Mascotas
Las mascotas son la mejor compañía que niño puede tener, los ayuda a no sentirse solos y digamos que nuestro joven acróbata necesitaba urgentemente no sentirse así, además que desde su perspectiva tener una mascota era algo increíble, no sería la primera vez que conviviera con un animal, después de todo era un niño de circo.
Llevaba días planeando una estrategia para convencer a Bruce que le permitiera tener una, y el primer paso era tener todos los aliados posibles.
-¿Alfie?- la voz del niño sonó en la cocina, llamando la atención del viejo mayordomo.
-¿Sí, amo Dick? - Alfred dejó lo que hacía para prestarle atención al infante.
- ¿Existirá la pequeñísima- hizo un ademán con los dedos índice y pulgar para mostrar su punto - oportunidad de que me permitas tener una mascota? Te prometo que la cuidaría y sería responsable.
El mayordomo lo pensó por varios minutos imaginando todos los escenarios posibles del niño con una mascota y en algunos casos se estremeció con ello.
- Verás amo Dick, una mascota es una gran responsabilidad y no siempre vas a tener tiempo para atenderla- contestó tratando de convencer al niño.
- Lo sé, pero lo intentaría por favoooor he sido un Niño bueno y ya no me he columpiado en la araña de luces del techo- se arrodilló y juntó sus manitas - por favor por favor prometo ser buen dueño.
- Y créame que no dudo de su palabra joven maestro, pero aunque dijera que sí la decisión no es mía - trató de convencerlo de desistir, aunque no contó con la astucia del niño.
- Estás diciendo que si convenzo a Bruce obtendré una mascota?- su sonrisa se extendió de oreja a oreja al empezar a idear un plan— adiós Alfieeee.
Cuando aquel pequeño ser salió corriendo del lugar el adulto solo pensó en que desgracia había desatado en aquella mansión.
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-Bruce- la dulce voz de un niño de 9 años sonó por la cueva.
- Mhum - le contestó el mayor sin despegar la vista de la baticomputadora.
- He sido un niño bueno todos estos días- empezó a hablar - y sabes, la mansión se vuelve muy solitaria y aburrida cuando no estás, quisiera que tuvieras el tiempo de ver una pequeña presentación PowerPoint para-
- Corta el rollo Dick ¿Qué quieres? - Bruce giro su silla para poder ver al niño, que al verse descubierto no pudo evitar un gran sonrojo.
-Necesito una mascota.
- No- y así volvió su vista a la pantalla.
- Pero Bruuuuuceeeeee, soy un niño taaaaan solitariooo.— si ser pacífico no funcionaba tal vez un drama lograba el objetivo
- Tienes a Alfred- contestó el mayor sin despegar la vista de la pantalla.
- Pero el siempre está ocupadooooo- empezó a deslizarse hacia el suelo, tal vez si demostraba estar devastado aquel cambiaría su opinión.
- Podrías intentar ayudarlo
- Nooo B, yo quiero una mascota, un animal, como en el circo-
- Aquí abajo hay muchos animales, ahí tienes a los murciélagos- dijo intentándose librar de su pequeña responsabilidad.
Lo que no sabía es que en la mente de aquel niño se había encontrado el vacío legal para obtener su preciada mascota, sonrió internamente por lograr su cometido.
- Muy bien Bruce, tienes toda la razón- se recompuso y giró para empezar sus preparativos.
El adulto volteó extrañado de que su criatura haya cambiado de opinión tan repentinamente, pero sus labores lo obligaron a seguir con su computador.
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Aquella tarde, mientras nuestro querido mayordomo pasaba por el cuarto del pequeño acróbata escuchó ciertos murmullos, aquello le resultaba raro dado que el niño debía encontrarse solo; silenciosamente abrió la puerta y al ver el interior se quedó estático.
Aquel dulce niño tenía un murciélago entre sus manos, hablaba con la criatura como si fuera su mejor amigo.
-¡Amo Dick, suelte eso ahora mismo!- entró tratando de proteger al niño.
Dick, quien mantuvo la calma para no asustar a su pequeño amigo, se volteó para tratar de esconderlo de Alfred.
- ¡No, es mío !
- Es un animal peligroso, es portador de un centenar de enfermedades - trató de razonar con el menor mientras se acercaba más.
- Pero Bruce dijo que podía tenerlo- aquella confesión detuvo al mayordomo, quien internamente empezó a cuestionar la cordura de Wayne.
- creo que no lo escuché bien, ¿dijo que el amo bruce se lo dió?
- buenooo no es que me lo haya dado, tuve que escapar la cueva para obtenerlo, peeeero él me dijo que no necesitaba otros animales si ya teníamos a los murciélagos - Mostró a su nueva adquisición para enfatizar su punto- y tenía razón, chucho el murciélago es una gran mascota- El niño y aquella rata voladora parecían lucir sonrisas orgullosas por aquello último.
Sin poder regañar al niño, solamente pudo dar un suspiro cansado dado que lo más probable era que él terminara sufriendo por aquel invitado.
Si aquella tarde se vio a un mayordomo regañar a su amo por no ser lo suficientemente específico y usara el sarcasmo con un niño, nadie fue lo suficientemente valiente para mencionarlo.
Mientras tanto chucho y Dick fueron grandes compañeros durante varios años, causándole cierto tormento a los adultos del hogar, pero esa sería otra historia.
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Me desaparecí un rato, pero sigo aquí, gracias por seguirme leyendo.
Los amo
TOSHI💜
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