Abel lucia afectado, sus ojeras y cabello desordenado dejaban ver la mala noche que había pasado, cuando el carruaje de Beatrice se fue al barranco sintió su mundo irse, por suerte la había encontrado pero estaba muy mal.

—Debes guardar la calma, ella estará bien.- Fiona tomo su mano, aquello calmo un poco al mayor.

—Empezaré con la investigación, tu concéntrate en ella - Siegren se ofreció —Avísame si pasa algo Fiona -la nombrada asintió y le agradeció la ayuda.

Otro par de horas paso, Abel estaba a nada de entrar y pedir explicaciones, pero aprecia que sus súplicas se habían escuchado, el médico salió minutos después.

—¿Cómo está mi esposa? ¿Ella está bien verdad? ¿¡por qué no habla!?

—Debes dejar que hable Abel - Fiona se acercó—Por favor doctor.

—No mentiré, su estado es delicado, recibió varios golpes en la cabeza y cuerpo, pero he logrado salvar al bebé  - aquello dejó helado a Abel.

—¿Bebé?

—La señora tiene siete semanas de embarazo  - Abel abrió su boca confundido —El bebé se aferro a ella, ahora ambos deben de estar con mucho cuidado, lamentable, no se cuando ella vaya a despertar.

—¿Bebé? - Abel aún estaba shock, Fiona lo abrazo para reconfortarlo.

—Esta de más pedirlo, pero nadie debe de enterarse de esto, solo nosotros tres y su dama, si alguien más sabe de que está embarazada, estará problemas.

—No se preocupe señorita - el doctor se despidio de ellos.

—Abel... - el nombrado ingresó, Beatrice estaba tendida en la cama, su rostro lucia pacifico pero los morados en su rostro y brazos decían lo contrario —Ellos estarán bien.

—Es mi culpa, debí cuidarlos más.

—No lo es, solo paso, fue un accidente, ahora debes concentrarte en estar fuerte para ellos - se acercó más. —Ve a bañarte y comer, cuidare de ella para mientras.

—No quiero...

—Es una orden Abel -el nombrado suspiro —Hazlo por ellos.

—Bien, no salgas de aquí hasta que regrese  - ella asintió y le vio salir.

—Despierta Beatrice, Abel y yo te necesitamos.

Querida Beatrice, ya han pasado dos meses, Abel no se ha despegado de ti ni un segundo, yo he tenido que ir y venir de la capital, te extrañamos, la mansión ya no es lo mismo, ya no se siente aquella calidez y alegría, Abel luce distante, triste y delgado, su rostro ha perdido brillo, esta ojeroso y sin aliento.

Por favor despierta, todos te extrañamos, ya no hay cenas divertidas, no hay un hogar al que llegar, tu bebé sigue aferrándose a ti, ¿pero tu cuando vas a regresa? Todos te necesitamos, en especial Abel, regresa a salvarlo por segunda vez, a hacerlo feliz, a cambiarle su mundo, por que eso eres Beatrice, su mundo, su alegría, los cuatro, bueno cinco, somos una familia, yo deseo conocer a mi hermano, y quiero ver a Abel con un bebé, siempre fue mi papá, pero ahora quiero verlo como el papá de mi hermano, regresa Beatrice.

Con cariño, Fiona.

Querida Beatrice, regresa por favor, mi suegro esta triste, no me gusta verlo triste, me gusta molestarlo con mi presencia, pero ahora solo me ignora, esta siempre triste y sin ánimos, bueno, todos lo estamos, Fiona esta triste, ya no sonrió, ya no me mira con esos ojos brillantes, su sonrisa se fue, su alegría se fue, nuestra alegría de fue.

Confieso que estoy feliz de tener un cuñado, quiero molestar a Abel junto a él, enseñarle la espada y a hacer travesuras, quiero cargarlo para que Fiona quiera una vida conmigo, y ver feliz a Abel, verte a ti feliz, regresa Beatrice, te extrañamos.

Con cariño, Siegren.

Señora, por favor regrese, la mansión ya no es la misma, todos en el territorio sienten su ausencia, nuestros días son grises y tristes, no hay ni una sola gota de felicidad, el señor está delgado y parece muerto en vida, nos hace falta su sonrisa brillante y sus ojos enormes ojos curiosos.

A todas las doncellas nos hace falta, nos hace falta escucharla reír y cantar, quejarse del señor y a la vez hablar de él, por favor regrese señora Beatrice.

Con cariño, Hanna y Ashley.

Querida esposa, cada día que pasa es una tortura, me haces falta, sin ti siento que el mundo se ha acabado, se que tengo que luchar por ti, por nuestro bebé y por Fiona, pero cada día que pasa me siento a morir, por favor lucha, lucha por ti y por nuestro bebé, se que estarás feliz al escuchar la noticia, se que sonreirás y tus enormes ojos se ocultaran debido a la gran sonrisa que nos darás, por favor regresa.

Regresa y trae la alegría a esta mansión, convierte la de nuevo en un hogar, en nuestro hogar, tengamos muchos niños y seamos felices, permitirme envejecer contigo y hacerte feliz cada segundo de nuestras vidas, por favor regresa Beatrice, regresa que sin ti la vida ya no tiene sentido.

Con amor, Abel.

Louise estaba ansiosa, aún no llegaban noticias del norte, quería escuchar las buenas noticias y regocijarse, pero habían pasado dos meses y nada.

—Parece que la pequeña bruja se aferra a la vida, tendremos que darle otro empujón. - él hombre le miró

—¿Qué tienes en mente?

—Deben de administrarle comida de forma liquida, envía a alguien a envenenar su comida, la quiero muerta ya.

—Será difícil, dicen que el mismo duque prepara su comida.

—¡No me interesa! ¡Beatrice debe de de morir a todas costa! Esa maldita criada debe de morir como lo que es, una vil basura, así que ve y prepara el veneno más legal, quiero muerta a esa estúpida. Beatrice debe de morir para que yo tome a su esposo, debe morir.

Bendición en camino ¿que creen que sea?

¿Louise logrará salirse con la suya?

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