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E S P E C I A L  5/5
final del especial

"MERECES SER UNA OBRA DE ARTE PARA QUE TODOS TE ADMIREN"

NARRA ALAIA

— ¿Compraremos comida en la entrada? — pregunta Peter mientras caminamos por la acera de la calle, yo le asiento.

Tal como dijimos, hoy nos tomamos el día libre para pasear y divertirnos un rato. Tenemos todo un día planeado para solamente nosotros dos, sin interrupciones ni problemas personales o laborales. Ya es de noche así que ya hicimos la mayoría de las cosas. Obviamente me llevé un regaño de Betty por llevarme el día libre porque dice que me la paso todo el día con Peter, pero es que no puedo evitarlo, me encanta hacer de todo con él. Cruzamos la calle y nos ponemos en la fila para comprar las entradas del cine. Hoy veremos una película de ciencia ficción. Al tener las entradas, pasamos al interior del cine y nos ponemos en otra fila para comprar las chucherías.

— ¿Quieres refresco? — me pregunta.

— No, solo comeré palomitas... Recuerda que debo alejarme de los dulces por obligación y orden en la dieta.

Él se pide un refresco gigante y unas palomitas grandes para ambos, yo de paso me pido también un hotdog para aguantar un poco hasta que vayamos a comer. Nos vamos a la función rápidamente cuando faltan cinco minutos para que empiece la película. Buscamos nuestros puestos y nos sentamos justo a tiempo. En la mañana desayunamos en un restaurante muy bonito, en el almuerzo cocinamos nosotros mismos una sopa que quedó muy rica y también una pequeña tarde de películas. Obviamente sin contar la cantidad de besos y mimos que nos hemos dado en el día.

Una hora y media después ya estábamos saliendo del cine, hablando de la película, estaba buena pero a Peter no le gustó el final así que dijo que no veríamos más una de esa saga. Caminamos otra vez por la calle intentado buscar algún restaurante de comida rápida porque hace un hambre terrible. Encontramos uno donde venden hamburguesas comunes. Entramos y nos sentamos en una mesa, donde nos atienden y esperamos a que llegue la comida.

— ¿Ya pensaste en el nombre para el bebé? — pregunto a Peter mirándolo jugar con su teléfono.

— Eh... No, pero los chicos me dieron varias ideas. Tal vez Amy, Franchesca, Andrew, suena muy internacional ¿no?

— Peter, te recuerdo que el bebé va a ser americano, no británico como yo.

— Aún así sería bonito que fuese británico o británica como la mamá. Dicen que las británicas son hermosas. Cabello castaño, ojos claros, buen cuerpo. — me sonríe alzando y bajando las cejas

— Me gustan más los americanos.

Se ríe y regresa su vista al juego. La mesera trae una malteada.

— Eh, disculpa... Nosotros no pedimos esto.

— Oh, no te preocupes, la manda el muchacho de allá. — señala a la derecha, donde no muy lejos hay un chico de cabello negro mirándonos disimuladamente. La mesera se retira.

Peter rueda los ojos y continúa jugando. Creo que se enojó. Le doy un sorbo a la malteada que es de vainilla con fresas, está muy deliciosa, debo admitirlo. Nuestra comida llega después de un rato y comenzamos a comer. Pillo a Peter mirando a aquel chico durante un muy buen rato.

— Pet, no debes estar celoso de ese tonto.

— Te mandó una malteada de las mejores y ahora no deja de mirarte, si no deja de hacerlo en cinco minutos, lo mato.

Suspiro dejándolo. Peter cuando está celoso es un pequeño problema. No tardamos mucho en terminar de comer, vamos a la caja a pagar.

— Póngalo en mi cuenta. — escucho a mi lado, me giro un poco encontrando al chico de cabello negro que me mira con una sonrisa seductora. — hola, es la primera vez que vienes aquí ¿no?

— Eh... Sí...

— No necesito que pagues la cuenta. — le dice Peter molesto sacando su tarjeta y entregándosela a la cajera. — y no le hables ni mires así a mi esposa ¿entendiste?

— Peter, cálmate.

— Solo trataba de ser amable— se excusa el chico.

Lo miro sin un pelo de confianza. Peter paga de una vez y ambos salimos de el lugar rápidamente. Yo por miedo de que pueda hacerle algo a ese chico y él por impotencia. Caminamos unas cuantas cuadras cerca de casa, en el camino mi esposo se la pasó callado. Llegamos hasta la tienda de Delmar, que tenemos varios años sin venir.

— Oh, hola, han vuelto — nos saluda el señor con una sonrisa contenta. El chico se va por la tienda. — ¿y a él qué le pasa?

— Tuvimos un pequeño problema en el restaurante en el que cenamos, sabes que se enoja — respondo— ¿cómo va todo?

— Muy bien desde que me ayudaste a reconstruir mi tienda, estoy vendiendo un poco más gracias a tí. Pero voy a regresar a mi país.

— ¿Qué? ¿por qué?

— Ya estoy viejo, no puedo cuidarme solo, debo volver con mi familia para estar cerca de ellos. Mi hija se quedará con la tienda como herencia, les diré que ustedes son muy buenos amigos míos. Aunque ella te admira mucho y es capaz de dejarte todo lo quieras gratis.

Me río levemente. Peter regresa con varias cosas y se las da a Delmar para que las pase por la caja.

¿Tienes auditono? — le pregunta en español, aunque lo dijo mal. Delmar lo tiene obligado de que todo debe pedírselo en español o sino, no le dará nada. El hombre lo mira confundido sin entenderlo.

Adaptador de audífonos doble. — le corrije sacando el pequeño paquete de una caja y dandoselo — te voy a advertir algo, Peter. Deja de ser un tonto porque es una gran mujer a la que tienes, y si sigues con esa actitud, te veré llorando porque te dejó y te diré "te lo dije".

Rueda los ojos. Paga todo lo que compró y salimos de la tienda para regresar a la camioneta. Al llegar a ella nos subimos.

— Oye, mi amor, lo siento por cómo me comporté por culpa de ese chico... Es mi culpa.

— Tranquilo, entiendo que estuvieras celoso, yo también lo hubiese estado si una chica te hubiese mandado una malteada y después coqueteado en mi cara.

Asiente. Toma mi mano y besa el dorso con dulzura. — Te amo.

— Yo también.

Me da un beso suave en los labios, se separa y comienza a conducir para ir de una vez a casa.

[...]

— ¡Saca las galletas, se van a quemar! — le grita Betty desesperada a Harry mientras que el chico intenta luchar contra su vida.

Noche de películas entre amigos, nos reunimos para divertirnos un rato pero creo que mis amigos lo único que van a conseguir es incendiar la cocina por estar pensando en hacer galletas de chocolate. Fue una mala idea. Como más palomitas sin prestar atención a la gritadera que tengo en mis espaldas y sigo mirando mi documental. Peter está intentando ayudarlos pero bueno, ellos son muy tercos. Lina también está algo aburrida de nuestros amigos.

— ¡No me grites más, mujer, sé lo que hago! — le grita el rubio de regreso sacando las galletas del horno, miro un poco viendo que están un poco quemadas. — ahora por tu culpa se arruinaron las galletas, tendré que hacerlas de nuevo.

— ¿Por qué no le quitas la parte quemada con un cuchillo y ya? — pregunta mi esposo.

— Cierto, tienes razón... Al menos sirves para algo en vez de estar ahí parado mirando cómo destruimos tu cocina.

— Tendrás que pagarla.

Ned viene hacia mí y se sienta a mi lado comiendo palomitas también.

— ¿Ya sabes qué nombre ponerle al bebé? — pregunta curioso. Niego. — si es niña ¿le puedes poner Charlotte? así se llamó la primera perrita que tuve, hasta que la atropelló un auto en medio de la acera...

— Oh, es un nombre muy lindo, a pesar de que se murió— sonrío

— Oh, no, no se murió. Después de eso quedó muy gruñona y mamá se la regaló a la vecina que tenía 10 gatos.

El gordito se va. Me río por la pequeña historia que me contó mi amigo. Todos regresan a la sala y Peter se sienta a mi lado, Betty al otro.

— ¿Qué veremos hoy? — pregunta Lina dejando su teléfono

— ¿Una de Adam Sandler o de Will Smith?

— Ay, está muy difícil, son mis actores favoritos a pesar de que ya están muy viejos — digo.

— Recuerdo cuando Adam grabó Son Como Niños y Will participó en Soy Leyenda.

— ¡Bueno, ya, no sean melancólicos! — interrumpe Harry rodando los ojos — ¡veamos 50 sombras de Grey parte 6!

Todos nos quejamos por la película y Lina le regaña. Siempre quiere andar viendo cosas sexuales y además de que se sentiría un poco incómodo. Intentamos detener a Harry que lo único que quiere es hacernos bromas con respecto a la película.






















































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