encontrando la puerta de la habitación de mi novio no muy lejos mía,se veía cerrada - ¿porqué está la puerta cerrada?

- Me gusta dejarla así. Me recuerda cuando siempre llegaba y se encerraba en su habitación para contarte lo que hizo por la ciudad ese día- me sonrió desde la cocina - puedes ir si quieres.

Me levanté del mueble y caminé allá. Abrí la puerta y la cerré detrás mío para después voltear, el cuarto seguía intacto a como lo recuerdo. Seguían sus figuras de Star Wars,la ropa tirada por el suelo pero creo que la única parte era que su cama estaba ordenada, cómo siempre. Me senté en la cama y suspiré mirando todo.

Algo entre un montón de ropa llamó mi atención,me acerqué rápidamente al ver que brillaba un poco. Decidí no meterme en eso. Salí de la habitación y y May salió de su cuarto,se acercó a mí y ví que tenía su algo. Tomó mi mano y me lo entregó. Lo miré.

- Quiero que lo tengas. - dijo. - para que nos recuerdes a ambos. - ví lo que era. Era un pequeño cuadro de Peter y May conmigo el día de la fiesta de honor a mi novio,nos veíamos felices.

- No,May. Lo necesitas más que yo,por favor. - se lo intenté devolver - ahora estás en una crisis tanto emocional como económica,yo debería ayudarte a tí. Debes tener algo en lo que apoyarte.

- Tú estás peor que yo,Alaia. - pausó - te lo doy porque sé que lo amas tanto como yo,y créeme, sé cuando alguien está sufriendo por un chico.

Sonreí tristemente - gracias,May. Cuando tenga la oportunidad,prometo que te devolveré todo lo que haz hecho por mí.

- No es nada. - se encogió de hombros sin importancia - creo que ya deberías irte,ya van a ser las once y media y tu papá te estará esperando para almorzar.

Asentí. Nos dimos un pequeño abrazo. Caminé a la salida con la mujer y me abrió,le dí una sonrisa cálida antes de irme. Ella era mi única familia ahora.


























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