Edades:
Damián: 18

Tim: 16

Jason: 14

Dick: 9

Bruce: 40

Alfred: ?

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Era una mañana tranquila en la mansión Wayne, todos se encontraban desayunando en el comedor, era de esos extraños momentos dónde no había discusiones, ni casos que investigar.
Aprovechando la situación, el mayordomo favorito de todos propuso un plan para un día de familia, y había preparado todo con precisión, nadie se le podía escapar, revisó y ordenó los horarios de cada uno para dejar un día libre.

Sirviendo el último vaso de la mesa el mayordomo habló.

- Creo que hoy sería un día familiar perfecto - levanta la vista para observar las reacciones de los demás.

Bruce había bajado su periódico incómodo, Damián miró con desdén, Tim sólo inclinó la cabeza confundido, Jason tenía el ceño fruncido y Dick tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

- No tengo tiempo Alfred, lo sabes, tengo que ir a trabajar- Bruce fue el primero en hablar.

- Tengo que seguir practicando con Jonathan, Pennyworth- le sigue Damián.

- Yo tampoco puedo Al, actualizaré la red de la baticueva- se les une Tim.

- Estoy trabajando con un caso con Roy, será para la próxima- contesta Jason.

Conforme sus mayores iban hablando, la cara del más joven iba tornándose en una mueca y en sus ojos se notaba un brillo de tristeza y decepción, pero nuestro querido mayordomo se aseguraría de arreglarlo.

-Me parece que hoy no jóvenes amos- les interrumpe Alfred antes de que siguieran con sus excusas.- me e encargado de organizar sus horarios y notificar a sus amigos sobre esto.

- Pero Alfred- comenzó a decir Bruce.

- No amo Bruce, hoy no, este día todos van a tener tiempo  en familia y disfrutarlo- el mayordomo tuvo la última palabra, y nadie se atrevió a discutirlo, apreciaban su vida.

Continuaron con su desayuno y todos acordaron en que iban a pasar el día en la playa, al terminar de comer se dirigieron a sus habitaciones a alistar lo que iban a llevar.

Damián estaba terminando de empacar su traje de baño pero un llamado a su puerta lo distrajo.

-Adelante

-Dami- la voz de su hermano menor se hizo presente.

-¿Qué necesitas Grayson?- el mayor dejó lo que hacía para acercarse al niño de 9 años.

- Quería que me ayudaras con lo que tengo que llevar- pidió con una cara tierna.

- ¿Por qué no puedes hacerlo tú sólo?- interrogó Damián.

Ante la pregunta, el niño se sonrojó hasta las orejas y con un susurro apenado respondió .

- Nunca he ido a una playa.

- Está bien Grayson, te ayudaré pero no le digas a nadie más.

Acompañó al menor a su habitación y entre los dos empezaron a empacar, casi terminaban cuando Damián se dió cuenta de algo.

- ¿Por qué guardaste tu peluche?- señaló al elefante de peluche que estaba en la esquina de su bolso.

- Ow, zitka siempre me ha acompañado a todos los lugares a los que voy, ella tampoco ha ido a la playa y debería disfrutarlo también - contesta inocentemente.

- En ese caso mejor llévala en tus brazos para que pueda ver el camino.

Dick hizo caso a lo dicho por el mayor y sacó a su peluche, cuando terminaron de guardar salieron de el cuarto y se dirigieron a las escaleras; discretamente Damián agarró la mano de su hermano y con delicadeza lo ayudó a bajar.

Caminaron hacia la puerta principal donde ya los esperaban sus otros hermanos.

- Ya era hora ¿empacaron toda su habitación o qué? - pregunta Jason

- Yo no sabía que guardar, por eso tardé - le contesta Dick, después este suelta la mano de Damián y va con Tim para que lo cargue.

- ¿Estás emocionado por salir? - le pregunta al niño que está entre sus brazos.

- Sip, ya quiero ir ¿dónde está Bruce? ¿por qué tarda tanto?

- Tranquilo chico, ya llegué, ya podemos irnos - dice Bruce mientras entra a su campo de visión.

El menor baja de los brazos de su hermano y sale emocionado de la casa, cuando llega al auto se sube y se abrocha al cinturón, comienza a balancear su pies mientras espera que los demás lleguen.

- Me parece que está un poco emocionado- habla Tim.

-Nah ¿Tú crees? - Jason le contesta con sarcasmo.

El viaje se les hizo corto, iban en un silencio cómodo y por ratos interrumpido por pequeñas discusiones o burlas entre los hermanos.

- ¿Ya llegamos? - Pregunta impaciente el menor.

-No- se escucha por parte de todos los demás.

Pasaron un par de minutos de silencio hasta que fue interrumpido.

-¿Ya llegamos ? - volvió a preguntar.

- No Grayson, por vigésima vez es NO.- le responde Damián que empezaba a perder la paciencia.

Esta vez el silencio permaneció un poco más.

-¿Ya lle-fue interrumpido por un Bruce aliviado.

- Sí, ya llegamos- respondió mientras buscaba un estacionamiento.

Tuvo cuidado en buscar un lugar más alejado para evitar a los curiosos y poder tener una tarde relajada.
Cuando el auto se detuvo Dick fue el primero en bajar y correr hacia casi llegar a la orilla, contempló el mar y sostuvo a Sitka más cerca de él.
Tan impresionado estaba que no se dió cuenta cuando su familia se acercó a él.

- ¿Estás bien hijo? - la mano de Bruce se posa sobre su hombro mientras habla.

- S-sí, sólo es... esto es increíble - su sonrisa y el brillo de sus ojos enterneció a los demás.

- Sí crees que esto es increíble sólo espera a que hagamos todo lo que planeamos hoy. - la voz de Jason se hizo presente.

Después de ese momento se cambiaron a sus trajes de baño y se colocaron bloqueador, aunque no pudieron evitar jugar con eso.

- Dick - llamó Bruce - ¿quién te puso el bloqueador? - pregunta mientras observa a su hijo menor.

- Jason - responde con simpleza -¿hay algo mal?

- Sólo dile a Damián que te acompañe al agua- el menor se encoge de hombros y hace lo que le dijo.

Bruce busca con la mirada a Jason para reprenderlo por bañar a su hermano en bloqueador.

- ¡Voy pasandoooo! - se escucha el grito del rebelde.

El padre sólo puede observar como Jason se mete al mar salpicando a quien esté cerca.

El adulto sólo puede suspirar, no ha pasado ni una hora y sus hijos ya empezaban con sus desgracias.

Conforme pasaban las horas las risas y los juegos no paraban, aunque las travesuras no faltaron.
En un descuido por parte de Bruce, que se había quedado dormido, sus hijos aprovecharon y lo enterraron en la arena dejando sólo su cabeza y pies despejados.
En otro momento Tim se había puesto a leer, a causa de que estaba tan emocionado con su libro no se dió cuenta de que Jason se acercaba hacia él y cuando lo hizo este ya le había tirado un cangrejo a la cara.

Al comenzar el atardecer la familia Wayne decidió que era momento de regresar a su hogar.

-Bwuce- se escucha un quejido de su hijo más joven mientras este tira de la esquina de su playera.

- ¿Sí amigo?- se agacha para estar a su altura.

- Estoy muy cansado- responde mientras se frota el ojo.

- Está bien, ya vamos a casa- le dice mientras lo carga para llevarlo al auto .

Mientras se dirigían al coche, el mayor pudo observar como cada uno de sus hijos parecían más relajados y como cada uno portaba una sonrisa en sus labios, los miró con cariño mientras los 3 mayores hacían una pequeña carrera.

Colocó a Dick en uno de los asientos de atrás y dejó que los demás se acomodaran, cuando estuvo seguro que todo estaba en orden arrancó el auto.
El viaje a casa fue más rápido de lo que pensaban, el ambiente estaba relajado y eran de esos pequeños momentos que se les permitía bajar la guardia y disfrutar.

Al llegar a la mansión el mayordomo/abuelo/padre de la familia ya los esperaba en la puerta, los ayudó a bajar las cosas y luego cargó a un adormilado niño de 9 años entre sus brazos.

- Entonces ¿cómo estuvo su día? - No pudo evitar preguntar.

- Estuvo Bien /Satisfactorio /Genial / divertido - respondieron Bruce, Damián, Jason y Tim respectivamente.

- Sentí el astre - dijo Dick en un murmullo.

- ¿Astre? - preguntaron todos.

- No creo que esa sea una palabra joven Ricardo- habló el mayordomo.

- Sí que lo es, si desagrado es lo opuesto de agrado, desastre es lo opuesto de astre .- les contestó con simpleza mientras se volvía a dormir en los brazos de su "abuelo"

- Creo que ya está delirando- comentó Jason.

- La verdad creo que lo que Dick dijo tiene sentido. - contesto Tim.

- Cállense los dos, lo van a despertar - reprendió Damián mientras tomaba al niño para llevarlo a su cama.

- Uy, el demonio se ha ablandado - hablaron sus otros 2 hermanos.

Mientras los jóvenes empezaban otra pelea, los dos adultos conversaban apartados de ellos.

- Espero que haya dicho lo que le dije amo Bruce

- Sí Alfred, lo hice - le contesta mientras le muestra al otro las fotos que tomó.

- Parece ser que fue un buen día

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¡Dios! Perdóneme si esto quedó mal, tuve algunos problemas y no había podido actualizar ni escribir algo.
¡Gracias por el apoyo en la votación!
Los amo.

Toshi 💜